miércoles, mayo 30, 2007

Una victoria amarga



Tal vez sea la primera vez en mi vida que recuerdo una victoria tan triste: ganar unas elecciones para gestionar el destrozo descomunal e imperdonable de Ibiza no es un plato de buen gusto.
Nunca sabremos si fue la soberbia o la ensoñación codiciosa o ambas cosas que aconsejaron embarcarse al PP en unas obras públicas absolutamente suicidas.
Ahora el mal ya está hecho. La isla está tajada y hundida en su imagen (que es aquello de lo que vivimos, de nuestra imagen), las monstruosas obras de las autopistas ni siquiera han concluido y nos espera otro verano demencial.
Tarrés tendrá que gestionar las consecuencias de este terremoto.
Lo lógico es que estas obras se concluyan.
Ahora sólo hay que ir pagándolas.
Pero ni siquiera conocemos los términos del mantenimiento. Se prevén constantes y continuos problemas, deficiencias y pleitos. Si se continúan las obras de puertos en San Antonio, los desconchados y averías serán, presumiblemente, cosa común.
Presidente de una isla tras un tsunami o después de un terremoto.
La soberbia injustificable, la creencia de que el poder ejecutivo puede sobrevolar los valores de la prudencia y del sentido común, han conducido al Partido Popular a una derrota merecida.
Ahora quedan muchas cosas por explicar: ¿por qué estas obras sumergidas y socavadas? ¿Qué hacen estas miles de toneladas de tierra en la finca de este señor o de esos señores? ¿Por qué estas curvas y estos diseños en las autovías?
Ya lo dije en su día, cuando un ingenuo quería llevar a los abajofirmantes a la Fiscalía. A la Fiscalía irán muchas cosas.
Sería un error pensar que las elecciones borran toda responsabilidad penal.
Cada cosa a su tiempo y por su carril.
En Ibiza hay mucho que investigar. Y esperamos que la Fiscalía y la justicia entren con decisión en esta maraña de intereses muy oscuros que han colocado a la isla en el mapa de la corrupción nacional. Alcaldes, concejales, exloquesea (por lejos hayan llegado) han puesto en juego el futuro de los ibicencos.
Bien están las elecciones, pero el camino a seguir sólo acaba de empezar.
El campo de batalla está plagado de víctimas.
Confiemos en la Fiscalía, deseamos que trabaje a destajo. Ibiza necesita una gran labor de justicia (intentarán algunos que se confunda revancha con justicia). Un trabajo en profundidad.
La factura la pagará como siempre quien está abajo, pero al menos se necesita recuperar la ilusión y el sentimiento de que, de vez en cuando, no todo puede salir gratis.
La imagen turística ya es otro cantar. Pero que nadie espere milagros.

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domingo, mayo 27, 2007

En cuarenta años hemos liquidado la isla


Hay cosas opinables, como el tipo de turismo que sería mejor para Ibiza y Formentera, o sobre le idoneidad de pintar de color rojo las murallas de Ibiza (como parece que ya estuvieron), incluso podríamos opinar en un referéndum si metemos a un millón de personas sobre la isla.

Hay cosas opinables, pero hay otras que son hechos incontrovertibles: Nos hemos cargado la isla en menos de 40 años. Le podríamos achacar la culpa al franquismo, como hacen ahora algunos de estos bobos huecos y pseudo-progresistas que quieren recuperar el pasado. Algunos catalanes quieren recuperar la Edad Media, otros la segunda República. Ya les vale.

Pero si tomamos 1967 como el comienzo del turismo de masas, resulta que ahora cumpliremos unos 40 años de turismo masivo. No está mal.

Los primeros viajeros viajan con el siglo. A comienzos del XX llegan los primeros y hasta 1936 Ibiza recibe numerosas visitas de jans rubios.

Hasta 1953 apenas puede entrar nadie. En 1960 Ibiza vuelve a estar llena de beatniks y viajeros anglosajones, franceses y alemanes.

Y comienza el despegue turístico.

Cuarenta años después Ibiza está sin agua, está sin su paisaje (infestación de pinares y de cemento, paradojas), está sin sus frutales y sin su agricultura. La cultura y la vida de la isla han saltado por los aires.

Toda la isla ha sido brutalmente colonizada por el cemento.

Pero mal que bien seguía la vida con sus cien mil habitantes, hasta que un buen día, los rectores y cabezas pensantes decidieron cometer la única aberración que no se podía cometer, decidieron hacer lo único, lo prohibido, la locura que se debía evitar a toda costa: Tajar la isla. Separarla en dos mitades, construir unas desproporcionadas vías de comunicación colosales, fuera de toda norma y del sentido común.

Se hicieron, se excavó, se sacó tierra, (¿de quién es la tierra sino de sus dueños?) y ahora viene la fase dos: puertos deportivos. Será el remate final.

Hemos durado 40 años. A partir de ahora, Ibiza será otra cosa muy distinta.



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sábado, mayo 26, 2007

Una temporada de seis meses



Leo en algún sitio que los hoteleros quieren recuperar una temporada de seis meses. Estas peticiones (¿a quién, al Govern?) siempre quedan bien y pueden llevar a los despistados a pensar que en estos sitios se trabaja mucho, se piensa, se proyecta.
Pero estamos en las mismas de siempre. Nada nuevo.
Es más, es todo lo contrario: aquí el último que se puso a pensar decidió que en invierno no tiene que venir ni un solo turista, pues se les saca muchísima más pasta llevándolos al Caribe, a Cabo Verde o a Brasil.
Ibiza trabaja fuerte dos meses, y los otros dos arrastran y redondean los números.
De manera que, no sólo hemos perdido la batalla de la desestacionalización (y cosa curiosa, la hemos perdido sin plantearla), sino que estamos camino de perder el semestre activo.
Ibiza es un semestre activo, otro semestre al paro. Y el último que cierre la puerta con cuidado no vaya a despertar a nuestra conciencia, que está durmiendo la siesta. Y que apague la luz.
Y que se marche cantarín y estupendo a pasarlas a la Puebla de Cazalla o a Cancún, por un decir.
Ahora los hoteleros quieren recuperar un semestre activo. Si se trata de un ardid para pedir dinero, estupendo, pues la consejería de Turismo está entusiasmada y cada vez que tiene la oportunidad de hacer el ridículo, de irse al Rasputín o de derrochar euros con iconos del siglo pasado, no pierde la oportunidad de hacerlo.
Pero hay muy malas noticias para estos pobres hoteleros:
Una. Esto ya se viene pidiendo desde 1970 y cada vez se acorta un día más la temporada.
Dos. Para los clientes de gran poder ya se van construyendo agroturismos, cinco estrellas o rurales.
Tres. Para el turismo masivo ya sale más a cuenta alquilarse entre doce un apartamento. Y subarrendarlo. Y usarlo de almacén para vender cosas.
Cuatro. Ya no queda temporada: sólo las ciento y pico de sesiones de las discotecas. El mismo día en que se cierra la discoteca, se cierra la isla.
De manera que si el medio millón de ingleses y el otro medio de alemanes deciden irse a Corfú (por ejemplo), aquí sólo quedaremos (quedaréis) los que insistan 30 años más en pedir cambios en el turismo.
El resto, dj´s, camellos, camareros, vendedores de sandía se trasladarán y como las gaviotas andarán el camino estacional.
Pero siempre nos quedarán toneladas de medusas.

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miércoles, mayo 23, 2007

Un optimismo oficial poco justificado

Una invasión insólita de medusas está barriendo las islas Pitiusas. Foto de Manu San Félix, en la portada del Diario de Ibiza.


El encargado de los números del Govern Balear (no se lo pierdan y apúntenlo, que es genial: conseller balear d´Economia, Hisenda i Innovació, en andorrano) suele venir a Ibiza a distribuir cifras afrodisíacas.
Si le entendí bien, no hace muchos meses hablaba de una gran diversidad de nuestra economía y de una gran pujanza, al margen del sector servicios, etc.
Yo no dudo de que sea un profesional muy cualificado, pero me quejo de que muchas de estas lecturas de la estadística están excesivamente en función de lo que los políticos quieren escuchar.
Ahora ha vuelto a Ibiza cargado de buenas cifras y bellas artes. Mi apreciado Lluís Ramis de Ayreflor ha presentado el informe económico de las Baleares (Balears en andorrano) con la buena nueva de un crecimiento del 2,6 (o una centésima más, depende) en Ibiza-Formentera, debido en parte al sector servicios.
Y tan en parte. No soy experto, pero apostaría que una gran proporción del crecimiento pitiuso viene determinada por la abrumadora presencia del sector de la construcción y muy especialmente por las grandes obras públicas emprendidas hace un año.
¿Cuánto quedará o quedaría de nuestro crecimiento si le restáramos la construcción, el asfalto, la piedra y el cemento?
Estos datos, dice, demuestran la consolidación y la recuperación de la economía iniciada en el 2003. O sea, coincide con la legislatura del Partido Popular. Excesivamente simétrico, muy bien cuadradito.
Y después de este 2,6% del crecimiento de Ibiza... se olvida de que la previsión de crecimiento para toda España es del 4%. Y el de Baleares tiene una media superior al crecimiento de Ibiza. ¿Y eso por qué? Pues... porque no hay consolidación de la economía y no hay mejora en el turismo, por mucho que haya aumentado un 25 por ciento en la temporada baja. Es tan baja, que ni con un 25 vamos a parte alguna.
Estamos en una economía descompensada, intervenida peligrosamente y sumida en una crisis estructural de la que no salimos.
A mayor burla del apuntador, la temporada baja apenas influye en nuestra situación y en la temporada alta seguiremos colapsados, con servicios insuficientes y con problemas de todo orden, hasta de orden público: todos quieren venir a vender droga y a tirotearse en julio y agosto.
Si hasta las medusas parecen concentrarse en los meses punta. Ya digo, no cuestiono la valía de los profesionales, pero no vamos a picar en este cebo. Ya nos conocemos las historias de la historia. Y que conste que no he hablado mal de las autopistas porque estamos en elecciones.

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domingo, mayo 20, 2007

Frenazo


Hace ya unos meses que se emplean las palabras descenso y frenazo con cierta asiduidad. En realidad un frenazo sería una caída súbita y repentina… inesperada.

Nada de eso concurre. Hace ya años en que Ibiza ha quedado enclavada en un funcionamiento sesgado, viciado (vicioso también) y muy anormal. No se le pueden aplicar a la isla los sistemas de medir ni las estadísticas que se emplean en otros sitios.

Ibiza funciona muy mal cuando no hay gente (casi todo el año) y funciona mucho peor cuando vienen demasiados turistas en julio y agosto.

¿Cuánto hay de realidad y cuánto hay de espejismo en la economía ibicenca? Sería bueno saber con mucha exactitud que parte del Producto Interior Bruto es generada por la construcción y por las monstruosas y demoledoras obras de autopistas y otras iniciativas más o menos públicas.

Si se pudiera descontar esto, no hablaríamos de frenazo en la venta de viviendas en Ibiza, por ejemplo.

No hablaríamos de una drástica disminución de las ventas de billetes de avión en Alemania (Air Berlin).

En ambos casos, simples ejemplos sueltos, hablaríamos de una situación deprimida, cuando no de simple crisis.

Esta brutal explosión de obras que nos ha acompañado en los últimos diez años (de 1997 hasta 2007) ¿ha supuesto una mejora de las condiciones de vida de los ibicencos? ¿Somos más ricos ahora y vivimos más cómodos, con una mejor calidad de vida?

No voy a responder, porque estamos en tiempos electorales, pero será muy sano pasarse dos minutos cavilando sobre esto. Sin olvidar que lo del peaje en la sombra significa que a partir de ahora empezarán a llegar las facturas.

Este verano pondrá a prueba, además, la capacidad de absorción de estas vías y el aguante de nuestro sistema nervioso.

Un frenazo, una economía muy viciada y dependiente de un solo sector (turismo) que se dedica a los turistas de dos nacionalidades (quizás 3), pero sólo de un sector de edad y durante dos meses, dos meses de locura, de calor y de problemas. En noviembre nos veremos.

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sábado, mayo 19, 2007

Servicio integrado de vigilancia ultramoderna

Argelia está muy cerca de Ibiza. Es zona de frecuentes y violentos terremotos. El dispositivo de vigilancia cubrirá la entrada de pateras y barcos de narcotraficantes en la zona.

Procuraré no ser cáustico ni tan siquiera satírico, pues se entiende que en cuestiones de seguridad debemos ser atentos, incluso colaboradores y estudiar con frialdad las medidas que se van tomando (o que no se van tomando).
Por ello, leo con un escepticismo que nace de la experiencia estas noticias que resaltan los magníficos mecanismos de control, los servicios integrados, los generosos medios del Ministerio de Interior para controlar a los narcotraficantes y a las pateras que, presuntamente vendrían procedentes de Marruecos o de Argelia.
Una vez más anoto que estamos en elecciones. Palabrejas atronadoras (una lancha así, la Río Guadalquivir, debe disuadir a cualquiera sólo con saber que estamos en una mejora tecnológica que viene revestida de grandes artefactos ultramodernos). Servicio Integrado de Vigilancia Exterior: lancha, artefactos, aviones... Miren, me parece mucho presumir en un Ministerio donde muchos de los automóviles de la policía ni siquiera arrancan. («No estarán operativos», diría un Rubalcaba ante la prensa).
No está operativa una gran parte de los móviles, automóviles o embarcaciones. Me parece que esta retórica pre-electoral no es necesaria.
Ello no priva de que se reconozca necesaria esta presencia y esta mejora. Tener los medios, mantenerlos y aumentarlos.
Pero esto no se formaliza en la realidad. Ni siquiera hay los suficientes medios para cubrir los servicios imprescindibles. Un simple viaje de un ministro, o el desarrollo de la Copa América (son sólo ejemplos) significa que han de retirar lanchas (ultramodernas, servicios integrados y otras zarandajas) que están operando en servicios complicados para trasladarlos a Valencia o a vigilar a una ministra.
Se habla mucho, sobre todo los socialistas, que parecen adornados con una retórica magnífica, hueca, pero la realidad es bien distinta. Cada vez que conocemos el desarrollo de una operación (por ejemplo, retornar a los subsaharianos a Mauritania) se nos cae la cara de vergüenza por la carencia de medios y de la baja calidad de éstos.
Ello contrasta con la disposición de los agentes, en general. Alguien que se dedique a esto, con la paga y los medios de que dispone, es porque le gusta el trabajo. Muchos de esos agentes se juegan la vida, no sólo por posibles altercados sino por incidencias meteorológicas o de otro tipo.
Y por fin, retórica, porque mediante las pateras llega una mínima parte de inmigrantes. Es mucho más fácil usar el barco, el avión y venir desde la Península o desde París, Lyon o Londres. Como todo el mundo sabe.

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miércoles, mayo 16, 2007

Es Viver: los días contados

La hermosa zona de ses Figueretes y es Viver, con su prolongación en la playa d´en Bossa forma la playa más larga y una de las más hermosas de la isla, una isla sin playas, no lo olvidemos.
Además es uno de los pulmones de la ciudad y una parte importante -por sus extensiones de posidonia- en el conjunto que forma el Patrimonio de la Humanidad.
La finalización de las grandes autopistas y cinturones de ronda va a suponer el final de estas playas, al quedar bruscamente interrumpidas las aportaciones de arena y de materiales que antes llegaban en épocas de lluvias.
La aportación artificial de arena sólo empeorará las actuales condiciones y seguirá exterminando las grandes praderas de posidonia, por simple asfixia o por aplastamiento.
La playa d´en Bossa será como una gran bolsa contaminada, insana, sin salud y con una gran actividad mecánica: embarcaciones, trasiego y una densidad abrumadora de población. Hoy ya tiene una densidad poblacional muy remarcable.
El puerto deportivo, al margen del daño ocasionado a las posidonias, también alterará la circulación de las corrientes y por la tanto la salud y la calidad de las aguas de baño. Eso ya se sabe.
Se sabe además que los vecinos no quieren más obras ni más instalaciones. Con lo que hoy tiene la zona, la densidad ya es agobiante. Pues... multipliquen por diez, como mínimo.
Otra aberración será el relleno -que denuncia repetidamente el grupo ecologista GEN y al que se oponen las asociaciones de vecinos- urbanístico. No son sólo las instalaciones construidas en el mar. Son las significativas obras que deberán efectuarse en tierra firme.
Oponerse a estos grupos de presión es muy complicado, porque nunca se rinden. Viven de esto, de consumir paisaje, de edificar, de construir, y una vez conseguido el proyecto, ya cavilan embestir hacia otra parte. En Ibiza se pedirán doce para conseguir seis (que son los puertos que inicialmente querían conseguir).
Nadie puede oponerse. Aunque el Ministerio de Medio Ambiente denegó los permisos, ya se ha conseguido en cambio el visto bueno de la conselleria Medio Ambiente del Govern Balear. Si gana el Partido Popular en el Ayuntamiento, la licencia está más que asegurada (y si gana el PSOE quizás también, no lo sé, aunque de momento ha dicho que de ninguna manera).
¿Qué puede hacer el ciudadano pacífico para preservar sus derechos? Nada. Sólo votar y rezar. Las elecciones son el único momento y la última oportunidad de neutralizar (al menos durante cuatro años) los desmanes de estos ibicencos que dicen haber llegado muy lejos. Cierto, demasiado lejos.

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domingo, mayo 13, 2007

Un paraiso urticante



Estamos en mayo y harán muy bien las autoridades baleáricas en tomarse muy en serio el asunto de las medusas. Pocas circunstancias, hechos o cosas pueden ser más disuasorios que una nube de medusas flotando en las costas.

Si esto se repite en distinta hora, en varios puntos simultáneamente y durante más de tres días (como ha sido el caso de Ibiza en algunas fechas) entonces… estamos ante un problema serio.

Que se lo pregunten a los italianos y yugoslavos, cuando hace ya una década larga se encontraron con que era imposible adentrarse en el agua sin verse agobiado por estas molestas knideés (ortigas en griego) en el mar Adriático.

Salió en la prensa durante mucho tiempo y al final encontraron una causa de tipo de contaminación orgánica.

Que se lo digan a Grecia o a Italia, que han perdido miles de millones, por la presencia intrusiva de las epidemias de medusas.

En Grecia fue tan preocupante que incluso el asunto requirió la mediación de Irene Papas y de Melina Mercouri ante la UNESCO y ante el Instituto Oceanográfico de Mónaco.

Yo creía que esta proliferación anómala sólo era un fenómeno de nuestro Mare Nostrum, muy contaminado por las emisiones de aguas sucias, fosfatos y nitratos.

En realidad, el investigador Pedro Vélez, del Centro de Investigaciones Oceanográficas de Tenerife, dice que en los últimos diez años se han multiplicado por tres.

Ahora ya se sabe que hay algunos factores que propician esta poco rentable infestación de gelatinas: las subidas del calor, de la temperatura del agua y, por fin voy a decirlo, la gran aportación de aguas residuales a las costas, así como restos y derivados de los usos agrícolas. Piense por un momento en las zonas de El Saler, la Albufera, en Valencia o en sitios como la playa den Bossa o la bahía de Portmany.

Por esta razón yo decía en el título que Ibiza es un paraíso para las medusas.

Ahora sería interesante saber si estos aumentos brutales de salinidad en algunas zonas (potabilizadoras) también ayudan a su crecimiento. Ya sería el colmo.



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sábado, mayo 12, 2007

Aliarse con las hermosas medusas



Cuando leí la solución propuesta por el director general de Pesca, Calviño, me pareció muy elemental, pero esto es lo que hemos hecho siempre: recogerlas con una red, un gambanero, directamente desde la orilla. Se encestaba, se extraía con cuidado y se dejaba la temida masa gelatinosa sobre la arena caliente.
El rito terminaba con la contemplación extasiada del monstruo urticante que tanto miedo nos causaba -por experiencia y con razón- que se fundía entre estertores. Casi todo es agua, pero los filamentos son muy temibles.
Yo siempre que puedo me pongo el bañador. Siempre he temido que me suelte un latigazo a lo largo de la entrepierna. O en la cara, a la altura de los ojos.
Recogerlas directamente de la orilla es una tontería. No consigues gran cosa, porque la medusa tiene unos filamentos muy largos e invisibles. Al aprehenderla, se suelen fragmentar estos hilos, que son urticantes (esta es la parte abrasiva, el cuerpo no) y cuando te metes en el agua, confiadamente, de repente notas un calambrazo: ahí estaba el regalo en diferido de la medusa.
De manera que lo mejor sería buscar otras soluciones. Lo natural es dejarlas a su suerte para que se las vean con sus depredadores naturales. Pero hemos esquilmado los atunes, las tortugas y los delfines. Eso ya es impensable.
Otra posibilidad sería encontrarle su parásito o enemigo natural: guerra química, aunque esto suele tener el riesgo de ocasionar daños colaterales a otras especies.
Y finalmente crear una flota de grandes barcos pesqueros que se dediquen intensamente durante varias horas a la extracción de los bancos de medusas... una vez identificados y ubicados. Esto será muy costoso.
Ya dependemos del petróleo totalmente. Hasta el agua potable, es un decir, nos viene del mar, previa desalación usando energía eléctrica, que a su vez viene del combustible fósil.
Quiero decir con todo esto que llegará un día en que nos costará más dinero mantener el turismo que tener la isla vacía. Ya estamos en ello.
Quizás sería mejor hacerse amigos de estos seres que pueblan la tierra mucho antes que el homínido.
Visitarlas, vender excursiones y bañarse en tubos o piscinas controlados por los Inspectores de Medusas. Cobrando, naturalmente. Con derecho a fotos y a peligrosas inmersiones sin traje de neopreno en el centro de un banco de medusas.
Es un mal enemigo. No le venceremos. Mejor sería aliarse con él.

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miércoles, mayo 09, 2007

Infestación de medusas


El año pasado en el mes de abril publiqué en mi blog una insólita y alarmante (alarmaba a quien las fue descubriendo en distintos puntos de las costas de Ibiza) invasión de medusas.
Algunos me llamaron exagerado. Y todos nos reímos mucho. Ignoraban que desde hace veinte años he ido visitando los litorales de algún sitio de Ibiza, diariamente, a veces durante horas.
Y lo constato: yo no había visto tantas medusas nunca, en tantos sitios distintos y simultáneamente. Claro que siempre las ha habido, pero aparecían como embolsadas en una cala, acorraladas por algún viento.
Veo que este año es el director general de Pesca quien levanta la alerta. No sé, no veo el mar desde hace meses.
Pero me temo que con las medusas va a ocurrir lo mismo que con los incendios: a fuerza de toparse con ellos cuando ya no tienen arreglo (al menos con la diligencia necesaria), al final no queda otra remedio que volverse previsor, anticiparse y visualizar una solución aunque sea virtual en la pantalla del ordenador.
Ahora hay menos incendios que nunca, aunque este verano puede ser muy duro, y habrá que hacer horas extra, avisar y pedir avisos, porque la maleza y el bosque bajo pueden causar verdaderos estragos. Será un mal verano para los incendios.
El director de Pesca sólo ha contado tres mil afectados de picadura de medusas en el 2006. Muchos más habrá habido, pero los ibicencos nunca nos hemos tratado, quizás para evitar que nos contabilicen, que cuando te apuntan es para llevarte a la mili.
El hecho que debemos asumir todos es que hemos cambiado las condiciones del mar de tal forma que hemos alterado su mecánica. Esto es grave, pero ya lo sabíamos: las medusas son un excelente manjar, pero nosotros nos hemos comido a quien se las comía y ahora las medusas nos comen a nosotros.
El sistema de ir erradicándolas mediante una red de arrastre (que no es tal, porque es una red de superficie) con una barca de poco calado parece sensato. Pero el gasto que supone, el trabajo que supone no asegura gran cosa. No lo sé.
Cuando una compacta oleada de medusas decide aparecer, puede hacerlo en dos horas, en función de las corrientes, puesto que no sólo se traslada de un lado a otro sino que emerge desde los fondos con una velocidad asombrosa.
La mejor manera de acabar con las medusas sería adoctrinar seriamente a los mismos pescadores y preservar la salud de las tortugas, delfines y atunes. Pero... si llegamos, siempre lo hacemos tarde.

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domingo, mayo 06, 2007

Cuando el poder estalla en las manos


El poder es peligroso, tanto que incluso puede estallar en las manos a quien lo detenta. El etarra o el islamista que están preparando una bomba lapa y de repente les explota en las manos saben en primera línea lo peligroso que es el poder. Es peligroso para quien debe sufrirlo, pero a menudo para quien lo ejerce. No es fácil gestionarlo, soportarlo ni ejercerlo.

Estos días ya lo están descubriendo –algunos ya conocen la sensación de vértigo- en propia piel, desde José Blanco al Roque López, aprendiz de brujo que queriendo destapar a todo el mundo al final va a quedar escaldado, con el culo al aire y pelado como un pavo.

Pero incluso quien se las promete muy felices desde la sombra, puede que descubra la dificultad de actuar siempre en primera línea y mantener la hacienda en la retaguardia.

No puedo saber si en Vila Centre hay comisiones. Se sabe que en el PSOE no es nada raro. Hay sentencias a docenas y todavía hay gente en la cárcel. La Caixa le acaba de condonar mil millones de pesetas al PSC (¿Y eso qué es?). Pero estoy seguro de que no puede haber caso partiendo de la película que ha montado (o le han montado) el Roque.

Hasta me ha enternecido la pobre Sandra Mayans, sobrecogida por la magnitud de una tragedia que… le va narrando quien pretende desvelarla. Sólo se desvela a sí mismo. Delante de toda España.

Otra cosa es la impresión: Yo tengo la impresión de que no hay ni una espiga de trigo limpio tras el despótico y canallesco plan de las autopistas.

Quizás haya algo en el PSOE y en Vila Centre. Pero ¿y en el PP? ¿Cuántos alcaldes han sido ya encausados, llamados a declarar?

Acabo de recibir la última novela de Pedro Gálvez, ‘La Emperatriz de Roma’, contando la vida de Agripina. Aquella refinada arpía, de una caciquil y poderosa familia es un paradigma de cómo el poder puede llegar a explotar en las manos. Voten sin miedo, sólo es mierda.

(Foto: Sandra Mayans, fotografiada por Juan A. Riera, Diario de Ibiza)


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sábado, mayo 05, 2007

América redescubrirá a uno de sus favoritos


La película `The Hoax´ quizás tenga otro efecto balsámico sobre el norteamericano medio de hoy: redescubrirá a uno de sus personajes liantes y mediáticos más activos de los últimos treinta años.
Yo miro el Rolling Stone, The Village Voice y hojeo otra prensa o la consulto por Internet.
Y lo que veo no me gusta nada. Todo parece reducido a las bobadas de Paris Hilton o la web ParisExposed, donde la niña malcriada y multimillonaria, una de las herederas de la cadena Hilton de hoteles (entre otras muchas cosas) bebe, pasea, toma cosas y muestra el culete de vez en cuando.
Parece como si la sociedad del espectáculo hubiera roto las barreras de las clases sociales que en los años Setenta eran inviolables. La frivolidad hueca no es sólo patrimonio de niñas ricas -cosa que por lo demás siempre ha sido así, aunque no en todos los casos-, sino que cualquier americano tiene las mismas probabilidades que un rico para llegar a ser un cretino, un gilipollas o para mostrar la rajoleta de Venus en las cadenas eróticas de televisión.
El caso de Antonella Barba en el programa televisivo American Idol (una especie de Operación Triunfo española) lo ha vuelto e revelar: durante unos meses ha sido el nombre más buscado de Internet, ha enseñado los senos y ha desafinado como una gallina tronada...
No sólo esto: todo el gran país ha seguido de costa a costa la descomposición de la personalidad de una de sus figuras más queridas, Britney Spears. Con información casi al minuto, el gossip y los cotilleos de la socialite (lo que en mis tiempos llamábamos la jet set) el ciudadano medio ha ido informándose de los efectos fulminantes del alcohol mezclado con cocaína y otras sustancias (quien ya no lo supiera)...
América es así, dirían estos clónicos antigolobalizadores, seres uniformados que sólo ven de la realidad la parte que les interesa. Porque no hay nada nuevo bajo el sol.
Porque España, Reino Unido, Italia, Francia, etc. también somos así.
En este ambiente, en esta atmósfera de Britney Spears y pequeños rostros inventados en un programa de televisión, reaparece la figura nada banal de Clifford Irving, uno de esos personajes que pasó por Ibiza atraído por el antiguo magnetismo de la isla.
Era alto, era atractivo y era ingenioso. Fotogénico y solvente, lo que pasa que sus principios morales se tambaleaban al referirse al dinero.
Que nadie se extrañe de que Clifford Irving sea interpretado por un Richard Gere transformado (pelo cortado, oscuro y con una nariz postiza para parecerse a la generosa nariz de Clifford) y muy reconfortante.

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miércoles, mayo 02, 2007

Clifford Irving siempre quiso ser el protagonista


Todos cuantos le quieren y le conocieron en Ibiza dicen lo mismo: Clifford Irving actuaba como un actor y siempre quería ser el protagonista. Pues bien, al final lo ha conseguido, aunque ignoro en qué términos.
Se acaba de estrenar con un éxito muy remarcable la película The Hoax (La estafa), protagonizada por Richard Gere y dirigida por el sueco Lasse Hallstrom.
No sé si Clif ha colaborado en el guión (lo firma William Wheeler) ni tampoco sé si ha vendido de alguna formas los derechos sobre una historia que él tramó, vivió en propia piel, le llevó dos años a la cárcel y después escribió en numerosos artículos y en un libro al menos.
Yo he escrito muchas veces sobre esto desde 1972, muchísimas, y es por ello que ahora imagino que Clifford estará exultante. Claro que han pasado más de treinta años, estará más curtido, la vanidad se va satisfaciendo y las necesidades materiales suelen colmarse con el tiempo.
Pero un escritor de raza, y Clifford lo es, jamás tiene bastante. Vive, se alimenta del ruido, de la lucha y de los azares que la vida le va dedicando. Un escritor de raza se hurta a la vida social y al bullicio sólo cuando debe someterse al régimen sobrio de la redacción.
Pero ni así. Clifford vivía en las terrazas, como Elmyr y yo he ha publicado varias fotografías del grupo en el Montesol, de charla matinal con Elmyr de Hory, con Stephen Seley, Edith Sommer y otras personalidades. No tengo fotos, pero fue en esta época cuando vinieron Cormac McCarthy y Norman Mailer, Desmond Morris, etc.
Ibiza era un sitio muy especial. Lamentablemente ya no es nada de todo esto, muy al contrario.
Había publicado el libro de Elmyr, `Fake´. Tampoco explicaron muy claramente en qué términos Clifford le describía (le delataba) como un falsificador con varios delitos a sus espaldas. ¿Estaban conchavados? ¿No era muy imprudente por parte de Clifford dejar vendido a su amigo Elmyr delante del FBI o de la Interpol?
Salió bien de este envite, pero dejó a Elmyr a los pies de los caballos. Eso es algo que podemos llamar una cabronada.
Seguramente el hecho de que saliera indemne y sin pagar un dólar a Elmyr le abrió el camino para mayores aventuras, pensando ingenuamente que hay un margen donde los escritores pueden navegar sin peligros y pescar las mejores piezas.
Cuando le llegó a través de Suskind el ruido de algarrobas... el burro picó. Howard Hughes era una buena pieza. Pagarían por esto. Y se embarcó.
No crean, la historia es fascinante, y yo sé que volveré a hablarles del tema, porque la película levantará muchas preguntas.

Publicado en Diario de ibiza, 2 de mayo 2007

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