miércoles, diciembre 29, 2010

El resplandor púnico



Ya en pleno mes de diciembre disfruto de una noticia que ya no me extraña. En realidad son varias, el hallazgo de un necrópolis y la intención de trasladarla: «Las obras de construcción del nuevo hospital Can Misses han puesto al descubierto una necrópolis rural de época romana de alto valor que afecta a la construcción del ala de psiquiatría. Ante la imposibilidad de mover el edificio previsto, el Consell ha optado por trasladar las piezas desmontables (las tumbas de piedra) y reproducir los hipogeos (cavidades sobre la roca) del yacimiento en un nuevo emplazamiento a 20 metros del actual. El hallazgo ocupa una superficie de 140 metros cuadrados. El Consell asegura que esta decisión no se puede comparar con el criticado traslado del acueducto romano de Can Misses de la pasada legislatura.»

No son las cuatro tumbas que suelen aparecer cerca de casi todas las casas payesas antiguas (no en las recién construidas). Según el informe del arqueólogo estamos ante un ajuar funerario calificado como el más completo, el mejor conocido y el más amplio ahora mismo de Ibiza.

No es moco de pavo. Después de la destrucción sistemática de focos arqueológicos que salieron al paso de las obras de la autovía no podemos seguir borrando del mapa nuestro material arqueológico, de un valor incalculable.

Un día es un complejo sistema de zanjas y nichos para cultivar, otro día es una necrópolis rural o un acueducto de la época romana. No podemos seguir desechando nuestro patrimonio. Ya hemos arrasado una gran parte del patrimonio natural. Todo lo que sea traslado equivale a destrucción. 

En realidad ¿para qué quieren moverlas de sitio? Bastaría sacar fotos, vídeos y después destruirlas.

Me recuerda el gran descubrimiento de los restos púnicos bajo los cimientos del Museo de Arte Contemporáneo. Yo las dejaría a la vista escrupulosamente museizadas.

Lo mismo haría con la Necrópolis. Un buen trabajo de museización y dejarlas exentas y cubiertas, pero jamás trasladarlas.

Con los materiales transparentes que se pueden usar hoy sería un detalle genial y un rasgo más de nuestro valor fenicio. No hay que temer a la muerte, sólo al caos, a la destrucción y a las retroexcavadoras. Y por lo visto, tanto dañan si las maneja el PP como el PSOE.

Déjenlo a la vista, decórenlo con plantas... hagan algo hermoso a la par que útil. ¿No somos fenicios?

domingo, diciembre 26, 2010

Mozart en Ibiza

Una isla, un promontorio rodeado por el mar.... no es Ibiza, pero podría serlo. El mito de la isla.




En la Ibiza invernal no ocurren muchas cosas, pero no pocas veces suena la flauta por casualidad y podemos asistir a fenómenos casi paranormales.

Si alguien me dice en 1972 que podríamos asistir algún día a una representación en vivo de la ópera ´La flauta mágica´ yo hubiera alucinado. Quizás todavía no conocía ni siquiera esta hermosa ópera de Mozart, con libreto de Schikaneder, en 1791.

Armin Heinemann se ha cuidado de convertir esta fantasía en realidad.

Como la obra misma, parece una historia poblada de elfos y de hadas, que nace súbitamente en un lugar aislado por generación espontánea, sin contexto que la justifique ni la explique.

¿Ópera en Ibiza? Ni en Barcelona ni en Madrid, al menos no con la intensidad que podrían absorber estas capitales. El entramado del mundo de la ópera es muy costoso y las primeras figuras son perfeccionistas. No se puede degustar en vivo el amplio repertorio a disposición de la humanidad. Quizás sólo los muy pudientes puedan acceder a las óperas de NY, Viena, Sydney, Buenos Aires, Madrid, París...

Y de repente Ibiza, que es una ópera en sí misma, con la ventaja de no tener que pasar por dolorosos castings. Cada cual se disfraza a su gusto, vienen las cámaras de la telebasura italiana y nos filman a degüello. 

La parte más divertida de la explicación de Armin es la que vincula a Mozart con Ibiza. 

¿Pudo haber visitado la isla aquel genio de la música? Pudo, pero lo dudo. El mito de la isla poblada de hombres rústicos, muchos pinos, mar azul y rocas es un arquetipo que usó la cultura centroeuropea y sajona desde al menos el siglo XVII. Lo usará todavía más en el XIX en plena ebullición romántica... y que es cuando estuvo en Ibiza otro austríaco que de haber sido coetáneo de Amadeus habrían hecho buenas migas. Sí, el archiduque Luís Salvador de Austria, el constructor de la maravillosa mansión en Miramar, el visitante de Ibiza al menos en dos ocasiones (yo diría que tres, pero quizás no fue él sino algún colaborador).

Wolfgang Amadeus Mozart había nacido en Salzburgo, Austria en 1756 y falleció en 1791. Atención a las fechas del Archiduque, que nace en el maravilloso palacio Pitti de Florencia en 1847 y falleció en 1915.

Por lo tanto no pudieron coincidir físicamente, pero sí espiritualmente. Mozart podría haber leído ´Las Antiguas Pitiusas, la colosal obra del Archiduque y usarla en su obra ´La flauta mágica´ de haber existido.

Lástima que no pudo ser, pero da igual: Ibiza queda afectada por la regla áurea y cabe milimétricamente en el modelo arquetipo de isla bucólica son sus ninfas de purpurina, su gigante en la gruta de es Vedrà y sus escenas melodiosas y tiernas.

¿Esto es ópera o esto es vida? 

En realidad la vida transcurre por otra parte. La vida tiene paperas y afonías.

miércoles, diciembre 22, 2010

Una moda de Ibiza, pero oscura



A finales de los 70 la calle de la Virgen concentraba mucha creatividad. No sólo por los ya famosos que deambulaban de vez en cuando confundidos entre una multitud abigarrada y festiva que hablaba y bebía en plena calle, sin embaldosar. No puedo concebir un lugar mejor que simbolice el viejo espíritu mediterráneo del ágora griega o del foro romano o de las plazuelas portuarias de las ciudades fenicias. Desde muy temprano al amanecer, al mediodía, por la tarde y hasta altas horas de la noche, la vida se hacía en la calle. Esto antes del uso de la iluminación eléctrica pública. Después, mucho más. Un ambiente de zoco marroquí, de foro fenicio, creado por decenas de nacionalidades, distintas edades y gente muy dispar. 
Bueno, pues justo en la parte central de esta alargada calle abrió su tienda Paula´s el hoy director teatral y animador cultural Armin Heinemann. La moda Adlib ya estaba lanzada, pero muchos diseñadores mostraban unos modelos tan excéntricos y exagerados que muchas periodistas hablaban de la portabilidad. ¿Quién se atrevería a llevar aquellos diseños tan locos? Hay que pensar que adlib se inspiraba en la sonoridad cromática del universo hippy, pero en tanto y cuanto los modelos hubieran pasado por la ducha, por la maquinilla de afeitar, por la pulidora: «como quieras, pero con gusto» significaba que lo hippy estaba bien como una excentricidad, pero nadie pagaría por modelos escandalosos. Como en el cine de la época, se tenía que rodar una doble versión. Hippy sí, pero arregladito.
Armin tuvo el sentido común de romper con la luminosidad alba de lo Adlib. Casi desde el principio usó tonos oscuros, pero muy bien combinados con estampados y otros complementos realmente atrevidos. Sus ropas eran mostradas en vivo por alguna modelo muy delgada, altísima, pálida. Recuerdo a la famosa Mora, casi siempre acompañada de un perro pastor alemán lustroso y gentil. Y a otras. No es de extrañar que aquellos vestidos de Armin, que cubrían hasta casi los pies, tuvieran una gran aceptación entre la gente de gran estatura.
Pronto se creó la antipublicidad: «Los modelos de Armin son portables y hermosos, pero sólo para gente delgada y muy alta.»
La gente astuta se distingue por sus detalles imperceptibles. Armin neutralizó estas naderías poniendo a Johnnis sentada en un taburete en la entrada de la tienda, a la que no se podía acceder si no retirabas una cadena forrada de terciopelo púrpura que franqueaba el umbral.
Johnnis es negra, pesa unos 180 kilos y es muy simpática. Fui yo quien le comenté que era una reencarnación de la diosa Tanit. Le gustó tanto la revelación que a los pocos meses ya se vendían postales y pinturas con su retrato titulado simplemente ´Tanit de Ibiza´.
¿La puerta bloqueada? Otro ardid de Armin (o quizás de su amigo Stuart) que de esta forma impedían el embotellamiento en una tienda muy chiquitita. Además, la clienta se sentía como una reina, pues el diseñador en persona atendía solamente a una compradora al mismo tiempo, sin prisas ni agobios. Armin siempre ha tenido el talento de dominar el escenario.

sábado, diciembre 18, 2010

Si de verdad fuera mágica la flauta



Armin Heinemann es uno de estos elefantes de finales de los 70 y de los 80 que ayudaron a crear un sello Ibiza de calidad, antes de que existieran tantos organismos con tantos funcionarios sin saber de dónde vienen ni a dónde van y que se pasan la vida repartiendo premios y placas a la media docena de siempre. No están informados ni tienen imaginación. Pobre Ibiza.
Armin salió una vez más al escenario para alegrar la vida de mucha gente. Es lo que ha hecho desde que llegó, como otros tantos (no muchos, no nos engañemos). Vivir, crear, en la calle, la calle de la Virgen y en otros desfiles de moda de Ibiza, se llamara Adlib o no. La moda de Armin siempre fue original.
Ha salido a la palestra y ha mostrado una versión peculiar de ´La flauta mágica´ de Mozart, una de las obras más cálidas y divertidas en la música (ópera) clásica.
Estaba yo cavilando que van a caernos encima unas nuevas Navidades. Para unos será motivo de alegría, para los más niños suele ser excusa para fiesta continuada, y para otros son unos días muy duros, tristes, donde siempre acaba por llegar una melancolía perdida que pugna por impregnar el invierno frío.
Ya hace años que he descubierto el valor de la soledad en Navidades: casi mejor estar bastante solo que no reventar por la ingesta de alcohol, grasas, dulces, campanilleos, borreguitos, musiquitas y compras a lo tonto.
Uno prefiere la sobriedad clásica, la calma, la música buena, pero sin oponerse ni resistirse al desfile de borreguismo, adocenamiento, sumisión. Allá cada cual.
Y pensé en la ópera de Mozart reinventada por Armin. Si de verdad fuera mágica la flauta podría conseguir que en estas fiestas no se prodigaran las sombras de la noche húmeda y triste y con poca iluminación para ahorrar. Podría conseguir un buen flautazo que los ayuntamientos y consejos insulares comenzaran por reducirse el sueldo y reducir empleos públicos. Las grandes fortunas del presupuesto van ya al mantenimiento y a pagar personal.
El ciudadano atónito vislumbra un panorama nublado: demasiado gasto para tan pocos ingresos. Todavía hay muchos políticos que no creen realmente en la crisis; parece justo lo contrario, como si hubieran recibido órdenes de gastar a lo grande.
Un solo de flauta mágica podría revitalizar nuestro bolsillo y nos permitiría regalar un buen lote de libros o media docena de pinturas.
Apenas se vende nada. Cierran tiendas de música, librerías y galerías. No es una frase hecha, no es un hecho aislado, no es un capricho: en invierno no ha quedado ni un céntimo disponible.
De vez en cuando llega, como caído del cielo en un ocaso, un eco de los años 70 y de los años 80 y entonces Ibiza parece recordar un pulso vital indescriptible y difuso. Todos se ponen en marcha y salen adelante los proyectos más estrambóticos e inesperados. La flauta mágica, eso nos hace falta y alguien que tenga la habilidad de tocarla con tino. Veremos. Navidad es natividad, es decir, renacimiento, aunque sea de las cenizas.


(Foto Ultima Hora Ibiza)

miércoles, diciembre 15, 2010

Qué nos quita el sueño a los pitiusos



A veces nos preguntamos qué cosas nos quitan el sueño. Ahora ya lo sabemos, gracias a esta encuesta de Gadeso a la que aludía en mi anterior artículo ´Políticos, cuanto más lejos mejor´.

Los baleáricos desconfían hasta tal punto de los partidos políticos, de los gobernantes y de los políticos en general que podríamos sustituir la palabra ´desconfianza´ por irritación. No es normal que suspendan todos, no se salva ni uno. No me extraña que Zapatero, un poco más alejado, rehúse sistemáticamente exhibirse en público.

Esta muestra de 900 consultados nos aclara cuáles son las principales preocupaciones de los ciudadanos.

A nadie le extrañará que el desempleo generalizado, el paro contumaz, sea la primera y más urgente de todas. Los habitantes del Archipiélago hemos pasado por varias crisis y percibimos, sabemos, que esta vez va muy en serio. Estamos en una auténtica trituradora que será durísima y duradera y lo sabemos sin que nadie nos lo cuente. Que nos digan los políticos todo lo contrario sólo acrecienta la irritación y la frustración. 

En este punto díganme si me equivoco, pero noto un escepticismo claro ante las tópicas soluciones que ofrece el PP (campos de golf, puertos, carreteras), precisamente porque los ibicencos recordamos la cantinela de los valedores de las autovías en 2005 y 2006. Nos tenían que afianzar en una isla equilibrada en su empleo. Las autovías han dejado miseria y paro, problemas técnicos casi irresolubles y una deuda espeluznante que tendremos que pagar cueste lo que cueste.

¿Y eso significa? Eso es, subidas de impuestos, más subidas, más tasas, más inflación. Todo esto lo sabe ya el ciudadano, sea de derechas o de izquierdas. Esta es su primera preocupación y me gustaría saber cómo se presentarán los políticos de Ibiza y Formentera durante los meses de marzo y abril para pedir el voto. Asesorar una de esas campañas sí que sería un difícil sudoku.

En segundo lugar nos preocupa la economía doméstica, imagino que incluyendo el pago de deudas astronómicas y de hipotecas firmadas en los años de efervescencia.

En tercer lugar se manifiestan abiertamente preocupados por la clase política y la corrupción, pero ya hemos visto que es una ansiedad subyacente en todos los aspectos de la sociedad.

Siguen los problemas derivados de la inmigración y el futuro de los hijos. No hace falta hilar muy fino para leer una formulación política de estas expectativas frustradas.

Existe un fenómeno paralelo y paradójico: cuantas menos salidas laborales se perfilan en el futuro inmediato, más aumentan las cargas impositivas y los costes de la insularidad, hechos ya de todos conocidos desde hace décadas. Y los políticos parecen más atentos a cuidar que las navieras no se resfríen a conseguir unos precios de fletes que sean lógicos y en consonancia con la zona europea que habitamos.

Y a eso tampoco dan salida los políticos de Ibiza, ni los de Mallorca. Ya todos intuimos que algo raro pasa. Todo lo que nos pasa en Baleares es muy raro. Por eso no queremos a los políticos, ni a los que van mojados ni a los que todavía no se han mojado.

sábado, diciembre 11, 2010

Políticos, cuanto más lejos mejor

Recuerdo con nitidez un argumento recurrente que usábamos casi todos a finales de los años 70, tan activos, peligrosos e imaginativos: «Es importante que la Administración se acerque al administrado; cuanto más cerca esté el ciudadano de los centro de decisión, mejor rendimiento para toda la sociedad».
Pues mira, ya ves, 30 años después, en lo que hemos dado: una desconfianza casi absoluta en los políticos en general y en los gobernantes en particular. No se salva nadie de la quema, según un resumen de la encuesta publicada en este Diario; es más, incluso José Ramón Bauzá, la nueva y tierna esperanza blanca del PP está peor valorado que un Antich que viene baqueteado por decena.
Como sé que habrá alguien interesado en consultar la reseña digital aquí están los datos: ´Los ibicencos, los baleares que más desconfían de su Consell y de Govern´ , 30-XI-2010. Suspenden tanto a la institución balear como a la insular (en cambio Formentera tiene mejor puntuación, sin llegar al aprobado), a los diferentes partidos y a sus responsables.
Esta encuesta es de noviembre y se ha realizado con una muestra de 900 baleáricos. Para muestra, un botón, pero qué botón.
¿Cómo es posible que aquella ilusión de los años 70 se haya diluido y se haya transformado en un profundo rechazo de los políticos? ¿Será culpa de los ciudadanos, que nos hemos vuelto más exigentes? ¿O será que los políticos apenas han sabido desarrollar en 30 años un sistema autonómico que favorezca el crecimiento y un reparto equitativo entre los ciudadanos? ¿O será que los políticos se han dedicado a reforzar una estructura de partidos expoliadores, corruptos y opacos, sin transparencia en su funcionamiento y en sus finanzas? 
Pero ¿por qué este rechazo generalizado?
Bueno, basta leer las crónicas de tribunales de la prensa balear y nacional, donde se van dando cuenta de algunos imputados organizados en bandas para –presuntamente algunos, los otros ya condenados y en chirona– saquear las arcas de la Comunidad, directamente de la caja o bien manipulando contratos, concesiones, oposiciones y otras técnicas. 
¿Se sienten impunes los políticos? Parece que sí. Durante todo 2011 y aun después veremos un largo desfile en los pasillos de la audiencia, con rostros bien conocidos en Ibiza.
El saqueo directo y a lo bestia por una parte. Pero por otra, usando prácticas que no siempre son hermosas, legítimas ni legales, presuntamente. El mismo Diario de Ibiza vuelve a darnos una explicación el 9-XI-2010: ´Omisiones en la contabilidad general. El Consell pitiuso adjudicó a dedo el 44% de los contratos que se firmaron en 2007. El 80% de las subvenciones se repartieron sin publicidad ni libre concurrencia, según la Sindicatura de Comptes Balear´.
La leche. Y el ciudadano sabe que el IBI, por ejemplo, es de los más caros de España, que nuestra cesta de la compra es un auténtico atraco. Y... etc.

miércoles, diciembre 08, 2010

A 17 hoteles por año



Desde 1967 hasta 1970 Ibiza inauguraba anualmente una veintena de hoteles nuevos de trinca. Eso sí, todos iguales, cajas conejeras, construidos a unos metros del agua y sobre las pocas arenas disponibles. Una auténtica barbaridad.

Pero el hecho es que ocurrió así. Aquello no fue una burbuja inmobiliaria porque obedecía a las leyes de la economía real: había una demanda de plazas hoteleras por parte de las nacientes clases medias europeas y entonces existía poca oferta.

Los ibicencos no sabían eso y todavía pretenden ignorarlo ahora, pero al destrozar los mejores parajes a una velocidad de vértigo se estaban hundiendo a sí mismos.

Desde 1969 hasta 1973 mandaba mucho en el ramo un ministro que había hecho la guerra civil con Franco, pero gozaba de una imagen de hombre culto y lo era (autor de varios libros de ensayo histórico, etc.) y además sucedía al atronador Fraga Iribarne. Era Alfredo Sánchez Bella, ministro de Información y Turismo, de manera que era mi ministro, aunque yo empezaría en 1972 y mis dudas y temores no me hacían un revolucionario peligroso. En todo caso se temía más mi descaro y mi larguísima melena lacia, que desconcertaba a tirios y troyanos.

Pero yo lo que veía en estos tiempos no me gustaba, entre otras cosas cómo se perseguía a los hippies, aunque ahora lo nieguen.

Tampoco me gustaba el lema de mi ministro: «Hay que inaugurar muchos hoteles. En estos momentos nos interesa la cantidad, no la calidad». Lo afirmó tal cual, firme y orgullosamente. Yo tendría 18 años y alucinaba. Y cualquiera se atrevía a replicarle, estando vigente el infame artículo segundo de la Ley de Prensa que promulgó su antecesor Fraga.

Dos docenas de ibicencos fueron descubriendo el capitalismo, en una isla donde hasta aquel momento habían sido modestos y honrados tenderos, Y empezaron a salir hoteles como setas, como ha explicado recientemente el empresario Vicente Juan Guasch en este Diario.

No fue Abel Matutes el primero en levantar la batería de grandes hoteles en nuestras costas, por lo tanto es injusto atribuirle todas las culpas. Eso sí, cuando llegó se hizo notar, porque levantó el Insula Augusta (un gran nombre para una historia tan patética) frente a la playa d´en Bossa y a unos metros de la cabecera de la pista del aeropuerto, que ya estaban funcionando a todo gas con los vuelos internacionales, creo que desde 1967 (la apertura del aeropuerto fue en 1958). La altura de aquel hotelazo aconsejó suspender los vuelos nocturnos. No es de extrañar que Franco mandara a otro ministro –el del Aire– y se mandara dinamitar aquella peligrosa estructura, me parece que a finales de 1971.

Entre hippies, dinamiteros y el accidente de aviación de 1972, Ibiza comenzaba a salir en la prensa y a adquirir famita, fameta decimos en Ibiza. En 1973 la crisis internacional atemperó la fiebre de construir hoteles, pero el camino hacia el precipicio ya estaba trazado.

sábado, diciembre 04, 2010

La famita



A los ibicencos de antes –a los de ahora casi no los conozco o no los reconozco– no nos gustaba emplear palabras contundentes ni denigrantes, al objeto obvio de evitar discusiones estériles que no llevan a ninguna parte. Por el contrario, en un giro humorístico irónico, solíamos emplear un sustantivo pero en diminutivo.
Los fenicios no solíamos decir ´chusma´ sino genteta, o sea gentecita. Como mucho, alguien fuera de sí podía referirse a la gentota. 

Los hippies fueron un jarro de agua fría para los primeros hoteleros de Ibiza y para la sociedad carca y bienpensante. Eso de que no se les discriminaba es un cuento que inventamos después, cuando vimos que podíamos instrumentalizarles para promocionar la isla olvidada. Basta leer algunos sueltos, artículos y cartas al director en el Diario de aquella época. Incluso así, no eran guarros ni maleantes, sino peludos como mucho.
Y así con casi todo, dependiendo siempre del ingenio popular del momento.

Lo que hoy tiene Ibiza no es fama, ni siquiera mala fama: es fameta. Famita. Hemos alcanzado un tal grado de famita que hoy podemos decir sin miedo a equivocarnos que un norteamericano medio, que son bastante... (ejem... iba a escribir asnos)... paraditos, sabría situar antes a Ibiza en un mapa que a Johanesburgo, Sucre, Rosario, Santiago (de Chile, de Cuba o de España, da lo mismo), Lyon, Génova, Atenas, Róterdam, Casablanca, Fortaleza, etc.

Una islita con unos cien mil habitantes en invierno y casi 300.000 en verano es conocida en todo el planeta con una potencia de fuego real que asusta. Y pensar que estos nacionalistas ineptos lo primero que hicieron al llegar fue intentar cambiarle el nombre.
¿Fama o infamia? Da lo mismo, famita. 
Si los hoteleros, los restauradores, los bares, las tiendas supieran vencer la ineptitud de los políticos del Govern balear y de los Consejos Insulares y consiguieran la fórmula para hacerlas lo accesibles que su fama requiere, Ibiza y Formentera se convertirían en unas islas con más de medio millón de habitantes fijos.

Como yo leo prensa mundial, al menos la hojeo, voy encontrándome con Ibiza en muchas noticias escabrosas, truculentas, falsas o escandalosas. Da igual. Ibiza sirve para nutrir a la prensa y a las televisiones. ¿Qué hubiera sido de Tele 5 de no haber descubierto Ibiza como un plató del que se nutre gratis? (Por cierto, el Ayuntamiento de Vila podría reconsiderar desplumarles, aunque dudo que sepan enfrentarse a los italianos de Tele-5).
La última es una pobre chica inglesa que estuvo de vacaciones en Ibiza y al día siguiente de regresar a su casa se lanzó desde un décimo piso, con una nota diciendo que temía estar enloqueciendo. Pero el Daily Mail mete a Ibiza en la escena. Es que, si no, la noticia no tiene mayor misterio..., de lo perdido saca lo que puedas. 
¿Estamos fotudets –jodidillos– o sólo un poco fastidiados por nuestra famita? No sé, yo empiezo a estar hartito, fartet.

miércoles, diciembre 01, 2010

La cueva del humo



Sa Cova des Fum es bien conocida por los formenterenses, aunque es de suponer que pocos se hayan decidido a entrar, al menos en tiempos antiguos. Y sin embargo probablemente fue habitada casi dos mil años antes a.C. En la Ibiza prefenicia. Y durante mucho tiempo después.
Se han encontrado restos de cerámica árabe en abundancia y muy anterior, incluso de tiempos prehistóricos. El investigador José Barral lo describe:

«... Y entre ellos un vasito casi íntegro que yo mismo reconstruí antes de entregarlo al Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera. Esta pieza se publicó por primera vez, que yo sepa, en la Història d´Eivissa i Formentera del Diario de Ibiza (1991, p. 4), sin ninguna mención de mi nombre como descubridor y donante. En esa misma obra (p. 84) su autor, Ernest Prats i García, relaciona erróneamente un ataque «cap a l´any 860..., per la flota normanda»... con «la llegenda de la Cova des Fum, a La Mola». Ni la más mínima alusión al episodio de Sigurd en 1109...»

Yo también entré con mi amigo ya desaparecido, el ceramista Gabrielet, a comienzos de los años 70. Tenía tres pisos de galerías y había tiestos e, incluso, dos calaveras en la entrada de la caverna. Probablemente habría muchos más adentrándose en el interior. No tocamos nada, pero aquellas profundísimas galerías causaban una impresión telúrica, extraña y poco tranquilizante.
Pero que nadie entre sin estar preparado, pues de ahí no se sale con vida. Acompañados y preparados. Y si es posible no tocar los restos, aunque a decir verdad –según otros testimonios– ya está todo muy removido por gente que piensa que encontrará un tesoro, el tesoro de Sigurd al que alude la saga islandesa, un vikingo osado que recorría las costas del Mediterráneo para cobrar botín.
El mismo Barral traduce en otro sitio una estrofa de la saga:

«El afamado enrojecedor de la rodela, 
el buscador de fama, 
deseoso de la ruptura de la paz, 
llegó con su flota a Ibiza.» 

El episodio es conocido y yo mismo lo conté a mi manera en el ´Diccionario de Secretos de Ibiza´ y más tarde en ´Lagartijas azules en París´, porque me parece una narración admirable que sigue el patrón mitopoético y quizás arquetípico del héroe que sale en un viaje iniciático en busca de riqueza y, al final, se hace con un tesoro. Si se fijan siempre es la misma historia, la misma estructura, incluso Indiana Jones (y miles de versiones posteriores) repiten la saga.
Veo ahora que la escritora Mia Soreide insiste en caer en la trampa y quiere buscar el tesoro de Sigurd. 
Haga, haga.

sábado, noviembre 27, 2010

Hoteles, la crisis interminable

La práctica totalidad de hoteles pitiusos están amortizados varias veces. Y los grupos de apartamentos. Se les ha ordeñado a conciencia. Pero ello no quita una larga secuencia de años muy críticos en los que hay que afinar mucho las fechas de apertura y de cierre y el contingente de personal.
Algún día haré un resumen de esta forma de contratar, que empezó dirigiéndose individualmente al cliente que, en compensación, repetía hotel año tras año. Se establecía una prolongada relación de amistad, pero esta forma de trabajar comenzó a evolucionar ya a principios de los ochenta: el hotel ofrecía menos servicios de comedor y las relaciones eran más impersonales.

Los 80 y siguientes fueron unos lustros de un turismo insoportable, juvenil y empastillado, sujeto a los mandatos caprichosos de unas cuantas –muy pocas– agencias. Se hizo tristemente famosa la 18-30, la Twentys y algunas otras... mandaba más el guía de los hooligans ingleses que el propio director del hotel, atado de pies y manos por contratos leoninos.
En San Antonio Abad (o Sant Antoni de Portmany) se llegó a unos 60 hoteles en los catálogos de los bárbaros del Norte. La imagen de la bahía, muy famosa entre los juveniles gamberros, pero por los suelos en el mercado internacional de la hostelería.

Todavía no se han librado de ellos, ni en Platja d´en Bossa tampoco. Pero al menos es cierto que existe una alternativa emprendida por esta generación de empresarios que ha confiado en la magia de la contratación previa por Internet y en las posibilidades del transporte accesible en los vuelos del low cost o de bajo precio.
Dedicado a estos empresarios voluntariosos escribí ´Vender Ibiza de otra manera´, para alentarles con un plus de confianza incluso en estos tiempos de crisis desmesurada. Porque todos sabemos que en el mundo del turismo lo que hoy es una firmeza inamovible, mañana puede ser una incertidumbre que nos llena de desasosiego.
Veremos si la disposición de vuelos en esta modalidad de bajo coste se afianza o se mantiene. Porque Internet no parece especialmente amenazado (hay quien dice que habrá sobrecargas o problemas en 2012 por las manchas solares). Aquí lo único amenazado es el bolsillo de los turistas, que ahora mismo observan este desbarajuste financiero a nivel europeo y que puede acabar por afectar a la economía real, o sea, al puesto de trabajo.

Y esto tendría repercusiones sobre el precio. Hace poco sabíamos dos cosas, que siete de cada diez turistas llegados lo hicieron en vuelos de low cost. Y que los hoteles llevan varios lustros bajando o congelando sus precios. No es un fenómeno exclusivo de Ibiza, es mundial. Se sigue viajando, pero se gasta bastante menos.
De ahí mi escepticismo cuando en la reciente feria de Londres se empezó a hablar de subir precios. Habrá que hilar muy fino y esperar hasta los últimos instantes. Yo ya no creo en subidas sensibles.

miércoles, noviembre 24, 2010

Turismo, volver a empezar



Como en la película de Garci, noto en las palabras del empresario Vicente Juan Guasch una inmensa carga de nostalgia. Me temo que los amores otoñales pitiusos tendremos difícil recuperar asignaturas pendientes, porque la única pendiente que conocemos es hacia abajo.

En Vicent Guasch es casi un mito entre los hoteleros y los empresarios de Ibiza, y lo es con todo merecimiento. Creo que es un ibicenco modélico, que ha trabajado mucho y ha dejado trabajar, y que ha puesto su capacidad de inventiva al servicio de un proyecto que ha ido remodelando con el paso de los años. Como debe ser.
Más admirable –forja de indomables, diríamos siguiendo con los símiles cinéfilos– ha sido su continuo bregar, superando un aparatoso accidente que le dejó ciego.

Si es cierto que la etimología de la palabra ´inteligencia´ proviene del latín intus legere, leer hacia dentro, Vicente Juan Guasch hace honor a esta palabra, porque él sigue viendo la realidad, analizándola y tomando decisiones, es de suponer que una vez hechas todas las consultas pertinentes, es decir, como hace todo el mundo sensato. Son muy merecidos los premios que se le han ido otorgando, incluyendo este Oscar a toda su carrera por un trabajo excelente. Enhorabuena. Hasta aquí mi atenta felicitación y mi admiración por el trabajo bien hecho de un gran hombre, de un forjador del turismo de Ibiza.

Pero hay algunas cosas que me gustaría matizar. Que el agradecimiento y la admiración no nos lleven a perder una ocasión de discrepar. Lo haré sin tapujos. Naturalmente que Ibiza ha de mantener lo que ha conseguido en turismo, y para ello nunca debe perder de vista que vivimos del turismo y no del ladrillo, del cemento, de vaciar montañas ni de tapiar las costas. O sea, para mantener lo que se tiene, en todo caso hay que soltar lastre, fundir los michelines y mantener una velocidad de crucero.

Ibiza, don Vicent, está agotada. Se han hecho muchas cosas mal, llevados por la euforia y por la codicia. Muchas. Y como consecuencia hemos acabado con los recursos y lo importamos todo: ladrillos, cemento, piedra, agua, verduras, combustible, energía. Volver a empezar es imposible, amigo mío. Y mantenernos nos costará mucho.
 Seguir rellenando las costas (puertos, clubs) o los campos convertidos en greens es tarea inútil. Abrimos un campo de golf y a los pocos años ya estaba abandonado. Mira, Vicente, tú que has viajado y conoces España, si los centenares de campos de golf de Murcia, Alicante, Valencia, Granada, Tarragona, les han librado de la crisis o si les supone una inyección importante durante el invierno.

No. Nuestro negocio es el turismo.


 Con la falta que hacen los constructores y los promotores en Haití, Chile, Irak, Afganistán, Argelia, etc., ¿qué hacen en Ibiza, rellenando los pocos huecos vacíos que todavía quedan?

Le leo otras ideas muy acertadas, en mi opinión: sobran camas de baja calidad y se necesitan de cinco o de cuatro estrellas. Hay que cuidar las infraestructuras. Yo diría de la isla entera. De la integridad de lo que quede de Ibiza. Molts d´anys, Vicent!

sábado, noviembre 20, 2010

Sorprendentes sin cesar

Al fenicio le parece excelente que en los trabajos de rehabilitación del Pereyra se respeten los espacios interiores, la columnata y por supuesto la fachada, que en su simpleza es serenamente hermosa.
Veo que el Diario abre la duda sobre la grafía correcta de este ilustre apellido. ¿Se escribe Pereira o Pereyra? Antes de consultarlo yo hubiera dicho que con la y griega, recordando además el Pereyre, apellido de un gran banquero portugués. Después de consultarlo, Pereira resulta ser procedente de Galicia y puede escribirse con la i latina. Es decir, puede escribirse de las dos maneras, aunque a mí me gusta más Pereyra.
Han explicado que se respetarán las actuales columnas y la distribución, o sea que el interior no cambiará sustancialmente. Pero nunca te fíes en Ibiza de ningún restaurador, aunque jure en arameo que respetará escrupulosamente el original. Basta ver el Castillo y otras genialidades perpetradas bajo la égida de Lurdes Costa.
Normalmente los veranos y el otoño suelen dejar algunas noticias divertidas. Me gusta la gente –sin hacer daño al prójimo, esto es sagrado– con un punto de locura genial, creativa. Ibiza siempre ha sido un buen sitio para las excentricidades y los acontecimientos sorprendentes.
Nunca se me olvidará el proyecto agrario de aquel buen ciudadano que decidió aprovechar los calveros de los jardines en el Parque de la Paz para sembrar melones. Eso es tener arte.
Si no tuviera un punto de morboso proceder, ilegalidades administrativas aparte, para este verano yo escogería el episodio entresacado de una novela de Mario Vargas Llosa, es decir, este burdel ecologista que instaló varias carpas o tiendas de campaña (jaimas las llamábamos en El Aaiún) para ejercer la coyunda. En 'Pantaleón y las visitadoras' se narran divertidas escenas de aquellas prostitutas peripatéticas que seguían al ejército en plena selva. La prostitución verde, nunca mejor dicho.
Como Ibiza tiene mucho de selva en verano, no me parece mala idea ir acondicionando estas carpas móviles en distintas partes de la isla, según lo vayan requiriendo las necesidades y las urgencias del momento.
Otras hechos curiosos ya no sorprenden a nadie porque van con la monótona canturía de la Ibiza mística: ovnis, espíritus turbulentos, güijas, ángeles, conjuros, masajes. ¿Qué es lo sorprendente? Que no se agota este universo mendaz y evanescente. ¿Qué es lo que no se agota? La credulidad, la ingenuidad, el papanatismo.
Me gusta que una moderna vikinga quiera buscar el tesoro de Sigurd (si pide los pertinentes permisos de exploración, supongo).
Me gusta que una rubia alemana atractiva nos notifique secretillos de la vida de los ángeles y de los arcángeles. Incluso puede aportar un toque feminista que no se le hubiera ocurrido ni a Bibiana Aído: «El arcángel Gabriel es mujer».
Otros, más modestos, simplemente te venden la película de los colores del aura. En fin, esto es la Ibiza tradicional ya desde los años 60. En muchas cosas, somos únicos.

miércoles, noviembre 17, 2010

La euforia


Mira por donde, por mucho que nos aplaste la crisis, hemos encontrado un resquicio para alimentar nuestra esperanza: crece la euforia entre las previsiones del turismo para la temporada 2011. Bueno.
Los dos grandes emisores de turistas hacia Ibiza desmienten el sonsonete que repiten los socialistas para lavar su prestigio de gestores: «todo el mundo está igual de mal que España». Lo cual es totalmente falso.
Gran Bretaña, Francia y Alemania, mal que bien tienen gobiernos serios que diagnosticaron desde el primer momento la gravedad de su situación y se encomendaron a partidos con capacidad y eficacia gestora. Lo cierto es que los países peor situados ahora en la Unión Europea son Grecia, Portugal y España –los tres socialistas– sin olvidar Irlanda e Italia, los PIGS. Quizás no seamos los cerdos, pero somos los más torpes, los más endeudados y con más paro estructural.
No estarán tan mal los alemanes y los británicos cuando pueden seguir mandando vacacionistas a la ribera mediterránea. Sufrirán, como todos, pero comparativamente están ya en otro mundo, muy por encima de España.
Las previsiones y quizás las reservas han aumentado en toda España. Deduzco que Ibiza está algo mejor durante los meses punta del verano, como siempre. La isla se ha convertido en un antro referente del pastillamen y de las discotecas, aunque por sí mismas no atraerían a ningún turista (como suelo decir, que abran en invierno, a ver cuántos vienen a ver nuestras fabulosas discotecas). Las discotecas, como todos, se aprovechan de que viene la gente para hacer su agosto.
Sin embargo, los alemanes prefieren madrugar y comprar sus vacaciones a comienzos de verano. Hacen bien. Eso los hace más interesantes, al menos para mí y creo que para la isla.
¿Cómo reaccionarán los italianos y los españoles? Regular, imagino que contratarán en el último momento por Internet y solo en el triángulo mágico de las Pitiusas: julio, agosto, septiembre.
Dicho todo esto, me mantengo como los años anteriores: cuidadito con la euforia, que después suelen venir unas resacas de caballo. No solo por los volcanes, huelgas, terrorismo, guerras, sino por la misma mecánica de la economía y del trabajo. La Unión Europea está muy lejos de haber sanado, por el contrario estamos sumergidos en una extraña situación de crisis muy profunda.
Por extraño que parezca a Ibiza (y más a Formentera) nos salva nuestro pequeño tamaño. En una Unión de cuatrocientos de millones de habitantes, no es descabellado captar el millón y medio de turistas, mínimo necesario para flotar y salir adelante. Para nuestra desgracia, se concentrarán en apenas cinco meses, pero esta es nuestra perversa forma de funcionar.
Vendrán jovencísimos, ruidosos, buscando droga y discotecas y gastando menos que nunca, pero todavía nos veremos obligados a dar las gracias. En momentos como estos se demuestra de forma palpable que vivimos del turismo, no del ladrillo.

sábado, noviembre 13, 2010

Hay movidas, pero sin dinero


En verano es normal que hiervan la calle, las playas, el día y la noche. El Diario recoge con generosidad de páginas y de tinta de colores el espíritu de esa Ibiza, o sea mucha morralla, famosillos, banalidades y tonterías.
Normalmente el invierno nos sumía en un aletargamiento al modo de nuestras lagartijas y salamanquesas (dragones, les llamamos, un poco exageradamente, por cierto nunca los mates: aparte de traer buena suerte, el dragón come cantidades asombrosas de mosquitos).
Si en verano no ves a nadie conocido porque está en algún almacén cargando sacos o en una oficina encerrado, en invierno no encuentras a nadie porque todo aquel que puede sale pitando de Ibiza.
Me di cuenta a finales de los 90 de que Madrid, París, Londres habían pasado de moda, no solo por las hercúleas subidas de precios. En cambio ganaban puestos y estimación Valencia, Granada, Sevilla, Córdoba, Extremadura... pero el fenómeno ya estaba extendiéndose. Los ibicencos salían en estampida a Tailandia y volvían con unas camisas floreadas muy paletas que nunca se atrevían a ponerse en Ibiza.
Tailandia, Vietnam, India, Bali y otros destinos orientales atraen cada vez a más isleños y a muchos españoles que ganan un poco de dinero en Ibiza y lo multiplican por cien al gastarlo durante el invierno-primavera en Goa o en Pukhet. Ellos sí que saben.
Pero los que nos quedamos aquí nos tenemos que comer un invierno duro, húmedo y con unos precios de atraco. Ya por Navidades, quien más quien menos anda sin un euro en el bolsillo.
El fenómeno se lo hemos contagiado, o eso dicen, a los organismos e instituciones, como Costas, que no tiene fondos para retirar los pecios varados en la bahía de San Antonio Abad o Sant Antoni de Portmany. Costas debiera saber que quien sirve para cobrar ha de servir para pagar.
Lo mismo se les podría aplicar a los políticos. No es bueno generalizar, pero si conocen muchas excepciones ya me avisarán. Qué fácil es gobernar un ayuntamiento, consejo, una generalidad o una diputación cuando el dinero entra a paletadas, fruto de las licencias de obras, tasas, etc.
Es inútil decirlo, pero lo repito o reviento: cuando todo eran vacas gordas se entró a saco con autovías, urbanizaciones, casas, inmuebles en general. Pero apenas se arreglaron los problemas seculares de las islas. Nos quedaremos sin las infraestructuras imprescindibles, avisamos unos pocos entonces. Ni caso.
Resultado: han pasado las vacas gordas, pasarán las flacas y las Pitiusas seguirán con los mismos problemas endémicos.
Es cómico, pero ahora no hay dinero –o eso dicen– para retirar dos barcazas varadas en la arena o en el mar. Tampoco lo hay para pagar los medicamentos a las farmacias. Bien, y los políticos ¿en cuánto han reducido el gasto corriente y sus sueldos? ¿Ahora es el momento de abrir escuelas de teatro?

miércoles, noviembre 10, 2010

Malos actores, peores políticos

Sinceramente uno no cree nada ya de los políticos y menos cuando dicen que Baleares tendrá las mismas rebajas en las tasas aeroportuarias que Canarias consiguió votando los presupuestos generales de ZP. Antich montó en cólera cuando lo vio plasmado, porque él venía pidiendo lo mismo desde tiempo atrás. Para que esta afirmación sea cierta hace falta que cumpla mucha gente que no suele hacerlo, desde Zapatero a Antich, pasando por el Ministerio de Fomento.
Al fenicio le encantará rectificar, pero en Ibiza y en Baleares no hay desgracia que no nos afecte.
En principio, basta recordar tan solo la subida del IVA. Nuestra Comunidad es la que más impuestos paga por habitante y a la vez la que menos recibe. Ya solo falta que nos sangren las compañías marítimas, o que Park Control se lleve presuntamente la recaudación para cubrir otros agujeros de fuera de la isla. Hace bien el PP en denunciarlos por malversación de fondos. O que la empresa pública de ferias y congresos, Fecoef, deje un agujero de más de 286.000 euros de deuda. Alguien tendrá que responder de todo esto.
Y además, las autovías quedan a deber, no están terminadas y con graves deficiencias difícilmente subsanables. ¿Quién responde?
Así que el panorama comienza a estar claro, de tan negro. Muy oscuro.
En este trasfondo Tarrés presenta un órdago al PSOE-Mallorca: o me dais más dinero para mi isla o yo no vuelvo a presentarme. Hombre, después de tantos años de ayuntamiento y de Consell ¿no es un poco tarde pedir esto unos meses antes de las elecciones? ¿Quedará algún primo que crea una sola palabra sobre sus buenas intenciones? No me sorprendería que en Mallorca ni le contesten, soltando un suspiro de alivio. Pero Tarrés no dimitirá, consiga o no consiga más financiación: es un buen hombre para el partido, lo digo sin pensar ni siquiera en Ibiza Centro, y ha sido un presidente muy flojo para Ibiza.
Entre todos son una pandilla de ineptos, a saber a estas alturas si es por interés o es por pura incompetencia. Estamos terminando 2010 y el tema de los transportes marítimos, en especial las mercancías, sigue empantanado y condenando a las islas a una sangría de recursos que nos impide competir, vivir y viajar en igualdad de condiciones con el resto de los españoles.
La mercancía transportada en el puerto de Ibiza sube un 4% respecto al 2009, pero es que en aquel año ya era sensiblemente superior a cualquier variable imaginable.
¿Por qué sigue ocurriendo esto en España? Hay responsables y hay culpables y estos tienen que pagar el daño que llevan causando a las Pitiusas. No es ajeno el sistema técnico de embarque de contenedores y otras contingencias maquiavélicas que impiden la libre competencia. Todo esto tiene que saberse y explicarse y pedir responsabilidades a los culpables.
A esto hay que sumar, pues claro, no faltaba más, el precio de los billetes de Balearia a Formentera o a la península, carísimos.

sábado, noviembre 06, 2010

Las heridas de la tierra


Al fenicio le gusta el mar, pero adora las tierras interiores de la isla. Por eso ya no entiende por qué se sigue colonizando el interior con tantas casas dispersas. Esto tenía sentido en el siglo XV, pero hoy ya es insostenible.
Tenían un Plan Territorial a punto de aprobarse, pero al final se ha abortado la maniobra. Coitus interruptus del equipo de Tarrés.
El fenicio ve cercano el final, por un exceso de ambición y de codicia: la tierra de Ibiza siempre ha dado sabrosos frutos, y en los últimos 60 años las costas también han regalado muchos arcones de monedas de plata a todos los habitantes de Ibosim.
En las costas hemos lacrado cualquier espacio con una muralla demencial y en gran parte ilegal de hormigón y de ladrillos.
Ahora le va tocando al interior, con la extraña excusa de que hay que construir una casa para cada hijo y otros inventos. Sobrarán casas y no tardaremos mucho en verlo y no me refiero a las cinco mil casas y apartamentos que quedan vacíos en invierno.
Hemos pasado de recolectar los frutos de la tierra a la herida, a la destrucción. La herida de la tierra no es un acto aislado, viene encadenado con otros, como la extracción del agua potable. Hemos roto todas las reglas del fenicio superviviente y nos hemos quedado sin agua. Una tierra con las entrañas de agua salada pierde su aura. Todo es cuestión de tiempo, pero el proceso ya está desencadenado.
Ahora mismo se hace complejo saber a qué atenerse en materia de urbanismo. Solo que cuando los bancos sigan prestando provisiones, las grúas reiniciarán la irracional campaña de agotamiento de recursos y de espacios.
Los miembros de Eivissa pel Canvi están atónitos por la decisión de Tarrés de retirar la tramitación del Plan Territorial de Ibiza. A buen seguro que tendría muchas cosas mejorables susceptibles de modificación, pero la avalancha de quejas ha sido de gran magnitud, probablemente aventada y generada por el Partido Popular, al que le gusta tanto Ibiza que la quiere toda entera para ellos, para construirla y destruirla.
¿Recomenzar la redacción? Entonces se corre el peligro de que el próximo PTI lo redacten los populares y resulte tan expansionista que no lo reconozca ni la tieta de Serrat. El fenicio no sabe, no entiende ni ve salidas. Si no se construyera ni un apartamento más en los próximos 25 años, todavía seguirían sobrando con los que tenemos construidos hoy.
El fenicio se rasca la cabeza. No parece muy feliz ante la perspectiva.
Si hemos amurallado la costas, hemos agotado el agua potable –sustituida por la salada– y ahora vamos encementando el interior, quizás nos llegue el momento en que alguien tenga la ridícula pretensión de ver el paisaje rústico, vegetal, tradicional. Y tendrá que irse a Turquía, a los Balcanes o a las islas griegas. Me gusta terminar con un dato optimista: siempre nos quedarán las discotecas y las pastillitas.

miércoles, noviembre 03, 2010

Zafarrancho de combate


El fenicio ha visto esta situación antes y se rasca la cabeza, porque no saldrá nada en claro y lo que estaba oscuro hubiera salido de todos modos más pronto o más tarde. Estamos en disposición de zafarrancho de combate. Eso nadie lo duda, pero ¿combate contra quién?
Ahora ya es de todos contra todos.
El PP no ha necesitado de ningún estratega de alto mando para descubrir que, aventando las contradicciones del Plan Territorial de Ibiza (Formentera queda al margen), conseguirían abatir varias piezas de caza mayor, algunas de carambola.
Por una parte, cultivar el descontento de los pequeños propietarios –sabiendo que eso son el 99,9% en estas islas– afectados por los vacíos, fallos o contradicciones de todo proyecto de tal complejidad, era tanto como atizar las llamas contra los redactores y valedores del Plan. En primer lugar, contra Miquel Ramón, una de sus bestias negras.
Esto derivaría contra los políticos, léase Xico Tarrés, que se presentará ante los electores de Ibiza con un bagaje desolador y además con la isla sumida en una crisis profunda como no se recuerda en los últimos 110 años, a excepción de la década de los años 40, después de la guerra civil.
Alguien habrá con mejor documentación que yo para hacer una relación de los proyectos fallidos de Tarrés, que en definitiva han significado sumas considerables de auténtico derroche. Y siguen los efectos del tiro cruzado. Además del descontento popular, de la dimisión de Ramón y el desgaste insoportable de Tarrés, la propia coalición ecolo-comunista-socialista se va al garete.
Una coalición anti-natura que grosso modo ha fracasado en donde quiera que se haya intentado. No puede decirse que en el Mediterráneo no se hayan inventado extraños amigos de cama y enemigos de campo. Italia es el paradigma de las más estrambóticas combinaciones. Ibiza no quiso ser menos y se inventó una piña o grupúsculo ecologista (¿para gobernar con el PSOE o el PP? Eso es imposible), comunista, nacionalista y socialista (o lo que sea el partido socialista que sestea por estas islas).
Dejemos aparte el futuro del PSOE, de Tarrés y del PP, que esos acaban por apañarse de alguna manera.
Pero no podemos dejar aparte las consecuencias de la retirada del PTI (o del PTE) entre las filas de ExC (Eivissa pel Canvi), coalición que ya viene muy maltrecha por los previsibles enfrentamientos entre los catalanistas de ERC y los comunistas de Izquierda Unida. Podríamos decir que usan métodos demasiado parecidos, evitar el encontronazo es imposible a medio plazo.
Así que, mientras se intenta articular un nuevo partido bajo el férreo control del nacionalismo catalanista (por supuesto esto lo obvian o lo esconden), las hilachas deshechas del Gobierno de Tarrés esperan afrontar las próximas elecciones con ciertas esperanzas.
Ciertas son muy pocas si nos paramos a repasar el estado de la isla. Que cada cual piense en conciencia, sin dejarse influir por los nuevos salvadores de Ibiza.

sábado, octubre 30, 2010

Vender Ibiza de otra manera

Cuando en 1997 se liberalizaron los vuelos comerciales dejando paso a nuevas compañías de aviación, muchos vieron el cielo abierto, y nunca mejor dicho, para sus negocios de hostelería. Con la fuerza de los hechos se impusieron los vuelos de bajo coste y de forma simultánea se consolidaba la explosión de Internet.
La mayor parte de los hoteles siguieron trabajando con los paquetes turísticos vendidos por los mayoristas, pero muchos nos dimos cuenta –y lo dejamos escrito en el Diario de Ibiza– que «todo aquel que no se adapte al mercado libre, aprovechando los vuelos low cost y la contratación directa vía Internet quedará fuera del mercado». Era una fácil predicción, aunque observo que todavía quedan hoteles que queman hasta los últimos cartuchos con el turismo de agencias que nos mandan a chorro estos jovenzuelos atiborrados de todo lo que pillan.

Tomo noto de la queja de algunos profesionales de San Antonio que contratan ya directamente por Internet y que reivindican su status de hotelero de calidad, al margen de la barbarie británica alcohólica y drogada que nos mandan las agencias en otros hoteles que no se han adaptado. Se lamentan de que se les meta a todos en el mismo saco. Bien, anotado, período de observación positiva.
El 11 de octubre pasado, el Diario ofrecía en portada destacada en primer lugar: «Siete de cada diez turistas ya llegan a Ibiza en aerolíneas de bajo coste». Más del 76% de los viajeros que aterrizaron hasta agosto en el aeropuerto de las islas lo hicieron en este tipo de chárter.
Esto quiere decir que doce años después de aquel cambio de rumbo, Ibiza se ha adaptado probablemente sin mayor problema a una nueva forma de vender las plazas. Vendemos Ibiza de otra manera y usamos otros métodos.
Qué diferente resulta aquella Ibiza repleta de autobuses en fila india que iban recogiendo los turistas de todas las edades en el aeropuerto y los iban repartiendo en diferentes hoteles de las costas. Hoy el panorama ha cambiado, como lo ha hecho nuestro propio paisaje. Ahora son más jóvenes, visten casual, se las apañan como pueden por libre, usan el bus, el taxi y compran cuatro bolsas de bebida y comida en los supermercados. Una Ibiza casi radicalmente diferente en tan sólo una decena de años.
Quizás los únicos que no se han adaptado son los políticos, que debieran apartar sus torpes manos (no escribiré sucias, porque algún político honrado tiene que haber entre tanta corrupción) del negocio turístico. No lo harán, hay demasiado dinero y ellos quieren estar en las tajadas. Este tipo de turismo no busca museos ni galerías de arte. Tampoco moda de calidad. Las discotecas han estado atentas y han sabido atraerles con locales que parecen de los mejores del mundo. Me parece muy bien que Ibiza ofrezca casi en exclusiva este tipo de servicio, pero será prudente mantener una estrecha vigilancia en los horarios para romper la dinámica peligroso de consumos excesivos.
Por lo demás yo solo quería constatar esto: hemos adaptado nuestras ciento y pico de miles de plazas a un nuevo sistema de vender Ibiza.