miércoles, noviembre 28, 2012

´Feedback´ y precisiones



El fenicio les invita a sentarse frente a la chimenea. Vamos a mantener el feedback, retroalimentación, con algunos de nuestros amigos y comunicantes, cultivando este placer pagano de la conversación sin prisas ni horarios.

¿Qué quiere decir orada? Me referí a la cabra orada mallorquina, cuando es asilvestrada. A mi parecer, viene del latín, significa loca, pero no en un sentido clínico. En Ibiza decíamos que ´caíamos en ora´ (caure en ora, sin hache) cuando andando por los caminos o por el bosque perdíamos la orientación. Mariano Villangómez me contaba una vez que había oído a un payés de Sant Miquel decir que fulano «era orat així». Del latín auratus, pero no del dorado, sino de aura, brisa. En el riquísimo idioma español tenemos una expresión muy plástica cuando decimos que a alguien ´le ha dado un aire´. Si será antiguo el término que Ramon Llull ya lo empleaba en el siglo XIII. En castellano actual se emplea como sinónimo de loco, persona de poco juicio o demente. No me gusta. Me gusta más en el sentido que le podríamos aplicar a Dalí, que era orat així. Tiene su lógica que a la cabra que se refugie en las escarpadas montañas se la tilde de loca, orada.

He escrito ya varios artículos alertando sobre el daño que causan las manadas de gatos asilvestrados y alguien se siente impelido a defenderlos, como si yo los hubiera atacado. Me acusa de alentar una nueva caza de brujas en plan solución final nazi. Por Dios, nada más lejos, qué exageración. Que vivan los gatos en su debido equilibrio. Por cierto, siguen proliferando hasta extremos indecibles las ratas enormes en la ciudad y en el campo. Es como si los gatos asilvestrados las temieran. Desde luego cazan pocas. Les es más fácil matar lagartijas dóciles aletargadas. Entre las culebras y los gatos asilvestrados estas islas se van a quedar sin los hermosos endemismos que entre otras cosas me movieron a titular uno de mis libros ´Lagartijas azules en París´ en su honor.

Nito Verdera, famoso por haber publicado varios libros sin haber demostrado que Colón sea ibicenco, tras 50 años de infructuosas y pacientes pesquisas, quiere precisarme que el huevo de Colón (él titula en el Diario «el huevo de Mariano Planells» como si mis pobres huevos, pelados de arrastrarlos por la montaña, tuvieran nada que ver con esta historia), al que alude la famosa anécdota estaba cocido y no crudo, como dije yo. Ya saben que estaban en la mesa Colón y unos cuantos nobles y alguien pretendió quitar importancia al descubrimiento de América. Cristóbal, que era fenicio, y de esto podemos estar tan seguros como de que era judío, agarró con la mano un huevo cocido, lo mostró y les desafió a dejarlo en pie sobre la mesa. Se miraron entre sí un tanto desconcertados. Nadie lo intentó siquiera. Colón tomó el huevo con firmeza, pegó un golpecito en uno de sus extremos, sin cascarlo del todo, y el huevo, como es lógico, quedó en pie, en posición vertical.

Bueno, digamos que si se hace la prueba con el cocido jugamos sobre seguro. Yo he hecho la prueba tres veces seguidas con tres huevos crudos dentro de un plato –por si acaso– y en todos los casos me funcionó. Está claro que Colón quería demostrar a aquellos insolentes palaciegos que las cosas son muy fáciles cuando alguien te ha enseñado el camino. En cualquier caso, estos tres huevos, que sí eran míos aunque no los míos, acabaron en una deliciosa tortilla francesa con perejil. Eso, que seamos felices, amigos.

sábado, noviembre 24, 2012

Catalanadas





Más catalanadas, una catarata de nuevas catalanadas, que son estas mixtificaciones tan en boga en la hermosa región española. Y así seguirán, generando engendros mentales bien remunerados mientras prosiga la dinámica demencial de generación artificial de un país que jamás existió ni existe, por mucho dinero que derrochen a costa de todos los españoles.
Solo de hacer una relación de los temas absurdos que promocionan ya agotaría este breve folio del fenicio. Como es difícil saber por donde enfocarlo y como guisarlo, voy a referirme a las últimas animaladas catalanas (¿catalanistas?).
Me lo pone fácil una web subvencionada (todo el proyecto creo que ha recibido 800.000 euros de la Generalidad). Se llama Catalonia Tours y alcanza niveles de delirio difícilmente superables.

¿Nosotros nos tomábamos a broma la ibicenquía de Cristóbal Colón? Pues la tesis de Colón ibicenco suena lógica al lado de las locuras que vende esta especie de agencia de excursiones carolingias. Por cierto, que se quedan directamente con Colón, no sólo catalán (todo lo bueno es catalán, lo dicen los catalanes y punto), sino “marinero catalán miembro de la realeza catalana”. Nada de ibicenco, catalán.
¿Qué realeza catalana,si en Cataluña no ha habido reino ni corona alguna? Da igual, se la inventan y tan felices. En las atarazanas de Barcelona se construyeron las naves que sirvieron para el descubrimiento. ¿Y esto por qué no se sabía? Tienen respuesta para esto: es que España nos roba y nos ha robado nuestra historia. Catalanadas.
El día en que descubran que el pa mab tomaquet, el porrón, los castellers, la sardana, la barretina etc. tampoco son invención catalana habrá una oleada de suicidios en la Ciudad Condal, llamada así porque no tenía nada de Reino, sino de Condado y a las órdenes del Reino de Aragón por cierto.

Se partirán de la risa y podrán leer varias excursiones de frenopático si entran en su web: cataloniatours.com. Aparte, cuando miren los precios, comprenderán parte de la intencionalidad de esta estafa doméstica, que no deja de ser otra cosa.
Por ejemplo, hacen una excursión a la sublime Montserrat. Por cierto, otro orate licenciado en historia en Barcelona ha descubierto que Leonardo Da Vinci vivió un año y medio en aquellas montañas y se inspiró en La Moreneta para pintar La Gioconda. “He superpuesto los labios de la Moreneta y de la Gioconda y casi coinciden” alega, con angelical desparpajo. 
Mucho de este material lo he publicado en mis blogs, para quienes quieren una conferencia más extensa sobre estas psicofonías afónicas catalanas.
Ya digo, tela marinera y de varios metros. Pero sólo acabaré con la última genialidad de Jordi Bilbeny, un divertido personaje que va viviendo de sus extraños hallazgos.
Bien, este 'investigador' está convencido de que la bandera de los Estados Unidos (de América) está copiada de la catalana. Usted querrá decir aragonesa. No, catalana, para estos genios de las subvenciones, el Reino de Aragón ha desaparecido.
Por supuesto, otra díaleeremos que el Quijote o la Celestina los escribió un catalán. ¿Y estos señores se quieren apropiar de las Baleares? Dios nos libre de tanta ciencia

miércoles, noviembre 21, 2012

En picado


Ibiza ha conseguido una imagen lúdica, juvenil y sensual, pero con una temporada efectiva de tres meses. El resto del año es pura miseria, abandono y soledad... y precios astronómicos

O sea, la caída de ocupación hotelera de Formentera ha sido remarcable, un 11% menos que el año pasado. En Ibiza apenas se ha notado la diferencia, un 3%, pero hay algo que unifica el comportamiento en ambas islas: la caída súbita de ocupación. «Hemos caído en picado». No me pondré sarcástico, es decir, este desplome no es porque haya cerrado la media docena de discotecas, sino que estas discotecas han cerrado porque el turismo se desploma en el décimo mes de cada año.
¿Es tan difícil de observar esta constante? Si fuera cuestión de discotecas, bastaba con dejarlas todas abiertas y esto se convertiría en El Dorado de la música enlatada.

El turismo de las Pitiusas es demasiado importante para dejarlo en manos exclusivamente de las discos, que se han venido arriba y piden una vigilancia que aquí no tienen las prostitutas, los taxistas, los hoteleros ni nadie.
Quiero decir que en Ibiza, durante 3 meses reina el caos, la anarquía y por mucha policía que pidan los taxistas, los camilleros, los periodistas, las discotecas, sea quien sea, aquí hay lo que hay: un desmierde descomunal, una isla invivible y que sale bien parada de la prueba anual gracias a la paciencia y a la preparación de los profesionales (todos los mencionados antes más los que no he mencionado antes).

Lo que asombra es la portentosa vitalidad del turismo de las Pitiusas. Formentera ha visto con pavor cómo muchos españoles e italianos no podían venir. ¿Aprenderán a variar la oferta? Pero a esta envidiable ocupación sigue un vacío súbito, una estampida general. De repente la isla amanece blanqueada, como si hubiera nevado: son las cristaleras y escaparates de hoteles y comercios que blanquean sus cristales para ponerlos en stand by hasta el próximo mes de mayo. Y sobran los taxis que no habías visto desde mayo. Notas que algún conocido camina por la calle y que ¡oh milagro! se detiene durante un minuto para saludar. O sea, hemos perdido el turismo y solo nos quedan veraneantes jovenzuelos de julio-agosto.

Claro, una isla, una vida así, con el tiempo te quema las neuronas. Es como trabajar en la mina carbonífera, de técnico en Alaska o en las perforaciones petrolíferas o gasísticas de Argelia: lo haces mientras aguantas, quedas destrozado y quemado y procuras alejarte en busca de un retiro más acogedor. Porque sabes perfectamente que la vida existe, pero es otra cosa muy distinta.

Y sin embargo te quiero: en España nada menos que 57 millones de turistas en un país de 43 millones de habitantes reales. Estamos hablando de algo serio. No sé exactamente el número de 2012, pero se constata este aumento de turistas europeos, sobre todo alemanes, ingleses y franceses, cuando los españoles han fallado, porque vivimos en un país donde han gobernado 21 años los socialistas y nos han dejado en la ruina y en la quiebra. Y qué no decir de los nacionalistas, que han contribuido con gran eficacia en deconstruir el Estado, 17 mercados distintos, educaciones centradas en odiar por un si acaso a España, «un país discutido y discutible», la nación moderna más antigua del planeta. Lo dijo el botarate jaleado por los etarras, catalanistas, progres y socialistas. Y así hemos quedado. Así estamos. Ahora que aproveche.

Menos mal que lo que se desplomó en octubre del 2012 se volverá a levantar presuntamente en mayo del 2013 para 3 meses. Y gracias.

sábado, noviembre 17, 2012

Se desploma el catalán, pero el ruso se dispara


Ibiza y Formentera han de quedar al margen de las destructivas furias incendiarias catalanistas. Nosotros somos otra cosa y bien distinta. Somos fenicios. Foto quemando la bandera de la Unión Europea, después de haber quemado la española. Cuanto más lejos mejor de esa gente.

El aprendizaje del catalán se está desplomando en las escuela de idiomas de Palma, imagino que tras la aprobación de la reforma de la Ley de Función Pública y hasta me parece normal y sano. Que lo aprenda quien lo necesite o a quien le guste conocer el idioma, pero cada vez se hace más odiosa esta pulsión política de cambiar las necesidades y utilidades de la sociedad por una peligrosa ingeniería social que no conduce a ninguna parte, salvo a la dilapidación de recursos y en último caso a un totalitarismo político.
Por contra, la demanda de plazas para aprender ruso se han disparado, literalmente. Por algo será. Estos datos tendrían que hacer pensar a los testarudos mandarines del catalanismo: es inútil dilapidar recursos económicos e intelectuales en empresas que nadie demanda, aunque no admitirán estar equivocados, entre otras razones porque tendrían que explicar por que se han preparado a estos miles de licenciados en filología catalana. Es inexplicable si no es a la luz de una gran operación de pancatalanizar las islas. ¿No es obvio?
Conozco los manidos tópicos sentimentaloides, el disco rayado del recurso de la identidad y otras consignas que han dañado seriamente a dos generaciones de baleáricos y probablemente de catalanes. Allá ellos. Yo no compro esta mercancía, procuro no perder ni un minuto más de la cuenta en sus asuntos ni entro en polémicas vacías y obsesivas que sólo sirven para perder y hacer perder el tiempo.
Aconsejo a mis amigos que tengan hijos en edad de estudios que tomen buena nota del gran fracaso del catalanismo y usen sus recursos en estudios más provechosos, siempre con amplias miras, incluso geográficas. Un fracaso que se hará sangrante y muy penoso de aquí a los próximos años.
Pero ya se sabe aquello: caer en un error no es grave, lo grave es permanecer inmerso en él sin tomar medidas de rectificación. Siempre se está a tiempo de rectificar. O no.
Fíjense que de pronto, en los últimos años, ha entrado una prisa y unas ganas locas por estudiar idiomas. En términos generales, el chino, el alemán y el ruso son muy demandados en toda toda España. Me gustaría pensar que ello es debido a una toma de conciencia global: tenemos que abrirnos, trabajar fuera, aprender en distintos frentes y con varios idiomas. Pero me temo que este aumento de peticiones de matriculaciones en las escuelas de idiomas es debido, dicho con toda llaneza, a que en España no hay trabajo ni lo habrá en mucho tiempo y los jóvenes españoles más inquietos y más valientes quieren salir a trabajar fuera. Así de simple, así de crudo.
No debe extrañarnos que releguen el catalán en pro del ruso por ejemplo, y ya hablo de Baleares.
En la Escuela de Idiomas de Palma han visto asombrados pasar de 86 demandas de plazas en 2011 a 334, un aumento del 288%. El ruso llevaba diez años sin apenas despertar interés, pero ay, las visitas de turistas rusos ha levantado la liebre; el chino sigue boyante, el árabe a la baja y el catalán ha sufrido un auténtico desplome.
Aunque en Ibiza todavía no ha incidido con plenitud la llegada del turismo ruso. Pero ojo, está ahí, es potente y gasta mucho. Habrá que amortizar el puerto ¿no?

miércoles, noviembre 14, 2012

'Boc Baleá'


Que nuestro Rey intente cazar un elefante o a un oso domesticado y embriagado (loor a Mitrofán) no puede extrañarnos demasiado, porque cae dentro de lo posible y de lo probable. Pero ¿qué dirían ustedes si les contara que nuestro Rey, impelido por una incontrolable pulsión cinegética borbónica ha agarrado su rifle de precisión y se ha ido a una cacería de rececho en el norte de Mallorca para cazar... una cabra mallorquina? Que yo sepa nuestro Rey no ha picado, pero otros lo habrán hecho. Es más, ¿qué dirían si les dijera que la caza del trofeo vale seis mil euros, el precio más elevado que se cobra en toda España por una especie cinegética? Seis mil euros más complementos, gastos, viajes, hotel, propinas, etc.
No me he vuelto loco, es que en Mallorca venden la caza de un chivo normal y corriente como si fuera una gran pieza de un incalculable valor cinegético. La han denominado boc balear en mallorquín. Una cabra. El marido de una cabra.
Le pregunto a mi veterinaria dónde está el secreto. En el dinero, me contesta. Joder con los cazadores mallorquines, entre los cleptómanos criadores de perros que quieren robarnos el nombre del ca eivissenc o podenco ibicenco y los promotores de la caza de cabras como si fueran un corzo o un jabalí nos encontramos ante auténtico portentos de los negocios a pelo.
Decidles tontos a los mallorquines, que se la saben larga y en este caso, reforzados por el saber liante de un catalán, según leo.
Yo insisto a mi amiga, la cabrita ha de ser de alguna raza montaraz especial, como un rebeco o una hispánica o ?. ¡Nada! Me interrumpe, una cabra corriente y moliente. Cuando son asilvestradas que ya crecen sueltas las llamamos en Mallorca sa cabra orada, pero son las mismas que las domésticas, en el bien entendido que en Mallorca hay otras razas caprinas. Pocos lo saben, pero apostaría a que orada significa loca, proviene del latín, no de Cataluña como creen los crédulos progres.
Se ve que a algún catalán homologable se le ocurrió una fórmula para sacar a los ricachones aburridos de la molicie y puso en marcha una web donde queda todo explicado. Como yo sé que muchos no me creerán, aquí les pongo la dirección por si alguien quiere entretenerse en Internet o dedicarse a cazar unas cuantas cabras en las montañas de Alcúdia (norte de Mallorca): http://www.bocbalear.com/
El tema tiene su intríngulis y es posible que una caza selectiva de chivos ayudara a optimizar la raza y al negocio del dueño de la finca, pero no deja de ser una de las astracanadas más ridículas del siglo, aunque hay gente para todos los gustos.
Como cazar una simple cabrita sería abusar de la perspicacia del cazador se vende la caza del boc balear. Dicho así suena a exótico y es como si fuera una especie maravillosa y salvaje, una pieza digna de cobrar, digna de embalsamar y de exhibir al lado de una cabeza de rebeco o de tigre.
Un cazador avezado en el rececho me explica en Mallorca: «Es el trofeo más caro de España, con diferencia: un chivo común». Una simple cabra, el macho cabrío de una raza normal de cabra mallorquina. Yo preferiría no hacerlo, gracias.
Que dispare otro

sábado, noviembre 10, 2012

Animales mallorquines



Si nadie se opusiera, este grupo de presión formado por unos mallorquines cazadores y políticos adyacentes nos robaría hasta la cera de las orejas a los ibicencos, como se dice coloquialmente.
Robar está bien dicho, pues es una apropiación indebida con el uso de la fuerza que da la ascendencia y el poder. Pocas cosas tienen más fuerza que el boletín oficial. Nos hurtan hasta el nombre.
Ya hace años que les duele a este grupo la denominación específica de podenco ibicenco o ca eivissenc. Más que nada en el bolsillo, porque estas cosas, -como las selecciones nacionales de Cataluña- que buscan afanosamente bajo un difuso manto identitario se reducen a una mera cuestión de dinero. Todo por la pasta, mem.
Controlar la marca supone poder, dinero, organización, exhibición, otorgamiento de pedigrís y otros ingresos bajo varias formas diferentes. Dinero, ay el vil metal, cuántos crímenes se cometen en tu nombre.

Por lo tanto, voy a reducir el problema a su justa dimensión: a un grupo de gente avariciosa, pero no caeré en la trampa pueril de referirme a los mallorquines en general, primero porque no les conozco a todos, segundo porque no podemos tomar el todo por la parte y tercero, porque la mayoría de mallorquines son buena gente con la que tenemos que llevarnos como lo que somos: una gran familia con un gran proyecto en común en el Archipiélago más envidiado del planeta. Por lo tanto, no nos peleemos, que sólo sacaremos arañazos.
No se crean los criadores ibicencos que la gilipollez y la mala fe les afecta sólo a ellos. Me he informado con una veterinaria mallorquina que está alarmada por este cambio de nombre, así parece que le quieren llamar al podenco ibicenco “podenco autócton balear” que es tanto como no decir nada, pues autóctono de algún sitio lo somos todos. Y mucho menos usar el adjetivo 'balear', pues baleares son los siguientes perros mallorquines y no hay que confundirlos: es ca mè, es ca de bou, es ca de bestiar, es ca rater (y espero que nadie me lo catalanice, ya sólo nos faltaría esto). En Menorca hay un ca de conills, que supongo que es otra variedad de podenco. Hay podencos en Canarias y en algunos otros sitios. ¿Vamos a llamarles baleares a todos?

Pero ninguno es como el podenco de Ibiza, hoy muy extendido, porque se lo han llevado de Ibiza, lo han criado y multiplicado y está repartido por todo el mundo -añorando la isla fenicia llena de sol. La finura hija del hambre del podenco ibicenco no la tiene ningún otro. Hete aquí que este grupo de listillos (mallorquines, como podrían ser sicilianos) aparece en escena para sacar tajada con métodos torticeros .
No me cansaría, sólo añadiré una cosa para el Consell de Mallorca y el Govern Balear: Vamos a llevarnos bien y a robar lo que se pueda, pero entre nosotros no vamos a pisarnos la manguera. Con dos minutos la orden publicada en el boletín queda derogada. No líen, ni alimenten historias de miedo y enfrentamiento.
Mejor así y sin tardanza, pues si tenemos que discutirnos ya encontraremos fácilmente otros motivos seguramente de más calado.

miércoles, noviembre 07, 2012

Secuelas del verano


Leyendo el Diario de Ibiza se me reafirma una vieja convicción: En la isla no tenemos equinoccios, nos hemos quedado solamente con el verano, con toda su crudeza y con su ritmo descabalgado. A esta fase de locura suceden dos semanas para ir cerrando tiendas, hoteles y almacenes. Y ya nos escondemos como los animales de sangre fría dentro de nuestro tronco, frente a una chimenea o en el interior del apartamento. Verano e invierno.

 Claro, ya sé que muchos miles parten hacia el pueblo de la Península, donde al menos tienen agua corriente potable y no pagan alquiler; y otros muchos se van a la India o a Tailandia. El objetivo es salvar la economía del invierno hasta que en el próximo mes de junio podamos recomenzar la pesada tarea del acopio.
 Así que sólo tenemos dos estaciones, verano e invierno, han desaparecido los equinoccios y nos pasamos el tiempo entre dos mundos: las locuras del verano anterior, de las que hemos sobrevivido por razones inexplicables y las pruebas que nos esperan en el verano próximo. Quién sabe. Cuando escribimos, siempre lo hacemos de las secuelas o de las precuelas veraniegas.

Del verano 2012 observo que alguien acaba de descubrir algo que todo el mundo sabe desde hace lustros: los chavales intoxicados –borrachos dice el Diario– ocupan y saturan las camas de los centro de salud. ¿Dónde podríamos almacenar estos quintales de carne bautizada con alcohol etílico? ¿En el parking de las discotecas? ¿En los campos de fútbol, vacíos durante el verano?
Es innegable que llama la atención, pero Ibiza ha sido abducida por este subturismo o narco-turismo y no nos vamos a quejar ahora.
 Una isla tomada por las discotecas, los ´camellos´ y los pocos españoles supervivientes de la demencial ruta del ´bakalao´ de Valencia no puede desatender a las víctimas colaterales que van cayendo como moscas en julio y en agosto.

 Y encima la temperatura media en julio y agosto ha subido 2 grados en los últimos 30 años. Acabaremos todos ardiendo y no sólo por el calefactor del cambio climático. Tanto calor, anfetaminoides por un tubo y un agua de calidad infernal pueden conducir a serios trastornos psíquicos y físicos. ¿Dónde guardaremos a tantos borrachos si seguimos aumentando el número de ingleses que caen sobre Ibiza?
 Para acompañar estos calores tan pringosos en una Ibiza a 32 grados, añadamos otro dato que pone los pelos de punta: «El consumo eléctrico en las Pitiusas bate otro récord», mientras se estanca en el resto de las Baleares.
 Calor y humedad es poco. Falta una algarabía de decibelios encabronados. Y por aquí la policía municipal no tiene sonómetros, o solo tiene uno, o está estropeado o no quieren usarlo o no saben hacerlo o yo qué sé ni lo sabe nadie.

 Uno piensa en todo esto y el fenicio concluye rascándose la cabeza que tenemos el cielo ganado. El verano que viene más, ya hablaremos de las precuelas.

sábado, noviembre 03, 2012

Ibiza Shore


Como trasfondo el frío aire del otoño. Llevado de la añoranza, echo una ojeada a los meses del verano reflejados en las divertidas páginas del Diario, no sólo para solazarme, ni para revolcarme en los fangos infectos del Espalmador, sino para tratar de que algunas cosas no se nos caigan de la agenda definitivamente.

Algo se podrá hacer para que las plagas de mosquitos no eclosionen en pleno verano y torturen a nuestros desavisados turistas. Les pasó a cinco vascos: «Los mosquitos ibicencos nos han acribillado», afirmaron al entrevistador; y viniendo de un joven vasco hay que valorar el término «acribillar» en su justa contundencia. Sépase: nuestros mosquitos son de récord Guiness, casi como gambas, y los de la parte de las Salinas tienen algo en su picadura que los hace inmortales. No es sólo la picadura sino las secuelas.
Los chicarrones del norte, ya con treinta años y pico, sucumbieron a nuestra kale borroka púnica. No hay enemigo más fulminante. He visto en documentales cómo una nube de mosquitos acosa a un búfalo de mil kilos hasta el punto de hacerle volver loco. Un búfalo, con una piel de varios centímetros.
Al margen, me convencieron de algo que sé hace muchos años: en los viajes exóticos los grandes peligros suelen ser invisibles, llegan sin avisar y de enemigos minúsculos o microscópicos.
Algo podrá hacer alguien. ¿O lo dejamos como está? Yo recuerdo, hace ya muchos años, cuando el Fomento de Turismo pagaba campañas bélicas de fumigación en las zonas cercanas al aeropuerto. Comprendo que controlar macetas, pozos, canales privados, estanques, es una labor complicada.
No sé, quizás deba dejarse que la ecología actúe como regulador y que las droguerías y supers vendan cajas enteras de utabón y mejunjes insectífugos, como los que yo me llevé a Cuba y fue un gran acierto.

En otras páginas descubro a ocho valencianos que contarán toda su vida cómo en Ibiza les echaron del apartamento por ser ocho en vez de dos. Esto sí que no tiene arreglo y lo mismo ocurre en Fortaleza o en Gandía (o Gandía Shore, el programa televisivo donde compiten con Ibiza para llegar a ser muy bestias y procaces).
Creo que muchos turistas vienen a Ibiza para que les ocurran incidencias que después inmortalizan durante todo el año. «El barco me costó 70, la entrada a la disco 80 euros». Y se ríen. Otro alquiló un coche, pero se quedó tirado, sin batería. Ibiza Shore. La famita, ay, tan merecida.
Otro, un romano, se gastó el dinero por la noche, perdió cinco kilos. Afirma no haber visto el mar de Ibiza nunca. Cómo llegaría y cómo se iría.

La mayoría embobada quiere ignorar los efectos potencialmente infectantes de los lodos del Espalmador, donde históricamente se ha tirado la basura, mejor dicho, la mierda literal, y toda suerte de pestes. Esto es la nostalgie de la boue, la añoranza de los orígenes en el barro, en su sentido más literal.
En cualquier caso, quizás es mejor que estas barcas atiborradas de ingleses borrachos hasta la temeridad que cruzan el Mediterráneo cantando himnos engorrosos y fuera de contexto. A veces se cae alguno al mar. Ibiza Shore, qué bajísimo hemos caído.