sábado, noviembre 26, 2011

El alcance de la crisis



Festes pasades, coques menjades. Ignoro si las pasadas elecciones del día 20 han sido animadas, pero seguro que no han sido una fiesta para nadie, ni siquiera para Rajoy, que corría el riesgo de jubilarse habiendo perdido todas las elecciones. 

En cualquier momento les va a entrar (a unos y a otros) un ataque de estrés postraumático.

Y mucho menos festivo fue para un partido socialista que ha llevado la penitencia en el mismo pecado. Ha dejado España descuajeringada y en la ruina, pero ellos a su vez han recibido el castigo de la mano que, presuntamente, habían liberado y pienso exactamente en el País Vasco, pero ha ocurrido lo mismo en casi toda España.

No hay fiesta para nadie, y mucho menos para los cinco millones de parados y los otros dos o tres millones de personas que ni siquiera se esfuerzan en buscar trabajo.

España no podrá soportar este nivel de desempleo, que por cierto seguirá subiendo durante 2012 si alguien no empieza a regarnos con créditos.
La gente ya va comprendiendo con métodos audiovisuales el alcance del mal que nos ocupa. 

El Gobierno central paraliza inversiones. El Govern balear no cumple plazos ni pagos con los Consejos Insulares del archipiélago, simplemente porque no tiene dinero, ni tampoco crédito financiero. 

El Consell de Ibiza no paga o no cumple las fechas, los ayuntamientos tampoco, las asociaciones mucho menos y la gente está pasmada. Y sin cobrar.

¿Y qué hacemos?
Simplemente esperar a que llegue mayo y comiencen a llegar las primeras remesas de turistas. Apartamentos, hoteles y negocios se ponen en funcionamiento y siempre caerá algún trabajillo. Y el verano será un bálsamo, aunque no una solución.

Como cada invierno, nos quedará alguna partida de cartas en el bar, Internet para quien lo tenga, lecturas atrasadas para quien le guste y esconderse bajo la piel de dos jerseys.

Al menos llegan algunas noticias que nos impulsan a mover un pie tras otro, como la detención en Amsterdam de este energúmeno que acabó con un compañero de trabajo de un solo puñetazo. El uso de los puños en alguien conocedor de las artes marciales equivale al uso de un arma blanca.

El tal Paulo Baptista ya lleva una condena de 9 años de cárcel en Portugal. Se dio a la fuga allá y se dio a la fuga aquí. El trasunto es un poco misterioso, porque le tenían localizado desde mediados de septiembre. ¿Qué ha hecho la policía holandesa durante estos casi tres meses? ¿Se cambiaban cromos con la española? Olvidemos sus laboriosas técnicas, no siempre fáciles en el ámbito penal internacional y felicitémosles y felicitémonos. Con el deseo de que la discotecas de Ibiza analicen muy bien a quién otorgan mando en plaza.

Otra noticia que me ha alegrado es el rechazo –por segunda vez– unánime a las prospecciones petrolíferas en aguas de Ibiza y de Formentera. El Parlamento pide al Gobierno de España que paralice de forma inmediata estas prospecciones en nuestras aguas, porque con buen criterio (y con los números en la mano) nuestro petróleo se llama turismo. 
Turismo y petróleo son incompatibles.