sábado, enero 30, 2010

Año nuevo, días viejos

Lo de vida nueva será complicado y los más atinados especialistas nos explican que el año 2010 será igual o peor que el 2009. Mejor es asumirlo a tiempo, practicando el viejo refrán: Qui dia passa, any empeny.
Mientras vamos pasando días para empujar los meses y el año, voy leyendo algunos resúmenes que publica el Diario a modo de balance y noticia.
¿Médicos? Hay que cubrir 85 plazas de especialistas. Sin comentarios.
Las peores noticias vienen referidas a la cuestión laboral, o sea al escandaloso número de parados: uno de cada cinco ibicencos en edad de trabajar está sin empleo y seguramente ni siquiera lo busca. De otra manera: 12.000 parados. No hay duda, el 2009 pasará la historia como un año negro, al modo de 1918 año de la gripe, o 1956, año de grandes heladas y nieves.
En parte esto pone en evidencia la endeblez de nuestra economía pitiusa, muy desequilibrada, y del crecimiento demográfico, un fenómeno artificial que no puede sustentarse si no existe una economía real al menos durante la mayor parte del año. Es insostenible trabajar seis meses y vivir del subsidio el resto del año. Miles de habitantes presumiblemente tendrán que abandonar las Pitiusas. Es cuestión de tiempo.
Tampoco es sostenible el elevado número de políticos y funcionarios que cobran del erario público. Este modelo de administración excesiva –desarrollada en toda España– tampoco parece tener mucho futuro.
Se puede ir mal por cobrar o ingresar muy poco o por derrochar demasiado. En Ibiza y Formentera se dan ambos fenómenos simultáneamente, lo cual sugiere que se ha escogido un sistema de funcionamiento que nos lleva directamente a la ruina. ¿Podremos sostener una sociedad tal a largo plazo?
También los artistas de Ibiza ven muy reducidas sus ventas navideñas (mercadillos de arte). Es otro dato que nos indica el colapso, al menos hasta el mes de mayo. Otros indicadores como el descenso en gastos básicos (agua, luz, gas) y las licencias de obras nos corroboran la situación.
O la venta de vehículos.
Incluso el Consell reduce en 2010 la inversión en una cuarta parte. Muchos planes de 2009 apenas han servido para nada y en estos momentos ya no cabe mayor deuda pública. Lo que no pueda generar el mercado difícilmente lo podrá corregir un plan de inversiones del Govern. Y sin embargo se necesitan más inversiones. Pero hay que pagarlas.
¿Cómo conseguir más dinero sin subir tasas e impuestos ni pedir prestado? Reduciendo drásticamente gastos, funcionarios y protocolos innecesarios.
Nadie parece dispuesto a enfrentarse al toro y como última instancia será el voto del contribuyente –perplejo y desengañado– quien acometa cambios de mayor calado. Es un suponer. De cualquier manera el futuro nos espera.

miércoles, enero 27, 2010

Los copos no cuajaron

 Ibiza en el horizonte, vista desde la sierra de Aitana (Alicante).

Aquellos fenicios que quieran disfrutar de la nieve en Ibiza tendrán que hacer lo mismo que los israelitas o los libaneses ribereños: irse a las montañas del interior.
Pero en la diminuta Ibosim todo son arrugas y montículos, pero montañas en realidad no tenemos ninguna que supere los 500 metros y encima estamos rodeados de mar, que si bien tiene el engorroso inconveniente de la humedad pegajosa, también es cierto que presenta una enorme ventaja: nos ahorra los climas extremados. El mar sirve de suavizante regulador.
El pasado 10 de enero nevó en Ibiza, pero los copos de nieve no cuajaron. Ya conocemos este fenómeno creado por las bajísimas temperaturas a gran altura, pero que en la vera del mar están un poco por encima de cero, lo cual ayuda a formar aguanieve en vez nieve cuajada.
Yo sólo recuerdo (¿) la gran nevada –probablemente seguida de una gran helada que causó cuantiosos daños en el campo pitiuso– de 1956. Después he visto otra nevada breve (¿a finales de los ochenta?, recuerdo haber publicado alguna foto en Ibiza-in y en mi Anuario).
Hay fechas que se quedan ahí para la eternidad, con los días (o los años) nefastos que se oponen a los fastos, por decirlo con simpleza.
La década 1910-1920 fue bastante feliz para los ibicencos, pero que nadie nombre l´any divuit, o sea el terrible 1918 con una epidemia de gripe mundial que mató a millones de personas.
Justamente doblando el 18 llegamos a un cifra peor: 1936, que dejó bastantes más víctimas que el azote del virus. Pasados los años cuarenta, se cuenta que bajo una miseria que lo corroía todo, llegamos a esta abundante nevada de 1956. Barrió toda España y la misma Ibiza. He oído decir que las garrafas y los toneles de vino se congelaron en algunos sitios. Muchos animales de corral murieron. El frío es cosa muy mala.
Coincido con Josep Pla cuando fija el recuerdo más persistente de su infancia en el frío. Yo recuerdo haber pasado frío durante casi toda mi infancia, pero quizás exagero. Los niños siempre nos mojábamos y no andábamos sobrados de mudas de repuesto.
Ya en días recientes, recojo una fecha que pudo ser muy mala: se incendió un carguero atracado en el muelle de Ibiza, en 1964. Ya en los 70 una gran oleada de optimismo invadió la isla, cuando se inauguraban los hoteles de veinte en veinte. Parecía que nos había tocado la lotería, cuando de repente el Ministerio del Aire comunicaba que cerraba el recién ampliado aeropuerto porque la altura del hotel Insula Augusta dificultaba las maniobras aéreas.
El hotel fue derribado en 1971, pero en 1972 precisamente se estrelló un Caravelle de Ibiza en las montañas de San José, dejando 104 pasajeros muertos. Año de nieves, año de bienes. Pero no cuajó. Da igual, de la misma forma que fabricamos agua potable, también podemos fabricarnos nieve, hielo y un saco de ilusión. Sea.
Diario de Ibiza

sábado, enero 23, 2010

Luchar por lo evidente


Nos pasamos la vida luchando y perdiendo el tiempo por lo evidente. No salgo de mi asombro al descubrir que todavía ahora los hoteleros de Ibiza suplican que se use el nombre de Ibiza en la promoción destinada al mercado alemán. Y en todos.
Esta memez de Illes Balears impresa en grandes carteles parece pensada cuidadosamente para hundir las islas Baleares. En los grandes países europeos están muy lejos de las sandeces nacionalistas que nos están hundiendo al Estado en la miseria en una curiosa regresión al siglo XIX, que es cuando despunta y desfloran los nacionalistas hispánicos.
El Pacte de Progrés ya nos hizo la jugarreta de usar Eivissa en vez de Ibiza. Todo ello queda muy vernáculo, folclórico, pero de poca eficacia comunicativa.
Nada peor cuando un gobierno pierde la sensatez, gobierna contra los intereses comunes y emprende la senda de las estériles ingeniarías sociales.
Así nos va en Ibiza desde hace diez años. Por eso digo que nuestra crisis no es de ahora, es mucho más profunda.
En estos momentos de tribulación los constructores, los empresarios, han usado mucho el argumento de vencer al paro mediante grande obras. Ya iban lanzados a puertos deportivos, campos de golf, cientos de urbanizaciones (¿digo bien cuando digo cientos en los últimos diez años?).
Pero todo eso es falso. Es una excusa.
Se han construido las autovías, otras grandes obras, se han edificado miles de apartamentos y cada vez hay más paro y queda menos territorio y menos belleza en la isla.
A río revuelto siempre hay ganancia de oportunistas. Lo mismo ocurre ahora cuando se nos anuncian planes E con mucho cartel y casi ninguna eficacia. Sólo sirven para endeudarnos más.
Todos estos derroches no crean puestos de trabajo, no mejoran la isla y además quedan a deberse, como han quedado las autovías. Todo aquel dinero que vaya destinado a las autovías no podrá ir a educación, sanidad, seguridad, inversión o a otras infraestructuras. Cuando no hay suficiente dinero para todo ni para todos, alguien queda descalzo. Otra evidencia.
Lo mismo ocurre con este decreto por el cual los hoteles quieren ser de «interés general» cuando son lo más particular del mundo, pero eso les facilitará las obras de reforma, que yo supongo de ampliación de más plazas. Aunque es probable que los más cautos mejoren realmente sus instalaciones para adecuarse a una nueva demanda, como es evidente.
Lo que me parece más peligroso es dejar crecer más establecimientos de turismo rural o agroturismos o bien dejarles adosar un número indeterminado de habitaciones. Yo sería muy prudente en esta cuestión.
Ibiza no puede crecer más, incluso debiera decrecer y esponjarse.
Diario de Ibiza

viernes, enero 22, 2010

No sabemos, pero ya falta menos


Como el chiste del niño que le pregunta a la abuela cuando lloverá y ella contesta «ya falta menos» (una gran verdad, cada vez falta menos) algunos políticos y técnicos de gabinetes de estudios suelen soltar sus mantras preferidos.
El paroxismo de la ceguera o de la manipulación (seré prudente en los adjetivos), cómo no, es Zapatero. Allá él y allá quienes le han votado. La CAEB es muy prudente, pero por algún motivo se siente tentada a utilizar un razonamiento psicológico, a falta de uno económico.
Es lo que hace: «La CAEB cree que en primavera podría empezar la recuperación económica» (DI, 19-12-09) o cuando «confía que el próximo verano será más aceptable que el de este año» (esto ya es el 25 de diciembre, 2009). Y quizás porque estamos en fechas tan señaladas, la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB) bien sea por boca de Josep Oliver o de Vicent Tur se dedican a «creer» y a «confiar». Ya saben lo que hacen, ya.
Miren, si se trata de creencias y de confianzas yo tengo muchas y ahora estoy sin trabajo: ¿no tendrían un empleo para mí para cuidar del jardín de su santa sede?
Y un plus añadido: conservo el sentido del humor, aunque a veces hablo solo –sobre todo cuando estoy solo- y me pillo algún rebote.
En realidad, tanto políticos y analistas están pasmados, perplejos y no tienen nada que decir, aunque digamos la verdad, eso nos pasa a muchos y quien lea el texto verá la explicación.
¿Entonces qué ocurre? Algo que ningún político ni analista (ayyy, los consultores, serán la perdición de la humanidad) podrá admitir jamás: no saben nada, ni siquiera acaban de entender lo qué ha ocurrido. Estamos todos igual: nuestra incertidumbre nos iguala, ya que no nuestro sueldo.
Ahora mismo tenemos cuatro grandes países emisores: Alemania, Gran Bretaña, España, Italia.
Pues bien, toda la razón tienen la CAEB, Sa Nostra, los columnistas o los analistas al quedar en standby, o en espera con cara de tocho.
En primer lugar, yo creo que ni los propios gobiernos inglés, alemán, italiano (y por supuesto el español) son capaces de acertar una previsión de aquí al próximo mes de junio. No tienen ni ideas, y sobre las pocas ideas que tengan, mejor no creerse ni una. Es cierto que Alemania y Francia crecen unas decimitas, pero no lo suficiente para llenar Ibiza a rebosar. ¿España? Uyyy, ¿Italia? mal.
Es en estos momentos –y quizás por eso la CAEB lo hace- es mejor echar mano de la confianza, la esperanza, el compañerismo, la familia, los amigos y enfrentarse dispuestos a una larga resistencia (crisis en ´ele´ ¿recuerdan?, a la japonesa). De todo lo demás ¿qué sabe nadie? Perdido por perdido mejor es sonreír, tratarse bien y recuperar el uso de las piernas y del botijo.

sábado, enero 16, 2010

Facebook y otras redes sociales


Nuestra compañera Laura Ferrer explicaba el otro día el fenómeno Facebook y sus usos en Ibiza. Parece que la isla no escapa a la regla y se somete con gusto a los poderes de las redes sociales.
«¿Quién quiere privacidad?» se defienden de Facebook porque recientemente se ha abierto mucho la mano y se permite el acceso a cualquiera que quiera fisgar.
Pero el usuario puede organizarse y limitar la entrada a sus amigos, a los amigos de todos los amigos o dejar que todo el mundo pueda leerte y ver tus datos. Yo he optado por esta última opción. Quien quiera mirar, que mire.
¿Por qué? Porque Facebook me sirve de publicidad para mi blog Mariano Digital (un nombre que nació con voluntad irónica, pero que se ha ido quedando) que es una especie de red de una decena de blogs. Uno los escribe sin obligación de fechas ni de actualización. Son como secciones del blog principal.
Una de las aplicaciones de Facebook es Networkedblogs, que a su vez publica en el Muro de FB las noticias que previamente hayas publicado en los blogs. Es algo parecido a lo que me hace Friendfeed, otra plataforma: tiene permiso para ir publicando todos mis textos, notas, fotos que yo haya editado en cualquier parte de Internet.
Alguien que se apunte a mi FF sabrá en cada momento lo que haya sido publicado bajo mi nombre. Así de simple y eficaz.
Pero si esto fuera poco, todavía tenemos otras grandes plataformas, como Twitter, Tuenti, Myspace y otras muchas que me dejo. Incluso Blogger (de Google) intenta potenciar su cuenta de Google como una zona de relaciones sociales.
¿Tantas plataformas en la Web 2.0 hacen perder mucho tiempo? En realidad no. Estas páginas van vinculadas a tu propio mail, el cual te hace de bedel y te avisa si hay algo importante, un comentario, etc. Si uno tuviera 500 comentarios al día sería imposible controlarlo personalmente, pero este tampoco es el caso.
Cuando hablamos de Twitter o de Facebook –las más exitosas– estamos hablando de cientos de millones de personas, con su cara, sus ansias, sus posibilidades: por esto ya son muy rentables.
Facebook debe andar por los 400 millones y la publicidad que genera o que recibe es astronómica. Nació como una broma de un estudiante, Mark Zuckerberg. Su formulación y funcionamiento han sido objeto de estudio por parte de matemáticos, teóricos del juego, filósofos de la ciencia y técnicos en ciencias de la información y nuevas tecnologías.
¿Para qué sirve? Para lo que quieras: encontrar viejos amigos, conocer gente nueva, para ligar (aunque aconsejo precaución, hay mucha trampa), para chatear, para promocionar tu negocio o simplemente para pasar el rato. Quizás su éxito es que con muy pocas reglas, deja bastante libertad para tomar la iniciativa.

miércoles, enero 13, 2010

La economía pitiusa por sectores


Desde el año 2000 se detectan indicios de grandes desequilibrios estructurales en nuestra economía. Esto quiere decir que el enfermo de cáncer se ha resfriado. Claro que habrá que curarse el resfriado, pero sin ignorar el cáncer de fondo.
No es que lo diga yo, eso ya lo han admitido y publicado varios gabinetes de estudios económicos.
Nuestro problema es estructural, o dicho de otra manera, ya es un problema de naturaleza, no es de grado. Otra, no tenemos problemas con los adjetivos, nuestro problema son los sustantivos.
Pero el problema más grave, una vez diagnosticada la enfermedad (al menos que se admita que el paciente está enfermo) lo tenemos con el equipo médico de guardia. O sea, con los gobernantes, que han de liderar una gran oleada de cambio.
¿Qué hacen? Ir como locos detrás de la recaudación, o sea crecer más. Precisamente esto es lo único que ya no pueden hacer. Quienes todavía piensen que Ibiza y Formentera son un sitio excelente para seguir explotando el suelo con la coartada y la demagogia de dar trabajo están muy equivocados: para crear puestos de trabajo, dicen ellos; en realidad sólo es cuestión de tiempo el que se acaben los puestos de trabajo en la construcción y además que acaben con el turismo y estamos ya en esta fase.
Naturalmente que caben más casas y más bloques. Caben miles más, de hecho en Ibiza podríamos meter a toda la población de Cataluña, todo es cuestión de apilarla bien (y además los catalanes no se quejarán de nada, sólo de Madrid).
El problema es que nosotros no vivimos del ladrillo, sino del turismo. Toda la economía de la isla gira de forma satelital alrededor del turismo. Incluso si viven 125.000 personas todo el año, es porque pueden hacerlo por la transferencia de capital del turismo.
Sector primario: la poca ganadería, agricultura, bosques, pesca, (las salinas quizás sean la excepción y fueron útiles cuando en la isla vivían 30.000 habitantes) van al mercado interior.
Sector secundario o transformador. ¿A quién se le ocurre algo de importancia? Aparte de las instalaciones mínimas para su funcionamiento en la isla no hay industrias.
Sector terciario o de servicios: el nuestro, turismo, tiendas, bares, restaurantes, taxis, prensa, diseño (aunque hay quien se ha inventado lo del sector cuaternario para la información, y el quinario para la educación, la cultura, entretenimiento y el arte).
La economía de Ibiza ha sufrido excesivas distorsiones y ha salido malparada. El ladrillazo y el boom nos han dejado vencidos.
¿Queda alguien todavía convencido de la necesidad de seguir amazacotando las islas con más cemento?
Obras pocas, buenas y sólo las imprescindibles.

sábado, enero 09, 2010

Previsiones para la temporada


Lo decía el otro día: se ha roto con la tradición del regreso de los feriantes.Nuestros políticos se tomaban una injustificable vacación y se marcaban un rocío en la feria de Londres, Madrid y Berlín, allá se hacían la foto para la prensa (vestidos a la siciliana, de tieso y oscuro, en vez de vestirse de toreros de grana y oro).
Cuando llegaban a Ibiza todos coincidían en un raro estado eufórico en que la temporada sería mejor que la anterior. Pero, indefectiblemente, la «próxima temporada» lleva ya varios años siendo peor que la anterior.
Mezclar ciencia con política suele conducir a resultados nefastos o dicho más moderadamente, a resultados inciertos cuando no falsos.
Ocurre lo mismo cuando un politicastro nacionalista nos quiere explicar nuestra historia (y nos cuela la catalana, muy respetable por otra parte) o cuando un político del ramo turístico tiene que justificarse en vez de explicarse: mienten directamente, pensando que creando un estado de euforia aquí conseguirán levantarles la cartera allá.
Esto ya es difícil, lo saben los técnicos, lo saben los hoteleros y lo saben los restaurantes. Si alguien se encargara de ir leyendo los informes (o la síntesis o un resumen) vería que estábamos técnicamente avisados y lo digo con un poco de humor. Científicamente reñidos.
La entrada en el euro nos plantea un panorama nuevo, aunque no distinto.
De la noche a la mañana el cafelito pasó de 100 pesetas a un euro. De un día para otro. Aplica este brutal y traumática cascada inflacionaria a cualquier sector y tendremos en gran parte la explicación de nuestros males, los turísticos (que generan nuestro dinero) y los mercantiles y sociales (donde gastarlo para vivir el resto del año).
Han pasado 9 años desde la entrada en la unión monetaria. El fenómeno ha tenido consecuencias de calado en nuestra demanda turística cada vez más polarizada en un tipo muy peculiar de cliente juvenil, gran consumidor de nuestra avasalladora –y excelente por otra parte– industria del ocio nocturno. Pero ¿ha afectado a nuestra oferta o hemos seguido erre que erre dentro de los mismos parámetros? Que cada cual se conteste.
Más en nuestra contra: tenemos que afrontar un hecho importante. Casi la mitad de nuestro millón y medio de turistas procede de Gran Bretaña. Son peleones, incómodos, jóvenes, maravillosos, vitales... pero es lo que tenemos. El problema es que El Reino Unido quedó fuera y su libra de siempre compite mal con la fortaleza del euro. Esto nos daña a Ibiza de forma muy seria. Y el problema persiste.
¿Hemos potenciado y variado nuestra oferta o la hemos depreciado y uniformado con el todo incluido? Otra vez que cada cual se conteste a sí mismo. Espero haber aportado otra pista para quienes quieran trabajar sobre la estructura económica de Ibiza y Formentera, hoy ya insostenible e inviable por más tiempo.

miércoles, enero 06, 2010

Nos querían modernizar


Puesto que los del Pacte de Progrés han dejado Ibiza para el arrastre, ahora entramos nosotros y nos ponemos a cortar el bacalao», parecieron decirse los diplodocus del PP de las autovías. Y vaya si lo hicieron, sin manías ni compasión.
Con la actual Ley Electoral en España, el votante tiene de momento la posibilidad de votar a quien no quiere, pero en el fondo quien elige de verdad a los candidatos es la maquinaria del Partido. Así nos va.
¿Cómo deshacerse de los partidos minoritarios que chantajean al ganador por un puñado de votos? Es imposible con la actual Ley Electoral.
«Esta será la legislatura de la modernización de Baleares», (19-04-09) dijo la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, hija de un alto mandatario franquista. Vino a Ibiza a mostrar sus impecables modelos pero no trajo ni un solo euro para invertir. Según el Diario, confirmó unos cientos de millones acordados, y eso sí que es cierto: los políticos que vienen a Ibiza (sean de donde sean) a lo único que vienen es a confirmarnos. Sólo falta ya que nos azoten. Todo llegará.
Esta es la impresión que tienen los ciudadanos en todo el país: los políticos son una plaga. Basta mirar los aumentos de personal, de cargos de confianza y de gente colocada a dedo por simple conveniencia y capricho. Estas conductas deleznables son debidas, en parte, a que de momento les salen gratis, o eso creen ellos.
El ciudadano se siente estafado y empobrecido. No es una percepción falsa. En Baleares somos los que más pagamos al Estado, pero es que en renta per cápita los baleares somos los que menos hemos ganado de toda España, o sea los que más perdemos, en mediciones desde 2000 al 2008.
Pues bien, en este ambiente ya podrido y viciado (quizás porque creen que los residentes baleáricos vivimos día y noche en una discoteca, bebiendo champagne francés y atiborrándonos de caviar, como el eufórico Joan Laporta) llegan políticos demagógicos como MTFDLV a avisarnos que las Baleares son muy ricas pero no están modernizadas. Tranquilos, que los socialistas nos modernizarán. Son mensajes despreciativos, demagogia a lo bruto y no parecen irles mal. Aunque ocho meses después, la crisis que entonces negaban está barriendo con gran parte de la industria, de los comercios y de los puestos de trabajo de nuestras depauperadas islas. Una crisis espantosa que será más duradera de lo que cree la CAEB y otros asesores áulicos.
En este ambiente leo que van a reutilizar los hoteles desvencijados para hacer apartamentos. Una bestialidad intolerable, salvo posibles excepciones. Precisamente el problema de Ibiza no es añadir unos miles de apartamentos donde los hay a miles que están sin vender o cerrados sin poderlos alquilar. El problema o problemas son otros.
Que quede claro: la especulación no añade riqueza, sino problemas. Más.
Diario de Ibiza.

sábado, enero 02, 2010

Otra vez cambio de modelo turístico

Aquello que arrojas al mar, te suele ser devuelto con creces y a deshora. Todo lo que construyas en zona y dominio de las aguas, en algún momento te será arrebatado.
Con los temporales recientes (y los que seguirán hasta el próximo mes de junio) pensaba en esto, porque de todas formas no escarmentados. Por ejemplo: mientras se estaba escarbando para las autovías en San Jorge avisamos claramente que estas obras diabólicas romperían la línea y la natural filtración de aguas. Nadie atendió. Y miren el resultado. No está resuelto, porque la dichosa balsa no es una solución sino un paliativo que a su vez causará otros problemas. Al tiempo.
«No hay loco que tire al mar las piedras con la dos manos» dice una copla. Sí los hay: en Ibiza tiramos las piedras con las dos manos y a paletadas y además cegamos el decurso de los afluentes torrenteros y rompemos la línea de evacuación y filtración de aguas.
Somos unos desdichados campeones del disparate. No se me ocurre ninguna manera de empeorarlo. Mientras, las tierras hurtadas a su natural yacimiento amontonadas en espera de algo, y las aguas encharcadas en espera de nada.
Esto será así en año nuevo como lo fue en el viejo.
Afortunadamente, tenemos la peligrosísima ineficacia de nuestros políticos.
Los políticos baleáricos cada vez que se encuentran acosados y sin saber qué tecla mover lanzan el socorrido asunto del modelo turístico. O sea, cada par de años.
Cuidado, ya están contraatacando: quieren cambiar el modelo turístico. Ya no les basta con inventarse una normativa cada seis meses para acabar de hundir a los pequeños comercios, ahora ya van al bulto: ¿hay crisis? Pues... fuera el modelo turístico.
O se expresan mal o no tienen ni la menor idea de lo que dicen. Las dos cosas. Ya veo que en la consejería del ramo del Govern balear alardean del crecimiento de otras actividades distintas al turismo en Mallorca (Menorca e Ibiza tampoco en eso existen para el Govern).
Pero se callan que todo crecimiento del arte, la cultura y la información, (que englobarían estos dos fantasmales sectores cuaternario y quinario) dependen estrechamente del sector terciario, o sea del turismo. Y turismo sólo hay el que hay y no hay ningún otro. Añadir campos de golf no es suficiente para cambiar el modelo turístico.
Ya hace diez años que hablan del tema. Incluso Joana Barceló confundiéndose e intentando confundir a los demás, va a la reunión de presidentes con ZP muy ufana, porque las Baleares necesitan una economía sostenible y un nuevo modelo turístico. Lo dicho: cuánto humo tóxico