sábado, diciembre 31, 2016

El desfomento del turismo


Los hoteleros hace muchos años que están alertando de un crecimiento urbanístico excesivo y en lógica interna se comprende: ellos no necesitan más competencia y los turistas que vienen a Baleares lo hacen por su sol, pero también por sus comodidades, seguridad y precios. Y por su belleza.
Solo en Ibiza los hoteleros, que están regulados hasta la saciedad –y no me parece mal– hay unas 80.000 plazas. Con estas no se puede servir de alojamiento a los casi tres millones y pico de turistas que hemos tenido en 2016. En algún sitio ha tenido que alojarse el resto: en pisos y casas de campo que en muchos casos están al margen o fuera de la ley.
No todos los alojamientos extrahoteleros son ilegales. Muchas plazas ya están regularizadas, unas por la ley 4/21012 o «Ley Delgado» y otras simplemente ofrecen el servicio, procurando no anunciarse en webs ni en páginas especializadas, facturan al cliente y en su debido momento pasan cuentas con Hacienda, acogiéndose la Ley vigente de Arrendamientos Urbanos. No en vano el Pacto ha intentado y sigue intentando que la ley estatal sea modificada para que los establecimientos tengan que registrarse obligatoriamente en el registro balear correspondiente. De momento nadie ha conseguido modificar la LAU y sin ello, los trabajos de legalización del Govern tendrán problemas en muchos casos concretos. 
Esta situación de escasez de viviendas para el alquiler está trastocando muchos puntos colindantes y creando disfunciones. Por ejemplo: si estamos hablando de una carencia de alquileres, en realidad nos estamos quejando de un exceso de turistas. Esta es una línea roja que no deberíamos cruzar. Los turistas prestados por las guerras mediterráneas o por el efecto rebose de Mallorca, desaparecerán en cualquier momento, yo calculo que en 2020, pero pudiera ser antes, en cualquier caso es arriesgado aventurarse a hacer un pronóstico.

Otra disfunción, casi cómica, es que el Fomento de Turismo, tras más de cinco décadas apoyando el fomento de lo que su propio nombre indica, ahora se dedique a hacer mítines para desfomentarlo, de alguna manera. Cosas veredes. Pero lo entiendo.

miércoles, diciembre 28, 2016

Cuanto más arreglan, más lo estropean

Hace ya unos años que en Ibiza hay carencia de vivienda de alquiler para los trabajadores y residentes. No es un fenómeno que nos haya pillado desprevenidos. La situación ha creado un descontento social de base que han pretendido instrumentalizar los políticos, sobre todo Podemos. Pero instrumentalizar no es solucionar, y de hecho han conseguido todo lo contrario: empeorarlo. Podemos, PSOE, Mes y otros no van a solucionar nada, más bien lo contrario.
En realidad, tras seis meses de cuitas, diatribas, mesas redondas, referéndums domésticos y otras maniobras de distracción ¡los precios de los pisos han subido un 16%! Coño, para esto hubiera valido más que no movieran ni un dedo. Lo mismo ha ocurrido con los desahucios: Podemos no los ha parado, ni sus socios de desgobierno tampoco.
Pero aún será mucho peor. Ahora los pitiusos tenemos problemas (desahucios y alquileres exorbitantes) que no nos soluciona nadie. Lo que viene a continuación es una ley de alquiler turístico demencial que solo conseguirá frustrar aún más al personal. El paso siguiente será demonizar directamente el turismo. Ya estamos en ello. El razonamiento es simple pero diabólico: dado que los turistas ocupan las plazas de alquiler que podríamos ocupar nosotros, vamos contra los turistas.
El Pacto de Progreso no dejará de cometer ninguno de los errores de manual ni aquellos a los que ya nos tiene acostumbrados: su pretensión es lograr facturaciones fabulosas mediante la ecotasa y para ello ha de ofrecer manga ancha a todos aquellos propietarios que quieran legalizar su actividad. Es una especie de amnistía urbanística comercial, pero como todos los matices de este asunto, puede alcanzar cotas de absurdo considerables. Por ejemplo, que los empresarios cansados de la voracidad e ineptitud del Govern Balear pasen soberanamente de someterse a las torturas administrativas de un gobierno balear que cada par de años vuelve locos a los contribuyentes, al tiempo que les va expoliando.
No me extrañaría que muchos propietarios se limitaran a alquilar sus apartamentos acogiéndose a la ley general de España, la de Arrendamientos Urbanos, tanto si lo arriendan por un año, como por un mes. Al hacer el resumen fiscal, se declaran los beneficios a Hacienda y a quien Dios se la dé, san Pedro se la bendiga. Veremos cosas extraordinarias antes de junio.

sábado, diciembre 24, 2016

Pisos turísticos en la picota


No se hablaba del alquiler de los pisos turísticos hace tres años. ¿Por qué? Porque los numerosos políticos, a duras penas tienen luces, tiempo o ganas de encauzar los temas vigentes –o sea, cuando ya están podridos y tienen difícil o carísimo remedio– y concretos de la actualidad.
¿Cómo van a mostrar visión de futuro inmediato y plantear aquella situaciones que serán acuciantes en cualquier momento? De hacerlo, lo más seguro es que se le llamara al orden desde el propio partido y que en todo caso alguien le crucificara y sería acusado de ansia de protagonismo.
De manera que propongo que, por lo que hacen y como lo hacen, todos los cargos políticos salvo unos cuantos, sean sin remuneración. Como ocurría en los años sesenta. Los concejales no cobraban, se sentían afortunados de poder ofrecer su experiencia y de aportar sus ideas para la mejora de su ciudad. Hoy, no solo cobran cantidades inmerecidas por exorbitantes, sino que incluso algunos meten cuchara con el fin de ya pueden imaginarse qué.

Con los pisos turísticos y su alquiler a los bárbaros del Norte ocurre lo mismo que con la desalinizadoras, las depuradoras y otras obras públicas: se llega tarde. Y cuando se llega tarde, se consuman injusticias, y al final queda fuera del negocio el que se ha mantenido dentro de la legalidad de las buenas maneras comerciales.
No se habla de otra cosa: los residentes en las Pitiusas están muy hartos de soportar la demencial presión humana de unos turistas que apenas duermen y que no respetan las mínimas normas cívicas de convivencia. Nadie les quiere tener cerca.
Si lo pensamos fría y objetivamente, el alquiler de pisos de uso turístico es una actividad industrial/comercial molesta, insalubre, contaminante y potencialmente peligrosa. Es lógico que la gente no los quiera tener como vecinos.

Y de pronto llega el Pacto, un conglomerado torpe cuya ineptitud alcanza alturas estratosféricas. Sin recordarlos que ellos mismos han expulsado a dos por corrupción. Y logra un milagro: tener en contra a todo el mundo (al parecer a excepción del tortuoso y elegante Vicent Torres, del PSOE). Los hoteleros, los residentes, los propios turistas más relajados, todo ellos en contra de las medidas propuestas por el Pacto.

miércoles, diciembre 21, 2016

Entre serpientes e incompetentes



Serpientes. Los ocho apellidos ibicencos ya los tenemos. Nos faltaban las 800 serpientes capturadas en estas trampas que nos salen carísimas. Si han prendido estas cientos de culebras despistadas es que las hay a miles y seguirán procreando libremente, puesto que en Ibiza no se les reconoce un depredador que las mantenga a raya, salvo quizás el erizo, pero de todos modos hay tanta comida sobrante en las islas que es dudoso que nuestro erizo se atreva a jugarse el hocico en una pelea siempre desigual.
La única posibilidad era crear las condiciones para depredadores biológicos, pero incluso los erizos son mucho más exterminados que las serpientes. Venían para quedarse, dijimos. Y aquí están. Yo no invertiría grandes cantidades en su caza: es dilapidar el dinero. Apenas tiene efectos prácticos.
Desaladoras que no desalan. Me cuesta entender los entresijos políticos de las instituciones baleáricas. Tenemos una potabilizadora terminada, a punto para funcionar y lleva varios años esperando que alguien se digne a apretar el botón de encendido. Cuando esto suceda, si sucede, la desalinizadora estará oxidada e inservible. Y a todo esto, la falta de agua en toda Ibiza es desesperante. El verano de 2017 superará en locura al de 2015 y de 2016, según todos los avances de reservas turísticas. Si el Estado pretende seguir ordeñando las Pitiusas, y tiene todo su derecho, al menos que invierta un mínimo en infraestructuras básicas e imprescindibles. Y el Estado incluye también al Govern balear.
Cuando decimos que debieran suspenderse cientos de subvenciones y gasto superfluo e improductivo nos referimos a cosas como esta.
Alquiler pisos turísticos. No me extraña el desvarío del Pacto en torno a la legalización de los alquileres de los pisos turísticos. ¿Alguien esperaba racionalidad, eficacia y presteza? La simple propuesta de que sean las mismas comunidades de vecinos quienes se opongan a esa actividad ruidosa, molesta y peligrosa ya nos da una idea del nivel del conseller de Turisme del Govern y del equipo de asesores.
A esta altura de la legislatura ya es evidente la obsesión de este Pacto por ingresar más tasas e impuestos. Locos por el dinero, para financiar sus carísimos caprichos, uno de ellos la demencial facultad de Medicina. Un peso muerto que quedará para sus herederos, otro agujero negro que tragará cuanto se le eche, como la mismísima Universitat de les Illes Balears (UIB).

sábado, diciembre 17, 2016

Invierno en Ibiza

La Cartuja de Valldemossa (Mallorca)
Un invierno en Mallorca, el de 1837 y 1838, puede ser una idea disparatada. Lo fue para George Sand (Jorge Arena), sus dos niños y su amante, el pianista Chopin. El compositor tenía que recuperar su salud en los aires puros mallorquines, pero nadie esperaba que fuera un invierno tan crudo en clima y tan cruel en las relaciones humanas. Encima, estando en Valldemossa, casi recluidos en la cartuja, un médico de la isla le diagnosticó una tuberculosis considerable. No olvidemos que faltaban al menos cien años para que se inventara el antibiótico. La estreptomicina era mano de santo para recuperar los pulmones, o lo era hasta que una nueva cepa de bacteria resistente aconseja otros tratamientos.
Ya sabemos que hoy los mallorquines de la campiña se han civilizado, pero entonces le hicieron varias trastadas a los prototuristas. Ella vestía pantalones y fumaba, todo lo cual escandalizaba a la concurrencia, pero era habitual en toda Europa que las mujeres escritoras firmaran con un pseudónimo masculino. Como nuestra Fernán Caballero en España, por ejemplo.
Ignoro lo que habría pasado si en vez de elegir Mallorca se hubieran quedado en una casa aislada en las Marrades de Curona. Las comunicaciones no eran fáciles en Mallorca y lo eran mucho menos en Ibiza, pero seguro que hubiera escrito otro tipo de memorias.
Hoy en día, sé que no pocos músicos y escritores se esconden en silenciosas y frías casas de nuestro invierno. Pero no suelen avisar ni decirlo a nadie. Es una de las gracias que perduran: si tú quieres rehuir la marabunta, aún quedan sitios donde nadie vendrá a buscarte ni a venderte una conexión a internet. Esto explica que nos enteremos de presencias memorables diez o treinta años después.
Me gusta el invierno, aun sabiendo que en Ibiza está muy agravado por las humedades gélidas, la falta de frecuencia en los autobuses, una soledad sonora que te deja clavado en tu agenda y... un rosario de actividades prescindibles, pero que en definitiva acabarán por atraer nuestra atención.
En lo personal, prefiero el fuego de leña en una chimena, la sobrasada torrada, un poco de botifarra y una buena bodega de vino tinto. Algunos libros y la música. Ya solo falta que nieve en los prados atiborrados de yerba. Y no lo descarto. Llevamos varios años de bienes, pero con una sequía atroz.
Alegría, el aire ya huele a navidad.

miércoles, diciembre 14, 2016

Y seguirán construyendo

Los crecimientos son tan peligrosos como los decrecimientos provocados
Ustedes habrán notado en las redes sociales y en las tertulias cotidianas la irrefrenable sensación de hastío, de incomodidad y de desajustes en casi todos los terrenos. Nos quejamos como si nosotros fuéramos la parte inocente de la historia o como si este fenómeno de nostalgia por el pasado hubiera llegado de repente sin motivos explicables.
No es así. La Ibiza que estamos disfrutando (pocos) o sufriendo (casi todos) la hemos ido levantando, unos más y otros menos y otros nada. Pero el proceso de rellenado de la isla ha sido ante los ojos de todo el mundo. Y ha ocurrido lo que tenía que ocurrir forzosamente: no cabemos o nos sentimos faltos de espacio, casi de atmósfera (limpia al menos). Nos encontramos con un desasosiego de fondo que no se curará con píldoras. No digamos ya aquellos pobres desgraciados que han de sufrir el estruendo insoportable de alguna discoteca, planta industrial o de una depuradora que en Ibiza siempre suele funcionar con deficiencias.
Hemos sido los ibicencos quienes hemos ido construyendo casas unifamiliares, bloques de apartamentos y hotelitos. Todavía hoy son muchos los que apelan a un derecho inexistente, como el de poder construir una casa para cada hijo. Todos sabemos perfectamente que esto es una coartada que ya no se sostiene.
En 2016 nos encontramos sin los terrenos, muchos sin las casas y sin la tranquilidad humana necesaria para desarrollar una vida sana y feliz. Por supuesto se seguirá construyendo, rellenando, amazacotando, importando cemento, ladrillos y hierro de fuera de la isla. Se seguirán aserrando las montañas calcáreas para extraer la piedra y la grava. Y después pedimos paz, buenos caminos, carreteras modernas, playas llenas pero con aguas limpias y un paisaje boscoso y rural cargado de bucólicas imágenes con sus ovejitas y sus almendros en flor. Mmmmm... quizás ya no se puedan pedir subvenciones para todo. Probemos de pedirle a los Reyes Magos que nos devuelvan la isla de 1960, el silencio, la belleza y el equilibrio, aunque dentro de un contexto de relativa pobreza. Y si no funciona la carta a los magos, solo nos queda reflexionar sobre nuestra culpa/responsabilidad. Y si esto tampoco da resultado, mejor será ir adaptándose a vivir con nuestras propias contradicciones.

sábado, diciembre 10, 2016

Hurgando en nuestro bolsillo


Siempre habíamos conocido a los políticos locales que se ajustaban al presupuesto disponible, se adecuaban, se ceñían a las pesetas de la caja y solo en casos muy extremos se solicitaba un crédito muy tímido. Hoy en día no. Tiran de presupuestos hacia arriba, contabilizando unos ingresos irreales por inexistentes. Y va creciendo la deuda hasta el extremo que de la renta disponible casi la mitad se va en amortizar los créditos.
En honor a la verdad, el Partido Popular se ha mostrado mucho más sensato, mejor administrador. El equilibrio que iba alcanzando el equipo de Vicente Serra se ha ido al garete con solo entrar el nuevo Pacto. Y si es Baleares, creo recordar que en dos años han aumentado el presupuesto en un 15% (un 5 y un 10%). Y tan tranquilos, como si administraran la ciudad de Nueva York o el Estado de Florida.
Han vivido la época del boom inmobiliario y pretenden continuar con la orgía de derroche. Como si nada hubiera ocurrido. Es más, si alguien tratara de congelar la actual línea de despilfarro se le echarían encima los catalanistas, podemitas y los socialistas talayóticos, clamando al cielo ante los recortes, el ´austericidio´ y la madre que nos parió.
Estos del Pacto creen que el dinero es un maná abundante que cae del cielo y por cada día que pasa se multiplica en proporción geométrica. Con razón cuando ellos administran una empresa, la suelen arruinar en pocos años, a excepción de aquellos que reciben el suministro directo de la teta del Estado o del Govern, como este Jarabo (Podemos), que al parecer tiene mano de santo para su productora de imagen. Un auténtico lince de las subvenciones, aunque cierto es que ahora esa empresa no figura a su nombre sino al de su ex.
No es de extrañar que el Govern balear apriete con otra vuelta de tuerca a la hostelería en la nueva fórmula de ordeñe de los hoteleros (y de las hoteleras). La ecotasa es un impuesto insensato, errático y técnicamente una chapuza, pero les da lo mismo: les pone encima de la mesa una pila de millones de euros que no saben dónde ni cómo invertir. Y como no se ha hundido el mundo, en 2017 van a exigir más.
Es de justicia anotar que a todos nos van a exigir más. Incluso el IBI en numerosos ayuntamientos baleares sufrirá una subida. De modo que se pasan la vida hurgando en nuestro bolsillo, mientras los servicios se deterioran a velocidad de vértigo.

miércoles, diciembre 07, 2016

Podemos revienta, el catalán recula


Los ibicencos que no sigan la actualidad de Baleares se están perdiendo una guerra implacable entre los miembros de Podemos. Ibiza depende de este Govern balear, mangoneado por Jarabo el podemita mayor, al que se le han descubierto sustanciosas subvenciones para su ex-empresa productora con IB3 (presuntas de momento). Ahora no figura a su nombre sino al de su compañera sentimental. Seijas replica: «Con mi expulsión se quita la atención de las relaciones empresariales de Jarabo e IB3».
Pero no es tan presunta la expulsión fulminante de Chelo Huertas, que proveniente del PSIB-PSOE ha aterrizado en Podemos para presidir el Parlament balear. Ella, Montse Seijas y Daniel Bachiller han sido expulsados de Podemos. Claro que ahora podrán recurrir y presentar alegaciones, pero su suerte está echada, conociendo como se las gasta la maquinaria comunista de Podemos Madrid. El cruce de acusaciones realmente muy feas ha llevado al partido mallorquín a un callejón sin salida. Bueno salida sí, pero la de Chelo Huertas de la presidencia del parlamento. Atentos.
Mientras Podemos burbujea en su propia salsa cociéndose a fuego lento, los catalanistas no caben en si de gozo, porque Francina Armengol les riega con abundantes subvenciones para sus puñetas nacionalistas, sus estériles proyectos identitarios, revistas que no lee nadie y para los despilfarros que todos conocemos.
La misma Francina tampoco está para tirar cohetes. Obviamente tiene su cabeza en cualquier parte menos en gobernar las islas con dedicación y entrega. No solo los requerimientos para que explique el turbio asunto del palacete, la desaparición misteriosa de Sa Nostra y otros casos que la están esperando posiblemente en los juzgados de Palma de Mallorca. Por cierto no lo diga así: ahora oficialmente, el Pacto ha quitado el Mallorca. Solo queda el Palma. En su día, el Pacto quiso hacer lo mismo con nuestro topónimo, cargarse el Ibiza para sustituirlo por Eivissa. Cosas del Pacto. Necedades que nos están saliendo muy caras.
Por esto y probablemente por otras mil razones, el catalán se usa cada vez menos en Baleares. Por muchas toneladas de subvenciones que se repartan, por muchas medidas totalitarias que se implementen, cual la inmersión en los colegios (la pesadilla empezó en 1986 con la Ley de Normalización de Gabriel Cañellas, un nefasto presidente de la historia de Baleares), por mucho que presionen... el catalán se muestra cada vez más raquítico y su uso social decae por cada año que pasa.
Podrían reflexionar los mandarines, pero no lo harán mientras cobren estos sueldazos y se repartan la tarta de las subvenciones entre unos miles de privilegiados. Ustedes mismos.

sábado, diciembre 03, 2016

Para mí el budismo con cerveza

Genesha o Ganesh, dios de la buena suerte
Rajan Zed es un líder hindú que acaba de reñir desde la distancia a una empresa cervecera ibicenca, por usar las imágenes de algunas deidades de la India. Cada vez que aparece un clérigo, gurú, de alguna religión, la que sea, exigiendo que los dioses solo sean adorados en los templos y santuarios, ya me pongo en guardia: están luchando por lo mismo que critican, o sea, por hacerse ellos con los óbolos de los creyentes, o sea controlar.
Son muy libres, pero yo lo soy para detectar su hipocresía. ¿A quién pertenece el copyright de los dioses? En realidad son representaciones icónicas centenarias o milenarias cuya autoría es imposible de demostrar ni de registrar. Lo que es seguro es que la imagen de Kali, Vishnu o Ganeesha no pertenecen al hinduista instalado en Estados Unidos tan ricamente, desde donde dirige sus embates contras los fabricantes de cerveza de medio mundo. ¿Tendrá acciones en alguna marca global de birra?
A mi el hinduismo, contagiado de radicalidad y rigidez, no me atrae lo más mínimo.
Como toda religión tiene mi elegante respeto, pero me considero libre de criticarlas todas –incluso el Cristianismo– en un registro intelectual. Además es un guirigay inaprensible. Hagan el intento de consultarlo. De mis tiempos con dudas metafísicas y mi etapa contracultural de los años 70, me queda una atracción por el budismo. En concreto, por el budismo zen: sencillo, intuitivo, sin dioses implacables, sin castigos, humanitario, sin clases sociales (abolieron el sistema de castas) y sin clérigos.
Un budista zen jamás te diría las palabras de este hinduista-guardián que se enzarza con los cerveceros de Tanit. Es más, si yo estuviera en Ibiza me tomaría dos o tres cervecitas de Ibosim Brewhouse para entonarme y elevar mi espíritu y acercarlo a la energía del Universo. Como han hecho desde la cuna de la Humanidad los chamanes, santones o clérigos, ayudándose por sustancias y drogas impensables, como es el caso del Oráculo de Delfos, donde la Sibila se embriagaba y empezaba a farfullar. Al lado había un ayudante que hacía de intérprete. (Deje aquí su óbolo).
Tampoco han estado afortunados los cerveceros en su defensa. Ibiza no tiene una gran vinculación con la India. Ibiza es un enorme mercado veraniego que se nutre de quincalla india y muchos ibicencos se marchan allá en invierno porque es barato.
Bebed, bebed, adorando estas puestas de sol otoñales y cavilad como fenicios al resguardo de las paredes de piedra seca. La energía cósmica nos devolverá el verano renovado.

miércoles, noviembre 30, 2016

Los apaños y los dislates del pacto

Si el Pacto quiere demostrar y mostrar predisposición a la transparencia, tendrá que pensar en hacer algo más serio que un corro en la plaza, donde la mayoría eran familiares, cargos, enchufados, novios y amigos.
No es que los novios no tengan derecho a preguntar. Lo tienen, siempre que no sean insistentes porque podrían ser acusados de acoso y malos tratos, pero uno pensaría que estos actos están destinados a la mayoría del pueblo, el cual ávido de curiosidad y sentido cívico se arremolinaría en torno a sus representantes. No hubo tal. La gente, el pueblo, el populacho, no quiere verles ni de cerca ni de lejos; no confían en sus respuestas ni en su sinceridad; no tienen el menor interés en participar en una charlotada en plena calle. Encima que la pagamos, no tenemos por qué soportarla.
Tomar la calle es un estigma o síndrome podemita y los contribuyentes lo saben. Por esto no fueron. Las calles de Ibiza se toman en el Black Friday, o en tiempos de elecciones pero con una buñolada y unas cuantas bandejas de oreietes. O con una ballada payesa. O en las noches de todo el verano.
¿Entonces qué pasó? Pasó que este Pacto de perdedores es una cadena de necedades, compromisos, apaños y dislates que nos está saliendo carísima. El PSOE no es nadie si no puede derrochar y por eso nos clavó con la ecotasa y ahora la subirá. Necesitan liquidez. No me explico por qué no se inventan una lotería púnica, unos cupones del Pacto de sorteo diario. Más liquidez imposible y de paso justificarían la consejería de Gloria Santiago, un florero político que nos está costando demasiado, un improvisado invento para cubrir los cupos de cargos y cargas de este Pacto que es una especie de ensaladilla rusa pero pasada de fecha.
Que nadie piense que solo nos cuesta los 45.000 euros anuales aproximadamente de la novata política. A ello hay que sumarle personal, asesores y por supuesto, una dotación presupuestaria que ignoro a cuanto asciende. Muchos miles de euros. Solo la yincana en la plaza llega a los 10.000 euros, quizás más. Y como en los terremotos, que tanto daño hacen, el Pacto promete unas réplicas del show en San Antonio y Santa Eulalia.
Uno casi preferiría que cobraran su sueldo, pero que no hicieran nada. No toquen nada. No inventen. No se esfuercen. Queden tranquilos en sus despachos. Por lo demás, si quieres hacer preguntas, puedes asistir gratis a los plenos del Consell. Hasta tienen calefacción.

sábado, noviembre 26, 2016

Los peligros de las subvenciones


Las subvenciones y las bonificaciones las carga el diablo. Siempre que puedo me muestro en contra, salvo excepciones muy peculiares y escasas. Ya sé que mucha gente piensa de una manera pueril que es dinero que te cae gratis del cielo y hay que pillarlo al vuelo. En realidad es dinero que te han quitado a ti de tu propio bolsillo y de hecho un año antes de que hagas la declaración de Hacienda.
Sí, las famosas retenciones que tanto duelen y te destrozan la nómina es una forma obligada de financiar al Estado para cosas que no has elegido, que no te gustan o con las que estás en desacuerdo. Nada sale gratis.
Es un mecanismo rudimentario, que con el tiempo se ha sofisticado. ¿Podrías oponerte? No. Tu empresa ya te efectúa la retención y se lleva tu dinero, que acaba en la tesorería del Estado. Si este dinero –exactamente el mismo– estuviera en tus manos podrías viajar, comer en un restaurante, comprar libros, un ordenador nuevo o ir de fiesta y pulírtelo a tu gusto. Esto significa que nada es gratis. Lo que no paga Pedro lo ha de pagar Pablo. Los planes renove, las becas, y mil artilugios contables inimaginables no son más que operaciones a menudo de marketing político. Los dispensadores de lo que te han arrebatado a la fuerza suelen ser los peores administradores porque ellos solo buscan la rentabilidad política. Es lo que solemos decir: «disparar con pólvora del Rey». En realidad esta pólvora no es del Rey, la has pagado tú y los demás contribuyentes.
De modo que de una forma tan elemental les acabamos por pagar su campaña permanente en una fastuosa e injusta orgía de clientelismo. Crean así enormes pesebres del que comen sus clientes/votantes. Es una forma repugnante de blindarse los votos, como bien se ilustra en Andalucía, pero no solo en esa Comunidad, ni solo en España. Si hubiera una Ley de Mecenazgo seria, tu con tus euros elegirías a qué artistas, teatros, collas de balladors, cines quieres subvencionar. Ahora, repito, lo hacen los políticos con tu dinero.

Este sistema de apropiación de los bienes del contribuyente, se llame socialdemocracia o se llama caradurismo, o las dos cosas, no suele ser una actividad benéfica, ni siquiera inerme ni neutra. Al contrario, como casi todos los intervencionismos del poder político, suele acarrear consecuencias graves en la sociedad y en la economía. Pueden paliar una situación momentánea, pero distorsionan otras tantas. Un ejemplo próximo, la denuncia de las navieras baleares: piden la misma ayuda que el transporte aéreo. O sea, sigue el carrusel de disparates.

miércoles, noviembre 23, 2016

Se dispara la guerra de precios

Ibiza tiene grandes competidores muy cerca y con instalaciones mejores

Quienes se dedican al turismo desde hace décadas saben muy bien que las oportunidades hay que cogerlas al vuelo, por esto, cuando aparece algún resquicio para operar, los hoteleros no pierden la ocasión de ajustar precios al alza. O sea, subirlos. Es justo decir que, por el contrario, cuando las vacas vienen flacas, no tienen más remedio que ajustarlos a la baja.
Si tuviéramos memoria recordaríamos lo que ocurrió en Ibiza a partir del año 2007, cuando empezaron a irse inmigrantes a miles, los contratos alcanzaban el mínimo para cotizar todo el año y no pocos residentes se quedaron sin el empleo. Dado que en 2011 empezó la mejoría, ya nos hemos olvidado de estas cosas. No debiéramos hacerlo. Es sensato retener en la memoria las cosas buenas, pero más lo es acordarse de las penurias.
Estos grupos de Internet que claman al cielo por los precios de los alquileres no quieren recordar que en Ibiza hemos tenido siempre este problema, aunque no se expresaba de manera tan acuciante y aguda. Con todo ello quiero decir que somos un sitio muy especial y que las cosas cambian y no precisamente por pegar cuatro gritos delante del Consell. No juzgo, solo expreso un hecho objetivo.
Esta escasez de vivienda pasará tan pronto como el turismo recupere su orden natural y las Pitiusas devolvamos los turistas que nos han prestado los países en guerra. Y esto va a ocurrir. Miren, de hecho ya ocurrirá en 2017, aunque en escala menor. Tres años dije, hace unas semanas, serán necesarios para recomponer la locura geopolítica de Oriente Próximo y Medio. Arriesgué, porque hablando con propiedad nadie conoce el futuro. Y menos yo. Pero con la victoria de Trump se van a a acelerar las cosas y antes de 2020, Egipto, Túnez, Turquía habrán recobrado una gran parte de su cuota turística.
No hablo a la ligera. En vista de la sustancial subida de precios de Baleares, los operadores turísticos ya están presionando para bajar precios hasta límites importantes en dichos mercados. Ya se ha detectado en la feria de Londres. Y seguirán haciéndolo hasta bien entrado el próximo año. Turquía, Egipto, Túnez venden unas instalaciones hoteleras excelentes a unos precios irrisorios. La lucha se centrará en garantizar la seguridad y están camino de conseguirlo, al neutralizar al Estado Islámico –sin acabar de vencerlo, de momento– y por la alianza entre Putin (Rusia) y Erdogan (Turquía). Egipto caerá por su propio peso al necesitar de forma perentoria los ingresos procedentes del turismo. O sea, no será dentro de tres años. Mucho antes Baleares comenzará a esponjarse.

sábado, noviembre 19, 2016

La furia de las Pitiusas


Ahora todos sacamos selfies en una cala y el mar azul de fondo. O ante una puesta de sol. Y queremos sugestionarnos para creer que esta paz apaisada y este mar surcado por delfines juguetones que brincan y se deslizan veloces es el estado normal de nuestra vida y que nuestra naturaleza tan expeditiva es el trasfondo de una película de Disney.
Sabemos que es una impresión falsa que adoptamos para poder seguir soportando las frustraciones, incluso las privaciones, que nos dispensa el acontecer diario.
La naturaleza se toma cumplida venganza a partir de octubre. Resuenan miles de estampidos en el cielo en una sola noche, o de repente donde antes era un torrente exuberante y amoroso aparece una riada que nos rapta el coche y a veces nuestra vida. No sabemos qué, cómo, cuándo ni dónde.
Quien ose saltar de roca en roca en las riberas del mar verá aparecer bidones, velas rotas, embarcaciones candidatas a una deriva definitiva. El mar regresa a la costa aquello que de las costas salió y a menudo envuelve en un remolino inapelable, restos que las embarcaciones van soltando en alta mar.
Las olas baten y rebaten contra el muro y van ampliando sus dominios. Es cuando se dice que el mar saca sus escrituras. También los torrentes cegados por alguna carretera o cualquier tipo de intervención humana que impide el normal desahogo del caudal. ¿Impide? Quiá. El agua revienta cualquier dique: todo acabará en las bahías de Santa Eulalia, San Antonio, San Miguel o en la bahía de Vila, hoy casi rellenada para construir discotecas y hotelazos, en un proceso suicida que se comenzó a principios de los 70.
La naturaleza de Ibiza se toma unos días de venganza contra el verano que huele a cremas lácteas y a yogur agrio, cuando no a fétida cloaca. En estos momentos más vale que los vientos no te pillen en los Freos. El mercante ´Virot´ puede estar contento de haber perdido o dañado solo el mecanismo de las anclas. Este otoño aún no se ha cobrado ningún yate descuidado, de los que piensan que el mar de Homero es un estanque remansado y doméstico.

Los fenicios que hemos sobrevivido conocemos el rostro malcarado de las Pitiusas. Las tormentas de estos lares son coléricas y ahora los daños vendrán multiplicados por la torpeza de algunos urbanistas y arquitectos. La mejor manera de poder contarlo es que te pillen con los deberes hechos. Quien quiera entender que entienda.

miércoles, noviembre 16, 2016

Poder convivir con el turismo


Los vénetos o venecianos están casi tan quemados como los barceloneses o los ibicencos. El turismo es un bien necesario, pero está desequilibrando las opciones sociales de los residentes a la hora de encontrar un alojamiento en alquiler.
Todo aquello que está en equilibrio inestable tiende a derrumbarse, o sea a causar problemas imprevistos. Y los venecianos están muy hartos. Se manifiestan, exigen medidas, porque ellos no están contra el turismo, sino contra los daños colaterales. Por ejemplo, un propietario gana tres veces más si alquila a un turista ocasional y paga los mismos impuestos que si lo alquila a un nativo. En el enunciado ya está expresada la solución o al menos el inicio de esta.
Me temo que para los barceloneses no será tan fácil como modificar un reglamento o una ley fiscal. A pesar de los multas desmesuradas que aplican los mandados de Ada Colau, cámara y tablet en ristre, fiscalizando todos los portales, escaleras y pisos uno por uno.
Esta alcaldesa solucionará algunas cosas a las bravas, pero dejará una estela de resentimientos y presumiblemente de querellas contra el ayuntamiento. A ella le da lo mismo: ha convertido a sus coleguis okupas en su ejército particular y está tan metida en su papel de actriz (mala) que incluso ya habla de organizar un ejército de verdad para Cataluña. No es original, otros ya lo intentaron antes, incluso captando a oficiales y mandos del ejército español. Esta era la idea, pero no tuvo el menor éxito.
Dudo que ella pretenda parapetarse detrás de una milicia de guerrillas (según dice), pero no duden de que la ocurrencia dará a pie a varios cientos de puestos de trabajo improvisados e improductivos para sus amigos.
En Ibiza aún no hemos probado la hiel del turismo de crucero. Sin duda, en invierno contribuiría a amenizar las desoladas calles húmedas de la Marina y la Peña, pero no es donde irán los turistas que salgan de excursión. Suelen embotellarlos en autobuses atiborrados que les conducen a almacenes, tiendas o espectáculos organizados al efecto. Si es así, poco dinero dejarán a la mayoría de negocios de Ibiza, como ahora, se beneficiarán media docena y dejarán la basura y las molestias para todos. Nadie lo llevará a la práctica, pero sería de desear que el ayuntamiento y el Consell se anticiparan al aquelarre continuado de cruceros y tomaran medidas para evitar los cuellos de botella que serán inevitables. Hablaba del invierno. ¿Y en verano? Preferiría no imaginarlo.

sábado, noviembre 12, 2016

Lo que debemos a los saharauis (y otros)

El Aaiún en llamas, 12 de noviembre de 2010: el comienzo de todas las crisis mediterráneas
Claro que está siendo un año magnífico, el adjetivo empleado por Juanjo Riera, el jefazo de los hoteleros. Faltan 50 días para la Nochevieja y ya sabemos que pasaremos de los tres millones de visitantes. De largo.
Un año raro, en el sentido de abrasado por los calores terribles y una sequía histórica que llenó de zozobra a los encargados de la materia. Pero hemos salido del atolladero y no me pregunten cómo. Aguantando carros, carretas y ruidos ensordecedores de las discotecas en una isla donde todo es ya una especie de pista de brincos. Y llevando a centenares de mellados a las urgencias más cercanas.
La planta hotelera de las Pitiusas es experta en esas situaciones y la experiencia es un grado en los tumultuosos días del verano. Hay que saber y en Ibiza y Formentera sabemos. Lo hemos demostrado funcionando a la baja, en los años anteriores a 2011. Y lo hemos vuelto a demostrar funcionando bajo una presión insólita.
El comercio también tomó nota de lo que es gestionar una crisis que casi arrasó con todo. Pero el cambio empezó con las revueltas saharauis en los campamentos de El Aaiún, a finales de 2010 y se extendió a Túnez, donde un pobre verdulero se roció de gasolina y se prendió fuego, por los abusos de una policía corrupta que le acosaba. Y todo estalló.
Empezaron a brotar las primaveras árabes y el efecto contagio fue demoledor. Ahora sabemos que no fue espontáneo y mucho tuvo que ver el capital del siniestro magnate George Soros y diversos gobiernos interesados en crear tensión para sacar tajada. Estados Unidos apoyó o creó la crisis de Libia donde incluso ZP mandó al ejército español a contribuir al desastre que significaría el desmoronamiento de aquel país: ahora es el principal foco generador de refugiados hacia Europa y un plácido refugio del Estado Islámico (IS).
Y tocó la lotería a las islas. Una lotería diabólica, que hemos de saber aprovechar para sentar, renovar o crear las infraestructuras correctas en calidad y en cantidad, de modo que nos permita gestionar las embestidas poco corteses de estos tres millones y medio de turistas enloquecidos.
Tampoco estaría mal trazar planes de tratamiento de los turistas que nos irán cayendo en cascada en los cruceros y que llegarán a ser un incordio para todos o casi todos.
Bien está lo que bien acaba, pero la pesadilla del turismo de masas en Ibiza no ha terminado. Continuará en 2017 con más bríos aún que hogaño. Al trabajo.

miércoles, noviembre 09, 2016

No sigan demonizando el turismo

Egipto, además de un ptrimonio espectacular, goza de excelentes playas
e instalaciones


Al menos hasta ahora se sabe que los ayuntamientos de Santa Eulalia, de Vila y el de Formentera son remisos al alquiler turístico en bloques y edificios de viviendas residenciales. Este último incluso ha pedido en pleno la modificación de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), mediante la cual muchos propietarios se protegen a la hora de alquilar sus propiedades.
No creo que lo consiga, pero ya demuestra una firme actitud frente a los abusos que actualmente están dañando mucho a la competencia que tiene sus instalaciones dadas de alta y al día de pago de las correspondientes obligaciones; dañan también el acceso a la vivienda de los ciudadanos que habitan todo el año y que se encuentran indefensos y no pocos van a parar a la calle. Otros, como los funcionarios destinados a ejercer su función en las Pitiusas no puede acceder a una vivienda en alquiler en condiciones, porque los propietarios la destinan al alquiler ocasional y efímero a los veraneantes.
Dudo de que la ley esté aprobada y en vigencia a principios del verano que viene y en caso de que lo esté, dudo mucho más de los poderes y de las posibilidades de la inspección de los ayuntamientos y de los Consells de Ibiza y de Formentera. Pero al menos es un paso en firme para empezar a sancionar a los incumplidores. Las sanciones, si son duras, actuarán de factor desalentador y disuasorio, o esta al menos es la idea.
No es asunto baladí. Bastante ridículo ya han hecho los políticos del Govern al aprobar una ecotasa sabiendo fehacientemente que casi un 50% de quienes tendrían que pagarla, escapan a la labor recaudadora. Ridículo e injusto y a sabiendas.
En estos momentos de euforia y efervescencia nadie repara en el daño que acabará haciendo a las Baleares este tipo de cosas. Quizás no lo parece, pero el turismo es materia muy sensible y delicada. Basta ver la estampida de los turistas que invadían las calles, calas y playas de Turquía, Egipto, Marruecos, Túnez, etc. Es muy probable que en uno o dos años, estos países ribereños con mayoría de musulmanes recuperen su cupo de turistas. O dentro de tres, que es lo más probable. Pero mientras tanto no debiéramos alentar posturas negativas o agresivas contra el turismo, sino esmerarnos por mejorar y mantener las infraestructuras. El caso de Ibiza clama al cielo. No pierdan el tiempo en el Govern inventándose cupos de plazas. Cuídense de los plazos... de las obras.