miércoles, abril 30, 2008

Capacidad máxima de carga, otro cuento socialista



Pues eso, que el único problema serio es saber cuántos cabemos en el barco. Todos los demás se derivan de éste. Esto es el meollo de todo.
Y el hecho de que jamás nadie lo comente es un síntoma de que Ibiza no tiene solución: irá a peor, simplemente y el que pueda que siga y el que no que se vaya.
Los arquitectos, aparejadores, maestros de obras, camioneros, proyectistas, promotores, políticos, traficantes de éxtasis, ebanistas, futbolistas, sacerdotes e imanes... silencio. Que nadie comente nada.
¿Y esto por qué? Porque todos viven del mismo cuento. De ahí sale el dinero grueso para financiar a los partidos políticos, ayuntamientos, negocios, con la salvedad de que nadie le ha consultado al consumidor final, en definitiva todos; pero como hay más gente pobre o mediana que rica, el peso del funcionamiento de la sociedad siempre recae en las clases medias bajas. Y no pierdan el tiempo llamándome demagogo, que eso se aplica a alguien que quiere sacarte algo, o el dinero o el voto. Yo no quiere sacarte nada.
El consumidor final cuando compra un piso (o compraba) tiene que pagar dos, para mantener toda esta rueda de encadenados. Cuando el peso de la rueda es excesivo, el mecanismo se atranca, deja de rodar y el consumidor ya no compra más pisos. Y se jodió el invento.

¿Por qué no dicen Xicu Tarrés y Lurdes Costa que se ha crecido demasiado y mal? ¿Por qué quieren todas las instalaciones comunales en su municipio y después se quejan?
En cambio lo han dicho dos personas que a estos efectos no tienen poder ninguno. Por una parte, los hoteleros exigen un techo de población, pero es evidente que no lo piden para conseguir un equilibrio estable y fecundo en la isla, sino porque hay tanta oferta fuera del marco de la ley que ellos ya pierden dinero.
Ocurre lo mismo con los taxistas: temen la presencia de taxis pirata, pero temen mucho más que la ley reordene la situación y ellos pierden sus sabrosos privilegios.
Aparte de los hoteleros, la consejera de Turismo del Consejo Insular de Ibiza, Pepa Marí, anunció que «se tomarán medidas para determinar un techo de población y controlar las ofertas alegal e ilegal».
Casi nada. Me gustaría saber como puede lograrlo. ¿Por qué no lo dice Xicu Tarrés? Más aún, ¿por qué desde la concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Ibiza se siguen creando las condiciones para hacer justamente todo lo contrario?

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domingo, abril 27, 2008

En huelga para poder irse

En las últimas semanas la publicación
de varios reportajes sumados a las crónicas
judiciales nos ponen los pelos mirando
a la luna.
No es cierto que todo ocurra según
lo cuentes, pero no hay duda de que esta
acumulación mental de desastres, nacidos
de las calurosas noches de verano,
causan un efecto demoledor.
A esto se suma la frustración y el desasosiego
cuando vas a recibir la atención
primaria y te encuentras con que
no hay.
O no hay suficiente personal (caso de
los psiquiatras, que han salido corriendo
como locos de la isla) o bien están
en huelga, muy justificable.
Cuesta tanto hacer algo en Ibiza, que
cuando te pones mejor ir a por todas.
Lo digo porque tengo la impresión de
que ya les da igual un aumento de sueldo
(que no, que va muy bien, es imprescindible)
sino que quieren irse, simplemente.
Antes de la huelga, mucho antes, ya
lo sabíamos: Ibiza es carísima. No se
puede vivir con un sueldo normal. Los
mismos ibicencos nos lo hemos organizado
para tener agua (bueno, si no te
revienta una gasolinera al lado y te contamina
el pozo), unas gallinas y cuatro
lechugas. Oro, eso ya vale oro.
Desde el año 2000 lo llevo ejercitando
mentalmente. Es fácil si tomas como
referencia un kilo de arroz, un bote de
descafeinado y un kilo de azúcar, por
ejemplo.
Puedes usar otros productos de temporada,
pero es fácil errar porque cuando
hay abundancia de un alimento, suele
bajar mucho de precio. En fin, que lo
comprobé en sitios como Vigo, Cuenca,
Barcelona, Valencia, Madrid, La Coruña,
Jaca y algunos más… mejor que
no les cuente los resultados.
El otro día nos enteramos de que
nuestros precios eran un 30% más altos
que los de ¡Palma de Mallorca! ¿Qué
diría Trillo en este caso?
Sinceramente, la culpa es una vez más
de esta casta de ineptos, de inútiles que
prefieren irse a Japón o a Campeche en
vez de trabajar resolviendo problemas
básicos.
Y me callo, que después dicen que tenemos
mala leche. ¿A este precio? No,
gracias, no quiero.

sábado, abril 26, 2008

Construir para poder construir


Hace años que lo vemos y lo oímos: no queda espacio, por mucho que los políticos pretendan fortificar sus posaderas, apoyándose en cifras. No hacen falta.
Vila, Eivissa o Ibiza es un municipio muy pequeño y para lo que estaba pensado le sobraban metros cuadrados. Toda la isla estaba pensada para otra cosa. El tipo de urbanización de la isla es propia del siglo XV y siguientes, es decir, un extraño estilo sui generis, donde cada unidad familiar era una ciudad-estado, un castillo autárquico. Era una isla rural.
Esto de rural les ha gustado a los nuevos ricos que buscan arrabales ajardinados (fáciles de atracar, por cierto y dicho sea de paso) y grandes urbanizaciones. Una garden-city, una ciudad jardín, una isla jardín.
Pero esto no es sostenible. Se han publicado ponencias, conferencias, entrevistas, se han publicado las cifras con las toneladas de basura que se van acumulando en vez de reciclarse... etc.
No se aguanta por ninguna parte y de ninguna manera.
Una isla pensada para otros usos y otro número de habitantes sigue rigiéndose por las mismas pautas que en el siglo XVII. Y salvo algunos artículos sueltos no he visto nada. En los años 70 ya lo escribí en algún sitio, pero me tildaron de visionario o de inoportuno.
Bien: aquí está la visión. Un ayuntamiento de 11 kilómetros cuadrados de superficie tragado por la codicia, la especulación y la ineptitud prolongada y mantenida por los políticos. Tienen pánico a manifestar una idea propia.
Miren, no hace todavía unos meses, el alcalde de Santa Eulalia se negaba a facilitar un solar para una depuradora porque no lo entenderían sus votantes.
Así funcionan los políticos. ¿Qué le parecería al señor alcalde de Santa Eulalia si la Policía Local de Vila se colocara en las rotondas y cobrara una entrada de 30 euros a la ciudad? A las bibliotecas sólo acceden con carnet y previo pago. Al Hospital de Can Misses sólo los de Vila. Mejor aún que el segundo hospital se construya en Corona o en Denia. Lo mismo para el matadero, cárceles, y todo tipo de instalaciones.
No digamos ya quien quiera desembarcar su cemento: a pagar, como a los señores de la guerra en Somalia o Eritrea.
¿Ven? ¿Comprenden? Pero así están las cosas. El municipio es pequeño, los políticos del Ayuntamiento de Vila son bastante más que ineptos (y del Consell ya se hablará). Y no hay espacio, de manera que más madera, es la guerra y cada vez será peor, como ya sabe todo el mundo.

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jueves, abril 24, 2008

Día del Libro: un fenomenal desorden armónico


Debe ser que hago examen de conciencia y balance de lecturas muy de tarde en tarde. Mejor. Quedará por ley de densidades intelectuales sólo aquello que tenga que quedar, y a larga va a ser lo que permanecerá.

No pasa semana en que alguien no aporte su granito de tópico refiriéndose a la muerte del libro. Si el libro es el contenido y no el soporte (en papel, pergamino, tablillas o en CD) es evidente que no.

Nunca desaparecerá el tractatus y de hecho no hay otra forma de presentar el razonamiento, el pensamiento lineal.

No desaparecerá jamás, si no cambia la estructura mental del ser humano, su funesta manía de narrar, de contarse historias, porque contarse es vivirse.

¿El papel? Es evidente que sí. Espasmo agotando las reservas de pulpa de celulosa, pero no lo veremos nosotros. Ocurrirá como siempre, que coexistirán de forma continuada y acumulativa los distintos códigos, los diferentes soportes. Ahora bien, el criterio vencedor siempre es el de la funcionalidad, que incluye como factor primario el coste o el precio. En este sentido, si la humanidad no se suicida agotando las reservas energéticas, acabará por imponerse el libro electrónico.

En mis numerosos traslados he rezado entre dientes para que esto ocurra pronto, pero siempre que planto la chimenea en un sitio, comienzan a llegar, a salir, a crecer los libros. Al principio sólo hay las cinco a seis cajas que me acompañan como si fueran mi sistema óseo. De vez en cuando echo mano de mi Cervantes, de Quevedo –hay que leer mucho a Quevedo- o me sumerjo en García Lorca, en los textos de Pla o Dalí. Pero donde me pierdo durante largas horas es el mundo del arte, ahora ya con la ayuda eficiente e instantánea de Internet.

Así, desde un valle del Miño puedo visitar con todo lujo de detalles una exposición de Louise Bougeoise en París o recuperar las últimas tres muestras del Guggenheim en el planeta. De manera que mis catálogos y libros en papel cuché me sirven de coartada, los limpio y recupero algún paisaje subrayado. Los miro, los leo, los aprendo, los recuerdo.

¡Cuántos trabajos, cuántas fatigas sólo el simple hecho de conseguir estos catálogos en los 70 y en los 80! Pagarlos era duro, transportarlos era tarea de gimnastas, leerlos y entenderlos ya era cuestión de suerte y de arte.

Ya no dejo mi dirección a las editoriales. No puedo. Yo mismo no la sé. No es coquetería: es que muchas editoriales necesitan menciones y reseñas para su libros y van editando como máquinas de una forma excesiva y sin grandes exigencias.

Llega a ser irritante tener que retirar decenas de kilos semanalmente de títulos que casi causan vergüenza. De joven nunca lo hubiera hecho, pero con la edad, hay algo de perverso placer en el acto de deshacerse de algunos de estos libracos infames. Chimenea. Comprendo que Umbral los lanzara a la piscina para practicar la puntería.

Así que éste es otro privilegio de la edad. No estoy obligado a leerlo todo. Muchos títulos me aburren sólo de verles la portada. Se publica demasiado.

Muchos autores españoles no dan en toda su vida por escribir un buen libro, pero hay una decena de editoriales que sacan un título por año y te lo envían siempre recomendándote vivamente que leas esta obra definitiva, nacida en los mejores momentos de un autor ya consagrado.

Y blablabla…

Por lo tanto, uno se quita muchos kilos de encima. Se come menos y mejor, apenas pruebo alcohol porque no me dejo, fumar me aburre y leer casi sólo me recompensa cuando releo, compruebo un dato o estudio un tema.

Y te pasa el día volando.

Incapaz de hacer la lista.

De todas formas, algunas editoriales catalanas han salvado mi filtro un poco gruñón y más por amistad que por tiempo dedicado, sigo recibiendo los mejores frutos de su escudería. Lo envían a una imprenta de Valencia y allí nos distribuimos el botín entre tres o cuatro amigos que tenemos este vicio solitario.

¿Es cierto que una mente hecha y seria ya no lee novelas a los cuarenta años? Sí, lo es. Pero los que escribimos somos una excepción porque no las leemos sino que nos las comemos. Las descarnamos, para verles su arquitectura y las leemos al revés o de forma transversal. En realidad se supone que les estudias para ver si puedes copiar algo, que he visto que en Ibiza es un deporte muy al día.

Cuando tienes la idea de un libro no hay que copiar nada: se tarda demasiado. Es mucha más rápida la mente que la mano, aunque hay escritores que van haciendo carrera esquilmando hábilmente al colega y para cuando éste se ha dado cuenta ya se ha quedado sin pantalones ni dorsal. Desnudo no podrá competir.

Afortunadamente, en este desconcertante desorden de mis habitaciones reina un orden armónico. Casi puedo encontrar un libro en cuestión de minutos, sin necesitad de letras, números, códigos ni estantería. Es un sistema canino que nunca me falla.

De Anagrama aprecio sus ediciones de ensayo, muchas de las cuales son reediciones (‘Anatomía del amor’, Historia natural de la monogamia, el adulterio y el divorcio, de Helen E. Fisher) pero sin obviar un seguimiento de los autores de la casa, como puede ser el caso de ‘Las arquitecturas del deseo’ de José Antonio Marina, un investigación sobre los placeres del espíritu; Los bárbaros’, de Alessandro Baricco, ensayo sobre la mutación; el inevitable Gilles Lipovetsky con ‘La felicidad paradójica’, ensayo sobre la sociedad de hiperconsumo; ‘La fuerza de existir’, de Michel Onfray, un manifiesto hedonista; De Ryszard Kapuscinski, ‘Encuentro con el Otro’; Raoul Vaneigem publicó en 1977 el ‘Tratado del saber vivir para uso de las jóvenes generaciones’; Giorgio Agamben publica una recopilación de textos filosóficos, ‘La potencia del pensamiento dividido’ en tres partes: lenguaje, historia y potencia; O bien, otros títulos como ‘Lugar común’ de Bruce Bégout; ‘Cien cartas a un desconocido’ de Roberto Calasso; ‘Una vida extra’ un libro de varios autores sobre los avances de la vejez y las posibilidades de los panteras grises. Me ha encantado.

Me resulta muy atractivo uno de los últimos títulos de Circe. La cineasta, actriz, diseñadora, productora, promotora Leni Riefensthal (1902-2003), escrita por Steven Bach, muy bien ilustrada, anotada y con una bibliografía que da autoridad y seguridad a un personaje esquivo. Y además con un índice onomástico.

Fue la directora de los épicos documentales sobre Hitler y sus desfiles filmados con una técnica deslumbrante y un concepto que fue novedoso y muy impactante en la época. Pero Leni es mucho más que la documentalista de Hitler: la última foto en que la vi, anciana y longeva, caminaba de la mano de un esbelto y altísimo massai casi desnudo en la sabana africana.

Otra imagen que se me quedó en la retina por lo original y fuera de lo común. Todo en Leni fue fuera de lo común. Esta biografía ayudará a conocer uno de los espíritus más talentosos, rebeldes y resistentes del siglo XX.

Tusquets mantiene su catálogo blindado, reeditando títulos o continuando con la edición de otros memorables.

Archipiélago Gulag, III’ del consistente Alexandr Solzhenitsyn es un pilar de los últimos meses. También lo es Hoy, Júpiter’ del extremeño narrador Luís Landero, autor de aquella memorable novela ‘Juegos de la edad tardía’.

Hay otros títulos como Sauce ciego, mujer dormida de Haruki Murakami;

Tsugumi, de Banana Yoshimoto; ambos son autores japoneses muy valorados en la literatura actual. O bien ‘Balas de plata’, de Elmer Mendoza; ‘Ganas de hablar’ de Eduardo Mendicutti; ‘Profundidades’ de Henning Mankell, de quien he leído las mejores novelas de trama policíaca o de intriga en los últimos años.

Habrá muchos interesados en los últimos títulos de la colección Narrativas Hispánicas. En Anagrama he visto ‘Trilogía de la memoria’ de Sergio Pitol; ‘A quien corresponda’ de Martín Caparrós; ‘Pétalos’ de Guadalupe Nettel; Los culpables’ de Juan Villoro; Historia del llanto’ de Alan Pauls; ‘Los amantes de silicona’ de Javier Tomeo; ‘Malacara’ de Guillermo Fadanelli;

‘Crematorio’ de Rafael Chirbes; ‘Prisión perpetua’ de Ricardo Piglia y algunos otros.

Y para finalizar, los fanáticos de literatura inglesa, francesa, italiana actual.

Actualmente se edita mucho, casi demasiado, pero al menos se puede ir eligiendo entre aquellos autores, muchos de ellos ya habituales en el mercado español, que han sacado cosas en el último semestre.

Imposible ser exhaustivo, pero dejadme mencionar al menos ‘Novela familiar’ de John Manchester; ‘Caos calmo’ de Sandro Veronesi; ‘Secretos de alcoba de los grandes chefs’ de Irving Welsh; ‘El círculo cerrado’ de Jonathan Coe; Acción de gracias’ de Richard Ford; Pequeña isla’ de Andrea Levy; ‘Fiebre en las gradas’ de Nick Hornby o del mismo autor ‘Alta fidelidad’; ‘Tenemos que hablar de Kevin’ de Lionel Shriver; El regreso de Bernhard Schlink; ‘Mañana’ de Graham Swift; ‘Calor’ de Bill Buford; ‘El castillo en el bosque’ de Norman Mailer; ‘Chesil Beach’ de Ian McEwan o también del mismo autor ‘En las nubes’. Todavía habrá quien adquiera los ‘Viajes por el Scriptorium’ de Paul Auster; ‘La casa de los encuentros’ de Martin Amis; Diario de Golondrina’ de Amelia Nothomb;

En realidad sólo hemos explorado una o dos columnas de mi almacén de estos libros maravillosos que nos van rodeando como si fuera una hiedra intelectual que llega caída del cielo para aligerarnos los malos ratos.

¿Comprenden que hay un orden oculto en el aparentemente inabarcable universo de los libros desconcertantes? Seguramente hay otras leyes ocultas que nos van sugiriendo, ayudando. Si no ¿a qué se deben las misteriosas afinidades electivas que tanto intrigaron a Goethe y a partir de él a Walter Benjamin?

En los últimos tiempos casi dejo que elijan las cigüeñas que rodean mis tejados. Ellas saben dónde sacar los mejores frutos, aunque estén envueltos en la hojarasca que nadie requiere. Pudiendo elegir, mejor ponerse en acción.


Publicado en Diario de Ibiza el día 23, San Jorge, abril 2008.

A Mariano Digital


miércoles, abril 23, 2008

Los hoteleros exigen un techo de población

Como lo oyen: «Los hoteleros exigen un techo de población máximo que no supere la ocupación de agosto». Esto, recogido en el Diario de Ibiza del 2 de septiembre pasado, es una bomba tanto viniendo de quien viene cuanto por lo que dice.
Y a pesar de todo no he visto absolutamente ni una sola reacción, a excepción de algunos comentarios míos...Ignoro si se debe a que yo le doy importancia a unas cosas que ya están superadas por sobreentendidas o bien que los partidos políticos saben que mejor es callarse porque, hagan lo que hagan, van a recibir.
Propongo que se recupere esta información y antes de las próximas navidades la Federación Hotelera, CAEB, Fomento y etcéteras inauguren un encuentro o simposio. Porque esto hay que aclararlo.
Hombre ya sé que no tiene arreglo ni intentando arreglarlo, pero tendrá su gracia, porque simboliza una toma de conciencia por parte de alguien. Al menos desde 1992 vengo escribiendo -mi contumacia viene alimentada por mi soledad y cuanto más solo, más convencido- que en Ibiza sobra gente y la que viene lo hace mal distribuida. Aquí no existe término medio en nada, no hay textura, no se pueden hacer previsiones porque se vive eternamente en provisional e incluso las plazas turísticas no se ponen en el mercado sino que damos la impresión de que se subastan al mejor postor.
Por esto nuestra economía da estos bandazos y somos los mejores o los peores en todo. Por esto es una economía tan fácilmente intervenible. Una simple autopista te hace subir dos puntos el Producto Interior Bruto de un año.
Y por eso, subrayo en doble línea, Ibiza no vive de gestionar sus recursos, sino de acrecentarlos sin tope ni techos. El negocio era nuestro turismo, pero lo hemos deteriorado hasta límites vergonzosos y ahora el dinero grueso está en la construcción, a pesar de la crisis coyuntural. Tenemos una economía que no enriquece a las clases trabajadoras medias, porque no produce sustancialmente, sino que dedica demasiada energía a especular.
Para ello necesita crecimientos altos, en suma, destrozar la isla.
Y de repente, el 2 de septiembre pasado, hay una mente hotelera, supongo que mi apreciado Hortensius, que parece sacado de una obra aristotélica de Umberco Eco, que se da cuenta y lo dice. ¿Ibiza? Ha crecido demasiado, crece demasiado, hay que ponerle techo al crecimiento.
Pues... todos los planes territoriales del poco territorio insular indican lo contrario. No hay techos o si los hay... Imaginen un chalet que va creciendo en altura y ya ha alcanzado una altura de 32 pisos. El dueño se da cuenta de que se han pasado con la altura de las paredes y un buen día descubre que su chalecito necesita un techo. Lo avisa, lo dice. Pero los vecinos se burlan de él y a sus espaldas murmuran «este se ha vuelto loco».

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domingo, abril 20, 2008

Hablemos bien de nuestros hoteles

Muchas veces he criticado al sector
hotelero, sus ganas de influir en la promoción
y el desarrollo poco racional de
la hostelería en Ibiza. Hay mucha vida
en el sector y es increíble (aunque explicable)
las dificultades que muy a menudo
encontramos los periodistas para
obtener información fiable.
Los hoteleros se cuidan mucho de informar
sobre sus estrategias. Se espían
entre ellos. Hay tensiones, ofertas y presiones.
Quizás sea normal en un sector
económico que mueve tantos miles de
millones, pero los que recibimos somos
los periodistas: es un placer, para esto
estamos.
Quiero decir que si atinas en la información
te encontrarás con toda clase
de desmentidos y de maniobras de
despiste, pero si fallas es mucho peor
porque lo aprovechan para desprestigiar
esencialmente la fuente. Ya digo, es
un placer. Y es un placer hablar bien del
sector, al margen de estas compras extrañas,
de estas acumulaciones de plazas
en las mismas manos, etc.
A simple vista se observa que en los
últimos años han crecido y aumentado
los hoteles de gran categoría. Desde
Dalt Vila al último rincón de la isla algunos
promotores se han atrevido a
ofrecer servicios de gran calidad. Eso es
algo que veníamos pidiendo desde
1970. Cuando lo he comentado con algunos
empresarios sensibles me han rehuido
el tema, incluso poniendo una excusa
muy verosímil: no hay solares, no
dan permisos, etc.
Al final se han impuesto las leyes de
la lógica: No uses solares nuevos, reconvierte;
no pidas permiso, usa alguno
pre-existente y en último caso pide
perdón y paga la multa. Sin llegar a estos
extremos, ya sabemos que son cientos
los nuevos establecimientos, como
puede verse consultando Internet.
El Diario lo confirmaba el pasado 9
de marzo: «La planta hotelera de cuatro
estrellas en Eivissa ha crecido un
150% en diez años». Hay quince hoteles
de cuatro estrellas, lo cual supone
casi un 20% de la planta hotelera. Casi
un 70 por ciento lo ocupan los eficaces
tres estrellas. Han crecido los agroturismos,
aunque no debiera crecer demasiado
este sector. O sea, hay muchas
cosas positivas.

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sábado, abril 19, 2008

Tácticas biológicas sin dañar a las abejas




Cómo se puede combatir la expansión de estas desagradables y peligrosas orugas de la procesionaria? Parece que el método más agresivo sería por fumigación de productos químicos sintetizados, que deben ser especialmente autorizados por el Ministerio de Industria y manipulados con sumo cuidado por los especialistas.
Si no me equivoco, esta práctica es muy dañina, o puede serlo potencialmente, para las abejas melíferas que antaño tenían en Ibiza un paraíso por la variedad y cantidad de flores disponibles. ¿Están en peligro nuestras colmenas? Todo indica que sí, al menos están en recesión, pero me fío más de las últimas noticias o seguimientos de los especialistas. Ignoro si las abejas de Ibiza se han rehecho o siguen sufriendo agresiones ambientales.
En cualquier caso, las medidas contra la procesionaria han de ser varias y complementarias. El Diario indica que existen 23, siguiendo las declaraciones del responsable de sanidad forestal, y las más eficaces tienen un cariz biológico (trampas sexuales con feromonas) o mecánico (simplemente extirpando uno por uno y de forma manual los bolsones colgados en los pinos). La fumigación de un bacilo que las ataca no ha sido suficiente en Ibiza, por lo que algunos técnicos han solicitado la aplicación de productos sintéticos muy poderosos, aunque ya hemos dicho que pueden afectar colateralmente a otros insectos, y por lo tanto a los pájaros, etc.
Existe la idea de implantar rodales de pino canario que puedan servir de cebo a las orugas; introducir en Ibiza nuevos parásitos con los peligros que ello puede conllevar; facilitar la nidificación de aves y pajarillos insectívoros. Otra medida sería prohibir los accesos a las cuevas, que sirven de refugio a los murciélagos, los cuales son grandes consumidores de las polillas o mariposas.
No parece muy prudente destruir los bolsones con disparos de escopeta, en vez de recogerlos y quemarlos cuidadosamente. Huelga decir que la manipulación de bolsones y orugas es delicada, pues los productos urticantes de los pelos de las orugas son peligrosos.
Que se lo digan a los perros, que al tragar parte o una oruga entera han de ser tratados con urgencia. Muchos no salvan la vida, otros sufren necrosis en las mucosas o en el tejido muscular, incluso pierden parte de la lengua.
Es importante no ser derrotista: la procesionaria tiene muchos enemigos naturales, parásitos (dípteros e himenópteros). Hay otros depredadores: hormigas, avispas, carboneros, abubillas, urracas, cuervos, críalos, herrerillos.
Es importante recordar que este recién llegado es un mal enemigo. Y no debe tocarse ni moverlo. Y cuidado con los niños y los perros.

miércoles, abril 16, 2008

La procesionaria es un mal enemigo


Todos hemos visto estos bolsones que parecen un tupido nido de telaraña, engarzados en el tierno brote de una rama de pino. Dicen los manuales que he consultado que la Thaumetopoea pityocampa o `procesionaria del pino´ es muy común en nuestros pinares.
¿Alguien la recuerda en los bosques de Ibiza? Yo no. ¿Alguien ha leído jamás en algún autor la referencia a la procesionaria? No. Por lo tanto, debe de ser una aportación cultural atribuible a nuestras recientes relaciones nacionales e internacionales. Porque en la Península sí existe desde tiempo inmemorial.
Debo decir que es muy mal enemigo, no sólo porque destroza los brotes tiernos del pinar, hasta el punto que puede matar el árbol, sino porque estas orugas oscuras y tétricas están recubiertas por una capa de pelo que se desprenden al contacto. Hurgar en la hilera o atosigarlas con un palito, por ejemplo, puede ser muy mala idea: los pelillos se dispersan y si llegan a las mucosas pueden causar verdaderos estragos.
Si se da el caso de algún cachorro curioso que pretende catarlas, puede darse el perro por muerto y con una agonía atroz. De tener suerte, si el inexperto animal (los perros avezados no se acercan, ya las conocen) la olisquea y no la traga, puede perder un trozo de lengua y seguir con vida.
El pasado 20 de enero nuestro Diario recomendaba «medidas urgentes» contra la procesionaria, que se ha propagado pero no es una plaga. La noticia viene redactada con extrañas contradicciones, supongo que con la intención de crear alarma pero sin alarmar. Por ejemplo: «Los planes de choque contra la procesionaria en Ibiza han sido eficaces, pero no han controlado su expansión». ¿En qué quedamos? ¿Eficaces en qué?
Brevemente: la procesionaria existe en Ibiza, las orugas siguen el ciclo biológico, aunque las medidas tomadas han impedido no sé qué, algo, quizás que todos los pinos estén invadidos. Esto es imposible: incluso la peor plaga sólo soporta un número crítico de ejemplares. Supongo que quieren decir: hay que seguir trabajándolas, controlando su ciclo.
Esto no es ninguna tontería, sino algo fundamental. Ciclo.
A finales del verano, la mariposa pone los huevos en las acículas de los pinos. Al cabo de un mes las orugas se encierran en su bolsón característico. En invierno prefieren la salida del sol para salir de la bolsa y, en una fila perfecta, comienzan su Santa Compaña y van de pino en pino para alimentarse. Con el frío regresan a su bolsón. Pero a finales del invierno, cuando el frío arrecia, bajan de la rama y se entierran para emerger a mediados del verano en forma de mariposa. Y recomienza el ciclo.

...a MD...>>

domingo, abril 13, 2008

Quirófanos de campaña




Poco nos ha durado la dicha y la alegría de poder disponer de unos servicios sociales ágiles, funcionales y sin problemas. Sí, hemos pasado de ser una de las plazas preferidas de los funcionarios de toda España en los años 70, a ser una de las zonas de reclusión, de exilio, de húmedo y sobrecargante destino de colonias.
Me han condenado a ejercer un año y un día en Ibiza, dirán.
Hay un test que todos podemos hacer: si en una clase destaca un alumno, fijarse bien en el alumno. Pero si destaca una gran mayoría de alumnos, hay que fijarse en el profesor.
Lo mismo en un equipo de fútbol o en la cantera de un equipo.
Bueno, pues vamos a aplicar el test a los funcionarios de Ibiza y voy a ser un poco crudo. Si un funcionario pide el traslado, es un problema o un rasgo del empleado, pero ¡ay amigos políticos! (inútiles, narcicistas, mediocres y triperos políticos) cuando veáis esta masiva petición de traslados, fíjate en Ibiza, en la isla, en sus gobernantes. Y fíjate en el Govern Balear y en Machorquia.
“Ibiza, tenemos un problema”, podríamos decir como los tripulantes del Apolo XIII (tiene que ser el 13). Y hace tiempo.
Ibiza no merece esta situación tercermundista. Somos los españoles que más pagamos y que menos recibidos. Ibicencos: ¿no son suficientes 50 años de silencio? ¿No hemos tenido tiempo suficiente de hacer la siesta?
Ahora toca huelga de médicos. Tienen todo mi apoyo. Todos los funcionarios lo tienen, en principio, porque hemos conseguido que venir destinado a Ibiza sea considerado una condena.
Ahora el verano: una avalancha de drogados. Muchos de estos pobres chicos a los que hay que atender llegarán a los centros sanitarios en estado de coma, heridos o afectados. Colapsarán un año más las urgencias. Para los ibicencos y residentes: Listas de espera. No hay camas. Quirófanos cerrados por obras. Si te acuerdas de M.A.S.H, quizás sea la solución: quirófanos de campaña. Como en la guerra.


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sábado, abril 12, 2008

Otra estocada en los servicios sociales

Casi no puedo creer lo que acabo de leer en la portada del Diario: subsanar los errores de los túneles de Ca na Palleva y de Can Sifre costará 5,5 millones de euros, es decir mil millones más de pesetas.
¿Nunca tendrá fin esta orgía de despilfarro, de errores políticos, de informes, de derroche sin sentido?
Hiela la sangre saber que un conseller de la Generalitat acaba de ordenar el comienzo de las obras del trasvase del Segre. Por huevos, hechos consumados. Casi lo mismo y no muy distinto fue la aprobación del comienzo de estas malditas carreteras.
Mal concebidas, mal ejecutadas (hasta el momento y en gran parte, al menos) y carísimas de costo de realización... ¿No ha terminado aquí la pesadilla? Pues miren, no: ahora hay que ir al dentista, y sin anestesia, y después pagarle 5,5 millones.
Esto ya suena a tomadura de pelo.
Me desayuné muy optimista, rodeado de cigüeñas que cloquean, bajo un enorme aguacero en una feraz vega del Guadiana, escuchando las sonatas de Bach. Y cometí el error de abrir Internet y leer el Diario.
En realidad ya nada puedo hacer por racionalizar un hecho al que no veo vuelta de hoja: la calidad de vida de Ibiza es infame. Sólo vive aquí quien no tiene más remedio, por trabajo o porque no puede vender su propiedad.
Me refiero a los fijos. Claro que después hay una nueva clase de nuevos residentes (segunda residencia) que son los fijos discontinuos.
Hace unos días miré de reojo otras noticias del Diario, que vienen a confirmar lo que ya es una certeza: apenas hemos estrenado una sociedad del bienestar en Ibiza y unos servicios a los que no estábamos acostumbrados y ya han quedado insuficientes, se han deteriorado o están para el arrastre. Claro que tienen derecho a hacer huelga. Ya no les queda otro remedio. Y harían bien en decirlo claramente: queremos más dinero, lo necesitamos, y aparte de esto, déme usted el traslado en la primera oportunidad: no quiero vivir encerrado en una isla que me paga mal, me hace la vida imposible y donde apenas se puede dormir, ni beber el agua del grifo, ni aparcar en la ciudad ni en la playa, etc.
Justicia: después de este impresentable ministro que hace unas semanas gritaba `coño´ y `pijo´ a grito pelado pensando que los murcianos son tan brutos como él, se ha llegado a un acuerdo después de dos meses de huelga.
No están obligados ahora a mentir los enlaces sindicales diciendo que dentro de cinco meses estarán al día. Miren, mejor callen y trabajen: antes de la huelga ya caminábamos como los cangrejos. Con el atasco, ni en cinco años nos pondremos al día.
¿Y qué decir de la sanidad? Mejor otro día. O no, casi me quedo con Bach.

A Mariano Digital ...>>

miércoles, abril 09, 2008

Cada día una casa (por lo menos)

Las situaciones de crisis suelen ser muy creativas y es donde y cuando los espíritus imaginativos encuentran sus oportunidades. Y como de una crisis sólo se puede salir con los pies por delante (o sea, partiendo, como aquellos soldados que votaban con los pies) sólo queda la posibilidad de buscar y de encontrar soluciones.
Yo dudo sinceramente que en la destrozadísima islita de Ibiza las crisis sirvan para nada, a no ser para estos compradores de rebufo que adquieren hoteles en desguace para acabar de quemarlos y, de paso, acabar con la poca categoría que le quedaba a la isla.
Pero no compran los ladrillos, ni siquiera las camas: compraN las plazas, las licencias, las cuales una vez sean valoradas en un momento favorable valdrán una fortuna. Piensan estos especuladores que Europa, un continente que emite cientos de millones de turistas cada verano, siempre tendrá dos millones de turistas para embucharlos en Ibiza durante los tres meses del solsticio.
Mientras, «cada día se construye una casa» en la isla (Diario de Ibiza del 15 de octubre de 2007). Ello significa que no hemos cambiado el modelo de isla-ciudad, de ciudad-jardín. Toda la isla ha tomado un camino -por cierto, totalmente insostenible, como se demostrará más pronto o más tarde- que hace irresolubles los problemas comunitarios, sociales, civiles. El consumo y el derroche de agua es astronómico; los costos del cableado no tienen parangón en ningún lugar del mundo, a excepción quizás (no lo he comprobado) del deficiente y fallón sistema californiano, y pienso en la ciudad jardín de Los Ángeles; ahora sobresale otro problema: los accesos al centro administrativo o laboral (Vila, Sant Antoni, Santa Eulària) son una tortura demencial. Ya no hay horas punta en Ibiza: todas están con los nervios de punta.
Podríamos seguir, incluyendo otro ejemplo que demuestra y nos ilustra sobre la insostenibilidad de este modelo urbanístico: la desalentadora estadística de la recogida de basuras y residuos. No salen los números.
Quiero decir que no se entiende que la isla esté sembrada de perforaciones y montañas aserradas y en cambio la basura campe dispersa en cualquier rincón de la isla. Pero es que... ¡la basura que va al vertedero es de una cantidad astronómica!
Tanta gente fantasmal que pulula intentando vendernos la burra de grandes festivales, museos, museizaciones para llevarse el dinero (los informes: Tarrés, Lurdes, ojo) y resulta que la mejor museización es la propia isla. Estoy seguro que un grupo de niños de 12 a 15 años organizarían mejor Ibiza en un juego con su ordenador o en un concurso de ideas que estos politicastros triperos, mediocres e inútiles que se cargaron la isla y ahora, de una forma o de otra y sin cesar, la sobrecargan.


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domingo, abril 06, 2008

Frenazo en la construcción

Por muchas licencias de obras que otorgue el Consell, la economía pitiusa está chirriando. “El Consell autorizó en 2007 el mayor número de casas en suelo rústico de toda la década”.
¿En qué grado influyó la apertura de las demenciales autovías para potenciar el crecimiento del Producto Interior Bruto de las islas? Ya se sabía que la deprimida economía ibicenca aumentaría con la artificial inyección de capital. Pero también se sabía que era pan para hoy y hambre para mañana: el mañana es hoy.
Las autopistas no han solucionado la economía isleña, se han llevado la isla por delante para siempre (con algunas consecuencias económicas difíciles de prever), han causado la mayor derrota y crisis conocida en el Partido Popular, y ahora estamos en las mismas. Por cierto, con las autopistas sin funcionar a pleno rendimiento, con el PP destrozado y comiendo bacalao, y con decenas de causas en los juzgados. Y además, debiendo una cifra astronómica que tendremos que pagar de alguna manera entre todos de nuestro propio bolsillo.
Da igual que seamos la segundo comunidad autónoma española que más dinero aportamos al Estado y que seamos de las que menos recibimos: el Estado nos seguirá cobrando más impuestos que a nadie (en parte para ayudar a los pobres vascos), nosotros tendremos que pagar las autopistas cuando Moratinos las paga hasta a los palestinos con nuestro dinero. Y aquí seguiremos embarrancados, peleándonos por un centenar de licencias y pagando cada vez más impuestos, cánones, tasas, arbitrios, aportaciones, rifas y loterías.
¿No les suena del tardofelipismo? Pues bien, repetimos el guión, pero esta vez mucho más endeudados, y con una crisis que se nos anuncia piadosamente para el 2008 el 2009.
La caída de la construcción ha restado algún punto y muchas décimas a nuestro PIB. Se acabaron los crecimientos al modo chino cantonés, nada de cuatros por ciento.
Ya hemos terminado el año 2007 muy bajos de ritmo. La inyección artificial de grandes obras, con propósitos totalmente equivocados y destructivos, casi nos ha dejado liquidados. Ahora el enfrentamiento es contra la crisis a secas.

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sábado, abril 05, 2008

Más permisos que nunca, pero frena la construcción

Ya parece borrado del mapa aquel acto reflejo del ibicenco que resumía el año con una frase: «Parece que ha sido (o será) una buena temporada».
¿En qué lugar del mundo se resume el año económico en una temporada? No se me ocurre nada, salvo pensar que esto es una herencia (como casi todo en la cultura occidental) de nuestro pasado agrícola.
Un pasado agrícola reciente y que aún está vigente en nuestro Derecho Foral. El año astronómico, con sus 365 días y cuarto, se resumía en un balance de cuentas con el propietario del terreno el día de San Juan, el 24 de junio.
Pero ahora se han acabado aquellos tiempos, porque se ha terminado aquella actividad, el tipo de contrato (aparcería) y en definitiva hemos entrado en otra época.
Incluso Ibiza ya no calcula las ganancias anuales en función de la recaudación del semestre veraniego. Para empezar, el semestre se ha divido en dos. Y para seguir, el turismo ha sido en los últimos años el recurso repetitivo de unos cuantos, que han vivido con más pena que gloria la gran crisis de la reunificación de Alemania y sus efectos económicos prolongados sobre las islas.
¿Y ahora? Desde 1996, Ibiza se ha vertido hacia la construcción, y a tal efecto ha importado mucho material, máquinas, áridos y ha contratado mucha mano de obra que, movida por la euforia, ha comprado el apartamento que él mismo estaba edificando. Y para unir tantos apartamentos, más carreteras, más depuradoras y más movimiento de tierras (por cierto, espero que los juzgados expliquen claramente para qué).
O sea, la temporada de Ibiza no se ceñía al turismo, sino a la construcción.
Ha quedado mucho dinero negro, por un funcionamiento anormalmente deficiente de Hacienda y del Gobierno: el dinero negro se invirtió en ladrillo para blanquearlo, pero lejos de blanquearse, el dinero negro ha ido generando cada vez más dinero negro. Y esto está negrísimo.
Ahora estamos peor: la isla machacada, sin agua, sin territorio, con una masiva afluencia de apartamentos ofertada en el mercado, y la mayor cantidad de licencias de obras aprobadas jamás en la historia. Y esto por un gobierno ecologista, regido por nacionalistas y socialistas.
Uno de los mayores espectáculos lo ha dado una vez más el conseller insular Miquel Ramon, quien, después de un concienzudo y agudísimo análisis de la situación (como diría un marxista- leninista) objetivo de las estructuras ha llegado a una conclusión deslumbrante: «Es que había muchas licencias acumuladas».
Sí, aquí se nos han acumulado el dinero negro, los problemas, los temas por resolver y los políticos ineptos, inútiles, y los michelines.

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miércoles, abril 02, 2008

Sala no quiere más tiroteos en Portmany

La imagen de San Antonio ya estaba por los suelos, cuando el verano pasado sucedió el espectacular tiroteo. El año anterior, como ya ocurre en Málaga y en algunas películas de gánsters, varios tiros sellaron un brutal ajuste de cuentas en un restaurante de San José.
La droga corre a sus anchas, el ruido no cesa en 24 horas, las urgencias están atiborradas y los policías literalmente hechos polvo.
Todo esto ocurre en Ibiza, pero no es Ibiza. Es una delincuencia importada.
Desde junio a octubre llegaron 650.000 ingleses, el grupo más importante junto con los españoles, que conforma los dos millones y pico de turistas.
Leyendo el informe `Time´ que yo citaba la semana pasada (Tratadles con amor) se entienden muchas cosas.
Jamás había estado tan descontrolada la juventud inglesa: ni en los 50 con los Teddy-boys; ni en los 60 con los mods y los rockers; ni en los 70 con los skinheads, o cabezas rapadas. Sin generalizar.
Déjenme volver a citar el IPPR: Institute Public Policy Research, que año tras año va dando a conocer unas estadísticas estremecedoras. El joven inglés, comparado con el joven europeo continental, bebe el doble, se pelea mucho más y mucho antes, consume más drogas y fuma tabaco a destajo. Eso comparándolos con el peor, no con la media europea. Es dramático.
Pero lo que alarma, repito, alarma a la sociedad británica es el aumento del crimen y del delito. Heridos, muertos, robos, extorsión, bandas juveniles y en muchos casos un aumento del suicidio juvenil.
Dicho por el Primer Ministro Gordon Brown, literalmente en inglés y en su primera conferencia de prensa en 2008: «Kids are out of control ... They're roaming the streets. They´re out late at night. There´s an issue about gangs in Britain and an issue about gun crime as well as knife crime.»
Y en efecto, parece que el uso de pistolas y cuchillos ya se da por asumido. Nada de palos ni puños ni botellas. Salen el sábado por la noche con su sed y sus carencias y se buscan la vida robando. Otros, simplemente se dedican a gamberrear y a destrozar.
Lamentablemente, detrás de estas conductas (repito, no generalicemos) suele encontrarse una historia de familia desestructurada o desaparecida. Muchos cabecillas entran y salen en la cárcel (la edad penal en Gran Bretaña es muy temprana), para repetir eternamente el ciclo criminal.
En el caso de las chicas suele conducir a sexo promiscuo desde los 12 años, embarazos no deseados, enfermedades, sida, abandono de estudios y prostitución.
Haría muy bien el alcalde Sala en proveerse de informadores y policías ¿ingleses? (control de teléfonos móviles por ejemplo) para atajar de raíz los tiroteos, la delincuencia, la extorsión, etc. Y sin manías ni complejos. A por ellos.

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