sábado, diciembre 31, 2011

Comercio conservador



Lo anticipamos antes de conocer el contenido del proyecto de ley: España va a reorganizar un calendario de locos, prescindiendo de estos lapsus vacacionales que a veces abarcan una semana entera y que vienen a suponer la pérdida de 1.500 millones de euros para la economía del país. 

Los puentes van a desaparecer, gracias a Rajoy y los festivos se pasarán al viernes o al lunes más próximo, lo cual a su vez supondrá un esfuerzo considerable del sector de la hostelería para adaptarse a las nuevas pautas del mercado. Los agroturismos, el turismo rural y los hoteles en general recibían al menos tres veces al año una inyección de dinero extra al aprovecharse del turismo interior generado por estos puentes.

Otro caso, los restaurantes de toda España han tenido que sufrir dos adaptaciones drásticas en poco tiempo. En primer lugar fue la acotación de zonas para los fumadores; en segundo, la prohibición definitiva. Hoy en día los sindicatos niegan que esta prohibición haya causado pérdidas a los restauradores, a pesar de las quejas de los comerciantes.

¿Qué quiero decir con estos ejemplos? Que el comercio es uno de los sectores más conservadores al que nunca, jamás, hay que dejar mandar, porque de todos modos, cuando se le reglamenta un cambio, supera el trago y se acomoda a la perfección.

Los comerciantes de Ibiza están organizados en la Pimeef y esto es bueno. Pero se han puesto en pie de guerra al conocer la liberalización de horarios propuesta por el Govern balear. En realidad, el peor enemigo del pequeño comercio es su falta de ideas. Como alguien monte una tienda que venda sándalo, saris y colgajos de Oriente, al cabo de unos meses habrá veinte tiendas idénticas en la misma calle. Esta pulsión por copiar al vecino afecta a todos los sectores, es algo imparable. Esto lo vivimos con la moda Adlib y ahora puede verse hasta la saciedad paseando por el centro de la villa o por la marina. 

¿De qué se quejan? De la libertad. Pretenderán que todo el mundo tenga abiertas las mismas horas y a la misma hora. Pues no, debieran recordar que estamos en zonas turísticas donde no deambula un alma en todo el día. Las tiendas que no tengan abierto hasta la una o las dos de la noche no venderán ni un artículo. 

Desde un punto de vista estrictamente liberal, la libertad de horarios es un principio básico. Su argumentación de que la libertad de horario arruinará a los pequeños negocios es bastante pueril. Muchos de estos locales ya son una ruina y no suponen ninguna aportación, pero también me acuerdo de que durante los años 70 y los 80 temblaban ante la inminente peatonización de varias calles. 

Ahora, una vez peatonizadas, son las calles más comerciales, pero como he dicho antes, los comerciantes son la gente más conservadora en el mal sentido de la palabra que existe en una urbe. Bienvenida la libertad de horarios, de espacios y de precios, en una isla donde suelen ser astronómicos e imprevisibles.

miércoles, diciembre 28, 2011

Confusión sobre los puertos deportivos


Cada cual es muy libre de opinar sobre la necesidad de nuevos puertos deportivos, pero lo que no se puede es usar los datos a ojo de buen cubero y arrimando siempre el ascua a la propia sardina, porque es hacer trampa. Es hacernos trampas en el solitario, ya que todos flotamos en esta balsa de piedra que es Ibiza.

Yo pienso -hace muchos años­- que en Ibiza tenemos puertos deportivos bastantes, incluso de sobras. Las costas de Ibiza pueden acoger a cinco mil embarcaciones (en algunos sitios manejan otros datos, pero de cualquier manera sobrepasamos de largo los cuatro mil amarres). Esto es una barbaridad, se mire como se mire. Y hablando de mirarlo, en el Portal Oficial de Turismo de Ibiza se puede encontrar ésta y otras informaciones


Hay otros sitios, la mayor parte de los cuales manejan cifras desfasadas, pero es muy útil cotejar la cantidad de amarres de Ibiza en comparación con cualquier otro sitio de España. Escriba en el buscador Google o Yahoo: Puertos deportivos de España, o Amarres en las costas España, etc. Más de uno se sorprenderá de la potencia de amarre que tenemos los pitiusos y... del tamaño de nuestras Marinas, Clubs Náuticos y puertos deportivos, capaces de dar cobijo a un número infinitamente mayor que los menorquines.

Por supuesto, en estas páginas de Internet no se informa de la posibilidad de fondear en las cercanías de una cincuentena de calas naturales, lo cual crea por cierto el otro peligro puesto de manifiesto en nuestras páginas en el verano del 2011: el destrozo sistemático y el arrasamiento de grandes superficies de la preciada Posidonia.

Leo en la prensa una encuesta a diversos empresarios pitiusos. Están confundidos, se muestran indecisos en cuanto a la necesidad, aunque por pedir no quede y solicitan un (o dos) puerto deportivo que no estropee el paisaje. Saben que esto es imposible. Otros simplemente dudan, porque la demanda de amarres es para julio y agosto, aunque alguien despistado afirma que en junio también hay demanda. Esto fue hace 15 años y será cada vez peor.

La idea de construir más puertos deportivos es demencial y conflictiva porque enfrenta a una sociedad que necesita cohesión, encima no es cierto que cree un empleo estable. Ni es cierto que se necesiten dos mil amarres más. No es cierto que gasten especialmente en Ibiza y sí es cierto que contaminan mucho.

Hace ya años explicamos que de ser cierta la voluntad del Consell de hacer el bien común, en vez de favorecer a un par de empresarios enloquecidos por ganar dinero a costa de la calidad de vida del prójimo, existen soluciones técnicas muy conocidas y que se pueden instalar de junio hasta septiembre: pantalanes móviles, sistema de marcado con boyas para los fondeos, y otros métodos temporales de bajo impacto ecológico.

No crean empleo ni alargan la temporada, no dejan el dinero que se presume, crean contaminación y problemas, sólo vienen a incordiar durante 60 días, y nos dejan el resto del año pagando por sus infraestructuras.

En una isla por lo demás que cada vez está más machacada. Y esto ya lo sabe todo el mundo. (Más sobre el tema en mi Twitter)

sábado, diciembre 24, 2011

Ruido de excavadoras

Puerto deportivo de Benalmádena




Una mayoría de electores ibicencos se decantaron claramente por el PP en mayo de este año, para deshacerse de la gestión muy negativa del socialismo y del nacionalismo, electores probablemente confiados en que el Partido Popular de hoy está desligado de las presiones caciquiles que tanto han dañado el presente y el futuro de la isla, al practicar una política brutal de consumo de recursos naturales. Pero no todo son buenas noticias en las proximidades del poder omnímodo del PP. Todos conocemos las nefastas carencias, diseño caprichoso y fallos estructurales de las autopistas, que todavía debemos en su casi totalidad y nos quedan muchos años por pagar.

Y todos recordamos los proyectos que se abordaron y abortaron en la línea de costa en diversos puntos de Ibiza. Proyectos que en su día pusieron los pelos de punta incluso a numerosos votantes fijos del PP. Existe una nueva generación de militantes y de simpatizantes que no ven con buenos ojos el destrozo de Ibiza y de Formentera, con tal de favorecer a una o a dos familias, las mismas de siempre.

Jóvenes y preparados, saben que la ecología en las Pitiusas no es una pose o una postura impostada por exigencias ideológicas: la visión ecologista de la vida es una imprescindible toma de posición en gente que está informada, que sabe cómo eran nuestras islitas hace 40 años y que ahora ven con alarma en qué las han convertido, y en lo que siguen pretendiendo convertirlas.

Yo pensaba  -y todavía pienso, no desespero-  que el Partido Popular de Pepe Sala, de Vicente Serra, de otros muchos, había aprendido la lección de las autopistas, de antiguos proyectos de puertos deportivos que barrían la costa dentro de las aguas y por tierra, en los alrededores.

Una nueva generación de ibicencos y de formenterenses encuentra injusto y suicida que las izquierdas y los catalanistas (que en general son más de derechas y más reaccionarios que el propio PP) se hayan apropiado del término ´ecología´ y de la actividad ecológica, como movilizador potentísimo del descontento de la sociedad.

Y sin embargo se oye ruido de sables, perdón, de retroexcavadoras en los aledaños del Consell Insular, en el ayuntamiento de San José y en algunas oficinas que mantienen una actividad subterránea que echan humo por la ventana.

La tibieza de Vicente Serra a preguntas de un redactor del DI hace temer lo peor. Unas palabras de Mariano Juan unos meses atrás van por el mismo camino. Al tiempo que mantienen una falacia como coartada: la construcción de puertos deportivos y campos de golf ayudará a rebajar el desempleo. El desempleo de los maquinistas y trabajadores que vinieran de la Península. Véase el empleo que han creado las autopistas. ¿Dónde están los puestos de empleo de los actuales puertos deportivos, con casi cinco mil amarres?

Me gustaría seguir confiando en la sensatez del PP de 2012. El actual PP no tiene ningún motivo para seguir allanando el camino a los que están usando un partido en beneficio de sus obras colosales y muy destructivas. A los Reyes Magos les pido que el PP reflexione y se movilice desde el propio partido si se pretende alguna cacicada contra el conjunto de los ibicencos.

miércoles, diciembre 21, 2011

Más narcoturismo


Se han reunido los alcaldes de Ibiza, ignoro si también el alcalde de Formentera, en un Consell de Alcaldes, nombre confuso, porque ya tenemos otro Consell o Consejo. De manera que no puedo saber si han formado la Banda de los 5 o la Banda de los 6, y digo banda en un sentido sonoro, canoro, musical, casi ruidoso, que es lo que nos gusta en Ibiza. Y Formentera. 

Precisamente han puesto toda su sabiduría, que no ha de ser poca ni pequeña, para fomentar más de lo mismo, esto es lo que en estas páginas alguien bautizó como el narcoturismo. ¿No querías caldo, Margarito? Dos xiqueretes.

El Consejo de Alcaldes se pone de rodillas y ruega a los empresarios de las discotecas, ignoro si son 5 ó 6 (una disco para cada alcalde, pasen y amadrinen o apadrinen), que no abran ni cierren tan tarde.
La media docena de alcaldes ha picado. Han picado. Ellos ¿por qué piden esto a esos? Porque han acabado por creerse su propia publicidad, que a Ibiza viene la gente por las discotecas y que a una hipotética Ibiza sin discotecas no vendría el turismo.

Los que como yo somos de la época pre-discotequera sabemos que esto es una falacia. Claro que el turismo busca colocarse, ligar, beber y comer. Buen yantar, mejor bebercio y coyunda gimnástica en caso de ser practicable. Esto en Ibiza o en Benidorm, los jovencitos o los panteras grises de la tercera edad de Benidorm. Los humanos somos así, aunque también hay un turismo muy activo que va a Lurdes, Fátima, al Vaticano, etc.

Es decir, las discotecas de Ibiza -siendo magníficas, imaginativas y muy ruidosas- no han inventado ningún tipo de turismo, simplemente se aprovechan de la avalancha que cae sobre Ibiza en julio y agosto. El resto de meses (junio y septiembre) son para redondear. Y después cierran.

Por fin se va a realizar la prueba que yo siempre he pedido desde hace años: si fuera cierto que la gente viene a Ibiza como loca para colocarse con las pastillotas y la música disco, bastaría con dejar las discotecas abiertas. Y a esperar a los niñatos colocados que se vayan dejando sus billetes y llenando nuestros hostales (por cierto, en su mayoría sin calefacción). 

No caerá esta breva.

Las discotecas no aceptarán el envite. No recogerán el guante porque saben que en menos de cuarenta días quedarían en evidencia y se les acabaría el chollo y el victimismo. A excepción de mi querido Pachá, que aquí está todo el año. Todo esto se ha intentado en Roses, Lloret, en Alicante, en Mallorca. No funciona. 

La gente va donde quiere ir y después busca lo del turismo sexual o lo de la raya o la pastilla. Pero no a la inversa, puesto que en las cinco principales ciudades de Gran Bretaña tienen todo el material para colocarse, discotecas, antros, garajes donde bailotear, etc.

Pero como siempre digo y repito: si me equivoco, rectificaré públicamente. Yo lo que haría es arreglar lo que de los alcaldes dependa. Y déjense de puñetas y de experimentos que ya se han demostrado inoperantes.

sábado, diciembre 17, 2011

Peticiones de ayuda


A nadie le gusta pedir, pero en los últimos dos años estamos asistiendo a una lluvia continuada de peticiones de ayuda en diversos campos. Si lacerante es la situación humana de decenas (¿centenares?) de expulsados del sector de la construcción que han ido cayendo en desgracia y se encuentran literalmente en plena calle, no menos angustioso es el calvario que pasan pacientemente muchos enfermos que se ven obligados a tratarse fuera de la isla.
La enfermedad en sí ya suele ser una prueba capaz de tumbar al mejor plantado y al más templado; si a esto se añaden los costosos gastos de manutención, taxis, medicamentos o estancia, resulta que nos encontramos en uno de los sitios de España más ricos oficialmente, pero peor cuidados en la práctica.

Cáritas ya es una institución que recibe la garantía de la Iglesia en su continuidad y muchas ayudas particulares que llegan por los conductos más inesperados. Descartemos estas falsas ayudas de alimentos que llevan caducados varios años. Quien quiera ayudar que ayude de verdad.
No es Cáritas un basurero donde evacuar lo sobrante en estado dudoso. Todas las ayuda son bienvenidas, pero que sean ayudas y no rémoras que ocasionan trastornos, trabajo suplementario y pérdidas de tiempo valioso.

En el caso de las enfermedades no podemos obviar el sida, del que se detecta una veintena de nuevos casos anualmente en Ibiza. Hay tratamientos carísimos, pero eficaces que se pueden llevar a cabo con cierta y relativa comodidad desde la isla.
El punto débil de Ibiza sigue siendo el cáncer, bastante más incidental, grave y gravoso para la economía familiar. Los tratamientos de radioterapia en la vecina Mallorca suponen una tortura añadida a la ya de por sí desagradable dolencia. Un altísimo porcentaje ya curan en su totalidad, otros ganan largos años de vida y, en cualquier caso, una calidad de vida aceptable.

De modo que la tortura más agresiva es el traslado, tratamiento y estancia fuera del hogar. Mucha gente no lo supera y no son pocos los que se rinden con tal de no tener que afrontar otro vía crucis en la vecina Mallorca o en Valencia o en Barcelona.
Parece increíble que algunos llamados profesionales -desde Mallorca y de forma anónima, ellos sabrán por qué- salgan a la palestra para descalificar en términos técnicos y económicos la rentabilidad de una unidad de radioterapia en las Pitiusas. Probablemente estamos en unas fechas y bajo una situación donde se hablará mucho de austeridad: hay que pagar la orgía de los últimos diez años. Pero las Pitiusas llevan muchos años luchando por esta solución de proximidad.

Ignoro si los 156.000 habitantes (unos 400.000 en verano) convierten en rentable las instalaciones para unos doscientos enfermos de cáncer que necesitan improrrogable tratamiento.
Pero pongo toda mi esperanza en las gestiones de Carmen Castro y otros para que dentro de un año haya algo más que un montón de tierra en el nuevo Hospital de Ibiza para tratar a nuestros enfermos de cáncer.

miércoles, diciembre 14, 2011

Malos aires



Una buena razón para vivir en Ibiza era la pureza del aire, la limpieza de nuestra atmósfera, a pesar de una humedad ambiental que aplasta a los espíritus sensibles.
Silencio general, limpieza del aire y una atmósfera cristalina en un paisaje inalterado: bueno, y un cuerno. 
Esto ya no es así, el ruido es una peste que ha invadido hasta el último rincón de la isla, al lado del mar, en el interior, en las terrazas, en la calle: toda Ibiza parece una diabólica discoteca, con un murga confusa que apenas cesa por la noche.

Sobre el paisaje inalterado siempre recomiendo sentarse en la ventanilla del avión que venga de Valencia, pues esta línea cruza la isla desde San Antonio hasta es Codolar y lo hace a baja altura, pero a la suficiente para degustar los niveles de destrozo generalizado. No es una experiencia agradable.
Y nos queda la tercera motivación: al menos en Ibiza respiras oxígeno y un aire limpio. Pues no, tampoco. Imagino que si te pierdes en pleno bosque de pinos podrás gozar de una jornada oxigenada, pero según donde vayas ya no podrás gozar de un atmósfera saludable. Es más, en Ibiza y en San Antonio puede ser incluso en un nivel peligroso.
A finales de los años 80 yo lo detecté a simple vista: las emisiones de la central de energía van a la atmósfera y apenas cogen altura. Y dado que los vientos dominantes y las brisas suelen venir de Levante, arrastran los malos humos, los malos aires hacia Can Misses y hacia la ciudad. 
Todo el Archipiélago presenta unos niveles de contaminación importantes, en general debido a las centrales térmicas. ¿Y a qué más puede ser debido? Sin consultar mayores detalles (¿dónde?) me arriesgo a aventurar que hay algunos factores contaminantes: la infestación de lanchas y yates dos veces al día: cuando van hacia Formentera o ses Illetes y por supuesto al caer el sol, cuando regresan. 
La procesión de lanchas produce un rugido extraño, la atmósfera se opaca, se ensucia y el aire del atardecer €que siempre había sido una delicia relajante para desprenderse de los malos rollos de la jornada de trabajo€ huele a eso, a gasóleo quemado. Un horror. Y esto lo he comprobado varias veces. 

Recomiendo hacer la experiencia desde el mirador del Ayuntamiento o bien desde la punta de Botafoc, desde donde se ve la monstruosa invasión de lanchas que vienen de pasar el día en Formentera. Es una experiencia desoladora y si encima añades la humedad y el calor, puede resultar casi dolorosa.
¿Qué más contamina? Es evidente que los miles de automóviles rodando todo el día no ayudan a la nitidez atmosférica. Tampoco las calderas de los hoteles, fábricas e industrias. Pero yo quisiera pensar que el más tremendo contaminante de ozono troposférico son los motores de los aviones, de los cientos de aviones que entran y salen de la isla sin parar, día y noche. Seguramente habrá algún especialista que nos podrá ampliar o corregir algunos de estos datos. Quien quiera ampliarlos, Diario de Ibiza, 28-IX-2011.

sábado, diciembre 10, 2011

Los alemanes abandonan las Pitiusas

Foto: Manu Mielniezuk, Diario de Mallorca. Miles de turistas alemanes en la Playa de Palma para celebrar la victoria de su selección de fútbol.




Definitivamente, hemos perdido el turismo alemán. En la última década, los drásticos cambios de fisonomía, el deterioro de las costas y del interior de la isla, la construcción de grandes vías, no parecen haber sido del agrado de un turista que gratifica los parajes más o menos salvajes.
Ya conocíamos la tendencia de estos europeos, que tanta influencia cultural y turística han tenido en Formentera y en Ibiza a lo largo del siglo XX.
Cuando ya ganó el PP en 1996, España siguió el mismo modelo desarrollista que había potenciado el PSOE. Después Zapatero lo explotaría hasta la extenuación final, que nos ha llevado al hundimiento o a la explosión de la burbuja inmobiliaria (primero) y de deuda (después). 

Pero en el proceso, Ibiza ha quedado masacrada. No digas quedará en el futuro: ya ha quedado. Y como está Ibiza no atrae a los alemanes (ni a casi nadie). Si no existieran los amplísimos paisajes abiertos de Croacia, de Eslovenia, de Italia, de Bulgaria, de Turquía, etc., Ibiza tendría opciones. Pero ya no y vendrán cada vez menos.
«Estamos perdiendo Alemania. Aquí llegaron a venir casi 600.000 alemanes cada verano. Este verano tendremos suerte si viene una tercera parte. Lo preocupante no es una interrupción súbita, sino la tendencia y ésta nos dice con claridad que el turismo alemán no quiere venir a Ibiza, con crisis o sin crisis».
Las previsiones de este párrafo corresponden a un artículo de mayo de 2009, 'Perdemos Alemania'. La tendencia a la baja se ha ido acentuando de forma alarmante y ya no cabe duda de que si se va a seguir enterrando cientos de miles de euros en la promoción en Alemania se tendrá que reinventar las islas, se tendrá que reformular el mensaje, a sabiendas de que el turista alemán es exigente y suele estar muy informado. Y penaliza claramente la destrucción masiva del paisaje, aparte de que tenemos un competidor potente que nos va restando turistas: Mallorca.
Mallorca sufre una presión urbanística muy similar a la de Ibiza-Formentera, pero las dimensiones de la isla mayor diluyen la percepción de destrozo. Mallorca es al menos cinco veces mayor, más o menos.

A falta de los resultados finales por nacionalidades, podemos hacer una valoración a partir de las llegadas de extranjeros por el aeropuerto de Ibiza.
Los británicos han soportado la crisis y han aguantado el tirón, incluso han aumentado un 1,2%. Los italianos han seguido manteniendo la fidelidad a Formentera, ha llegado un 8,4% más que en el año anterior, es decir, 2010. Por motivos que desconozco el turismo holandés ha aumentado un 74%.
¿Y los alemanes? Se han desplomado casi un diez por ciento. Sumemos este descenso acumulado a los de la última década y podremos concluir de manera muy pesimista: hemos perdido el turista alemán, un cliente que llegó a superar con amplitud el medio millón anual, incluso superó en algunos momentos el menguante turismo inglés.
Que cada cual extraiga sus propias conclusiones.

miércoles, diciembre 07, 2011

Fiestas y horarios a la española



En estos momentos España o lo que quede ella están de puen-te, mejor dicho de acueducto, mientras Merkel, Sarkozy y otros llevan reunidos desde primera hora de la mañana del lunes. ¿Estos agujeros en el tiempo, estos vacíos laborales nos benefician? Supongo que cada cual tirará para su causa, pero es evidente que perjudican seriamente nuestra economía. La hostelería y la restauración estarán encantadas con estos millones (¿diez, es posible?) de españoles puestos en ruta. Turismo interior, por lo que beneficia mucho.... a todos aquellos que nos hayan exportado material, servicios o inmigrantes.

Sería en una nebulosa sesión cervecera en Formentera, con Juan Ramón de la Cruz, Joaquín Francés y alguien más, cuando se nos ocurrió ofrecer alicientes a todos aquellos trabajadores que no se tomaran las vacaciones en agosto. Es decir, quien eligiera mayo, junio, septiembre y octubre tendría diez días más de vacaciones. No sé si el invento funcionaría, pero al menos descongestionaríamos la masa avasalladora de turistas en Ibiza y en Formentera.

En cualquier caso, ni Ibiza ni nadie puede poner a los pies de los caballos su paisaje, sus costas –que en realidad son nuestro petróleo, que vendemos a precio muy superior al crudo– porque a unos señores que tienen discotecas o que venden lanchas les viene bien para redondear su recaudación. Ibiza ha de ser mucho más que esto.

Viven en Ibiza unos 150.000 habitantes y es de esperar que tengan opinión y que sea respetada por estos temibles políticos del Partido Popular, temibles al menos en este aspecto demoledor del entorno.

En Ibiza no cerramos las empresas en julio ni en agosto, muy al contrario, hacemos las huelgas a la japonesa: trabajando endiabladamente más de la cuenta. Ni siquiera respetamos las fiestas de guardar ni los puentes de las Fiestas de la Tierra en agosto. Los ibicencos que trabajamos en servicios redoblamos esfuerzos para levantar un poco nuestra economía y la de nuestro jefe.

¿Habrá alguien en algún Ministerio que se proponga, bien sea paulatinamente, bien sea de forma errática y súbita como ha hecho el PSOE-ZP, introducir cambios sustanciales en los horarios españoles? ¿Y en el calendario de fiestas? No me extrañaría. De hecho, si bien lo pensamos, nuestros horarios son demasiado dilatados, dispersos y (no sé si hay una razón de causa-efecto) nuestra productividad es bajísima, al menos si nos comparamos con las principales economías con las cuales tenemos que competir. Hay que trabajar menos y mejor para aumentar productividad.

Actualmente el calendario de fiestas me parece un desbarajuste. Incluso se permite a cada comunidad autónoma (yo les suelo llamar cacicatos, pero la palabra correcta sería cacicazgos; otros les llaman taifas) elegir un determinado números de fiestas. De manera que si estás trabajando en una oficina de Ibiza y has de hacer un pedido telefónico has de tener delante un buen calendario que especifique las fiestas nacionales, las autonómicas, las comarcales, las regionales y a veces las municipales. ¿Alguien pondrá coto a esta orgía que tiñe de rojo nuestro calendario y sangra nuestra economía?

sábado, diciembre 03, 2011

Dar de comer



Las administraciones deben más de 310.000 euros a Cáritas de Ibiza. No nos asombremos, no somos los peores de España, aunque estos titulares vistos impresos en el Diario nos llenan de consternación.

De poco valdrá ahora lamentarse de aquellas huecas euforias de los años de bonanza. Lo escribí en letras de molde varias veces: en Ibiza y Formentera obras públicas básicas quedarán por hacer, y arreglos imprescindibles en la iniciativa privada quedarán en el alero. 
Quien conozca un poco el estrambótico funcionamiento de las empresas constructoras en sus relaciones con la administración no necesita que nadie se lo explique.

Que una empresa te construyera un colegio (y ya vemos con qué pésimas calidades en muchos casos) se consideraba más un favor que un contrato. Te construyo –baratito y cuando pueda– esta plaza, pero necesito estas licencias para construir más allá unos cuantos chalés. Es un ejemplo de tantos.

El hecho es que la sobras públicas básicas no han sido culminadas, ni siquiera las chapuceras autovías (por cierto ¿empezarán a ser de pago?). Y la iniciativa privada ha caído en un agujero negro del que no saldrá en varios años.

Aquella vorágine de grúas, camiones y plumas que cruzaban nuestros cielos urbanos y rústicos eran pan para hoy y hambre para mañana. 
El pan ya nos lo hemos comido y ahora estamos en la fase del hambre. Un hambre atroz y cada vez más generalizada.

Mucha gente, cientos, quizás miles están pasando estrecheces hasta lo indecible. Otros ya no se avergüenzan de ir al comedor de Cáritas, siempre que encuentren sitio, porque Cáritas Ibiza no dispone de unos recursos ilimitados, por mucha voluntad que pongan los asistentes sociales, los directores y decenas de colaboradores anónimos, y otros no tan anónimos, como la familia Vilás, no sólo un referente en la Sanidad pitiusa, sino un ejemplo a seguir por todos aquellos que puedan aportar su energía o unos euros.

Hay mucha gente pobre de solemnidad y no tiene ni siquiera dónde dormir. Tendría que ser de otra manera, pero es así y el hambre no espera, no conoce treguas, religiones ni edades. Hay que comer algo caliente cada día para mantener un poco de vida, un poco de autoestima.

Vienen fechas muy feas para quien sea pobre, para quien esté sumido en la soledad y la miseria. Por caridad, por solidaridad, por amor, actuemos sin tardanza. 

Y ya no digo más.

Quien pueda ayudar, que no lo dude: con trabajo (unas horitas), con dinero o con productos. Todo ello se puede hablar y quedar llamando el teléfono de Ibiza 971311762

miércoles, noviembre 30, 2011

Mafias en Ibiza


A principios de los años 70 ya se hablaba de mafias en Ibiza y no siempre relacionándolas de forma evanescente con el caciquismo.

Recuerdo con sumo placer la contratación de Xavier Cugat para que dirigiera una orquestina en el recién inaugurado Casino de Ibiza. Pero las expectativas no se correspondieron con la realidad, ya que aquel músico catalán universal que se hizo famoso en Hollywood, a pesar de la juguetona presencia de la murciana Charo Baeza, no andaba sobrado de facultades. Los años se cobran su peaje.

Pero la verdad es que Cugat pretendió llenar Ibiza de glamour y de ilusiones estelares. Más de uno picó, pocos.

Cugat, creyendo que estaba en América demandó al Casino, que no quiso prolongar el contrato. Perdió el caso y quedó muy escamado.

Cuando alguien le recordaba sus relaciones con la mafia en los casinos de Las Vegas, el catalán contestaba con aire displicente: «Yo he trabajado para señores de la mafia, pero ellos han cumplido siempre su palabra. La peor mafia de mi vida la he encontrado en Ibiza».

Y esto que todavía no se había publicado el libro de Santiago Miró sobre la corrupción en los municipios de Baleares, donde Ibiza cobraba un papel relevante. Algunos de aquellos funcionarios de los estertores del franquismo sabían dónde estaba el dinero y no tuvieron reparos en comenzar una carrera que ya jamás se detendría: corrupción, dinero negro, mafias (lo escribo en plural), amiguismo.

Ahora Ibiza maneja cifras colosales de dinero, cifras astronómicamente mucho mayores. Y queda muy poco para Ibiza y para los ibicencos que, una vez han vendido sus solares heredados, se encuentran al cabo de la calle y casi sin poder adquisitivo para llenar la cesta de la compra. Quien pueda disfrutar de una nómina ya se siente un privilegiado.
Y la corrupción organizada no se centra exclusivamente en el urbanismo y los crecimientos demenciales.

Es tal la masa de población flotante que ya existen organizaciones mafiosas que pretenden ocupar el nicho destinado a las drogas. Cada grupo se especializa en una droga o actividad. Para unos la heroína, para otros los cielos azules de la marihuana o el hachís; pueden ser unos ingleses y lo fueron los que pretendieron hacerse con el tráfico de éxtasis, incluso se tirotearon entre ellos en plena calle.

El año 2011 ha sido violento, oscuro: hemos salido en toda la prensa del mundo. Incluso la Camorra, muy acosada en Italia (esto va a rachas, ellos entienden bien el asunto) ha pretendido y de hecho ha conseguido establecerse en Ibiza.

Otro día es un argentino, se llame Corzo o Reno, quien explica ante el tribunal su bien organizada red familiar mafiosa. Ya le han caído ocho años y 20 millones de euros por blanqueo de dinero.

Ibiza tiene que aceptar esta contrapartida: si quiere turismo joven, de ocio nocturno y consumidor de drogas y mujeres, seguirá habiendo tráfico de drogas, tiroteos, secuestros exprés, palizas, asesinatos y delincuentes de todo tipo, incluso como esta mafia marroquí establecida para falsificar papeles a los inmigrantes.

Donde corra el dinero habrá mafias.

Además, Ibiza tiene fama de ciudad abierta, sin normas, sin policía, una percepción completamente falsa, porque en Ibiza caen como moscas. Y seguirán cayendo.


Diario de Ibiza

Mafias rusas, chinas, colombianas e italianas reinan en España

sábado, noviembre 26, 2011

El alcance de la crisis



Festes pasades, coques menjades. Ignoro si las pasadas elecciones del día 20 han sido animadas, pero seguro que no han sido una fiesta para nadie, ni siquiera para Rajoy, que corría el riesgo de jubilarse habiendo perdido todas las elecciones. 

En cualquier momento les va a entrar (a unos y a otros) un ataque de estrés postraumático.

Y mucho menos festivo fue para un partido socialista que ha llevado la penitencia en el mismo pecado. Ha dejado España descuajeringada y en la ruina, pero ellos a su vez han recibido el castigo de la mano que, presuntamente, habían liberado y pienso exactamente en el País Vasco, pero ha ocurrido lo mismo en casi toda España.

No hay fiesta para nadie, y mucho menos para los cinco millones de parados y los otros dos o tres millones de personas que ni siquiera se esfuerzan en buscar trabajo.

España no podrá soportar este nivel de desempleo, que por cierto seguirá subiendo durante 2012 si alguien no empieza a regarnos con créditos.
La gente ya va comprendiendo con métodos audiovisuales el alcance del mal que nos ocupa. 

El Gobierno central paraliza inversiones. El Govern balear no cumple plazos ni pagos con los Consejos Insulares del archipiélago, simplemente porque no tiene dinero, ni tampoco crédito financiero. 

El Consell de Ibiza no paga o no cumple las fechas, los ayuntamientos tampoco, las asociaciones mucho menos y la gente está pasmada. Y sin cobrar.

¿Y qué hacemos?
Simplemente esperar a que llegue mayo y comiencen a llegar las primeras remesas de turistas. Apartamentos, hoteles y negocios se ponen en funcionamiento y siempre caerá algún trabajillo. Y el verano será un bálsamo, aunque no una solución.

Como cada invierno, nos quedará alguna partida de cartas en el bar, Internet para quien lo tenga, lecturas atrasadas para quien le guste y esconderse bajo la piel de dos jerseys.

Al menos llegan algunas noticias que nos impulsan a mover un pie tras otro, como la detención en Amsterdam de este energúmeno que acabó con un compañero de trabajo de un solo puñetazo. El uso de los puños en alguien conocedor de las artes marciales equivale al uso de un arma blanca.

El tal Paulo Baptista ya lleva una condena de 9 años de cárcel en Portugal. Se dio a la fuga allá y se dio a la fuga aquí. El trasunto es un poco misterioso, porque le tenían localizado desde mediados de septiembre. ¿Qué ha hecho la policía holandesa durante estos casi tres meses? ¿Se cambiaban cromos con la española? Olvidemos sus laboriosas técnicas, no siempre fáciles en el ámbito penal internacional y felicitémosles y felicitémonos. Con el deseo de que la discotecas de Ibiza analicen muy bien a quién otorgan mando en plaza.

Otra noticia que me ha alegrado es el rechazo –por segunda vez– unánime a las prospecciones petrolíferas en aguas de Ibiza y de Formentera. El Parlamento pide al Gobierno de España que paralice de forma inmediata estas prospecciones en nuestras aguas, porque con buen criterio (y con los números en la mano) nuestro petróleo se llama turismo. 
Turismo y petróleo son incompatibles.

miércoles, noviembre 23, 2011

Turismo, optimismo con mucha prudencia



La World Travel Market supone cada año un hito para tomar posiciones y hacer un primer balance sobre las posibilidades turísticas de la temporada. Las voces que nos llegan ahora son optimistas, pero los más expertos del lugar hablan con mucha prudencia. Tienen todas las razones, porque Ibiza ha gozado de un verano 2011 muy bueno, superando en un 10% al anterior, pero la imagen periodística de Ibiza ha recibido serios avisos y ya llueve sobre mojado. Es curioso que los turistas se traen consigo a sus propios delincuentes, sus camellos pastilleros, sus pistoleros, por cuya conducta después nos juzgarán a los residentes en la isla. 

A estas alturas es obvia la colaboración entre la policía británica y la española. A los ingleses se les tendría que hacer viajar con su médico y con su policía adosados: son demasiado peleones, borrachos y pastilleros. No es de extrañar que año tras año vayan monopolizando la isla, en detrimento de los alemanes, por ejemplo. 

Estas conductas de riesgo no nos hacen ganar más dinero. Al revés, nos desquician a los trabajadores y dejan facturas pendientes –aunque digan lo contrario– por donde quiera que pasan. Dejan, presumiblemente, muchos beneficios a media docena de discotecas, poco más. Pero los queremos. Y quizás los necesitamos, o eso creen algunos. 

Si sumamos algunos porteros patibularios de discoteca importados de las puertas del infierno, tendremos todos los ingredientes para que la prensa británica nos sacuda de lo lindo. La suelo hojear a diario, al menos en verano. 

Aquí tenemos que diferenciar el tratamiento que dan a Túnez y a Egipto con el que nos dan a nosotros. En el primer caso se preguntan: ¿es seguro veranear en Egipto o en Túnez? Pensando en la violencia desatada de los nativos que atacan a todo lo que se mueve. En el segundo caso rellenan decenas de páginas con hermosas chicas desmayadas sobre la acera, tras una noche de mamar y de hincharse de pastillas. Es decir, en un caso distinguen bien que el peligro les viene de un extraño, y en el segundo –caso de Ibiza– el peligro les viene de su propia conducta. 

Está claro que nosotros no les asustamos. El año pasado vino un 1,2% más de británicos, mientras que los alemanes descendieron un 9,6%. Y esto es así y se mantiene, tanto que para 2012 ya se han asegurado la plaza, aunque las subidas de las pernoctaciones están en un 5% (a lo que hay que descontar un 3% de la inflación). San Antonio se mantiene con una subida que neutraliza la inflación, es decir, sólo de un 3%. Suena lógico. 

Por curiosidad, a muchos les interesará saber que Túnez ha perdido la tercera parte de sus turistas, un 33%, lo cual en cifras absolutas son 2 millones, poco más o menos los que han venido a Ibiza. Es una cifra muy alta y dice algo sobre nosotros: nadie es imprescindible y cualquier distorsión política puede tener efectos nefastos. Entre tanta confusión y crisis es bueno paladear datos optimistas. Pero nunca irá mal un poco de prudencia.

sábado, noviembre 19, 2011

Vivienda: no hay perspectivas



Las tasadores de vivienda de Ibiza ya no intentan disimular ofreciendo voluntaristas mensajes de optimismo: no hay perspectivas de reactivación, es más, los precios de los inmuebles siguen su descenso imparable, sin contemplaciones.

Pero que no se quejen. La asombrosa escalada de los precios en los últimos años no tiene base real ni justificación alguna. De hecho, entre los unos y los otros, nos hemos gastado en créditos un dinero que tendrán que devolver nuestros hijos y nuestros nietos.

Es decir, en los últimos diez años, por poner una cifra aproximada, hemos consumido los recursos de todo tipo que hubieran correspondido a los próximos 30.

El proceso lo conocemos todos, ha sido diabólico, y lo cierto es que las consecuencias no han hecho más que empezar a revelarse ante nuestros ojos. Tiempo tendremos de quejarnos en serio. Leo en Expansión que los precios de la vivienda aumentaron en España un 155% (a un ritmo anual del 8%) entre 1995 y 2007 y desde entonces han caído un 22%, coincidiendo con la crisis económica, según un informe que acaba de difundir la Comisión Europea.

En 2008 ya empezaron a caer un 4,9, en 2009 un 7,2, y en 2010 cayeron un 4,2%. Quiero pensar que las cifras de Ibiza son más extremadas en ambos sentidos.

O sea, me parece muy poca caída para tanta subida. Ello no puede significar otra cosa –la idea tampoco es mía, es general– que los inmuebles en España siguen hinchados artificialmente y hasta que no se obligue a los bancos a sacarlos al mercado a un precio razonable, la economía española no comenzará su reactivación.

Esto es una noticia pésima para los especuladores y no uso el sustantivo en sentido despectivo alguno. Alguien tenía un dinero para invertir y lo hizo pensando en una rentabilidad.

Esta ha fallado en el último eslabón y todo aquel que haya pillado en el medio de la escalera se las verá imposibles para subirla e imposibilitado para descenderla.

Repito: la situación todavía no ha tocado fondo y, lo que es más obvio, nunca jamás van a darse las mismas condiciones, por lo que Ibiza y Formentera no sufrirán un destrozo igual ni comparable al de estos últimos 15 años.

Lo pasado pasó y no volverá, solo que nos queda la factura pendiente, además de unos destrozos descomunales.

Se seguirán vendiendo pisos, pero para vivir y siempre que los bancos (¿cuándo?) empiecen a rebajarlos y a facilitar créditos e hipotecas. Pero la especulación a este agudísimo nivel se ha terminado.

Quienes quieran jugar al monopoly con las viviendas pitiusas pueden optar por miles de ellas vacías y que están a la venta, y muchas más que se irán poniendo en el mercado durante los próximos diez años.

El artículo de Roig, presidente de los constructores de la Pimeef acababa su dramática llamada de auxilio con una pregunta.

¿Debemos seguir luchando contra todo y contra todos o es mejor dejarlo? Es mejor dejarlo, amigo. Y quien esté cualificado que salga al exterior donde se necesitan muchos constructores. Pero en Ibiza es mejor... irse.

miércoles, noviembre 16, 2011

Una crisis de 10 años


Cuando hace unos días Angela Merkel declaró que tenemos crisis al menos para diez años, se alzaron algunas voces desinformadas tildándola de alarmista. Estas voces son en general de agentes sociales que viven del cuento, es decir de las subvenciones del Estado en alguna de sus manifestaciones. En España entendemos de esto, somos una de las sociedades más subvencionadas del mundo, como aquella Venezuela que nadaba en petróleo en los años de Carlos Andrés Pérez.

Ahora existe en España una mentalidad peligrosa, fruto sin duda del profundo adoctrinamiento de casi 22 años de gobiernos socialistas. Y esto se paga. Ahora lo pagaremos, porque no es normal ni justo que los partidos políticos, los sindicatos, asociaciones empresariales y colectivos de actores y otros artistas, etc. estén más pendientes de la ubre que les subvenciona que de la creación y del trabajo propio de su oficio.
A ponerse el dedo en la ceja (o ponérselo donde sea en el caso del PP) le llaman comprometerse. El artista –dicen– ha de estar comprometido, es decir, metido en el ajo para ir chupando del bote, con unas ventajas que nunca obtendrá aquel que vaya por libre o de manera independiente. El único compromiso que yo entiendo en el artista sensato es con su trabajo y con la sociedad, pero nunca con el poder. Y mejor si está siempre contra el poder.
No hacerlo así sólo ayudará a crear una sociedad más corrompida o al menos más acomodada en la molicie.
Lo cierto es que la señora Merkel no dijo nada nuevo ni original: todos aquellos especialistas y economistas que lo han estudiado explican que las crisis sistémicas suelen tener una cadencia especial, con una duración de unos diez años. En España tenemos un economista que lo ha estudiado. Al principio no fue tomado en serio, quizás por su aspecto personal y porque se atribuye conocimientos de astrología. Pero también es catedrático de Economía de la universidad. Se llama Santiago Niño Becerra y su libro 'El crash de 2010' acertó casi de pleno, incluso en el ritmo y en las fechas.

Él dice desde hace varios años que no habrá recuperación antes del 2017, más o menos, pero ahora ya explica que la crisis durará diez años. Si contamos a partir de hoy, nuestra salida del túnel se iniciaría a partir del 2022. Jamás regresará la fase de crédito tal como la conocemos, añade. Podemos olvidarnos para siempre de las tasas de crecimiento registradas hasta 2007.
¿Y esto cómo ocurrirá? Según Niño Becerra, cuyos videos puedes degustar en mi blog Mariano Digital, primero entraremos en una fuerte recesión en la que todavía no estamos. Luego vendrá una etapa larga de estabilización para, al final, ir saliendo de una manera muy suave del fondo del hoyo: estaremos en el año 2022.

No es solo Angela Merkel, que tiene los mejores asesores del mundo, ni un catedrático español los únicos que hacen estos cálculos. En mi opinión, estas fechas podrían acortarse, pero esto dependerá de las políticas (o política común de la UE) aplicadas. Pero ya se sabe que enterrar sumas astronómicas en obras públicas sólo agrava la situación y además no hay dinero.
Santiago Niño Becerra explica que no podemos usar el modelo de la Gran Depresión, sino que se impondrá un modelo de eficiencia y de productividad. Esto acarreará implícitamente una masa ingente de parados irrecuperables.
Si la Unión Europea tiene previsto multar a aquellos países miembros que superen un 10% de desempleo, España puede ir preparándose, porque el paro estructural de España lo estima entre un 12 y 16% este economista español.
Es decir, la cuestión no está ya en trabajar mucho, sino en lograr especializarse para conseguir un mayor valor añadido y una mayor eficiencia. Trabajar bien en la dirección correcta. ¿Lo mejor? Ponerse a estudiar y a reciclarse. Y esto en Ibiza es especialmente necesario.

sábado, noviembre 12, 2011

Un IVA reducido para el sector turístico


Sobre el tema del IVA en el sector turístico español observo mucha discreción, cuando no simple silencio, y es un tema que nos concierne a los baleáricos en primer grado, pero a los españoles en general. Y digámoslo, a los europeos: es hora de que comencemos a pensar en serio con mentalidad global europea y mucho más en términos de armonización fiscal. Por no haberlo hecho así las testas pensantes, ahora nos encontramos en un rosario de follones cuya resolución exige más habilidades que al inventor del cubo famoso, un escultor y arquitecto húngaro llamado Ernö Rubik.

El rompecabezas fiscal de la Unión será de difícil resolución, pero se conseguirá.

El PSOE en España se apresuró a subir el IVA, lo cual nos afectó como consumidores, pero también como empresarios o trabajadores en una zona dedicada al turismo en exclusiva.

Por su parte, el PP muestra más sensibilidad cuando promete «recoger en su programa un IVA superreducido» (Diario de Ibiza del 9 de octubre). Lo creo, porque entre otras cosas este anhelo responde a una lógica de mercado interior, donde solo ha sobrevivido a Zapatero el zarandeado sector turístico, gracias a la inapreciable ayuda de otras zonas mediterráneas limítrofes, que han sufrido graves conflictos o están sumidas en procesos tumultuosos que aconsejan no poner los pies en ellas.

Y segundo: lo creo, porque esta intención va en la línea recién aprobada por el Parlamento europeo que, por lo demás, intuyo, a partir de ahora no va a perder ni una ocasión de cohesionar las políticas fiscales europeas o al menos de la zona euro para llegar a una regulación común, y no digo uniforme, pero al menos aproximada.

¿Qué sabemos sobre esto? Que el Parlamento Europeo avala introducir un tipo reducido de IVA para el turismo, una actividad potente en todo el continente, por cierto, el más visitado por el turismo extranjero del mundo.

Un año Francia, otro España y a veces Estados Unidos nos llevamos la distinción de «país más visitado por el turismo extranjero». Vamos alternando, pero estamos los tres a la par. Por esto –como ejemplo de la anterior dispersión– Francia llegó a quejarse a la Comisión de la competencia desleal que suponía el IVA del 7% en los restaurantes españoles. Pues bien, mientras ZP lo ha subido, Francia lo ha bajado al 5,5%. (Nota: una vez escrito este artículo, Sarkozy lo vuelve a subir al 7%. De locos).

Pero estamos muy lejos de gozar de un IVA armonizado. Por lo que leo, la situación es un galimatías indigerible.

En la UE, el IVA que se paga o pagaba en un restaurante difiere mucho en función de cada país: 5% en la República Checa; 6% en Holanda; 8% en Grecia; 10% en Italia; 14% en Austria; 16% en Alemania; 17,5% en Reino Unido; 19,6% en Francia; 21% en Bélgica; 22% en Finlandia; 25% en Dinamarca y Suecia.

No es para bromas, hay mucho trabajo por hacer. Ahora mismo Portugal tiene un IVA del 23% (era un 13%) para la hostelería y otros servicios, cuando siempre comer en Portugal había sido una bicoca. ¿Cómo torear el ansia recaudatoria y la incentivación laboral?

Amigos, que llamen a Rubik, porque Angela Merkel y Nicolas Sarkozy no dan más de sí. Y recojo el guante del Partido Popular: un IVA superreducido en Ibiza y Formentera, pero me temo que el tipo general del IVA pase incluso a un 20%, si no más. Veremos.

miércoles, noviembre 09, 2011

A la defensiva y contracorriente


Después de sucesivas etapas de gran bonanza, con la mascletá final, con el gran castillo de fuegos artificiales (al menos hasta 2007) ahora descubrimos que estamos arruinados, literalmente arruinados, endeudados hasta las cejas y con una imparable escalada de los precios en los productos básicos. Bueno, ha llegado el momento de demostrar que sabemos navegar contra marea y que somos capaces de funcionar con cotas ridículas de consumo.

Ha llegado el momento de guardar hasta las bolsas de plástico –entre otras razones porque en la mayoría de supermercados ya te las cobran–, los cordeles y las alcayatas. ¿Bromeo? No crean. Ahora le llaman ajustes, pero nos están diciendo que estamos despedidos, y según la edad que tengamos no encontraremos un trabajo nunca más, al menos en las mismas condiciones... Así que habrá que bregar contra la marea. Si yo no lo leyera casi cada día en las páginas de la prensa no daría crédito.

Desde la reducción del personal de limpieza de los institutos, hospitales, centros oficiales, hasta el estudio para suprimir o racionalizar (o simplemente racionar, ¿volvemos a los años 40?). Hasta el cobro de un insípido menú a los acompañantes en el hospital, o a la reducción drástica en la contratación de personal en distintas áreas de la Administración pública. O menos turistas del Imserso. Extraña que usando el mismo criterio de racionalidad el Govern pretenda empotrar una delegación del en Formentera. Lo que no han ganado en las urnas lo quieren meter por decreto: un derroche injustificable. Espero que no se consume la animalada. Más grave es la negativa a la financiación de la depuradora de Vila. Esto es una negativa muy grande, de calado, casi tanto como la inversión que exige.

Estas reduccciones no las desea nadie. Se equivoca la oposición de la izquierda y nacionalista al atacar al PP por este flanco: ningún partido prescindiría de la rutilancia navideña, de las lucecitas del protocolo y de la buena vida por puro placer o para mortificar a la oposición. Veremos paseos y calles sin apenas iluminación, tramos de autovía sin luz y muchos recortes que reducirán estas navidades a un melancólico lamento que ilustrará nuestra decadencia.

Leí con atención el artículo de Juan Andrés Roig Tur, presidente de la asociación de constructores de la Pimeef. No le faltan razones para sus quejas. Y encima, permítame que añada otra consideración a una estado de cosas muy lamentable: jamás volveremos a los niveles de crecimiento del año 2006, por ejemplo y como es lógico, no por un capricho del cronista fenicio: es un aserto que confirman todos los economistas, analistas y especialistas.

Es decir, la fiesta ha terminado, terminó en 2007, aunque algunos siguieron con la borrachera. La resaca ha pasado, pero todavía no hacemos el tratamiento de desintoxicación. Probablemente, una vez pasadas estas tristes y opacas navidades, iniciaremos una nueva etapa llena de dificultades en la que tendremos que emplear la fuerza de los brazos para remar, porque no nos quedará dinero para la gasolina del motor. Sin miedo, al toro y resistencia púnica.

sábado, noviembre 05, 2011

En busca del dinero

Si buscar desesperadamente el dinero para pagar las nóminas y los gastos corrientes es alarmismo, como dicen algunos de la oposición, en tal caso alarmémonos. Alarmémonos e investiguemos dónde está el dinero, cómo se ha administrado y cómo rayos ha sido posible generar esta deuda de dimensiones históricas.
Como dentro de quince días hay que ir a las urnas para depositar nuestro voto en las elecciones generales, yo no voy a entrar en la dialéctica partidista. Que hagan su trabajo estos políticos perezosos y derrochadores. Porque han derrochado mucho los nacionalistas, los socialistas y, donde y cuando han gobernado, también los liberales o conservadores del PP.
Pero a nadie habrá pasado inadvertido que estamos en una situación bastante más seria de lo que un presunto alarmismo del PP pudiera sugerir. Bastante más seria, así que tonterías las mínimas.
No pasa día en que nuestro Diario no nos presente una situación nueva que nos lleva de sobresalto en sobresalto.
El fenicio se vuelve a rascar la cabeza. Cavila. Duda. No tiene claro, por ejemplo que el Consell pueda ponerse a vender inmuebles para conseguir liquidez, aunque ya vemos que lo están haciendo todas las autonomías hispanas... cuando pueden. Simplemente, el mercado ha colapsado, por decirlo suavemente. Sin dinero a crédito, la economía se atasca y en muchos casos y sectores se hunde. Que se lo digan al gremio de los constructores, que se han quejado en un artículo muy sensato de la falta de dinero a crédito. Bienvenidos al club, amigos constructores. Euro que entra por la ventanilla del banco o caja ya no verá más la luz, pues el propio banco lo usará para amortizar sus propios e inminentes vencimientos de deudas.
Hasta hoy era muy fácil disparar con pólvora del rey. ¿Hasta cuándo hubieran seguido los socialistas y los nacionalistas despilfarrando un dinero que pedimos prestado a un altísimo interés? Ni se sabe.

Se sabe que han gastado todo y mucho más de lo que podemos generar por el momento. Se acabó la pólvora, la del rey y la del común de los mortales. Quizás es por ello que Vicente Serra, nuestro presidente ha decidido poner a la venta el Polvorín. ¿Si no tengo mar, para qué quiero canoas? ¿Si no tengo munición para gestionar para qué quiero este mamotreto? No le falta razón.
¿Para qué sirven las medidas drásticas a esta alturas? Para equilibrarse, pero ya llegamos muy tarde. Aquellos que todavía no lo supieran descubrirán ahora que el Estado es una mala empresa, que gestiona mal, despilfarra los bienes del contribuyente y que de todas formas, por hacerlo así, tampoco genera empleo. El régimen de socialistas y nacionalistas se convirtió en una empresa de contratación y tampoco funcionó.
Ahora un nuevo concepto de gestión toma forma, pero no tiene dinero ni para pagar la luz (que se lo digan a Valencia). ¿Dónde ha ido a parar el dinero? ¿Por qué se debe tanto? Mientras alguien se plantea estas preguntas, ahora recuerdo las palabras de Suárez cuando tuvo que desmantelar el régimen franquista en una transición que ahora se ha revelado una trampa mortal para nuestra democracia: «Tengo que cambiar las cañerías sin dejar de dar agua y servicios», decía. ¿Volvemos a estar como en 1976?

miércoles, noviembre 02, 2011

El caballo de troya en Formentera


Se comprende que por magia y por leyes de la matemática institucional, el efecto multiplicador del voto formenterano sea muy valioso para los políticos mallorquines de laboratorio.

Pero el intento de abrir una delegación del Govern balear en la Pitiusa Menor suena a operación arriesgada, por muy ingeniosa que parezca. Es más, estas cosas me suenan más a la enredosa ingeniería social practicada por el PSOE que a una estrategia pepera, aunque hay que admitir que estos también han sido habilidosos a la hora de sacar votos argentinos.

Recuerden que la maniobra de los votos argentinos que votaron como si estuvieran censados en Formentera no les salió especialmente brillante. Si es que siempre les pillan. ¿Van a insistir ahora?

Bueno, al menos es de agradecer el maquillaje de intenciones y la finura con que nos obsequian. Pero no cuela. Se les ve el plumero a la legua.
Y esto que hay precedentes de brillantes estratagemas, tanto en la historia universal como en la de la propia isla. ¿Recuerdan la treta que en el siglo XII empleó Sigurd al deslizar una canoa en forma de andamio ante la entrada de la Cova des Fum en la Mola? No dejaron vivo ni un moro y se hicieron con los votos, perdón, con el tesoro que habían acumulado allí aquellos piratas sarracenos.

Quien disponga de un poco de relajo invernal, puede abrir un libro maravilloso, la ´Odisea´, de Homero, y buscar el canto octavo (también sale en la ´Eneida´ de Virgilio, libro II). Doy detalles porque todo el mundo conoce la historia: los griegos llevaban nueve años guerreando, Aquiles ya había muerto en combate y no sabían cómo rendir los muros de Troya. Entonces construyeron un caballo de madera, en el interior del cual se apostaron unos cuantos hombres que, en plena noche, abrirían las puertas al grueso del ejército asediante.

Bien, la historia es de una sencillez que cala en la imaginación del oyente. Pero lo interesante es ¿cómo diablos se les ocurrió tal estratagema? Fue obra de un periodista que llevaban en campaña, bueno, mejor dicho, un adivino que encima se llamaba Calcante, que no es un nombre nada sugestivo para un periodista que se pretenda original.

Calcante tuvo una visión que recuerda la maniobra de Sigurd. Verán, en esto que se aparece una paloma volando aterrada, perseguida de cerca por un halcón. A la desesperada consigue introducirse en un hueco de la roca. El halcón la vigilaba de cerca, pero no podía introducirse en la grieta. ¿Qué hizo? Salir volando, como abandonando el acoso, pero cuando estaba en ángulo muerto dio la vuelta y quedó a la espera de la palomita, la cual confiada sacó la cabeza para tantear el terreno. En este instante, el halcón echó un zarpazo y se hizo con la presa.

Así Calcante dedujo una vez más que más vale maña que fuerza y José Ramón Bauzá y su equipo de bien pagados asesores/consultores o lo que sean, han llegado a la misma conclusión.El problema es que en Formentera ya no cabe un chupón más, y aun diría que sobran más de la mitad. En fin, no perdamos ni una ocasión de seguir derrochando.

sábado, octubre 29, 2011

Formentera y el efecto multiplicador de votos

Yo me he tomado en serio hasta el día de hoy al señor José Ramón Bauzá. Y seguiré hablando bien de las iniciativas que me gusten, aunque algunos progres, inasequibles al desaliento, me lo afeen, porque ellos no actúan conforme a la lógica que el cosmos exige, sino a los mandatos emocionales del catecismo socialista o nacionalista, y a veces a ambos.

Pero ya se sabe, gobernar es mancharse. Embadurnarse de porquería. Lleva pocos meses y ya son sonadas sus: excursiones a Bruselas cargado de talayóticos funcionarios o asesores; sus extrañas concesiones a los hoteleros (vamos a ver la lex nascitura), los sueldos a sus consejeros (porque trabajan más –dice– y esto es materia de fe), y ahora me entero de la última.

Si lo he he entendido bien, quieren empotrar una delegación del gobierno (balear) en Formentera. Pobre Formentera, ¿no han caído en la cuenta que la excesiva densidad de políticos nativos excluye cualquier posibilidad de que medren las serpientes y las víboras foráneas? Que en Formentera ya no cabe ni un político más, coño, y algunos hasta están por duplicado. O por triplicado, que ya ni se sabe.

Por la misma razón que quedamos pasmados cuando Xico Tarrés encargó un Plan de Gobierno, previo concurso, a una empresa de confianza –y lo criticó alguien del Diario, y yo también– ahora nos quedamos de piedra cuando nos enteramos de que Bauzá, en su cruzada por eliminar duplicidades y eliminar cargos paralelos quiere crear una especie de institución que triplicaría o cuadriplicaría las funciones que ya conocemos y las que no conocemos. Es decir, quiere abrir una embajada del Govern Balear en Formentera.

Pero bueno, José Ramón, ¿nos hemos vuelto todos locos o hay algún matiz que se me ha escapado?

¿Acaso el Consell de Formentera no es en cierta manera orgánicamente una delegación funcional del Govern Balear? ¿No es, en realidad y en el fondo, una manifestación más del Govern?

Aparte de esto, me parece recordar que ya no se pueden sacar fotocopias de las fotocopias, porque salen muy borrosas. Los consellers del Consell de Formentera, ¿no son ya los mismos concejales del Ayuntamiento de Formentera?

Cabe señalar aquí que podría existir un ayuntamiento de al menos dos habitantes. De uno solo no, porque uno solo no puede ayuntarse consigo mismo, por egocéntrico, solipsista o masturbatorio que sea el personaje. Como mínimo, cabe ayuntar a dos carpetovetónicos para constituir asamblea ayuntada. Bromeo, claro.

Mire, señor Bauzá. Puede existir un ayuntamiento como el de Valencia, Madrid o Barcelona para un millón o seis de habitantes y que se rijan por el mismo estatuto que un ayuntamiento como el de Formentera de 5.000 censados. En la forma todo es posible.

¿Puede haber un ayuntamiento en Formentera y cinco en Ibiza? ¿Seguro? ¿Podemos pagarlo? Mire y fíjese bien: veremos maravillas antes de tres años, y usted lo sabe.

De momento, hágame un favor. No cometa tropelías ni insolencias de partido. No lo haga. Nadie, pero menos usted ni el PP en Baleares puede comenzar otra carrera de tropelías derrochadoras. Léase su propio manual. Y por Dios, no nos falle.