miércoles, julio 29, 2015

Pero los hoteleros se están forrando

Casi como Ibiza en julio y agosto
El ocaso de los hoteleros, me arriesgué a titular la semana pasada. Pero no de la facturación, tendría que añadir hoy. En realidad, los hoteleros pitiusos se están forrando como nunca, en parte debido a esta anomalía demográfica y geopolítica que es la prolongada crisis de los países ribereños del Mediterráneo. Y la situación no lleva visos de solucionarse, antes al contrario: Turquía está cada vez peor, tanto en su dinámica social interna cuanto en sus relaciones siempre al límite con regiones con mayoría kurda, incluso con Siria y con Iraq. Turquía ya es un destino peligroso. Y Turquía era uno de los destinos deseados por el turismo ruso, aunque otras razones internas han mermado este mercado. Además el todo incluido, tras una indagación de urgencia, va mejor que nunca, en Ibiza y en Baleares.
Entonces ¿no es cierto que los hoteleros pierdan clientela? Claro que es cierto, casi la mitad de los clientes que hace diez años iban al hotel ahora vuelven a Ibiza pero ya se buscan la vida en otras partes. Los hoteleros llevaban varios años sin subir (incluso bajando) precios. Pero desde hace al menos cuatro se están poniendo las botas. Hay crisis, sí, en efecto, la hay, pero no en Ibiza y Formentera al menos durante tres meses. El resto del año sufrimos algo parecido a un invierno nuclear interminable, por mucho que se hayan revitalizado los permisos y nuevas licencias de obras. La llegada del Pacte III (este conglomerado de Podemos y de PSOE) influirá en esta cuestión, porque el PP llegó como un elefante en una cacharrería y si no dio carta blanca urbanística, bien lo parecía.
O sea, que existe crisis en el turismo nacional –que se lo digan a las agencias de viajes– pero no en Ibiza. Y los hoteleros ven como los clientes se les fugan a los apartamentos atiborrados, pero ellos siguen haciendo su agosto. Simplemente han subido precios, sin contemplaciones. Otra cosa es que estos precios se puedan mantener, pero en el turismo balear ya hace tiempo que vamos a salto de mata y al sálvese quien pueda. De acuerdo que estamos asistiendo a una revolución en el turismo: los hoteles lo están viendo y las agencias de viajes lo están viviendo en su propia piel.
El mes de junio ha sido muy flojo, el de julio ha sido malo y el de agosto está en el aire. Al margen de que hay nuevas modalidades de contratación (Internet, vuelos baratos, etc.), julio ha sido desastroso para las agencias, quizás debido a la intranquilidad creada por las elecciones. Pero yo creo que estamos viviendo una profunda revolución en el turismo. Lo iremos comentando. Una ventaja para el consumidor: se anuncian precios muy accesibles en el Caribe.

sábado, julio 25, 2015

El ocaso de los hoteles


Los fenómenos sociológicos transcurren ante los ojos de todos, pero mucha gente no los percibe, porque no puede, no quiere o no sabe. Pero los que hemos vivido la evolución del turismo desde 1960, no dejamos de sorprendernos por esta deserción de los turistas de los hoteles. Como si los últimos defensores de la cultura hotelera fueran los del ´todo incluido´, clientes fieles, más tranquilos y previsibles.
El turista de hotel se basa en la previsión. No se le puede hacer jugarretas, porque deja de volver y queda muy escarmentado: paga por unos servicios que conocía de antemano y tiene una especial fobia a las improvisaciones. El turista no viene a fregar platos ni a cocinar, viene a descansar y no le gusta que le sorprendan en exceso. Quiere lo comprado y que le dejen en paz, bebiendo su cerveza sentado en la piscina o cerca de la playa.
Para determinado tipo de hoteles, ya muy amortizados, el all inclusive es una modalidad rentable de la que nadie quiere desprenderse, mientras el mercado la solicite. Algunas instalaciones dan un servicio muy digno y bien cuidado.
¿Quién más puede ser cliente de un hotel? A excepción de los excéntricos millonarios que visitan Ibiza para una noche, no se me ocurre un tipo o un grupo especial. Por lo tanto vamos a hacernos la pregunta a la inversa: ¿Quién no va a los hoteles en esta Ibiza del siglo XXI?
Rápidamente todos nos haremos una lista de conocidos y amigos que consiguen alquilar su casa con un pequeño estanque convertido en piscina a unos precios muy excitantes.
Residentes extranjeros durante el invierno, de pronto alzan el vuelo con dos maletas repletas y se van a Chequia, Marruecos, o a su Alemania natal. Mientras ellos disfrutan el verano en una zona más fresquita y barata, su casa en Ibiza les dejará suficiente dinero para pasar el invierno holgadamente. Y sin tener que vigilar ni cobrar ni manipular las enojosas cuestiones prácticas diarias: una agencia se encargará de todo.
Cuando veíamos la proliferación de casitas dispersas por toda la isla en los años 70 nos quejábamos del destrozo ambiental. Ha sido muy superior a los esperado. Teníamos razón los conservacionistas y ahora no tiene remedio. Entonces solía ser siempre un ibicenco quien te decía que tenía derecho a hacerle una casita a cada hijo. Yo les contestaba siempre lo mismo que a los catalanes con su obsesivo derecho de autodeterminación: este derecho no existe.
Da igual, de seguir esta lógica el caso es que muchos ibicencos dispondrían de varias docenas de hijos cada uno. Ahora nos podemos comer los ladrillos. Los hoteles se van vaciando, la isla es ingobernable y los isleños somos cada vez más pobres y vivimos mucho peor.

miércoles, julio 22, 2015

Píldoras a la fresca


El turismo ha decaído un 60% en Túnez, desde el atentado del 26 de junio. Una catástrofe para el país que afectará a su estabilidad ¿A dónde creen que pueden haber ido parte de estos millones de turistas desertores?
Estas manchas verdes tan hermosas que salen en algunos puntos de las playas de Ibiza y Formentera no gustan nada a los alemanes. No van de algas verdes. Exacto, en los seis primeros meses de 2015, las llegadas de los escandinavos y los alemanes han vuelto a disminuir. Lo mismo: ¿a dónde han ido estos palomos lejos de las jornadas del orgullo gay?
La gente o el público prefiere la Ibiza improvisada y la fiesta en mezcolanza, quizás por esto no han tenido el éxito esperado muchos actos del Orgullo. Ibiza es mucha Ibiza. Y este es el secreto de la isla. Políticos incompetentes y chupones: dejad de programarnos la vida. La gente no os quiere cerca ni en pintura. Y no derrochéis nuestro dinero.
Ibiza se queda siempre con lo más extremo y basuriento de Valencia. Lo dicen incluso algunos periodistas y autores de libros valencianos, como el estudio sobre la ruta del bakalao. Lo expulsaron de Valencia, por su sangrienta senda de drogas, trifulcas y accidentes y acabó por refugiarse en Ibiza, por mucho que le cambien el nombre.
Echaron de Valencia con cajas destempladas al chillón ´Gandía Shore´. Como sería que hasta chirriaba en Valencia, donde viven del trueno, el ruido y la fanfarria desatada. Pues nada. No quisieron seguir patrocinando el Gandía Shore de los cuions. Encima le rebautizan como ´Ibiza Shore´. No tomen el nombre de Ibiza en vano. Váyanse.
La pregunta es ¿por qué tiene que ser Ibiza el último reducto de la chusma, los adictos a la droga desmadrada, las broncas callejeras y de estos programas, auténticos compendios de telebasura? ¿Por qué? Cui prodest.
Los ibicencos tenemos poder, pero no nos unimos. ¿Vamos a echarles de aquí? Váyanse al infierno o vayan a Argelia a grabar sus orgías plastificadas y sin talento. En Ibiza las tenemos mucho más auténticas y con categoría desde los años 70.
Encima vienen a rodar en julio y agosto, como la parada del orgullo gay. Si tanto aman a Ibiza ¿no les importaría venir a grabar sus desvaríos en enero, febrero y marzo? ¿La consejería de Turismo va tomando nota de estos detalles o solo han venido aquí a tomarnos el pelo, a forrarse y a dormir?
Sí, ya lo sé: la semanita del orgullo gay la organizó el PP. Encima los gays habrán votado todos a Podemos. Así le ha ido al PP.

sábado, julio 18, 2015

A tope, gripamos los motores

Es obvio que no podemos impedir la circulación a nadie. En principio. Como es obvio que la carga humana en los dos meses de estío es abrumadora y obliga a toda la isla entera a trabajar bajo una presión para la que no está diseñada ni por supuesto preparada. Incluso, de estarlo, el desgaste y el envejecimiento han dejado obsoletas las depuradoras, las desalinizadoras y otras instalaciones. Son grandes infraestructuras que exigen una planificación en fase de proyecto que puede durar varios años y otros tantos su ejecución.
Las islas necesitan equiparse urgentemente para recibir un contingente de unos dos millones de turistas, no digamos ya este regalo que nos manda Alá, de casi otro millón de rebotados de los países del Magreb y del Oriente Próximo. Que en mala hora ha sido, pues nos ha pillado con todas las carencias y todas las contradicciones en plena ebullición. Ha sido, es, un regalo envenenado como ya se está demostrando de una forma casi sangrante, a cuchilladas y a tiros. 
La situación se reviste de fiesta y purpurina, de papel cuché y programas lúbricos en las televisiones guarras de media Europa, pero la situación de Ibiza es peligrosa y extrema. Necesitamos ayuda, dije hace poco. Mucha ayuda y de forma urgente y no me refiero a los militares vestidos de negro apagafuegos ni a los buques cisterna con agua del Ebro, aunque es probable que antes de septiembre ambos hagan acto de presencia. Me refiero a sembrar la isla con un plan integral donde se cubran todas las urgencias, ya que no podemos pensar ahora mismo en lo importante, pues nadie parece decidido a pensar en Ibiza a plazo más largo que unas simples elecciones. 
En Mallorca se quejan de lo mismo, incluso veo que el conseller Biel Barceló se hace eco de mi vieja idea de los numerus clausus para limitar el turismo, pero claro yo lo digo como una licencia literaria, casi un rezo, o un desideratum pero no como un programa de planificación turística.
El año pasado visitaron nuestra provincia 13.580.000 turistas, 580.000 más que en 2013. Por azares del destino, en 2015 llegaremos a los quince millones y la pobre Ibiza llegará a sobrepasar los tres millones, si no me equivoco. El hecho es que todo está reventando, tot se bota foc, Ibiza arde a la menor de cambio, el agua es puro veneno, las carreteras están bloqueadas y los precios injustificadamente por las nubes. 
No pido que llores por Ibiza, pido una movilización para parchear las urgencias y un cambio de actitud en los podemitas-socialistas para trabajar fuerte desde el otoño. Y sin ocurrencias ni chiquilladas. Comprendo que quizás es mucho pedir, pero yo confío en ellos, porque no tenemos a nadie más por ahora.

miércoles, julio 15, 2015

Ay, el peso de la púrpura

Los honderos de Baleares en tiempos fenicios eran sabios y tenían ciertas manías que hoy, a decir verdad, ya hemos desterrado: no querían cobrar nunca con dinero, o sea, con metales preciosos. La razón es muy sencilla: si introducían bienes exquisitos en Ibiza podían levantar la codicia de los vecinos. Esto de atesorar bienes siempre ha sido una imprudencia y si no, que se lo digan a aquellos pobres moros piratas que guardaban un fabuloso tesoro en joyas y en oro en una de las profundas galerías de sa Cova des Fum, en la Mola de Fomentera. Se enteró el vikingo Sigurd y se los cepilló, después de asaetarles y asfixiarles mediante una hoguera encendida en la boca de la caverna.
Al rey Ptolomeo de Mauritania le costó la vida presumir con su capa púrpura (seguramente elaborada en Ibiza) frente a Calígula. Ptolomeo fue el último rey de este vasto territorio al oeste de Argelia. De ahí deriva la palabra Mauros (Mauritania), es decir, moros. Una palabra correctísima y muy antigua que hoy nos quiere prohibir la idiota ideología de la corrección política.
Por supuesto que los honderos cobraban por sus arriesgados servicios de élite, pero en bienes fungibles: comida, música, bebida y mujeres. Por supuesto que Calígula libró a Ptolomeo del peso de la púrpura, pero él también palmó pocos después.
Ahora Ibiza está soportando el encorsetado peso de la púrpura. Todas las conjunciones astrales se han combinado para conducirnos al desastre definitivo, pero no privándonos de los turistas, sino enviándonos demasiados. Lo que los críticos americanos llaman morir de éxito. Una trampa mortal. Nos han introducido demasiado oro en nuestras cuevas y acabaremos en manos de los vikingos o en manos peores.
La isla no aguanta tanto peso, nos hemos quedado sin agua, los bosques lo han invadido todo y llaman al fuego. Nuestras depuradoras, carreteras y desaladoras no dan abasto. Mientras estábamos disfrutando de los turistas prestados por Mauritania, Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Egipto, Israel, Jordania, Siria y Turquía, ocurre el fenómeno Syriza en una Grecia que recibía 15 millones de turistas, ´corralito´ y referéndum que ha propiciado millones de cancelaciones turísticas. Ibiza y Formentera están que revientan por todas partes. Pero nadie ha aflojado en su ´todo incluido´, en sus alquileres ilegales, discotecas 7/24. Quizás lo único que hemos hecho bien en los últimos años ha sido nombrar a una bombera como vicepresidenta del Consell. Ahora solo nos queda deshacernos del peso de la púrpura cuanto antes.

sábado, julio 11, 2015

Nos cuestan 4,7 millones al año

Caramba con la entrada de verano. Habrá que ir con cuidado pues todas las noticias son abrumadoramente positivas. Esto puede levantar la envidia y podemos sufrir sus embates, cuando sabemos que muchos desean nuestra suerte. En lo interior, no alterarán nuestro pulso ni los accidentes sangrientos, los incendios ni la sobreocupación que se avecina.
Somos más chulos que un ocho y podemos permitirnos cambiar de gobierno el día 1 de julio, por decir algo. En plena temporada. Con calma, esta calma que a Vicente Serra y su equipo le ha durado 4 años que a algunos se les han hecho interminables. Ir, volver, comer, dormir y cobrar: en total, nuestros políticos pitiusos nos cuestan 4,7 millones de euros cada año, casi rozando los 800 millones de pesetas. En un año.
Claro, lógico, después no hay dinero para servicios, mantenimiento ni inversiones, o eso van diciendo. Quedé de piedra cuando supe esa cifra, pero los políticos han mantenido el pulso, impasible el ademán. Repito: Los cargos públicos y de confianza de las Pitiusas cuestan 4,7 millones al año, sumando el Consell de Ibiza y de Formentera y los 5 ayuntamientos, que suman «126 políticos que cuentan con una treintena de puestos de confianza cuyos sueldos superan el millón anual. El Consell de Ibiza gasta cada año un millón en pagar a 16 políticos y nueve asesores y directivos» (Diario de Ibiza, 14 de octubre 2012). ¿Qué les parece?
Recuerdo estas cifras en un momento muy concreto. En el Consell ha entrado un nuevo pacto de izquierdas, ahora formado por el PSOE y Podemos/Ganemos o algo así. Sabemos en nuestra corta historia autonómica que cada vez que han entrado ellos han dejado las arcas con telarañas.
Por suerte, los voluntariosos miembros de Podemos han mostrado en campaña una enérgica protesta por los altos sueldos de los políticos de la casta (PP-PSOE-IU-Nacionalistas-Sindicatos). Estoy de acuerdo con ellos, no solo podrían rebajarse el sueldo, sino que deberíamos reducir drásticamente la cantidad de asesores y cargos contratados por puro capricho personal.
No confío en que el PP haga oposición, no fuera el caso que pudiera herniarse algún miembro, pero sí confío en los compañeros de prensa. Recordad la matrícula de un coche en fuga marca Gasto Desbocado: 4,7 millones al año. Sabiendo esto, vamos a ver si es lo mismo predicar que dar trigo.

miércoles, julio 08, 2015

Fuegos

Fuego por todas partes. Fuego arriba con un sol que aplasta cualquier encanto del maquillaje, nos multiplica los kilos y nos deshincha y deshidrata en cuestión de minutos. El otro día cayó un gorrión en mi balcón, jadeante en su agonía. Los vencejos salen al atardecer para limpiarme la zona de mosquitos y las tórtolas solo regresan ahora emparejadas y cuando el sol se tranquiliza, a las diez de la noche. Sofoco.

Los tomates se me deshidratan. Cae un sol de mil demonios, directo al cráneo para acabar de hervirte las pocas ideas que quedaban y encima multiplicado por una calima que ha llegado de África y que ha quedado atrapada en una bolsa que resiste cualquier borrasca refrescante.
Hasta los alemanes han recibido el sol machacador y esto me hace muy feliz. Que se jodan, como los griegos, italianos o españoles. Fuegos por todas partes, y por si no hubiera sido bastante la sesión irradiadora diurna, las muchachada prepara en toda España y gran parte del mundo los montones de leña y de muebles viejos para quemarlos por San Juan. Creen los catalanistas que los fuegos solo se concelebran en Baleares, Valencia y Cataluña. Quizás por esto proponen fijar la fecha como día de celebración de lo que ellos llaman los países catalanes, algo que no ha existido ni existirá nunca, como no sea en su adoctrinada imaginación.
Fuego en el bosque. Al principio solo son escaramuzas y hostigamientos para que los bomberos calienten (uy, no, preparen) los músculos y pongan las bujías a las máquinas. Pero este verano habrá de todo y el fuego ha vuelto a pegar donde por ley natural tiene que desencadenarse: San Juan, es Amunts. No será el último.
Fuegos en el mar, donde se incendian estas lanchas menopáusicas y donde la Guardia Civil tiene orden de patrullar con los ojos bien abiertos. No solo se trata de pescar a estos franceses delincuentes que llevan sesenta años expoliando los fondos pitiusos (franceses y de otras nacionalidades), sino de controlar los armatostes de lujo que arrancan la posidonia. O de vigilar cualquier lancha sospechosa conducida por un solo lobo solitario. Un solo lobo solitario que puede venir de Argelia, por ejemplo. Fuegos y encima en julio, los que se les vienen encima a los nuevos ayuntamientos y consejos insulares. Suerte y no separarse de la manguera en todo el día.

sábado, julio 04, 2015

Llegan en lancha y


Otro sistema de entrada de yihadistas puede ser camuflados en una patera de inmigrantes ilegales
Llegó tranquilamente con una lancha y un kalashnikov a la playa de Susa, Túnez. Bajó, pisó la arena y empezó a buscar turistas, con calma, selectivamente. No disparaba al azar, sino sabiendo muy bien que se llevaba por delante a algún europeo, mientras los empleados tunecinos lo miraban extrañados y es de suponer, paralizados por el terror. Aquel pajarito de 23 años, atiborrado de anfetas no era ningún Rambo, de hecho es una piltrafa humana que probablemente no hubiera tenido redaños de enfrentarse a otro tirador armado, pero pasó algunas jornadas en Libia -territorio comanche donde los haya- y se familiarizó al menos con el fusil ametrallador ruso, que es un arma letal. Mató a 38 turistas.

No perderé el tiempo juzgando la ineptitud de la policía tunecina. La policía española es excelente, la guardia civil tiene un prestigio internacional en su lucha contra el terrorismo. Y aun así se han columpiado no pocas veces: aparte de miles de heridos, de españoles con desórdenes mentales de por vida, los criminales han dejado 858 asesinatos, de los cuales más de 300 todavía no han sido esclarecidos.

Que la policía de Túnez actúe tarde, mal y descompensadamente es algo que ellos mismos pagarán: necesitan el dinero del turismo con urgencia y apenas comienza la temporada han quedado todos los hoteles vacíos. Pero Túnez es un Estado con muchos enemigos y es muy posible que después de las jornadas de insurrección de 2011, las fuerzas de seguridad hay sufrido profundas bajas en su organigrama. Lo supongo, porque no lo sé.
La policía española sí ha sacado una lección: puede llegar a las costas de la Península o de las Baleares una lancha tripulada por un lobo solitario, acercarse a la arena de cualquier playa y comenzar la escabechina.

La irrupción de lanchas que se saltan el sistema de vigilancia marítima SIVE no es habitual. La criba es eficaz, pero no es perfecta. Hace unos días llegó a una playa de Cádiz una lancha cargada de hachís, a plena luz del día. Sin ir más lejos, a Mallorca han llegado pateras cargadas de moros y de subsaharianos. Y lo que es más difícil, incluso a Cabrera, como ocurrió el año pasado con once jóvenes argelinos.

En mi artículo 'Ibiza devolvió el helicóptero aArgelia' (día 2 de julio del año pasado) yo recordaba la aventura del oficial del ejército argelino que desertó y llegó a nuestra isla.

Pocas bromas con las lanchas inesperados. Estamos muy cerca de un universo revuelto y en plena guerra. Nuestros sistemas de protección no son infalibles, por mucho que trabajemos la prevención. Y si nos mandan millones de sus turistas también pueden mandarnos algún yihadista drogado con sed de sangre. Bueno es saber que puede ser neutralizado antes de llegar por nuestros corsarios cruzados.

Diario de Ibiza

miércoles, julio 01, 2015

El islamismo ya está dentro



Las fuerzas de seguridad revisan la arena.... después del atentado. Su papel en la prevención del terrorismo ha sido severamente criticado
El islamismo ya está en pleno corazón de Europa y está en España en forma de miembros o células durmientes y desde luego silentes. No es un secreto. Durante la mañana del viernes 27 de junio, en pleno Ramadán, suceden dos episodios extremos que nos recuerdan la indiscutida fragilidad de nuestra vida y de nuestro trabajo. Por la mañana, una fuerte explosión en una fábrica de productos químicos ofrece un balance de un decapitado y varios heridos. La cabeza aserrada parece la del jefe del trabajo de uno de los terroristas y ha sido trasladada a la zona y envuelta en una bandera con inscripciones y frases en árabe.
Francia está muy preparada para lidiar con el islamismo, pero el desafío es portentoso: los musulmanes han procreado de una manera imparable desde que en los años sesenta y setenta muchos argelinos (y otros colonos pieds noirs) se refugiaron en Francia para huir de la venganza implacable de sus congéneres en Argelia, donde se vivía una sangrienta guerra civil. Al menos tres generaciones de moros –aparte de los numerosos musulmanes de otras procedencias, como Siria, Líbano, Pakistán, Irán, etc.– han prosperado y en general han aceptado la República laica de Francia como un regalo ventajoso. Pero otros muchos no y entre ellos está la última hornada de moros que apenas ha entrado en una escuela en toda su vida. Esto es pura dinamita. El mismo viernes ocurría algo terrible en el Mediterráneo francófono. Otro ataque al turismo en Túnez, después del multitudinario del mes de marzo en el museo de El Bardo, donde fallecieron varios españoles. Desde aquel hito, el turismo quedó muy tocado de ala, pero aun así, las bellezas de Túnez y los precios imbatibles por lo bajos, han mantenido buenas ocupaciones en los hoteles construidos como en la Platja d´en Bossa, en la línea de playa, casi sobre la arena.
El grupo Riu es de los más rentables de España. Todo iba viento en popa. Nada hacía presagiar que resurgiría en plena paz mediterránea el sonido seco y mortal de los fusiles kalashnikov, como así ha sido. Han abierto fuego contra la gente en el hotel Soviva y en el del lado, de la cadena mallorquina Riu, el Imperial Marhaba. Una masacre. Hamacas y piscina sumidas en un caos de sangre entre los turistas alemanes, belgas y británicos (en el hotel no se alojaban españoles).
Los turistas europeos han huido en estampida de las bellas arenas de Túnez. Estos negros acontecimientos favorecen el turismo en Baleares, donde ofrecemos una frondosa gama de hoteles con el ´todo incluido´. Pero nunca debemos olvidar que son turistas prestados. Estos años de euforia no han de servir de coartada a políticos mentirosos: la crisis en España es espantosa y la ocupación turística es un espejismo. Somos muy guapos, pero sabemos por qué vienen tantos turistas a Baleares. Y no lo olvidamos. Como no olvidamos nuestra fragilidad y una alta exposición al riesgo.