sábado, diciembre 29, 2012

Revolución de los transportes



Ignoro de qué forma podemos cambiar de modelo turístico en Ibiza, porque la consolidación del modelo sol y playa es imbatible, aunque tendrían que desterrarse prácticas de alojamiento perversas (hostelería Todo Incluido y casas y apartamentos descontrolados y alegales) antes de que sea demasiado tarde y quizás ya lo es.
Confiar todo el peso del turismo de Ibiza al sector joven, de discoteca, amante de las drogas, y que viene sólo en julio y agosto, es una auténtica locura, pero se han hecho tantas ya que nadie parece percibir la gravedad de la situación.
Y sin embargo, si no cambiamos nosotros nos cambiarán desde fuera. En realidad, los grandes cambios estructurales del turismo de Ibiza se han consumado de manera razonablemente armónica a partir de exigencias externas, como el cambio de moneda que se hizo efectivo en 2001, por ejemplo. Fue previsto y gestionado con pericia por la empresa pitiusa.
La otra gran revolución también la explicamos y la digerimos con elegancia y sin miedo: la entrada en vigor de la nueva política de vuelos, las compañías de bajo coste y, en paralelo, una explosión sin precedentes de Internet.
Ambos factores combinados pueden dejar obsoletos los antiguos modos de vender turismo, la agencia de viajes, el pack turístico y los operadores turísticos. El tema está lejos de quedar resuelto, pero ya sabemos que la llegada de turistas a través de turoperadores cayó un 28% hasta septiembre (Diario de Ibiza, 25-X-2012). Estas caídas son de órdago, aquí ya no estamos hablando de crisis, ni de matices: es un tsunami y sabemos que se está operando una auténtica revolución silenciosa en empresas turísticas, compañías de aviación y financieras del sector. No son bromas.
Por ello los datos que vamos recogiendo en Ibiza son significativos, tienen una fuerte carga de información. Todo concuerda si sumamos el acumulado anual de las compañías de bajo coste a Ibiza en 2012 (repito hasta septiembre): nada menos que 1,7 millones de pasajeros internacionales.
Por esto mismo decía antes que nosotros quizás no sepamos o no queramos (¿por qué iban a querer cambiar las discotecas si ahora se están forrando?) cambiar, pero nos cambiarán desde fuera, nos cambiarán ellos, los aviones, que son la artillería pesada. Ya nos gustaría a los ibicencos disponer de media docena de aviones para el invierno, pero... no tenemos peso.
¿Han observado ustedes que la llegada de turistas por mar es cada vez menos determinante? «El tráfico de pasajeros cae un 12% en el puerto de Ibiza y un 8% en La Savina» (16-X-2012) mientras la llegada de cruceristas experimenta una subida.
No me gusta que una isla rodeada de mar pierda peso en los transportes marítimos, pero decía, y me reafirmo, que estamos viviendo una gran revolución empresarial y financiera en los transportes y por desgracia Ibiza no pinta nada (exceptúo la abusiva política de fletes de las compañías de transporte de mercancías). Formentera no tiene aeropuertos, por lo que su descenso es serio.
Pero las Pitiusas todas tendremos que estar muy al tanto si queremos estar en algún puesto de mando en el futuro que se avecina, que de hecho ya está aquí.

miércoles, diciembre 26, 2012

Artrosis, bien patrimonial


La analogía a veces nos ayuda a percibir la auténtica dimensión de un fenómeno. Si no conseguimos compararlas, no solemos dar importancia a las cosas, por mucha que la tengan o que les otorguemos.
Si les digo que de los 310 millones de habitantes de los Estados Unidos al menos 50 millones de adultos padecen artrosis o algún trastorno reumático severo, dudo que nos hagamos cargo de la auténtica carga que supone. Esto es una barbaridad y me gustaría ayudar a la querida doctora Ana Urruticoechea a divulgar entre los ibicencos la idea de que no somos un sitio especialmente atacado por la artrosis.

No nos comamos el tarro. Ibiza y Formentera tienen una prevalencia similar a la del resto de España. Cierto que la humedad puede ser causa de... dolor, pero el dolor no mata. En realidad, en mi caso no me duele en especial en días de humedad o de lluvias, sino unos días antes de que estalle la tormenta. Un artrítico atento sabe dos días antes o a veces más que «algo va a pasar» y no siempre es una precipitación. De hecho me encanta que llueva, me siento bien, encuentro mi sitio en mi espacio, me relajo y respiro optimismo.
Lo peor es cuando una baja presión comienza a invadir la isla, ensombrece el horizonte, pero no acaba de arrancar. Esto es lo peor. Quedan los dolores, pero no el beneficio vital del agua del cielo. No en vano las tormentas secas son temidas, entre otras cosas porque provocan muchos incendios forestales y causan daños.

La médica Urriticoechea (y otros) muestra una gran actividad divulgadora y supongo que investigadora y los pitiusos tenemos que agradecérselo. ¿Cómo habiendo tantísimo personal afectado por los dolores y deformaciones de la artrosis se sabe tan poco sobre el origen de la enfermedad? Para empezar, porque quizás no es una enfermedad, sino al menos 250 distintas, que tienen parecido similar al destrozo sobre las articulaciones y los huesos.
En Ibiza hay unos 34.000 afectados, en una población de 140.000 habitantes. Es mucho, demasiado, como son muchísimos los 2.500 pacientes de Formentera, en una población de 8.000 habitantes, más o menos. Uno de cada cuatro es una proporción altísima, sin duda.

Aunque hay muchas afecciones por causas inmunológicas, la más común es la artrosis. En mi caso, relacionada con la psoriasis, una enfermedad o disfunción que parece bastante extendida en las Pitiusas, según me explicó hace años el dermatólogo Rafael Tomás, quien por cierto también conoce Formentera. Mal asunto, mal rollo, pero aquí estamos, rellenando esta estadística que sonará muy próxima a casi todos los ibicencos. Y quien no tenga que espere.
Nos animan la atención y el cuidado, porque estos dolores son fieles, no te abandonan casi nunca. Son domeñables, desaparecen, pero irremisiblemente reaparecen. Mi padre la tuvo hasta que falleció, mi madre ya tiene 96 años y la soporta estoicamente. En tiempos tan banales y superficiales, casi da gusto saber que algo o alguien te será fiel hasta el último día de tu vida, los dolores, dolores artríticos.
De otra manera: el buen humor, aunque a veces es difícil, ayuda rebajar los achaques. Como dicen los británicos, don't lose your temper, no pierdas la calma.

sábado, diciembre 22, 2012

Y ahora las cabras



Hoy toca hablar de las cabras, que en Baleares se empiezan a pegar una vida de relax y lujo sólo comparables a la de los toros bravos de lidia, que encima tienen el dorado privilegio de morir luchando con los cuernos puestos. 
Estas numerosas fincas mallorquinas que en el Llevant y en la Tramuntana cobijan considerables rebaños de cabras y de chivos, tienen la gran ventaja de estar a resguardo de los incendios si es que hay alguien que esté seguro frente a un rayo inoportuno o frente a un pirómano. Y encima venden el boc, chivo, como pieza cinegética. 

Cuando Ibiza vivió los dos feroces incendios de 2010 saqué enseguida el tema de los animales como limpiadores del bosque: mulos, ovejas y cabras. Me decanté por la cabra autóctona por razones obvias. No fue una ocurrencia improvisada ni original: hace décadas que se emplean en el bajo Pirineo, en Extremadura, Castilla, Andalucía rebaños de animales domésticos para apaciguar la fortaleza de la maleza, que en Ibiza toma dimensiones espeluznantes. Bien, veo que se ha dado un primer paso en el Ayuntamiento de Santa Eulalia. Sólo una franja de 30 metros en el Puig de sa Creu d´en Ribes y en el barrio de Can Guasch. 
No les defraudará el experimento –y no quiero meterme en cuestiones de dinero, pero no me gustan nada las cifras que estoy viendo en el Diario, pero en fin, todo se va perfilando– y muy pronto otras zonas reclamarán la presencia de unos mulos o de unos rebaños de cabras. Está bien si se toma como una orientación inicial, pero esto no es nada, una nimiedad. 

En Ibiza vamos tan lentos que esto es un no ir. No vamos a ninguna parte así. Hay que ponerse en serio a salvar la isla y cuando los mismos pastores vean el negocio (el queso de cabra es el mejor y el más demandado del mercado con diferencia) se organizarán en una gran cooperativa lechera o ganadera de la que extraerán enormes beneficios. Y como ocurre siempre en Ibiza no se descarta que vengan pastores pirata de fuera (lo digo en broma, pero no crean, los ibicencos estamos aplatanados).
He visto otras iniciativas todas muy respetables, como la importación de unas decenas de cabras suizas. Quizás producirán mucha leche, pero no le acabo de ver la gracia, teniendo las cabras pitiusas bien adaptadas al medio. Cada cual manda en lo suyo y admiro al empresario que lo ha hecho. Él sabrá. Pero yo hablo de ganadería extensiva, no intensiva. 
Y finalmente quiero acordarme de algunos políticos: ineptos, perezosos y mediocres y bastantes de ellos delincuentes. Qué gran negocio si pudiéramos prescindir de las autonomías y de varios ayuntamientos. Recuerdo que el mes de mayo la directora general del Medio Ambiente prometió reducir mucho la población de cabras de es Vedrà. ¿Ha cumplido? ¿Ustedes qué creen? Pero no ha cesado ni un céntimo el derroche. 
Conozco al menos a tres propietarios y estoy seguro de que no tendrían mayor inconveniente en retirar las cabras del islote. Favor a las cabras, beneficio de las plantas endémicas y sería un mérito de estos ocho propietarios que quizás piensen que las cabras velan por sus derechos de propiedad.

miércoles, diciembre 19, 2012

El turismo es el maná

La Ibiza preturística poco podía imaginar la gran explosión turística que arrasaría la configuración de las costas y el modo de vida de los ibicencos. Pero nos costó mucho trabajo.


A los ibicencos nos irrita que nos digan que el turismo es una lotería, un maná caído del cielo, porque sabemos por experiencia que hay que pelarse algo más que los nudillos para abrir un negocio serio en las islas, mantenerlo y adaptarlo año tras año a las nuevas exigencias. Aquí no te puedes dormir. Del cielo sólo caen chuzos de punta, inspecciones de Hacienda o alguna peste que alguien nos ha echado en la distancia. Del cielo no cae nada.
Ya vamos al menos tres generaciones, entendiéndolas en sentido amplio, desde que a finales de los 60 unos cuantos ibicencos locos hipotecaron su propio piso para abrir una tienda, una pensión o una agencia. Todos conocemos una decena de historias de ibicencos ejemplares, los modernos corsarios, que en San Antonio, Santa Eulalia, San José y en Ibiza capital relanzaron lo que en los primeros cinco años de los 30 empezó a ser una actividad incipiente.
Aquella sangrienta y traumatizante guerra civil partió en dos nuestro siglo XX. Los extranjeros, artistas, músicos, pintores y viajeros a su vez vieron violentamente truncado su verano a partir de finales del mes de julio. Quedaban pocos en la isla aquel triste 8 de agosto cuando desembarcaron por San Carlos las hordas mandadas por la Generalidad de Cataluña, por Lluís Companys, de Esquerra Republicana de Catalunya. Hasta el 13 de septiembre estuvieron en Ibiza sembrando la desgracia y el dolor. Y la consiguiente réplica nacional, igualmente exagerada. Aquellos extranjeros que no quisieron o no pudieron irse antes, tuvieron tiempo de arrepentirse.
No olvidemos estas cosas, aquel verano de 1936 partido en dos, aquella Ibiza partida en dos que no recuperaría un vida normalizada hasta los años 50. Sólo a partir de 1953 regresan algunos extranjeros y algunos, pocos, viajeros. Aquello no era turismo. Miseria y caciquismo.
Del cielo habían caído bombas y obuses, más de los necesarios y ninguno deseado. Cuando a finales de los 60 algunos jóvenes lobeznos de la derecha local comienzan a levantar hoteles como jaulas de conejos podríamos decir que estaba todo por hacer. E hicieron mucho. No se puede negar que levantaron Ibiza, una isla mayormente analfabeta, depauperada y en gran parte todavía aterrorizada.
Uno de los logros es que hay al menos dos generaciones de ibicencos que –si leen este folio– pensarán que hablo de las guerras napoleónicas. Pues no, fue ayer, fue tu abuelo, incluso tu padre, ayer mismo.
Yo diría que en general somos conscientes de los esfuerzos que nos ha costado levantar una estructura hostelera que ya quisieran otros países ribereños. Y sólo en esta islita de 572 km2.
Nunca podremos valorar bastante el trabajo de estos pioneros. A partir de ahí tenemos la obligación de superarlos, podemos criticarlo todo, pero para levantar algo mejor en una isla ya demasiado machacada.
A nosotros nos toca ya valorar el aire limpio, las playas cristalinas, el bosque verde y libre de mazacotes. Y esto es una tarea descomunal que tenemos que hacer entre todos, al margen de las ideas políticas de cada cual y sin tregua.
Si te dicen que la fortuna nos cayó del cielo contéstales: sí, pero nos pilló con la azada en la mano. Y no debemos soltarla.

sábado, diciembre 15, 2012

Hablemos de pajaritos

El herrerillo es un gran depredador de insectos y orugas, y se atreve incluso con la procesionaria, la temible plaga que asola Ibiza y Formentera


Llega un momento en que uno se siente saturado de hablar de la pajarería que es Ibiza y de muchos de sus pajarracos, que vienen sobrados y se prodigan en demasía. Para compensar me he propuesto hoy hablar solamente de pajaritos, estos que tanto alegraron mi infancia y que con los años se han ido difuminando, hasta el punto de que a menudo pienso que la isla ha perdido muchos de sus pájaros. Quizás sean manías mías y, claro, también depende de la época en que uno observe, porque muchos de nuestros especímenes son como los turistas, residentes temporales, viajeros de larga distancia, animalitos migratorios que, es evidente, se encuentran con un paisaje muy distinto al de los años cincuenta. 
Ellos sí que entienden de ecología y diagnostican desde lejos la añada que les espera en estos parajes alterados. 

Resulta que la cotorra argentina ha desaparecido de Ibiza antes de que yo me enterase de su presencia. La vi en los años 80 en las palmeras de Barcelona. Ahora no sé, porque el que no va a Barcelona soy yo. Cotorra y argentina, redundancia gratuita, porque en general la argentina es el ave más locuaz del planeta. Cómo hablan, de bien, de rápido y de incansable. Uno queda murmurando ¿y si lo hicieran para equilibrar el silencio aterido de los gauchos de la pampa? A mí me gusta la gente expresiva, los habladores. No me molestan. Así que esta cotorrita debió de ser durante una década la reina de los pajaritos pitiusos hasta el momento en que, imagino yo, se aburrió y se fue hacia Denia a buscar otras cotorras, que es lo que solemos hacer todos en los meses más enclaustrados y fríos. 

Los inviernos no son insalvables. Hay dos meses de fríos intempestivos, pero en general encuentran refugio en las Pitiusas y al menos hasta bien avanzado el otoño hay numerosos frutos, bayas que preparan sus cuerpecitos para los 70 días más duros del año.
Después ya llegan los rayos calefactores de la primavera y una buena mañana todo empieza súbitamente a mostrar un rostro risueño, las plantas explotan en colores y el mundo se llena de insectos, que es un manjar proteínico que renovará la generación total de nuestra ornitofauna. Las tórtolas se mezclan en Ibiza, la turca con la europea y la paloma torcaz de testigo. Ya me gustaría verlos, pero juntos será difícil porque se disputan el nicho ecológico. En la península se pueden ver las tórtolas incluso en los parques de las ciudades. Sus arrullos un poco insolentes son inconfundibles.

Y otra sorpresa ecológica: ha aumentado la población de mirlo común, pajarito oscuro, correoso, que se atreve –según leo– con la procesionaria. Puede, pero, sinceramente, me gustaría poner entre paréntesis esta afirmación, aunque me imagino que se refiere a las larvas, no a las orugas, que son tóxicas hasta la muerte. Si su perro jugueteando por el bosque muerde una oruga adulta, lo más probable es que pierda el morro y la lengua. Divulgadlo. Existen algunos pajarillos que atacan los bolsones colgantes de esta maldita oruga procesionaria, por ejemplo en los bosques de Extremadura y Salamanca: el carbonero común (Parus major) muy parecido al mirlo, pero con el pecho amarillento. No creo que exista en Ibiza pero habría que introducirlo, porque la procesionaria es una maldición para las islas. ¿Hay otros depredadores parecidos? Seguro.

miércoles, diciembre 12, 2012

La obstinación de los empresarios pitiusos



Un empresario, un autónomo, un emprendedor nunca duerme, solo descansa y con un ojo abierto. Ha de estar todo el año rumiando y buscando puntos débiles. Y en general los empresarios privados (sobre empresas públicas, mixtas o subvencionadas no vale la pena hablar, suelen ser garrapatas a la sombra de la ubre del poder, salvo raras excepciones) de Ibiza son buenos. La empresa privada ha hecho los deberes para salir adelante en esta extraña crisis, donde los peores tiros te vienen de la Administración, antaño derrochadora y hogaño requisatoria, y la prueba es que en Ibiza la empresa se va defendiendo.

No en seis meses, como se suele decir, sino en tres meses, los empresarios pitiusos han depurado gastos hasta lo indecible y han optimizado su gestión, a menudo echándole 15 horas diarias de media durante todo el verano.
A raíz de esta óptima gestión se da otro fenómeno: puede crecer la economía hasta cierto grado, pero no aumenta o incluso disminuye la contratación laboral. Esta paradoja ya ha sido estudiada en otros mercados y el jobless growth demuestra que quien ha hecho los deberes son los empresarios privados.
Quien no los ha hecho, no los hace ni, probablemente, los hará nunca es la Administración en cualquiera de su grados. El Estado, dicho sea genéricamente, es una auténtica rémora, una plaga que puede dejar la economía española a la puerta de aquellos años 40 de posguerra. No ha pasado lo peor.

Desde los ayuntamientos, siguiendo por las diputaciones, generalidades, consejos, cabildos, veguerías, hasta los gobiernos autonómicos y el Gobierno central, han dejado sentado que las instituciones son agencias de contratación. Y no contratan a cualquiera, sólo a los compadres, a los camaradas, a los compinches, a los conmilitones. Obviamente, la corrupción se extiende como una mancha de aceite por obra y desgracia de estos dos grandes partidos que han dejado España arrasada.

La gran culpa es del PSOE, con más de 20 años en el poder, pero el PP es culpable o cómplice en muchos aspectos. Por esto se habla de partitocracia o de la corrupción inducida por la maquinaria de los partidos, sin olvidarnos del peor engendro que floreció peligrosamente en los siglos XIX y XX: los nacionalismos. En España han mutado con otra especial peste hispana: los caciquismos del siglo XIX. Encantados con el nacionalismo.

En esta atmósfera, los empresarios de las Pitiusas se abstraen, se concentran y se dedican durante julio, agosto y septiembre a atesorar, a almacenar para pasar todo el año, que se hace muy largo a partir de enero.
Lo decían también los hoteleros, unos maestros del crecimiento sin crear empleo: la estacionalidad se agudiza. Ellos pueden optar por estos veranos intensivos y después aprovechar sus inversiones en otros puntos del Planeta. Los que nos quedamos aquí sabemos que hay pocas salidas para quien no tenga una especialización.

A Ibiza llegan avalanchas de remesas de parados cuyo valor profesional es casi cero, dicho sea con todos los respetos a la persona. La construcción ya no absorbe este tipo de trabajadores. Y las Pitiusas necesitan gente preparada, pero de verdad, y en todos los tramos: de la cocina a la alta dirección. El invierno es propicio para aprender. A ello.

sábado, diciembre 08, 2012

No me controles



Cuando me enteré, leyendo el Diario del 27 de julio, que los taxis de Ibiza harían huelga el 1 de agosto y que pedían sólo un 20% de servicios mínimos, pensé: da lo mismo, aunque no hagan huelga no se encuentra ni un taxi en determinados momentos y sitios. Da igual, si no funcionan los taxistas corsarios siempre nos quedarán los amables taxistas pirata.

Después no hubo nada, porque en Ibiza no hay nada, nunca hay nada, cada cual va a su bola y a mí no me cuentes tu vida ni me controles. Por esto no le doy ninguna importancia a este leve aumento en la apertura de 216 empresas en agosto: son pequeñas, efímeras y temporeras, es decir, para cuatro meses.
Estos aumentos no significan nada y en Ibiza nadie quiere que nada signifique nada. Parece que estoy parodiando el poema de José Hierro, pero ni eso, nada de nada. Anda y apáñate.

El 28 de octubre me entero de otra cosa: «Los taxis de Ibiza no precintan sus taxímetros desde hace tres... años». Años. Es decir, los mismos taxistas que piden –como las discotecas, naturalmente, señor, no faltaba más, ¿necesita algo más el señor?– que la policía se ponga todo el día a perseguir a los taxistas piratas para que ellos puedan ponerse en huelga con mayor eficacia, resulta que no tienen tiempo o ganas de precintar los taxímetros.
Queda todo como las tetas de la duquesa: pendiente. Que penda, prenda.

Pasa casi lo mismo en casi todos los aspectos de la isla. Dícese que los buses no quieren ir a la Estación Cetis por la misma razón, para evitar los controles del número de viajeros. No lo sé. Lo dudo y no sé nada. Y lo que sé no es muy favorable a la estación.

¿Llamar a la policía? Sí, pero y ¿quién controla a la policía y al controlador de los controladores? ¿Nadie? ¿Nada? Porque la policía puede pasarse el día controlando, pero si no encuentra el apoyo de la superioridad y de los jueces, trabajan brindando al sol con sus tricornios. Imagino que ya están hartos, pero no lo sé.
¿Les faltará equipamiento? No creo. Tienen hasta sonómetros, lo que pasa es que no suenan y si suenan no los hacen servir.

San Antonio ha procedido a la aplicación del sonómetro, desplegando un equipo policial eficaz que ha puesto en grave peligro sus tímpanos. Lástima que solo haya hecho una medición en todo el año. Dudo que San José haya hecho muchas más. En cualquier caso existe una Ley desde el 2007 y para su cumplimiento hacen falta policías preparados.
Que sepan, pues, los miles de ibicencos afectados por el ruido, hasta el extremo de poner en peligro su salud, en manos de quiénes estamos. Tomen nota.

Los políticos o lo que sean tienen todo el invierno por delante. Los pinares crecen en silencio como poseídos por el demonio. La crisis aumenta. El ruido solo cesa cuando se van estos turistas miserables que nos han robado la isla.
Sin un poco de control poca isla nos queda y nada nos queda por hacer si no es largarse, pero tampoco estoy seguro.
No sé nada.

miércoles, diciembre 05, 2012

Ciento dos mil rusos en Balears


A pesar de las preferencias, según muchasol, Baleares ha sido el segundo destino más visitado por los rusos (gentileza Vilma Núñez)

Ya conozco una cifra sobre el número de rusos que han visitado Baleares hasta septiembre: 102.121 que sin ser moco de pavo tampoco es para lanzar cohetes. En toda España han llegado un millón y la tendencia es en fuerte curva ascendente, de ahí –como explicamos el otro día– la imponente cantidad de peticiones de alumnos mallorquines que quieren estudiar ruso en la Escuela de Idiomas de Palma. Algo habrá que hacer en Ibiza, porque es un mercado que rompe esquemas. A por el ruso.
Uno teme que vendrán a engrosar las inabarcables hordas piratas del verano, de julio y agosto, con lo cual nuestro problema se agravará. Pero si se consiguiera vender Ibiza desde finales de mayo hasta principios de noviembre, nuestras islas obtendrían una aportación sustancial que podría paliar la escasa actividad en la sector de la construcción.

Cataluña, con 667.613 visitas, ha sido este año el principal destino de los rusos en España, seguida de Islas Baleares (102.121), Canarias (91.382) y Andalucía (66.125). No es gran cosa, si comparamos con los más de 600.000 británicos que vienen solo a Ibiza, pero es un mercado emergente que es muy apetecible y que entrará con gran fuerza, incluso en la sociedad. No tardaremos en ver matrimonios mixtos (o gays) con rusas, viajes a Rusia y, en fin, una mayor vida social de reconocimiento mutuo. Y digámoslo, el feo aspecto de la Rusia gansteril, violenta y mafiosa, si no están ya en Ibiza tomando posiciones discretamente, como ya están en Marbella y otros puntos hispanos.

Otra noticia es sintomática, aunque dudo que sea importante: Baleares tiene más empresas de servicios que hace un año, según publica nuestro Diario de Ibiza el 21 de agosto. ¿Qué puede indicarnos? Nada relevante para nuestra economía, son pequeñas empresas de servicios que apenas tienen las puertas abiertas durante cuatro o cinco meses. El hecho alarmante es que se ha desplomado el consumo del comercio, como ya sabemos.

Después de la última subida del IVA, la caída ha sido espectacular y se cierran cada vez más locales de Ibiza y de Formentera. Quiero decir entre los pocos que aún quedaban abiertos. Ya prácticamente nadie quiere afrontar un largo invierno de casi 7 meses sin un cliente que llevarse a la boca y se prefiere darse de baja, que en demasiados casos es definitiva, dejando un reguero de parados que llega a ser patético.
Pero no es nada que no hubiéramos previsto, alguno incluso desde el 2007. Una vez más, la hostelería, cada vez más hostigada por el Gobierno ha dado la cara y ha mantenido el tipo a pesar de la situación azarosa y a la contra. Pero son pequeñas empresas que no duran. Empiezan y se acaban con la temporada.

Por ello no me extraña que el CRE vuelva a usar la misma cantinela de siempre: hay que cambiar de modelo, como si fuera fácil o incluso posible. En Ibiza, como máximo, garantizamos cambiar de disc-joquey con frecuencia. Lo otro se lo dejamos a los sesudos universitarios del CRE.

sábado, diciembre 01, 2012

De la lista del paro a limpiar montes

Ibiza ha de sustituir los ladrillos por libros para consolidar una sociedad extraña y en continuo cambio pero carente de reflejos rápidos y flexibles para hacer frente a las nuevas dificultades


En estas notas fenicias intrascendentes y sin importancia lo comentamos hace más de un año: hay mucha energía dilapidada, mucho dinero mal empleado en estos largos inviernos de Ibiza donde miles de parados (y de paradas, ahora sí que lo digo, porque muchas mujeres podrían acogerse al plan de empleo forestal que siempre he proclamado) sestean, se deprimen o pasan el día en el bar, los que pueden darse al bajo consumo. Y mientras tanto, en silencio, sin cesar, los bosques de las islas se extienden salvajemente, de manera inmisericorde, ocupando los terrenos que antaño fueron feixes que producían cereales, no siempre en cosechas abundantes.

Desde la abrupta irrupción del turismo a finales de los años 50, los bosques y las fincas fueron abandonándose en un proceso que ya había culminado en los años 70.
A partir de entonces la historia es conocida: el bosque ha sido relegado a su soledad natural y ha sido la naturaleza la que ha puesto en pugna sin tregua a las distintas especies. Por supuesto, el pino pitiuso se ha impuesto de una manera implacable. Ahora ya sabemos que de manera peligrosa, desde los pavorosos incendios de 2010, por cierto el mismo año en que estalló (a finales de diciembre) la caótica revolución islamista de la 'primavera árabe'.
Así que lo que perdimos por un lado, el bosque, lo vimos aumentado por el otro, el turismo.

Y fue en los meses siguientes, cuando comentamos la cruda realidad de nuestros bosques constituidos en una bomba peligrosa, dispuesta a estallar en cuanto se le diera una mínima oportunidad. Una de las ideas que dejé caer –y supongo que no fui el único– fue la necesidad de unir esfuerzos y dinero entre el seguro de desempleo estatal y una ayuda complementaria pagada por el Govern. O directamente asumir un salario mínimo para aquellos parados desprovistos de todas las ayudas posibles, por inexistentes o por caducadas.

Esto hay que pensarlo, hacer números y ponerse en una tarea que nunca se pondrá en marcha. Si pasados dos años nadie ha sabido articular un red laboral (plan de empleo forestal le llamaba yo, como se le puede llamar de otra manera) ¿quién y cuándo lo hará? Me temo que no se hará nada, en Ibiza nunca llegaremos a nada, aunque algunos lo intentan. Pero la prueba de que puede hacerse es que se hace en al menos dos sitios o más: una treintena de empleados por el Gobierno de Aragón limpian y desbrozan, talan y limpian accesos boscosos. Son 30, pero que sean 3.000 es cuestión de organización y rentabilidad.

También en Valencia han destinado a más de 200 empleados a limpieza de bosques quemados. Son seleccionados, auscultados médicamente y citados por una empresa al efecto y quienes se nieguen pueden perder el desempleo, tres meses o la totalidad, en cambio los que trabajen cobrarán más. 
Ya sé que esta forma es más ruda y que los españoles estamos acostumbrados a la buena vida, pero tendremos que aceptarlo: tenemos problemas, la vida es muy dura y nadie volverá jamás a prestarnos dinero a bajo interés ni a regalarnos nada. Se acabó para siempre, mi vida.

miércoles, noviembre 28, 2012

´Feedback´ y precisiones



El fenicio les invita a sentarse frente a la chimenea. Vamos a mantener el feedback, retroalimentación, con algunos de nuestros amigos y comunicantes, cultivando este placer pagano de la conversación sin prisas ni horarios.

¿Qué quiere decir orada? Me referí a la cabra orada mallorquina, cuando es asilvestrada. A mi parecer, viene del latín, significa loca, pero no en un sentido clínico. En Ibiza decíamos que ´caíamos en ora´ (caure en ora, sin hache) cuando andando por los caminos o por el bosque perdíamos la orientación. Mariano Villangómez me contaba una vez que había oído a un payés de Sant Miquel decir que fulano «era orat així». Del latín auratus, pero no del dorado, sino de aura, brisa. En el riquísimo idioma español tenemos una expresión muy plástica cuando decimos que a alguien ´le ha dado un aire´. Si será antiguo el término que Ramon Llull ya lo empleaba en el siglo XIII. En castellano actual se emplea como sinónimo de loco, persona de poco juicio o demente. No me gusta. Me gusta más en el sentido que le podríamos aplicar a Dalí, que era orat així. Tiene su lógica que a la cabra que se refugie en las escarpadas montañas se la tilde de loca, orada.

He escrito ya varios artículos alertando sobre el daño que causan las manadas de gatos asilvestrados y alguien se siente impelido a defenderlos, como si yo los hubiera atacado. Me acusa de alentar una nueva caza de brujas en plan solución final nazi. Por Dios, nada más lejos, qué exageración. Que vivan los gatos en su debido equilibrio. Por cierto, siguen proliferando hasta extremos indecibles las ratas enormes en la ciudad y en el campo. Es como si los gatos asilvestrados las temieran. Desde luego cazan pocas. Les es más fácil matar lagartijas dóciles aletargadas. Entre las culebras y los gatos asilvestrados estas islas se van a quedar sin los hermosos endemismos que entre otras cosas me movieron a titular uno de mis libros ´Lagartijas azules en París´ en su honor.

Nito Verdera, famoso por haber publicado varios libros sin haber demostrado que Colón sea ibicenco, tras 50 años de infructuosas y pacientes pesquisas, quiere precisarme que el huevo de Colón (él titula en el Diario «el huevo de Mariano Planells» como si mis pobres huevos, pelados de arrastrarlos por la montaña, tuvieran nada que ver con esta historia), al que alude la famosa anécdota estaba cocido y no crudo, como dije yo. Ya saben que estaban en la mesa Colón y unos cuantos nobles y alguien pretendió quitar importancia al descubrimiento de América. Cristóbal, que era fenicio, y de esto podemos estar tan seguros como de que era judío, agarró con la mano un huevo cocido, lo mostró y les desafió a dejarlo en pie sobre la mesa. Se miraron entre sí un tanto desconcertados. Nadie lo intentó siquiera. Colón tomó el huevo con firmeza, pegó un golpecito en uno de sus extremos, sin cascarlo del todo, y el huevo, como es lógico, quedó en pie, en posición vertical.

Bueno, digamos que si se hace la prueba con el cocido jugamos sobre seguro. Yo he hecho la prueba tres veces seguidas con tres huevos crudos dentro de un plato –por si acaso– y en todos los casos me funcionó. Está claro que Colón quería demostrar a aquellos insolentes palaciegos que las cosas son muy fáciles cuando alguien te ha enseñado el camino. En cualquier caso, estos tres huevos, que sí eran míos aunque no los míos, acabaron en una deliciosa tortilla francesa con perejil. Eso, que seamos felices, amigos.

sábado, noviembre 24, 2012

Catalanadas





Más catalanadas, una catarata de nuevas catalanadas, que son estas mixtificaciones tan en boga en la hermosa región española. Y así seguirán, generando engendros mentales bien remunerados mientras prosiga la dinámica demencial de generación artificial de un país que jamás existió ni existe, por mucho dinero que derrochen a costa de todos los españoles.
Solo de hacer una relación de los temas absurdos que promocionan ya agotaría este breve folio del fenicio. Como es difícil saber por donde enfocarlo y como guisarlo, voy a referirme a las últimas animaladas catalanas (¿catalanistas?).
Me lo pone fácil una web subvencionada (todo el proyecto creo que ha recibido 800.000 euros de la Generalidad). Se llama Catalonia Tours y alcanza niveles de delirio difícilmente superables.

¿Nosotros nos tomábamos a broma la ibicenquía de Cristóbal Colón? Pues la tesis de Colón ibicenco suena lógica al lado de las locuras que vende esta especie de agencia de excursiones carolingias. Por cierto, que se quedan directamente con Colón, no sólo catalán (todo lo bueno es catalán, lo dicen los catalanes y punto), sino “marinero catalán miembro de la realeza catalana”. Nada de ibicenco, catalán.
¿Qué realeza catalana,si en Cataluña no ha habido reino ni corona alguna? Da igual, se la inventan y tan felices. En las atarazanas de Barcelona se construyeron las naves que sirvieron para el descubrimiento. ¿Y esto por qué no se sabía? Tienen respuesta para esto: es que España nos roba y nos ha robado nuestra historia. Catalanadas.
El día en que descubran que el pa mab tomaquet, el porrón, los castellers, la sardana, la barretina etc. tampoco son invención catalana habrá una oleada de suicidios en la Ciudad Condal, llamada así porque no tenía nada de Reino, sino de Condado y a las órdenes del Reino de Aragón por cierto.

Se partirán de la risa y podrán leer varias excursiones de frenopático si entran en su web: cataloniatours.com. Aparte, cuando miren los precios, comprenderán parte de la intencionalidad de esta estafa doméstica, que no deja de ser otra cosa.
Por ejemplo, hacen una excursión a la sublime Montserrat. Por cierto, otro orate licenciado en historia en Barcelona ha descubierto que Leonardo Da Vinci vivió un año y medio en aquellas montañas y se inspiró en La Moreneta para pintar La Gioconda. “He superpuesto los labios de la Moreneta y de la Gioconda y casi coinciden” alega, con angelical desparpajo. 
Mucho de este material lo he publicado en mis blogs, para quienes quieren una conferencia más extensa sobre estas psicofonías afónicas catalanas.
Ya digo, tela marinera y de varios metros. Pero sólo acabaré con la última genialidad de Jordi Bilbeny, un divertido personaje que va viviendo de sus extraños hallazgos.
Bien, este 'investigador' está convencido de que la bandera de los Estados Unidos (de América) está copiada de la catalana. Usted querrá decir aragonesa. No, catalana, para estos genios de las subvenciones, el Reino de Aragón ha desaparecido.
Por supuesto, otra díaleeremos que el Quijote o la Celestina los escribió un catalán. ¿Y estos señores se quieren apropiar de las Baleares? Dios nos libre de tanta ciencia

miércoles, noviembre 21, 2012

En picado


Ibiza ha conseguido una imagen lúdica, juvenil y sensual, pero con una temporada efectiva de tres meses. El resto del año es pura miseria, abandono y soledad... y precios astronómicos

O sea, la caída de ocupación hotelera de Formentera ha sido remarcable, un 11% menos que el año pasado. En Ibiza apenas se ha notado la diferencia, un 3%, pero hay algo que unifica el comportamiento en ambas islas: la caída súbita de ocupación. «Hemos caído en picado». No me pondré sarcástico, es decir, este desplome no es porque haya cerrado la media docena de discotecas, sino que estas discotecas han cerrado porque el turismo se desploma en el décimo mes de cada año.
¿Es tan difícil de observar esta constante? Si fuera cuestión de discotecas, bastaba con dejarlas todas abiertas y esto se convertiría en El Dorado de la música enlatada.

El turismo de las Pitiusas es demasiado importante para dejarlo en manos exclusivamente de las discos, que se han venido arriba y piden una vigilancia que aquí no tienen las prostitutas, los taxistas, los hoteleros ni nadie.
Quiero decir que en Ibiza, durante 3 meses reina el caos, la anarquía y por mucha policía que pidan los taxistas, los camilleros, los periodistas, las discotecas, sea quien sea, aquí hay lo que hay: un desmierde descomunal, una isla invivible y que sale bien parada de la prueba anual gracias a la paciencia y a la preparación de los profesionales (todos los mencionados antes más los que no he mencionado antes).

Lo que asombra es la portentosa vitalidad del turismo de las Pitiusas. Formentera ha visto con pavor cómo muchos españoles e italianos no podían venir. ¿Aprenderán a variar la oferta? Pero a esta envidiable ocupación sigue un vacío súbito, una estampida general. De repente la isla amanece blanqueada, como si hubiera nevado: son las cristaleras y escaparates de hoteles y comercios que blanquean sus cristales para ponerlos en stand by hasta el próximo mes de mayo. Y sobran los taxis que no habías visto desde mayo. Notas que algún conocido camina por la calle y que ¡oh milagro! se detiene durante un minuto para saludar. O sea, hemos perdido el turismo y solo nos quedan veraneantes jovenzuelos de julio-agosto.

Claro, una isla, una vida así, con el tiempo te quema las neuronas. Es como trabajar en la mina carbonífera, de técnico en Alaska o en las perforaciones petrolíferas o gasísticas de Argelia: lo haces mientras aguantas, quedas destrozado y quemado y procuras alejarte en busca de un retiro más acogedor. Porque sabes perfectamente que la vida existe, pero es otra cosa muy distinta.

Y sin embargo te quiero: en España nada menos que 57 millones de turistas en un país de 43 millones de habitantes reales. Estamos hablando de algo serio. No sé exactamente el número de 2012, pero se constata este aumento de turistas europeos, sobre todo alemanes, ingleses y franceses, cuando los españoles han fallado, porque vivimos en un país donde han gobernado 21 años los socialistas y nos han dejado en la ruina y en la quiebra. Y qué no decir de los nacionalistas, que han contribuido con gran eficacia en deconstruir el Estado, 17 mercados distintos, educaciones centradas en odiar por un si acaso a España, «un país discutido y discutible», la nación moderna más antigua del planeta. Lo dijo el botarate jaleado por los etarras, catalanistas, progres y socialistas. Y así hemos quedado. Así estamos. Ahora que aproveche.

Menos mal que lo que se desplomó en octubre del 2012 se volverá a levantar presuntamente en mayo del 2013 para 3 meses. Y gracias.

sábado, noviembre 17, 2012

Se desploma el catalán, pero el ruso se dispara


Ibiza y Formentera han de quedar al margen de las destructivas furias incendiarias catalanistas. Nosotros somos otra cosa y bien distinta. Somos fenicios. Foto quemando la bandera de la Unión Europea, después de haber quemado la española. Cuanto más lejos mejor de esa gente.

El aprendizaje del catalán se está desplomando en las escuela de idiomas de Palma, imagino que tras la aprobación de la reforma de la Ley de Función Pública y hasta me parece normal y sano. Que lo aprenda quien lo necesite o a quien le guste conocer el idioma, pero cada vez se hace más odiosa esta pulsión política de cambiar las necesidades y utilidades de la sociedad por una peligrosa ingeniería social que no conduce a ninguna parte, salvo a la dilapidación de recursos y en último caso a un totalitarismo político.
Por contra, la demanda de plazas para aprender ruso se han disparado, literalmente. Por algo será. Estos datos tendrían que hacer pensar a los testarudos mandarines del catalanismo: es inútil dilapidar recursos económicos e intelectuales en empresas que nadie demanda, aunque no admitirán estar equivocados, entre otras razones porque tendrían que explicar por que se han preparado a estos miles de licenciados en filología catalana. Es inexplicable si no es a la luz de una gran operación de pancatalanizar las islas. ¿No es obvio?
Conozco los manidos tópicos sentimentaloides, el disco rayado del recurso de la identidad y otras consignas que han dañado seriamente a dos generaciones de baleáricos y probablemente de catalanes. Allá ellos. Yo no compro esta mercancía, procuro no perder ni un minuto más de la cuenta en sus asuntos ni entro en polémicas vacías y obsesivas que sólo sirven para perder y hacer perder el tiempo.
Aconsejo a mis amigos que tengan hijos en edad de estudios que tomen buena nota del gran fracaso del catalanismo y usen sus recursos en estudios más provechosos, siempre con amplias miras, incluso geográficas. Un fracaso que se hará sangrante y muy penoso de aquí a los próximos años.
Pero ya se sabe aquello: caer en un error no es grave, lo grave es permanecer inmerso en él sin tomar medidas de rectificación. Siempre se está a tiempo de rectificar. O no.
Fíjense que de pronto, en los últimos años, ha entrado una prisa y unas ganas locas por estudiar idiomas. En términos generales, el chino, el alemán y el ruso son muy demandados en toda toda España. Me gustaría pensar que ello es debido a una toma de conciencia global: tenemos que abrirnos, trabajar fuera, aprender en distintos frentes y con varios idiomas. Pero me temo que este aumento de peticiones de matriculaciones en las escuelas de idiomas es debido, dicho con toda llaneza, a que en España no hay trabajo ni lo habrá en mucho tiempo y los jóvenes españoles más inquietos y más valientes quieren salir a trabajar fuera. Así de simple, así de crudo.
No debe extrañarnos que releguen el catalán en pro del ruso por ejemplo, y ya hablo de Baleares.
En la Escuela de Idiomas de Palma han visto asombrados pasar de 86 demandas de plazas en 2011 a 334, un aumento del 288%. El ruso llevaba diez años sin apenas despertar interés, pero ay, las visitas de turistas rusos ha levantado la liebre; el chino sigue boyante, el árabe a la baja y el catalán ha sufrido un auténtico desplome.
Aunque en Ibiza todavía no ha incidido con plenitud la llegada del turismo ruso. Pero ojo, está ahí, es potente y gasta mucho. Habrá que amortizar el puerto ¿no?

miércoles, noviembre 14, 2012

'Boc Baleá'


Que nuestro Rey intente cazar un elefante o a un oso domesticado y embriagado (loor a Mitrofán) no puede extrañarnos demasiado, porque cae dentro de lo posible y de lo probable. Pero ¿qué dirían ustedes si les contara que nuestro Rey, impelido por una incontrolable pulsión cinegética borbónica ha agarrado su rifle de precisión y se ha ido a una cacería de rececho en el norte de Mallorca para cazar... una cabra mallorquina? Que yo sepa nuestro Rey no ha picado, pero otros lo habrán hecho. Es más, ¿qué dirían si les dijera que la caza del trofeo vale seis mil euros, el precio más elevado que se cobra en toda España por una especie cinegética? Seis mil euros más complementos, gastos, viajes, hotel, propinas, etc.
No me he vuelto loco, es que en Mallorca venden la caza de un chivo normal y corriente como si fuera una gran pieza de un incalculable valor cinegético. La han denominado boc balear en mallorquín. Una cabra. El marido de una cabra.
Le pregunto a mi veterinaria dónde está el secreto. En el dinero, me contesta. Joder con los cazadores mallorquines, entre los cleptómanos criadores de perros que quieren robarnos el nombre del ca eivissenc o podenco ibicenco y los promotores de la caza de cabras como si fueran un corzo o un jabalí nos encontramos ante auténtico portentos de los negocios a pelo.
Decidles tontos a los mallorquines, que se la saben larga y en este caso, reforzados por el saber liante de un catalán, según leo.
Yo insisto a mi amiga, la cabrita ha de ser de alguna raza montaraz especial, como un rebeco o una hispánica o ?. ¡Nada! Me interrumpe, una cabra corriente y moliente. Cuando son asilvestradas que ya crecen sueltas las llamamos en Mallorca sa cabra orada, pero son las mismas que las domésticas, en el bien entendido que en Mallorca hay otras razas caprinas. Pocos lo saben, pero apostaría a que orada significa loca, proviene del latín, no de Cataluña como creen los crédulos progres.
Se ve que a algún catalán homologable se le ocurrió una fórmula para sacar a los ricachones aburridos de la molicie y puso en marcha una web donde queda todo explicado. Como yo sé que muchos no me creerán, aquí les pongo la dirección por si alguien quiere entretenerse en Internet o dedicarse a cazar unas cuantas cabras en las montañas de Alcúdia (norte de Mallorca): http://www.bocbalear.com/
El tema tiene su intríngulis y es posible que una caza selectiva de chivos ayudara a optimizar la raza y al negocio del dueño de la finca, pero no deja de ser una de las astracanadas más ridículas del siglo, aunque hay gente para todos los gustos.
Como cazar una simple cabrita sería abusar de la perspicacia del cazador se vende la caza del boc balear. Dicho así suena a exótico y es como si fuera una especie maravillosa y salvaje, una pieza digna de cobrar, digna de embalsamar y de exhibir al lado de una cabeza de rebeco o de tigre.
Un cazador avezado en el rececho me explica en Mallorca: «Es el trofeo más caro de España, con diferencia: un chivo común». Una simple cabra, el macho cabrío de una raza normal de cabra mallorquina. Yo preferiría no hacerlo, gracias.
Que dispare otro

sábado, noviembre 10, 2012

Animales mallorquines



Si nadie se opusiera, este grupo de presión formado por unos mallorquines cazadores y políticos adyacentes nos robaría hasta la cera de las orejas a los ibicencos, como se dice coloquialmente.
Robar está bien dicho, pues es una apropiación indebida con el uso de la fuerza que da la ascendencia y el poder. Pocas cosas tienen más fuerza que el boletín oficial. Nos hurtan hasta el nombre.
Ya hace años que les duele a este grupo la denominación específica de podenco ibicenco o ca eivissenc. Más que nada en el bolsillo, porque estas cosas, -como las selecciones nacionales de Cataluña- que buscan afanosamente bajo un difuso manto identitario se reducen a una mera cuestión de dinero. Todo por la pasta, mem.
Controlar la marca supone poder, dinero, organización, exhibición, otorgamiento de pedigrís y otros ingresos bajo varias formas diferentes. Dinero, ay el vil metal, cuántos crímenes se cometen en tu nombre.

Por lo tanto, voy a reducir el problema a su justa dimensión: a un grupo de gente avariciosa, pero no caeré en la trampa pueril de referirme a los mallorquines en general, primero porque no les conozco a todos, segundo porque no podemos tomar el todo por la parte y tercero, porque la mayoría de mallorquines son buena gente con la que tenemos que llevarnos como lo que somos: una gran familia con un gran proyecto en común en el Archipiélago más envidiado del planeta. Por lo tanto, no nos peleemos, que sólo sacaremos arañazos.
No se crean los criadores ibicencos que la gilipollez y la mala fe les afecta sólo a ellos. Me he informado con una veterinaria mallorquina que está alarmada por este cambio de nombre, así parece que le quieren llamar al podenco ibicenco “podenco autócton balear” que es tanto como no decir nada, pues autóctono de algún sitio lo somos todos. Y mucho menos usar el adjetivo 'balear', pues baleares son los siguientes perros mallorquines y no hay que confundirlos: es ca mè, es ca de bou, es ca de bestiar, es ca rater (y espero que nadie me lo catalanice, ya sólo nos faltaría esto). En Menorca hay un ca de conills, que supongo que es otra variedad de podenco. Hay podencos en Canarias y en algunos otros sitios. ¿Vamos a llamarles baleares a todos?

Pero ninguno es como el podenco de Ibiza, hoy muy extendido, porque se lo han llevado de Ibiza, lo han criado y multiplicado y está repartido por todo el mundo -añorando la isla fenicia llena de sol. La finura hija del hambre del podenco ibicenco no la tiene ningún otro. Hete aquí que este grupo de listillos (mallorquines, como podrían ser sicilianos) aparece en escena para sacar tajada con métodos torticeros .
No me cansaría, sólo añadiré una cosa para el Consell de Mallorca y el Govern Balear: Vamos a llevarnos bien y a robar lo que se pueda, pero entre nosotros no vamos a pisarnos la manguera. Con dos minutos la orden publicada en el boletín queda derogada. No líen, ni alimenten historias de miedo y enfrentamiento.
Mejor así y sin tardanza, pues si tenemos que discutirnos ya encontraremos fácilmente otros motivos seguramente de más calado.

miércoles, noviembre 07, 2012

Secuelas del verano


Leyendo el Diario de Ibiza se me reafirma una vieja convicción: En la isla no tenemos equinoccios, nos hemos quedado solamente con el verano, con toda su crudeza y con su ritmo descabalgado. A esta fase de locura suceden dos semanas para ir cerrando tiendas, hoteles y almacenes. Y ya nos escondemos como los animales de sangre fría dentro de nuestro tronco, frente a una chimenea o en el interior del apartamento. Verano e invierno.

 Claro, ya sé que muchos miles parten hacia el pueblo de la Península, donde al menos tienen agua corriente potable y no pagan alquiler; y otros muchos se van a la India o a Tailandia. El objetivo es salvar la economía del invierno hasta que en el próximo mes de junio podamos recomenzar la pesada tarea del acopio.
 Así que sólo tenemos dos estaciones, verano e invierno, han desaparecido los equinoccios y nos pasamos el tiempo entre dos mundos: las locuras del verano anterior, de las que hemos sobrevivido por razones inexplicables y las pruebas que nos esperan en el verano próximo. Quién sabe. Cuando escribimos, siempre lo hacemos de las secuelas o de las precuelas veraniegas.

Del verano 2012 observo que alguien acaba de descubrir algo que todo el mundo sabe desde hace lustros: los chavales intoxicados –borrachos dice el Diario– ocupan y saturan las camas de los centro de salud. ¿Dónde podríamos almacenar estos quintales de carne bautizada con alcohol etílico? ¿En el parking de las discotecas? ¿En los campos de fútbol, vacíos durante el verano?
Es innegable que llama la atención, pero Ibiza ha sido abducida por este subturismo o narco-turismo y no nos vamos a quejar ahora.
 Una isla tomada por las discotecas, los ´camellos´ y los pocos españoles supervivientes de la demencial ruta del ´bakalao´ de Valencia no puede desatender a las víctimas colaterales que van cayendo como moscas en julio y en agosto.

 Y encima la temperatura media en julio y agosto ha subido 2 grados en los últimos 30 años. Acabaremos todos ardiendo y no sólo por el calefactor del cambio climático. Tanto calor, anfetaminoides por un tubo y un agua de calidad infernal pueden conducir a serios trastornos psíquicos y físicos. ¿Dónde guardaremos a tantos borrachos si seguimos aumentando el número de ingleses que caen sobre Ibiza?
 Para acompañar estos calores tan pringosos en una Ibiza a 32 grados, añadamos otro dato que pone los pelos de punta: «El consumo eléctrico en las Pitiusas bate otro récord», mientras se estanca en el resto de las Baleares.
 Calor y humedad es poco. Falta una algarabía de decibelios encabronados. Y por aquí la policía municipal no tiene sonómetros, o solo tiene uno, o está estropeado o no quieren usarlo o no saben hacerlo o yo qué sé ni lo sabe nadie.

 Uno piensa en todo esto y el fenicio concluye rascándose la cabeza que tenemos el cielo ganado. El verano que viene más, ya hablaremos de las precuelas.

sábado, noviembre 03, 2012

Ibiza Shore


Como trasfondo el frío aire del otoño. Llevado de la añoranza, echo una ojeada a los meses del verano reflejados en las divertidas páginas del Diario, no sólo para solazarme, ni para revolcarme en los fangos infectos del Espalmador, sino para tratar de que algunas cosas no se nos caigan de la agenda definitivamente.

Algo se podrá hacer para que las plagas de mosquitos no eclosionen en pleno verano y torturen a nuestros desavisados turistas. Les pasó a cinco vascos: «Los mosquitos ibicencos nos han acribillado», afirmaron al entrevistador; y viniendo de un joven vasco hay que valorar el término «acribillar» en su justa contundencia. Sépase: nuestros mosquitos son de récord Guiness, casi como gambas, y los de la parte de las Salinas tienen algo en su picadura que los hace inmortales. No es sólo la picadura sino las secuelas.
Los chicarrones del norte, ya con treinta años y pico, sucumbieron a nuestra kale borroka púnica. No hay enemigo más fulminante. He visto en documentales cómo una nube de mosquitos acosa a un búfalo de mil kilos hasta el punto de hacerle volver loco. Un búfalo, con una piel de varios centímetros.
Al margen, me convencieron de algo que sé hace muchos años: en los viajes exóticos los grandes peligros suelen ser invisibles, llegan sin avisar y de enemigos minúsculos o microscópicos.
Algo podrá hacer alguien. ¿O lo dejamos como está? Yo recuerdo, hace ya muchos años, cuando el Fomento de Turismo pagaba campañas bélicas de fumigación en las zonas cercanas al aeropuerto. Comprendo que controlar macetas, pozos, canales privados, estanques, es una labor complicada.
No sé, quizás deba dejarse que la ecología actúe como regulador y que las droguerías y supers vendan cajas enteras de utabón y mejunjes insectífugos, como los que yo me llevé a Cuba y fue un gran acierto.

En otras páginas descubro a ocho valencianos que contarán toda su vida cómo en Ibiza les echaron del apartamento por ser ocho en vez de dos. Esto sí que no tiene arreglo y lo mismo ocurre en Fortaleza o en Gandía (o Gandía Shore, el programa televisivo donde compiten con Ibiza para llegar a ser muy bestias y procaces).
Creo que muchos turistas vienen a Ibiza para que les ocurran incidencias que después inmortalizan durante todo el año. «El barco me costó 70, la entrada a la disco 80 euros». Y se ríen. Otro alquiló un coche, pero se quedó tirado, sin batería. Ibiza Shore. La famita, ay, tan merecida.
Otro, un romano, se gastó el dinero por la noche, perdió cinco kilos. Afirma no haber visto el mar de Ibiza nunca. Cómo llegaría y cómo se iría.

La mayoría embobada quiere ignorar los efectos potencialmente infectantes de los lodos del Espalmador, donde históricamente se ha tirado la basura, mejor dicho, la mierda literal, y toda suerte de pestes. Esto es la nostalgie de la boue, la añoranza de los orígenes en el barro, en su sentido más literal.
En cualquier caso, quizás es mejor que estas barcas atiborradas de ingleses borrachos hasta la temeridad que cruzan el Mediterráneo cantando himnos engorrosos y fuera de contexto. A veces se cae alguno al mar. Ibiza Shore, qué bajísimo hemos caído.

miércoles, octubre 31, 2012

Una isla para las discotecas


Las discotecas han conseguido hacerse con casi toda la isla, el ´casi´ porque quedan algunos rincones minoritarios remisos a venderse a la vorágine. Tanto es así que este mismo verano se han puesto levantiscas. Intuyo que pretenden que las autoridades dediquen la fuerza de unos policías a perseguir otros actos alegales que hacen la competencia directa a las discos. Hacen bien en defender sus intereses por encima de todo, pero han de entender que no toda la isla está dispuesta a ponerse a sus pies, por grandes los tengan. Se necesitan las fuerzas de seguridad para muchas cosas, no sólo para privilegiar a un sector, sea el que sea. Y en verano no habría suficientes policías aunque se multiplicaran por cinco.

A quienes nos gustan las discotecas, aceptamos su aportación al turismo lúdico, no a la cultura, como dijo cierto concejal. Las discotecas no tienen nada de cultura. Otra cosa es que nos guste este esnobismo ramplón de llamarle cultura a todo, para barnizar con palabras lo que los hechos no demuestran ni confieren.
Las discotecas, reducidas a su justo término, con horarios racionales, hacen su aportación al turismo de una isla que en sus dos terceras partes ha llegado con vuelos low cost y que puede pasarse dos y hasta tres noches sin dormir, gracias a la magia poco recomendable de las pastillas que envidiarían Obélix y Astérix. ¿Viene este tipo de turismo porque existen estas discotecas, pioneras en el mundo, o se han montado estas discotecas porque viene este tipo de turismo? Desde finales de los 60 existe una estrecho maridaje entre la juventud cosmopolita y las discotecas, que he visto nacer (todas) y desaparecer (algunas). No me refiero a las salas de fiestas, que es un estilo anterior.

Así que no podemos demonizar las discotecas, aunque en muchas ocasiones son causa de fuertes y prolongadas molestias. Pero sí que han de existir reglas muy claras para que todos puedan cumplirlas y perseguir estas fiestas salvajes que se improvisan en toda Ibiza con ánimo de lucro y que pueden ser causa de peligros diversos.
Pero yo no iría más allá. Las discotecas son unas privilegiadas y deben cuidar sus maneras, tanto si tratan con políticos, cuanto si se trata de ventilar asuntos de la competencia entre ellas. Apelo a su sentido común y a su sentido práctico. Por lo demás, no se quejen: lo tienen todo colonizado, contaminado, controlado. Entran en la promoción de las ferias, tienen las carreteras cosidas de horrorosas pancartas y paneles, llenan las publicaciones y las calles quedan repletas de molestas cartulinas y tickets. Hasta los más avezados cronistas caen en la trampa: «Todos somos conscientes de que la temporada turística empieza de verdad cuando abren las grandes discotecas (...)», escribía un importante periodista en 'El órdago de las discotecas', en este Diario, en pleno verano. No se equivoquen: la temporada no comienza cuando abren las discotecas, es al revés: las discotecas abren cuando comienza la temporada de verdad.

Con este tipo de turismo específico, las discotecas se llenarán y la isla, posiblemente, acabará en la atonía y muchos en la ruina. Es un caso curioso y paradójico de polarización del mercado. Uno diría que todo iba mejor cuando teníamos unas cuantas buenas discotecas para la isla, no la isla para media docena de discotecas.

sábado, octubre 27, 2012

Dar de beber al millonario sediento


A pesar de los indicadores positivos, las previsiones económicas para Baleares no son halagüeñas, reforzadas por el hundimiento incesante de las cifras de la construcción. Hay quien espera poder recuperar un ritmo dinámico del sector, pero parece una utopía. La economía balear está muy afectada en sus estructura profunda, no es una crisis al uso, una crisis cíclica como las que hemos conocido en los últimos 50 años. 
Que vayan olvidando sus sueños aquellos que esperan una resurrección dinámica en el sector de la construcción. Ya nada será igual durante muchos años.
Parece de justicia, pues durante los últimos 20 años se han derrochado los recursos del futuro. El ritmo de destrucción/construcción ha sido demencial, sobre todo desde 1996. Nos hemos empachado de ladrillo. Hay que hacer ahora la digestión y nadie ha dicho que vaya a ser fácil. Al margen y sobrevolando nuestras vidas, está el gran buitre del rescate de España, que no haría sino agravar las posibilidades inmediatas de recuperación. Nos queda lo nuestro, el turismo puro y duro, incluso con paquetes muy negativos como el turismo del ´todo incluido´.

Se equivoca gravemente, y ya llueve sobre mojado, la patronal ibicenca, que presiona para relanzar obras de envergadura como los puertos deportivos. Ibiza no puede seguir cayendo en esta trampa donde lo urgente siempre toma preferencia a lo importante. Ibiza debe ser muy cuidadosa y conservarse en salud y con alegría. Sin cemento. Además, estas obras no dan trabajo a los ibicencos, causan un severo consumo y destrozo y tienen consecuencias futuras difícilmente imaginables ahora mismo, pero que se conocen.

Los empresarios privados tienen todo el derecho del mundo a pedir, pero los políticos han de velar con responsabilidad por el futuro de todos, no por la cuenta corriente de dos o tres empresas. Causa ternura ver cómo un promotor de estos desaguisados bestiales se protege y se escuda en una presunta finalidad social. Al estilo de ´lanzaremos el plan de excelencia de Platja d´en Bossa para combatir la crisis´. Ya. Ya le conocemos y sabemos cómo han arreglado las crisis el trazado y ampliación de las autovías. Sólo hay que mirar, comparar y esto no es difícil si se tiene un poco de memoria.

En otra entrevista se justificaba la necesidad de nuevos puertos deportivos, entre otras razones, para el correcto cumplimiento de las obras de misericordia en el apartado «dar de beber al sediento». Los pobres yates, venía a decir, ni siquiera pueden acceder a la compra de unas botellas de agua. O algo así. Díganme ¿no es lírico y emotivo? Dar de beber a los ´yateros´, muchos de los cuales vacían sus cisternas en plena zona de playa o en alta mar.

Que sí, que estamos en otoño y hay que ser buenos, salvar Ibiza de la crisis y darles botellitas de agua a los yates en un nuevo puerto en la Platja d´en Bossa. Qué bonito es ser bueno.