sábado, octubre 29, 2016

Islam en Ibiza: demasiados casos aislados

El islam es otra cultura, con un peculiar sentido de la justicia y de las relaciones humanas. Los hombres sentados, las mujeres también.

Es un caso aislado” dice mi amigo, el imán ibicenco musulmán Salahuddin Costa. Bueno, depende. ¿Cuándo la incidencia cuantitativa de un fenómeno nos permite calificarlo de singularidad, rareza o de caso aislado? En realidad sería más ajustado si hubiera dicho: “Esto también es el Islam”, al que en Ibiza no solo conocemos por las fotos del presidente Vicent Torres y el alcalde Ruiz en la celebración del Ramadán.
Al menos en Ibiza, no es solo esto, pero también es esto y me parece una situación altamente preocupante, casi tanto como el vertiginoso aumento de musulmanes en la isla.

Han sido los musulmanes (radicales y traficantes en estos casos) los que nos han publicitado la isla al menos en tres acontecimientos aciagos. De modo que su conducta no obedece a un caso aislado. Por supuesto, voy a obviar las rencillas, peleas, exigencias y otros roces de menor calado.
Y para evitar polémicas, que no me apetecen, voy a enumerarlos y a documentarlos.

El primero. Los terribles atentados masivos terroristas del 11M de 20014 descubrieron una compleja trama de marroquíes y otros actores muy activos. A raíz de estos tristes hechos, algunos magrebíes se relacionaron con asunto tan sangriento y oscuro. Sobre todo Jamal Ahmidan, apodado 'El Chino'. Por esta causa supimos que se dedicaban a la noble profesión del tráfico de drogas. El Diario de la época y posteriores viene atiborrado.


En el anterior enlace CAT hace esta afirmación, en 2012:
«En Sant Antoni hay un germen peligroso que no podemos dejar de tener en cuenta y que los propios terroristas del 11-M ya vieron, porque, si consideraron que aquí había elementos predispuestos a la captación, es por algo», asegura un policía “.

Repito, hay mucha información. Como la hay para el el segundo 'caso aislado': el del salvaje atentado contra una docena de transeúntes en San Antonio. Salió en la prensa de todo el mundo. El día 24 de febrero 2011, a pleno día, Mahamed E.B, un marroquí de 41 años, salió a la calle dispuesto a cometer una masacre y lo consiguió. Con un cuchillo y una maza iba apuñalando a todo aquel que salía a su paso; mató a una persona, hubo otros siete heridos hospitalizados y cuatro afectados más. Un atentado islámico de manual: matar infieles y después sacrificarse, para ir a su cielo, donde le recibirán 70 huríes vírgenes y donde mana la leche y la miel.


Y el tercero, la detención de los dos supuestos yihadistas, imanes y profesores, profesión delicada por razones obvias.


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El Salafismo se adueña de Europa: Aunque este video está lleno de errores y tópicos, sirve como ejemplo para ver su presencia y activismo violento.



miércoles, octubre 26, 2016

Setas (del supermercado)

Las playas de la costa turquesa de Turquía volverán a ser un duro competidor para Ibiza
En otoño se nos amontonan los temas a quienes comentamos la actualidad. Así al fenicio, que estaba distraído disfrutando de los ocres, dorados y colores encendidos de las hojas caducas. O de las lluvias. O de las setas (del supermercado).Pero no puede ser. Y llega la actualidad y el pobre fenicio se rasca la cabeza bajo la boina porque las cosas no le cuadran. De modo que a los placeres del otoño se suman los requiebros de nuestras islas azotadas.
Cuando miramos los efectos del verano con mirada retrospectiva, respiramos aliviados, pero si los analizamos selectivamente, siempre hay algo que nos sorprende, no por imprevisto, sino por confirmado. Como estas riadas de vehículos que inundan algunas zonas bajas de nuestras costas. Aun sabiéndolo, nos sigue impresionando la presión mecánica sobre las dunas, las playas y las costas.
Que una islita como Formentera (hay fincas en La Mancha o Extremadura que doblan su extensión) haya contabilizado más de 221.000 vehículos en el Parque Natural de ses Salines no deja de admirarnos. Con estupor, a veces pánico, pero nos despierta cierta perplejidad. Casi un cuarto de millón. Imaginen el desgaste que significa el trajín de coches, combustible, comida, agua para dar servicio a esta marabunta.
Este invierno estaremos animados con las quejas del personal. No servirán absolutamente para nada, eso sí, nos sentiremos mejor con nuestra conciencia. Pero si miramos a un horizonte más lejano, sabemos que la solución no está en el Govern ni en los consells. Está en la recuperación de las maravillosas zonas turísticas turcas, egipcias, marroquíes (también muy deterioradas hoy), es decir, cuando Estados Unidos y Rusia decidan qué zona de la tarta se queda cada cual.
Con el beneplácito de Turquía que ansía zamparse un buen pedazo de la antigua Irak. Es aventurado hablar de fechas, pero si no está apaciguado antes de tres años, ya no sé qué pensar. No olvidemos que Irán y Arabia, enemigos acérrimos, están dirimiendo sus eternas batallas subterráneas en Próximo y Medio Oriente. Ibiza no pinta nada. Solo recoger la morterada mientras se pueda y esconder la cabeza bajo el ala en invierno. Sobre esto, me temo que ya está activado un efecto disuasorio de los turistas, que se van cada vez más descontentos del archipiélago balear, aunque no se divulgue. Pero los problemas enquistados tienen que resolverse a nivel local y me temo que el Govern balear no está dando la talla.

sábado, octubre 22, 2016

Momentazos


Momentazo en coche: Este verano el Consell Insular de Ibiza caza un 172% más de intrusos en el transporte, lo cual confirma definitivamente la voluntad cinegética de nuestros gobernantes. Después de la sangrienta y vergonzosa campaña en la matanza de cabras en es Vedrà, ahora se dedican a apuntar a los camioneros ¿o no? No, los intrusos en el transporte son los taxistas pirata, que de todas formas siguen ejerciendo su labor ya casi imprescindible de manera libérrima y adlib.
Si son vehículos de empresas de alquiler legalmente constituidas no entiendo como el Consell no articula algún modo de licencia temporal y legal. Con los datos pertinentes del conductor. Esto sin descartar que entre en el mercado pitiuso el servicio de plataformas como Uber, BlablaCar, Cabify, Hailo, MyTaxi y otras parecidas, con una base legal que las haga inmunes a la persecución del Consell de Ibiza o de la policía local.
Momentazo médico: El Hospital Can Misses reduce un 24% la lista de espera de consultas, pero aumenta la demora en especialidades. O sea, han trasladado a los pacientes impacientes de una lista de espera a otra: 4.560, nada menos. O como decía Woody Allen: «En mi casa mando yo, pero mi mujer toma las decisiones».
Momentazo para la foto: El Consell y los ayuntamientos de la isla lanzan una plataforma para apoyar las iniciativas que sirvan para trasformar el turismo. Le llaman Eivissa (y no Ibiza) Creativa. Bueno, el nombre es lo de menos, pero mal empieza cuando no aprovecha el potencial de nuestra universal marca ´Ibiza´.
Dice ser una apuesta de todas las instituciones de la isla para impulsar el turismo «experiencial y creativo». Cuando vean el uso de estos tecnicismo inútiles, desconfíen del producto.
Momentazo para la poesía: ¿Qué es el turismo creativo? Para mí, el más creativo de todos ha sido el de los taxistas piratas, que han llenado un vacío, cumplen una función social, evitan accidentes y cubren una demanda, mientras hacen el turista. Serán lo que sean, pero creativos lo son.
¿Qué es el turismo 'experiencial'? Aquí ya me pierdo. Conozco un poco la poesía de la experiencia y por la isla venía uno de sus más preclaros representantes, Ángel González, entre otros nacidos en torno a 1925. Pero de ahí no paso.
En fin. Lo único que ayudaría a una empresa o a un emprendedor no lo hacen: rebajar al mínimo el papeleo y el pago de seguros, cuotas y puñetas al principio de la actividad.
Y es que ya saben, cuando el diablo no tiene nada que hacer, con el rabo mata moscas.

miércoles, octubre 19, 2016

Los pícaros intoxicados


Los españoles somos famosos por nuestra picaresca, no en vano hemos dado a luz varios clásicos literarios sobre el género. Pero no somos los únicos: los ingleses no nos van a la zaga. Basta deleitarse con ´Los cuentos de Canterbury´ (la obra o la película) de Chaucer, de finales del siglo XIV, que recuerda el ´Decameron´ de Boccaccio, otro clásico donde el ingenio de los protagonistas les salva de situaciones críticas o desesperadas. Pero centrémonos en los británicos, que son nuestros principales vacacionistas en las Pitiusas, por ello, un autor más reciente como Charles Dickens nos corrobora lo enunciado: les gusta la picaresca y la practican a la menor ocasión. Son dados a encontrar el lado oportunista y cómico de la existencia. Como los españoles.
En Ibiza se contaban algunos en los años 80. Por ejemplo, la denuncia por violación ante la Guardia Civil, no fuera a haber sorpresas en casa unos meses después. Mucho más común era denunciar la sustracción (no la pérdida) de la cámara fotográfica y con la copia de la denuncia al regreso exigían cobrar al seguro. Imagino que ahora se repite la maniobra con los smartphones, aunque me temo que las aseguradoras ya no tragan fácilmente estos trucos. El caso es que acabo de detectar otra estafa, no puede llamarse de otra forma. La llevan a cabo los británicos a su regreso al denunciar que han sufrido una intoxicación alimentaria en el hotel del ´todo incluido´ (razón de más para eliminar esta modalidad de contrato de la faz de las tierras de las Pitiusas). Les basta con guardar el resguardo de compra de unas medicinas sin receta en la farmacia española. Los abogados hacen el resto.
Se anuncian abiertamente en las redes sociales, incitando a vengarse de aquel bufet del hotel. Presentan el caso ante los operadores turísticos más importantes, en la jurisdicción de los tribunales británicos, o sea, con la total indefensión de los hoteles españoles. Una cláusula entre el hotel y el operador establece que en estos casos el responsable será el primero. Los operadores quedan a salvo y cuando saldan la liquidación, descuentan las indemnizaciones a que haya habido lugar. No crean que esto es fruto de mi imaginación. La Federación Hotelera de Mallorca ya ha alertado de ello. Otras zonas turísticas españolas sufren el mismo azote: Benidorm, varias islas canarias. La solución es fácil: cambiar la cláusula en el contrato y en ello están. Obligado es decir que las intoxicaciones existen, al menos en Ibiza, pero no son de comida precisamente.

sábado, octubre 15, 2016

Vivir en la queja permanente


Normalmente los ibicencos somos tímidos, casi demasiado. Miles de años de autarquía familiar y de dispersión campesina han moldeado nuestra forma de pensar y tendemos a cultivar nuestra individualismo, como si estuviéramos obligados a saber de todo para resolver cualquier imprevisto. Y en esto somos buenos. No se lo tomen a broma. Estas cosas condicionan el carácter individual y a la larga la idiosincrasia colectiva. Los pitiusos hemos caído de la Edad Antigua de los fenicios y de los romanos al siglo XX (hablo de 1955 en adelante), donde no se premia la individualidad, sino la organización y el conocimiento expandido, avanzado, colectivo, universal. Y en esto ya no somos tan buenos.
Es cierto que en el siglo XXI ha emergido una nueva generación que tiene poco que ver con los pioneros ibicencos y formenterenses que, a partir de los años cincuenta, levantaron el emporio turístico que hoy es codiciado y envidiado en todo el mundo. A esto se suma la llegada incesante de nuevos inmigrantes, que se suman a los hijos y los nietos de los que vinieron a Ibiza el siglo anterior. Todo unido, forma un nuevo magma social muy efervescente, aunque están por verse los resultados. Quizás se piensa que estar un mes en la isla ya otorga estatus de ibicenco. Ni de lejos. Hay mucha cursilería y seguidismo fashion que a nada conducen. Pero es cierto que Ibiza está muy lejos de aquellos 40.000 habitantes de mediados de los años Sesenta. Hay tres veces más y de composición muy diferente. Y todos juntos, una vez transcurridos los meses de pesadilla del verano, nos encontramos en una Ibiza llena de dificultades, contradicciones y barreras.
Los medios de expresión hoy en día ya no se reducen a uno o dos diarios impresos, unas emisoras de radio y una televisión que pocos miran por su desapego y falta de calidad. La gente puede expresarse sin moverse de la silla. Para bien o para mal, muchos ibicencos han perdido los temores a expresarse y lo hacen en las redes sociales: Twitter, Facebook, Instagram, Linkedin y otros son una ventana demasiado tentadora como para no utilizarla.
Los enormes problemas que acucian a Ibiza y Formentera y estas redes abiertas a la expresión sin más límite que el Código Penal, han inaugurado una etapa que será duradera y acarreará consecuencias. Como suele ser habitual, los políticos no se han enterado. La mayoría sigue tomando el pelo a los contribuyentes, pero cada vez les será más difícil esquivar sus responsabilidades. Y el peor error de todos sería ignorar esta queja permanente.

miércoles, octubre 12, 2016

Lluvias, impuestos y mosquitos



Llegó la primera embestida fuerte de lluvias, aunque días antes ya había soltado un manguerazo en San Antonio. No parece que haya causado muchos daños y más sabiendo que las infraestructuras estaban muy resentidas de un verano donde han sido forzadas a tope. Por supuesto, con las preceptivas inundaciones de rigor, que están incluidas en el programa y forman parte de nuestro patrimonio cultural reciente. Seguirán más lluvias, ahora ya más remansadas. Las Pitiusas tienen sed. La primera acometida suele venir decorada con efectos teatrales de rayos, truenos, y otros fenómenos marítimos inabordables. Que caigan ahora las aguas bonitas y alimenten la tierra reseca de esta isla violentada en todos los sentidos, aunque por desgracia las previsiones que he consultado nos auguran un otoño muy seco. Puede.
Como ya dije, el Pacto está cavilando subir la ecotasa e implantar impuestos nuevos. Sobre todo, capitaneados por exigencia de los catalanistas de Més y por Podemos, este engendro que venía a regenerar a la casta. En su mayoría son comunistas: quieren el dinero de la gente para colocar a más de los suyos. Y que todo el derroche actual se vea multiplicado, pero siempre en manos del Estado. Es justo lo contrario de lo que debemos hacer. Echar a politicastros, cargos políticos, empleados públicos y enchufados. Erradicar contundentemente el gasto político improductivo, tanto si va a embajadas, monsergas identitarias, como a observatorios y plataformas y bajar impuestos. Menos mal que Bruselas (vía Montoro) sujeta un poco el trecho y el techo de gasto (léase despilfarro).
La consejería de Medio Ambiente del Consell de Ibiza se rinde: no hay manera de erradicar la proliferación del enojoso mosquito tigre, como de las culebras. Han venido para quedarse y exigen papeles. En Ibiza no medran los animales ponzoñosos, nos dijeron, ja. Nos podemos consolar sabiendo que este molesto visitante ya está instalado en todas las provincias españolas mediterráneas y en Baleares. Parece que le gusta estar cerca del mar, o puede que sea que por mar llegó. Que se vaya expandiendo por el resto de España y Portugal solo es cuestión de tiempo, poco tiempo.
Fue detectado por primera vez en 2004, en Cataluña. En doce años ha tomado posesión de plaza en la España más rica y turística. ¿De qué nos serviría destruirlo en Ibiza si al cabo de unos pocos meses volvería a entrar en algún contenedor de carga o simplemente en el interior de un vehículo? Mejor es aprender a tomar medidas higiénicas para no facilitarle la reproducción.

sábado, octubre 08, 2016

Cavilan imponer más impuestos en Baleares


Caiga la lluvia o abrase el sol otoñal podemos sentirnos felices de seguir vivos. Arriba estos ánimos. La estación más hermosa del año, con sus frutos dorados y sus hojas encendidas nos auguran un invierno recogido y satisfactorio. Creo que los políticos espesos y municipales se han dado cuenta de nuestros múltiples desfases en infraestructuras y servicios; otra cosa es que sigan siempre hurgando en los mismos sitios, en vez de arreglar, parchear o mejorar zonas urbanas menos céntricas. O que gasten como condenados. Obsesos del derroche. 
Por ello no me ha extrañado que en Mallorca -donde habita el Govern contra las Pitiüses, al menos en estos últimos tiempos- ya están cavilando un nuevo atraco en forma de dos subidas de impuestos ecológicos. Bajo la coartada de la ecología se están perpetrando leyes casi requisitorias, la peor de todas la ecotasa, que pagamos todos, turistas o no, cuando contratamos una habitación en un establecimiento hotelero. Al parecer no les basta y pretenden aprobar -están en fase de estudio, o sea, estudian las reacciones de la ciudadanía- dos nuevas estocadas: una para gravar los gases contaminantes. 
Supongo que no se refiere a los pedos de vaca, sino a los gases emitidos por vehículos de tracción mecánica, o sea, todos, porque lo admitamos o no, todos los gases contaminan. El segundo es a la instalación de tendidos eléctricos. Los tres impuestos repercuten al consumidor final, a los ya empobrecidos contribuyentes baleáricos. No les alcanza el dinero con el actual derroche, necesitan más dinero y lo buscan como locos en los bolsillos de los isleños y de los turistas. Al parecer, el Govern se ve obligado a aceptar las presiones de Més (el antiguo PSM, pero les daba vergüenza usar el nombre de siempre. Y además otros catalanistas radicales). Por supuesto, Podemos se ha sumado a la orgía del expolio. No se pierden una. Hay quien plantea otra opción: subir la ecotasa. Al final ¿harán las dos cosas? No me extrañaría.
Se dirá usted ¿y ellos pueden gastarse todo cuánto quieran a pesar de las directrices de Montoro? Por supuesto que no, todos tienen unos límites precisos de endeudamiento. Pero Francina Armengol, que va de fracaso en fracaso, tiene que sufrir las exigencias de este pacto nefasto y no tiene muy claro el futuro inmediato. Aparte de que a ella le va la marcha, como a todo socialista, siguiendo la norma suprema del clásico: el socialismo dura lo que dura el dinero... de los demás. Margaret Thatcher lo expresó con claridad: «el socialismo dura hasta que el dinero de los demás se acaba». Por ello proyectan subir el techo de gasto del Govern un 10% más, hasta los 3.800 millones, unos 320 más que hogaño. En 2015 Montoro cedió un margen de 112 millones. Pero esto les parece poco. Pero tenemos suerte, sus amigos catalanes de la CUP pretenden poner una tasa a quien haga cola en alguna calle o acera de Barcelona. Como lo oyen. Feliz otoño.

miércoles, octubre 05, 2016

Ibiza es una permanente despedida de soltero


En una tertulia improvisada escucho a un grupo de amigos que fueron de despedida de soltero a Conil (Cádiz). No les avergüenza, sino que me muestran sus aventuras lúdicas y lúbricas filmadas en el smartphone. Imagino que antes de la boda ya lo habrán visto varios cientos de personas, porque todo el mundo repite los mismos chascarrillos. Cuando ya han terminado, para no aguarles el alcance de su alocada excursión etílica de fin de semana, les explico que esto lo tenemos en Ibiza y Formentera durante unos 140 días al año, sin parar, en algunos sitios día y noche. Multiplicado por mil.
Algunos ojos de incredulidad me indican que no han estado en un verano ibicenco nunca o hace muchos años. Les doy algunos detalles y a la postre, aun dando por buenos los decibelios y el alcohol que corre en cascada en nuestras islas, no comprenden que los nativos puedan tolerarlo. No lo toleran, les digo, pero por mucho que denuncies absolutamente nadie pone orden en el caos: ni policías locales, ni guardias civiles ni la policía nacional. Obviamente cumplen órdenes y están desbordados: no hay que molestar a quienes molestan, no hay que apaciguar a los ruidosos, con el dinero que cuesta emborracharles y lanzarlos a las pistas (y a las autopistas) de la noche. Si se hicieran controles de alcohol o específicos por drogas, Ibiza cerraría en pleno mes de agosto. La isla se hundiría, los trabajadores serían despedidos y le economía colapsaría en menos de treinta días.
Cuando parece que ya les tengo convencidos, me vuelven a enseñar otro video: unas chicas llevan un globo a modo de corona y en forma de pene y dan saltitos por Conil, Madrid, Almería, Valencia.... donde sea, porque en toda España han descubierto el filón de las despedidas de soltero. Chicas, chicos, gays, de todo. Chillan, se apretujan, se jalean, pero no son más de doce. Les tengo que explicar las carrozas de promotores y animadores de discoteca que empiezan por las mañanas en los hoteles y las playas.

En Ibiza no son doce, sino doce mil en al menos doce discotecas. Sin parar la música ni un solo segundo. No sólo con la copa, sino muchos de ellos cargados de éxtasis y otros estimulantes a lo bestia. Las despedidas de soltero en la España continental están accesibles por 40 euros toda la noche. Les explico que con 40 euros en Ibiza no puedes ni pasar el umbral de su casa. No pagas ni la entrada en una disco. En España ya son varios los ayuntamientos que multan por escándalo nocturno con 3.000€ y algunos incluso han prohibido la celebración de estos ritos (por cierto, Conil lo ha hecho). Carmena también ha avisado: solo quiere desmanes políticos, nada de diversión. Quizás por esto Ibiza tiene tanto éxito: es el catalizador de las frustraciones universales.

sábado, octubre 01, 2016

El artista Rogers y su regalo a Ibiza



Ya digo, llevados por el fragor de la batalla, los conversos neófitos al ecologismo, se muestran dispuestos a derribarlo todo, incluso lo que no deben. Hay cientos de mazacotes, quizás miles, a los que nadie echaría en falta. Pero estos días, unos pocos internautas que se deben aburrir mucho, están recogiendo firmas en la plataforma Change.org para derribar una valiosa instalación de land-art, obra del afamado artista Andrew Rogers, financiada presumiblemente por el empresario Guy Laliberté, fundador del Cirque du Soleil y accionista de Heart, este invento con sello de Adrià y otros osados pioneros.
El artista es reconocido en todo el planeta y solo instala una monumental creación donde su instinto le va marcando. Por mucho dinero que se le ofrezca no puede gozar de una instalación cualquiera que la pague. Rogers es quien elige y tengo la impresión de que es muy listo, una astuta combinación de poeta, artista plástico y empresario. Antes que en Ibiza, ya ha plantado sus cicatrices de piedra en Capadocia (Turquía). Él dice que se ven desde el espacio, pero no lo creo.
Tiempo y Espacio, les suele llamar, poniendo por delante su intención poética y mitológica: puertas, muros formando figuras arcaicas, anfiteatros, arcos... todas su obras es puro land-art a megaescala (ver vídeos de Rogers en mi blog ´Notas de un fenicio).
En China empleó soldados del ejército rojo. Siempre emplea mano de obra local, de modo que la generación de la obra nace de una operatividad colectiva, bajo la mirada pícara de Rogers, que es menos ingenuo de lo que parece. En Eslovaquia, Estados Unidos, Kenia, Islandia, Nepal, Bolivia, Israel, Chile, India, Antártida, Australia, Sri Lanka, Namibia (con las hermosas mujeres himba de color marrón y hermosos senos) y por fin, España... bueno, exactamente en Ibiza. Al menos 15 países, donde ha superado las pruebas más complicadas, por la escala monumental de sus columnas, algunas de 20 metros. Ha superado todas las pruebas.
¿Habrá recorrido Andrew Rogers los 15 puntos más áridos y difíciles del planeta, superando la prueba, para venir a encontrarse con problemas en Ibiza? Espero que no. En realidad, esta puerta del cielo (stargate), reloj solar o faro para ovnis (permítanme a mi bromear un poco, como hice en 1982 con mi 'Diccionario de Secretos de ibiza' cuando hablé de es Vedrà) está en terrenos propiedad de Guy Laliberté, pero en zona pública. Es fácil de combinar si se usa el cerebro y no las vísceras: en terreno privado pero de uso o de paso público. Cualquier caminante puede ir a visitar esta valiosa obra de arte de un artista de fama universal.
Ignoro las puñetas de los permisos, ni siquiera si se necesitan (de hecho no es una edificación), pero haría bien Gustinet en agradecer el regalo y la atención de Rogers y Laliberté con alguna mención honorífica. Ambos lo merecen.

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Andrew Rogers: Time and Space, Turkey

 

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Los ritmos de la vida en 15 países



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La página web de Andrew Rogers