miércoles, octubre 29, 2008

Una isla aplanada

En 1953 se realizó una/otra campaña de prospecciones arqueológicas en s’Illa Plana con resultados más que satisfactorios. En 1907 Arturo Pérez Cabrero, de la Sociedad Arqueológica Ebusitana (qué nombre tan bonito, me gusta incluso para un grupo musical) había decidido meter la azada en aquellos viñedos que de vez en cuando revelaban unos fondos ricos en restos.
La gran campaña condujo a un gran descubrimiento. En otro artículos ya he dicho que s’Illa Plana se desveló después de dos mil años como la gran catedral de la civilización fenicia o púnica.
Las reliquias mostraban un lugar de culto, probablemente el centro fundacional de Ibosim, una de las joyas más apreciadas por Cartago, una isla que procuraron siempre preservar de las guerras. Y ciertamente, fue escenario de guerras contra los romanos y entre los romanos en sus guerras civiles.
Pero poco duró la dicha de aquel recinto. La isla era llana, pero acabaron de allanarlo precisamente en 1953 y siguientes: un sitio privilegiado para levantar la casa de veraneo y más desde que Emili Pou completó su proyecto de diseño integral de las aguas del puerto.
Botafoc, s’Illa Plana y Illa Grossa formaban un rosario de defensa, de aviso y de vigía a una gran bahía que disponía de abundancias de agua dulce potable, de extensas huertas y con posibilidad de acceso con diferentes vientos.
El aplanamiento de la Illa Plana supuso el final de cualquier posibilidad de estudio continuado. Las obras continuaron y hoy ya han formado un mazacote difícil de explorar.
Sólo faltaban los hoteles (los mismos que ahora reciben su propia medicina con las obras del nuevo dique portuario de Botafoc) y los hoteles llegaron.
Incluso así, los frutos arqueológicos del antiguo templo, de una cisterna y de otras pozas ha sido muy fecundo. No tengo catalogado el material ante mí, pero me parece recordar que los yacimientos incluso proveyeron de material a los museos arqueológicos de Barcelona y de Madrid.
En cualquier caso, una parte del actual museo del Puig des Molins nos muestra este material. Quien pueda visitarlo, goza ahora de una buena oportunidad de disfrutarlo. No voy a ironizar con las humedades y el estado de clausura provisional (¡lleva 15 años cerrado!) del museo. Sólo recomendar la visita y ver la parte positiva del asunto.
Además deseo que permanezcan expuestos los fondos de Es Cuieram (por favor no me lo cambien por Cucharamen ni por Culleram). En tal caso, partiendo desde 1907, se podrá contemplar el gran descubrimiento de la Ibiza fenicia cien años después. Somos fenicios.

sábado, octubre 25, 2008

Un invierno extraño en Ibiza


No debemos exagerar, pero tampoco conviene esconder la cabeza bajo el ala. Este verano ha sido bueno y de hecho nos acordaremos mucho tiempo del verano del 2008. Sobre todo en el 2009, que preveo por deducción elemental como muy accidentado, mermado, disminuido.
En realidad este invierno no será extraño por los indicios que ya revelan fuertes contracciones de nuestra economía y de nuestra sociedad. Esta situación se revive en Ibiza y Formentera cada otoño.
Largas listas de trabajadores del sector servicios que documentan su situación para percibir el paro y un despertar brusco de las ruidosas plumas, movimiento de grúas y de vehículos de gran tonelaje.
Y aquí es donde comienzan a saltar las alarmas. Hay alumnos hijos de inmigrantes que dejan el colegio porque los padres van dejando la isla.
Hemos roto la rutina que ha durado quince años: turismo-paro-construcción-turismo.
Esto se ha acabado. Ibiza sigue construyendo y seguramente será nuestro final definitivo, lo cual tiene sin cuidado a los trabajadores que han de aportar un sueldo al hogar. Pero el ritmo ha decaído. Ya no hay trabajo para todos. Hay menos licencias, menos proyectos y, sobre todo, hay menos liquidez.
No corre el dinero. Quien tiene dinero no lo mueve, y quien debe comprarlo... no se lo dan. Nadie presta.
El desenlace no es sencillo, porque los bancos tampoco pueden absorber todos los impagados. No prestan dinero, pero tampoco ejecutan de momento las hipotecas. Los bancos no pueden desencadenar niveles de morosidad inabarcable, aunque esta exista. Se renegociarán deudas.
Y en este juego de nervios estamos todos, mirándonos unos a otros, buscando algún trabajo. Apenas sale nada. Y muchos de los trabajadores no han podido cumplir con un plazo mínimo para poder percibir la ayuda estatal.
Y todos, o casi todos los que tengan seis meses de paro se encontrarán en marzo y abril con un panorama capaz de romper los nervios a cualquiera.
De todas formas nos veremos obligados a aprender a convivir con la crisis, porque ha venido para quedarse. No es una bajada de tensión pasajera: la crisis de Ibiza es y será duradera porque no es una crisis específicamente de Ibiza. Aunque también tenemos nuestra propia crisis, de la que hemos hablado todos en cientos de artículos, y se superpone a una descomunal crisis internacional.
Un invierno extraño en Ibiza: laboralmente, socialmente, económicamente.
Será largo, por ello es mejor afrontarlo con mucho talante y sentido positivo de la vida. No creo que tengamos otra cosa, al menos en Ibiza.

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miércoles, octubre 22, 2008

Acusados de hacer perder el tiempo


Anoche me zampé una película que no había visto: `Qué hacer en Denver cuando ya estás muerto´, o algo así. Bueno, la simpática cara de Andy García consigue al final sobreponerse a su destino, pero deja su piel en el empeño, de ahí el título paradójico, quizás inspirado por aquella `Crónica de una muerte anunciada´, de Gabriel García Márquez.
Y esta mañana me reencuentro con mis notas: acusados de perder el tiempo.
Gente muy ocupada, de hecho ocupada durante toda su vida trabajando mucho, pero lo hicieron tan rematadamente bien que causaron grandes y graves pérdidas de tiempo a la humanidad.
En su día me llamó la atención un juicio paródico a Karl Marx, organizado por los estudiantes de una universidad inglesa de «hacer perder el tiempo a la Humanidad».
Durante varios días, profesores y alumnos aplicados se personaron en la causa contra Karl Marx, que fue brillantemente defendido, como no es de extrañar. Pero los cargos contra el autor de `El Capital´ fueron demoledores y al final creo que se falló en contra del judío. Marx fue condenado en este estimulante juego intelectual sin remisión.
Esto pasó hace años, quizás quince o veinte, no lo encuentro en Internet.
¿Y por qué me acuerdo de esto? Por la demencial e inquisitoria decisión del excéntrico e imprevisible juez Garzón de recuperar unos hechos que ocurrieron hace unos setenta años.
Garzón sabe que la guerra civil (la última, por qué no juzga las anteriores lo ignoro) bien o mal es cosa juzgada, materia prescrita. Pero es que además en 1977 lo borró todo la amnistía general, consolidada en 1978 por la aprobación de una Constitución que todavía sigue vigente.
Garzón ¿está haciendo perder el tiempo a los españoles? Seguramente perderemos mucho más que el tiempo, pero por increíble que parezca las ideas más estrambóticas aprovechan los resquicios para colarse y tomar titulares de protagonismo.
La última la leí ayer: un senador estadounidense que ha presentado una demanda ante los tribunales... ¿Contra quién? Contra Dios. ¿Acusación? Haber sembrado el terror en la tierra. Los tribunales han desestimado la demanda con un formulismo genial y que desmiente la aseveración de que Dios está en todas partes. O sea, no puede juzgarse a Dios porque no tiene un domicilio conocido, al menos no un domicilio fijo.
Garzón ¿a quién demanda? ¿dónde viven? ¿Viven? En fin, estamos en otoño y hay que matar el aburrimiento, pero no sé dónde vive.

Al INICIO Mariano Digital


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domingo, octubre 19, 2008

Ordeñando Ibiza


Normalmente no me sujeto escrupulosamente
a los hechos de la semana. O sí,
dado que por suerte o por desgracia en esta
isla siempre topamos con los mismos problemas
y con las mismas jetas.
Hace mucho tiempo que sabemos y algunos
lo hemos escrito: Ibiza está crucificada
por la mafia organizada para ordeñar
la isla. Es lugar común caer en la tentación
de relacionar la mafia con el esperpento
fílmico: gánsters malcarados, pistoleros
sonados por los golpes mal recibidos
en el ring, guantes de hormigón para
los pies, novela negra.
En realidad nada funciona así y quien
quiera doctorarse puede pasar por Marbella,
Madrid, Cataluña, Castellón… pero
es en Ibiza donde el refinamiento alcanza
matices florentinos.
Mafias multiculturales, plurinacionales
(claro, sino no sería mafia, sería caciquismo),
vestidos con un elegante descuido
para no llamar la atención, trabajadores
que se dedican a alguna actividad comercial
o financiera. Nada del otro mundo.
Lo normal.
No es tan normal, sin embargo, si empezamos
a buscar los orígenes del capital,
dinero negro procedente de actividades
criminales que han repartido chantaje,
muerte, torturas, prostitución, trata de
blancas, por donde quiera que han ido pasando.
Ibiza, al parecer, es un pastelito en dulce,
una yemita de santa Teresita de Jesús
para estos delincuentes de cuello blanco.
Aquí hay lo mismo que en todas partes:
personal bizcochable, pero además una
gran demanda inmobiliaria, que es una inexplicable
actividad que favorece el blanqueo
de capitales de origen criminal en
brevísimo tiempo.
Entre todos, han hecho saltar por los aires
el sentido comercial de la vida y el funcionamiento
del sistema financiero, en un
caso por la simple inflación que es un cáncer
que suele fulminar a la sociedad afectada,
pero también al alterar de un forma
irracional el precio de las cosas.
Llega un momento en que la economía
especulativa divorcia valor y precio hasta
límites insostenibles. Para la mafia y sus
peones el negocio es redondo y la corrupción
que genera es fabulosa.
Pero para los ibicencos que viven aquí,
para los ciento y pico mil de habitantes fijos
esta actividad es insostenible y suicida.

Regreso a INICIO


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sábado, octubre 18, 2008

Suicidios rituales y colectivos

Este artículo es continuación de Hablemos del suicidio otra vez

En los recortes de prensa que guardé, Diario de Ibiza 27 y 28 de julio del 2007, se dan numerosos detalles que parecen sugerir un suicidio ritual. Pero como ignoro el desenlace de la investigación, me limito a aquellas fechas.
Según eso, el húngaro, 46 años, hubiera venido a Ibiza de vacaciones y ya conocía la isla como un sitio –supongo que en su calenturienta imaginación- privilegiado para el suicidio. Su compañera, una húngara de 29 años, le habría hecho de comparsa para el lúgubre baile en los pinares ibicencos, al lado del santuario de Tanit en Es Cuieram.
Abreviando: aparecía atada, con marcas y cortes. Exactamente 24 horas después regresó el húngaro y se ahorcó allí mismo.
Parece una escenografía de una ópera alemana. Triste espectáculo. No entro en detalles porque, repito, no he leído el final de la historia.
¿Por qué Ibiza? Ignoro en realidad los posibles motivos. Desde luego hay islas, lugares exóticos y países mucho más publicitados para cometer los suicidios colectivos.
Acabo de introducir un nuevo concepto: Ibiza no es lugar de suicidios colectivos, más bien parece un sitio de orgías, aunque imagino que menos de lo que se cuenta.
Tampoco veo que sea un lugar de suicidios rituales, que en nuestros tiempos modernos puede tomar muchas formas. El más popular por lo infame y lo canallesco es la de la niña o adolescente que es convencida para que se inmole con un cinturón de bombas atadas a la cintura. Esto, más que un suicidio ¿no es más un homicidio en cadena?
Los famosos suicidios japoneses tampoco me satisfacen. No son suicidios puros. El suicidio ha de ser un acto voluntario partiendo de la libertad más absoluta.
El caso del samurai japonés humillado en su honor tenía el último privilegio de los elegidos: con su katana se abría el estómago en horizontal, se hacía el harakiri, lo cual se consideraba una muerte honorable. El ritual es innegable y pretende ennoblecer en un último acto de honor una acción infame anterior.
Pero ¿y los aviadores que eran entrenados para estrellarse contra los barcos enemigos? Los kamikazes eran temibles. Cargaban sus aviones de material explosivo y emproaban hacia un objetivo, que difícilmente podía sortear tal cantidad de bombas y metralla. El hombre bala, el hombre explosivo adquirió una triste popularidad.
En Estados Unidos, Guyana, África y otros sitios hemos asistido al horror de los suicidios colectivos. No hace falta explicarlo mucho, pero es evidente que los suicidios rituales ni los colectivos tienen nada que ver con Ibiza. Aunque, ¿quién sabe? La promoción es la promoción.

Hablemos del suicidio otra vez


Decía Cioran que la idea del suicidio le había acompañado siempre y que el simple hecho de saber que podía quitarse la vida en cualquier momento le daba mucha energía para seguir viviendo.
Cioran no se suicidó nunca, naturalmente. Ni Camus, para quien el suicidio era el único problema filosófico serio.
En cualquier caso hace unos días que he desempolvado el Cuaderno Fenicio para constatar que este verano no ha habido ningún suicido ritual en Ibiza.
A mediados de julio del año pasado (Diario de Ibiza, 27 julio 2007) saltó una noticia macabra: «Un turista húngaro mata a su pareja y se suicida 24 horas después en es Cuieram» (escrito así, muy correctamente, por Dios, no me escriban nada de cucharas).Y el año anterior o unos cuantos antes, que ya no lo recuerdo, se encontraron los restos de algún desgraciado que traspasó el umbral en la Torre des Savinar, si mal no recuerdo. Quemadito, rodeado de candelas. Todo muy bien ritualizado.
De modo que al principio incluso pensé que Ibiza era o es un lugar de suicidios rituales. Hoy pienso que me equivocaba. No lo es en absoluto. Sin embargo muchos desvariados mentales se han suicidado en Ibiza. A saber por qué motivos, pero muchas veces la motivación es muy normal.
Lo que sí hemos conseguido impregnar a la isla de Ibiza es de una imagen de espiritualidad. Para redactar mi Diccionario de Secretos (ya inencontrable) leí todo lo que había disponible.
Pocas noticias, apenas nada, y las pocas que hubiera habido las limaban los clérigos. No le gustaba a mi admirado Isidoro Macabich que se trataran asuntos de magia, mitología, supersticiones o creencias antiguas.
Pues bien, en gran parte es culpa mía porque hice todo lo contrario: recuperé las antiguas leyendas de Ibiza, pero debo decir que las hay en todos los sitios; les di tal magnitud y tal singularidad que se convirtieron en causa oculta del éxito de mi Diccionario.
¿Eso es todo? Creo que no. En realidad yo me hacía eco de un campo abonado por los hippies y beats, que rindieron culto a la parte irracional del ser humano. A las emociones. Al naturalismo, al mundo telúrico. A Nietzsche, a la droga, a la expansión de la mente.
Ibiza estaba preparada, pues, por tragarse lo de los barros reacios al veneno, isla mágica, la isla de la fertilidad, la isla de Tanit. Frases que introduje, y bien meneadas dieron un hermoso cóctel que hay que beber con mucho humor, distanciamiento y flema mediterránea.
Comprendo que si alguien toma esto muy en serio pueda acabar rodeado de candelitas encendidas.
Pero hay otras islas que tienen tanta o más fama que Ibiza: Lanzarote, Mallorca, Malta, Tenerife... Seguiré.


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miércoles, octubre 15, 2008

Tiempos moviditos

Una noticia pisa la anterior y es casi imposible seguir la pista de las cosas. Entiendo que el ciudadano de a pie no entienda nada, si ni siquiera los especialistas se atreven a predecir más allá de los cinco minutos que van a llegar.
Es una situación propicia para ZP, un político gestual, cejijunto y con una diabólica y reconocida habilidad para confundir. En este escenario aparece como un mesías salvador, donde hace sólo unos meses dijo que no existía crisis. No sólo eso, sino que el optimismo era la receta para crear empleo. Incluso se atrevió a llamar antipatriotas a quienes tuvieran la osadía de avisarle de la proximidad del precipicio.
Y así estamos.
¿Y en Ibiza? Como siempre, o sea, haciendo caja mientras se afirma que las cosas han ido muy mal. Ha venido más gente que nunca, los hoteleros han facturado algo menos, pero se siguen construyendo viviendas, chaletazos de lujo y se siguen pidiendo amarres y campos de golf, así como licencias para hoteles de cinco estrellas, que es una forma como cualquier otra para camuflar crecimientos demenciales e insostenibles.
En Ibiza ya no se pueden crear nuevas plazas turísticas. ¿Quiere usted construir un hotel de cinco estrellas? Y veinte, si quiere, pero usted tendrá que retirar las mismas plazas obsoletas del mercado. Cómprelas de una, dos o tres estrellas. Allá usted.
Ni una sola plaza nueva más, Tarrés, Vicente Marí. Ni una sola plaza turística más. ¿Por qué no os tomáis las cosas serias más en serio? ¿Ya no nos acordamos del esponjamiento famoso en los años 80 y 90?
Ibiza tiene una flor en el culo, dicho sea coloquialmente. Cuando no es el terrorismo islamista en Egipto y Turquía, o en las Torres Gemelas de Nueva York, es una guerrita en los Balcanes o en Beirut. O unos cuantos bombazos en Argelia, Túnez y Marruecos.
Sea como sea, al tener de todas formas las plazas limitadas (legales e ilegales) acaba por llenar el aforo y por atiborrar el foro.
Y acaban forrándose los mismos de siempre, porque si los británicos dejan plazas, las ocupan los madrileños y los bilbaínos o los lioneses y marselleses que quieren comprobar si es cierto lo de las discotecas de Ibiza.
Puede que algunas casas de coches de alquiler hayan adquirido menos. Casi es una buena señal: hay que sacar vehículos de la isla y quien transporte el suyo propio debiera pagar una tasa de 200 euros o más para ponerlo en circulación en la isla. Y no aparcar el proyecto de meterle un impuesto a los coches de alquiler.
Incluso se dice, se cuenta, que han bajado un 25% las urgencias por intoxicación por drogas.
Al final la crisis nos salvará la isla y a más de uno le salvará la vida.

domingo, octubre 12, 2008

Congresos para la crisis

La pregunta del millón de euros es:
bien, bien, pero eso del turismo de congresos
¿será beneficioso para Ibiza?
Todo lo que sea mantener una actividad
constante que permita rentabilizar
las instalaciones portuarias y aeroportuarias,
transportes de tierra, hoteles y
oferta complementaria, ha de ser bueno.
Lo que no es bueno es trabajar a lo
bestia, caso de Ibiza en julio y agosto.
Estamos tan acostumbrados, que ya ni
nos quejamos: lo que ocurre en Ibiza, no
se ve en parte alguna. En ningún sitio se
trabaja con estos embates y combates,
arrebatos y horas punta. Los precios se
distorsionan, los servicios descienden
hasta límites intolerables.
Con este paroxismo de músicas disparadas,
drogas y velocidades no vamos
a ningún sitio. Un centenar de empresarios
facturan millones de euros en dos
meses, pero el resto de la isla se muere
de hambre. Y eso irá a peor.
Sin embargo, yo creo que el turismo
es una actividad rentable y cultivable en
Ibiza y Formentera. Y podría ser continuada,
con una temporada baja trabajando
pausadamente.
El turismo de la tercera edad, el turismo
de encuentros, simposios, y lo que
llamamos turismo cultural (turismo cultural
debiera serlo todo, unos más cultos
y otros más asnos) podrían prolongarse
durante el último trimestre del
año.
Ibiza debiera reinventar las Navidades
del Mediterráneo fenicio. Nuestras
extrañas caramelles (que como todo el
mundo sabe no tienen nada que ver con
las catalanas) y otros muchos actos que
nos singularizan.
El primer trimestre del año es más acogedor
de lo que pensamos, si conseguimos
calefacción, instalaciones y actos
para los visitantes. Y diversiones, incluso
alguna discoteca para los aguerridos
‘panteras grises’.
Inconveniente: acabo de marcar seis
meses, y el problema serán los temporales
de Levante, las ventoleras, o sea los
transportes; pero el mismo problema tienen
en teoría Alicante, Barcelona, Palma
de Mallorca, por citar tres capitales
donde triunfan los congresos.
En su día me hubiera gustado mucho
trabajar en este campo, pero otros habrá
que lo intentarán. Queda mucho trabajo
de gabinete, de fondo y por supuesto,
realizarlo en la dirección correcta.

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sábado, octubre 11, 2008

Un museo arqueológico bajo las aguas de Ibiza


La noticia es muy simple y me ha dejado realmente sorprendido. Intento resumirla: a partir del mes de octubre se reúne en Alejandría un comité de expertos, científicos, arqueólogos, financieros, para estudiar un proyecto muy concreto.
Quieren construir un museo arqueológico... Pero bajo el mar egipcio, en aquella antigua ciudad clásica (aunque la moderna ciudad existe, ya no tiene nada que ver), donde ardía de forma permanente el Faro de Alejandría, guía de los bajeles febriles que solían ir guiados por pilotos fenicios.
Alejandría era famosa, además, y eso ya lo sabe todo el mundo, por su inmensa biblioteca, un auténtico tesoro que agrupaba todas las ramas del saber en todas las lenguas conocidas.
Como buena biblioteca que se precie, para llegar a la categoría de mito sólo le faltaba el martirio. El martirio de las bibliotecas es el fuego. Y lo tuvo en abundancia.
De aquellas inmensas rutas quedan muchos restos, porque los naufragios eran cosa común, y muy a menudo en las entradas a puerto, en las bocanas o en los freos. Algo de eso sabemos en Ibiza, sobre todo en San Antonio y en nuestros Freos que separan Ibiza de Formentera.
En fin, cuando leí la noticia pensé que querían construir a modo de grandes piscinas y de galerías rellenadas con agua del mar, aunque en unas instalaciones terrestres. Pero no, las piezas podrán admirarse bajo las aguas del mismo mar donde han sido descubiertas. Los proyectos conocidos hablan de galerías de plexiglás y de materiales resistentes a las grandes presiones, a los movimientos de las olas y a los temporales.
Cuando me di cuenta pensé ocultarlo, no fuera cuestión de que el PSOE de Ibiza comenzara a pedir informes y a repartir placas. Lurdes Costa es implacable. Se pasa la vida poniendo placas, qué horror.
Pero también es verdad que los políticos progres se hundirían en sus legajos, sus informes y jamás harían nada. Si no sabemos acabar ni un solo museo, un simple museo en tierra que no esté lleno de fallos, ¿cómo vamos a construir el gran museo subacuático en sa Conillera o en s´Aranyet?
Ni soñarlo.
«En las zonas del puerto del este de Alejandría y de Abu Quir abundan las antigüedades de las distintas dinastías del periodo faraónico y del grecorromano (341 a.C.-395 d.C.). Además, se encuentran varias partes de los barcos de Napoleón Bonaparte en Abu Quir, algunas de las cuales fueron sacadas de las aguas hace 25 años».
¿Dónde de Ibiza que ya no lo hayamos arrasado? Me gustaría saberlo. Pero me temo que el turismo y el vandalismo ya lo han destrozado casi todo.

A mariano digital


miércoles, octubre 08, 2008

El sospechoso prestigio de las islas


Dicen algunos que las islas son una metáfora del mundo al completo, del planeta entero. Una representación a escala de los excesos humanos y de los accidentes geográficos.
La islas sorprenden incluso a los isleños. Una chicharrera, campeona del mundo en natación artística o sincronizada, vino a Ibiza con el equipo y me dio la mejor definición de Ibiza que he leído en mucho tiempo: «Ibiza es muy tierna, bajita, con las figuras muy marcadas, parece un belén».
Parece un belén de Navidad, dijo la hermosa canaria. Quedó muy sorprendida de las proporciones de Ibiza, una isla de la que se dice que está hecha a la medida del hombre. Cierto, a escala humana: un belén.
A mí me pasó algo a la inversa, cuando ya conocía las descomunales lomas de granito de Brasil, sus paisajes, sus cataratas inabarcables. Bueno, pues Tenerife me dejó muy impresionado. Un isleño quedó impresionado por una isla volcánica, con unos tajos que yo interpreté como la fuente donde nace el dolor de la historia.
Los guanches saltaban de peñasco en peñasco y sorteaban precipicios imposibles. En aquellos barrancos ha habido muchas matanzas. Matanzas es un topónimo que se emplea a conciencia y en abundancia en el archipiélago canario y en América.
A la nadadora le impresionó Ibiza, a mí me impresionó Tenerife. Y Menorca. Mallorca, no; es demasiado semejante, aunque a otra escala, a nuestra Ibiza.
¿A qué viene hoy mi atención por las islas? A que me ha asaltado una divertida sensación: las islas pierden potencia, ya no ganan prestigio. Lo digo pensando en mi querida Ibiza, una isla tan maltratada que ya sólo sobrevive en la memoria de quienes la recuerdan de antes.
Pero lo mismo está pasando con las Canarias. No ganan prestigio, no hay manera de hacerlas subir más. No digamos ya de las islas del Caribe en general: Cuba no da más de sí y cada vez será peor, porque el cambio climático está barriendo el Caribe. ¿Jamaica, Haiti/República Dominicana?
Mmmmm... no ganamos nada ya.
Lo digo porque acabo de releer un amplio reportaje en Babelia (Bobelia le llama Arturo Pérez Reverte) de cuando yo leía El País. En 1986 me divorcié del diario, pero de vez en cuando adquiría algún suplemento. Cuando vi el sectarismo y las limitaciones del periódico ya prescindí de él.
Pero guardaba estas página sobre «el legendario prestigio literario de las islas», escrito por Carlos García Gual.
Es decir, el prestigio es de las fuentes literarias, no de las islas. Ni Ibiza, Chipre, Sicilia, Creta ni Malta han ganado nada en los últimos años, al contrario. Es una opinión.


http://marianodigital.es

domingo, octubre 05, 2008

Vaciado de piscinas



A partir del mes que viene muchas piscinas de la isla serán vaciadas hasta la temporada que viene: una auténtica aberración en una isla que está cambiando el petróleo por agua.
¿Por qué se vacían estas piscinas de Ibiza, en una cantidad que yo calculo en seis mil? Porque encuentran barata el agua. Si pagaran un precio más ajustado al alza, se lo pensarían dos veces antes de desperdiciar el líquido elemento, tan escaso en las islas Pitiusas.
No se puede negar –claro que se podría negar, pero no lo hagamos- el derecho de una casa unifamiliar a disponer de su piscinita. Bien. Pero sí se les puede cobrar estos metros cúbicos a un precio ecológico, es decir, con una tasa especial.
Por esta misma razón yo permitiría a los supermercados algo que ya hacen en algunos sitios: cobrar las malditas bolsas de plástico. En una sociedad desvertebrada y despreocupada por las cosas buenas comunes, el único lenguaje que se entiende es el del dinero.
Nada puede ser regalado, puesto que nada es gratis. Cuando alguien deja de pagar su parte, alguien la paga el doble por otra parte.
Ahora bien, paralelamente yo pondría precios muy accesibles a los hogares (la primera vivienda de una familia) que hacen un buen uso del agua corriente. Una familia con cinco o siete miembros gasta mucha agua, pero esto es fácilmente cuantificable. Si esta misma familia quiere rellenar su piscina, pues sí, muy bien, pero pagará otro precio y lo pondría sensiblemente más alto. O eso, o conseguir un censo de piscinas, que ahora no tiene el Consell ni los ayuntamientos. Esto es muy grave.
Ibiza no está sobrada de agua. Por cierto, uno de los misterios más enigmáticos de nuestra historia reciente. Nadie sabe nada del agua, sólo que se gasta mucha, como ha demostrado la consultora de Bartolomé Planas que ha usado diversos métodos, incluso la fotografía aérea.
En toda la isla se calculan unas 10.000 piscinas, cifra que no cuadra. Han de ser muchas más. Más de la mitad se vacían cada año. Una imponente barbaridad.

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sábado, octubre 04, 2008

Pido a Inglaterra chicos más educados y sobrios

Cada par de meses publico algún artículo narrando la evolución de la delincuencia y las enfermedades que afectan a los adolescentes británicos, que son quienes se han apropiado de Ibiza durante el verano, de tal modo que nuestro Producto Interior Bruto es cada vez más bajo pero mucho más bruto.
Se supone que vienen a divertirse, a pasarlo bien y se supone que los de aquí debemos trabajar para que ellos consigan eso y nosotros pagar nuestras facturas durante todo el año. Pero no es fácil.
De todas formas es admirable como Ibiza consigue sortear tantos problemas, a costa, eso sí, de machacar al personal sanitario, conductores, policías (apenas llegan y ya piden el traslado). Nadie trabaja a gusto en Ibiza a partir del 30 de junio.
La culpa no es el aumento de la inseguridad, sino al aumento de población británica, sin olvidarnos de muchos delincuentes magrebíes, rumanos, y de otros sitios, especializados en descuidos y carteras.
Este fenómeno a veces es devastador y rompe todas las barreras de contención. Nunca olvidaré la despedida del cónsul británico, que dimitió entre lágrimas vivas y batientes. La emoción y la rabia le rompieron los nervios.
Mr. Birkett me dio tema para varios artículos. Me conmovió porque sé con toda seguridad que más de un camarero, camillero, taxista, policía ha sentido esta misma emoción al acabar el día.
Son jóvenes, son guapos y… son insoportables. No les aguanta ni su padre. Por eso nos los mandan a Ibiza. Y debemos cuidar bien de estos críos, drogados hasta las cejas, borrachos de varios días, llenos de esparadrapos y a menudo en estado aun peor.
De todas formas este es nuestro turismo. Fuera de eso sólo algunos flecos, despistados, gente que va por libre, soportando a los turistas ruidosos.
Es por eso que me llaman la atención las palabras de la ministra británica Meg Munn, que ha venido a Ibiza a inaugurar las dependencias del consulado, se ha paseado por el West End y ha visitado una discoteca.
No se ha atrevido a venir en agosto, quizás por eso “pide un ambiente más seguro” en Ibiza. Debiera saber y sabe que este año en Gran Bretaña llevan ya unos 30 apuñalamientos de jóvenes… causados por otros jóvenes.
El mismo día que visitaba Ibiza, su Gobierno aprobaba una partida de 107 millones de dólares para crear patrullas especializadas en el control de la delincuencia juvenil. Señora: estos mismos jóvenes vienen a Ibiza, y encima borrachos como cubas y cargados de anfetaminoides. Usted sabe que en general, donde hay juventud inglesa no existe el concepto seguridad.

miércoles, octubre 01, 2008

Y de repente descubren los congresos

Pueden estar seguros de una cosa: si los congresos hubieran sido factibles y rentables, en Ibiza ya no se haría otra cosa. Lo digo porque últimamente parecen haber descubierto el Mediterráneo en Santa Eulalia.
Iba a titular mi artículo ‘Y de repente… ¡Ascensión!’, pero no esculpa de Ascensión Durán, que cumple con su cometido al venir a vendernos una idea que ya se aplica en Ibiza hace décadas. No diré a miles, pero en Ibiza ya se han hecho muchos congresos y encuentros. Más de los que imaginamos y muchas veces sin salir apenas en la prensa.
Yo recuerdo eventos de este tipo en el hotel Torre del Mar, Hacienda, Royal Plaza y en otros de San Antonio y de Santa Eulalia.
¿Por qué no han triunfado en Ibiza como un tipo de turismo fijo, eficaz y continuado? Debería pensarlo un rato, pero tampoco me apetece, que piense Rita.
Lo que no se puede a estas alturas es venirnos con el cuento de que Ibiza es un sitio que tiene todos los requisitos para ir como un tiro en el turismo de negocios (cito de las reseñas de prensa). La autora es la presidenta de la federación española de Empresas Organizadoras Profesionales de Congresos (OPC).
Acabáramos.
Son muy hábiles en dorar la píldora, en vendernos la burra y en pronunciar exactamente las palabras adecuadas que quieren oír los Xicus Tarrés, Vicentes Guasch y otros políticos de gama media.
Cuando dicen que Ibiza es perfecta, mucho mejor que el noventa por ciento de las demás ciudades, que Ibiza es muy segura y está muy limpia, están lanzando un corner para que lo remate alguien. Esto es precisamente lo que quieren oír las autoridades civiles y las inciviles. O sea, están pidiendo más dinero, mucho dinero.
Y se lo darán.
Hay gente especializada, maestra en las más elementales técnicas de convicción, dales-carneggies, los llamados conseguidores. Y todo político provinciano que se precie adora estas mesas largas con discursos sin sentido. Mucha foto. Grandes instalaciones, costosos mantenimientos, decenas de cuñados y de primos colocados.
En Ibiza ha habido siempre congresos, y como tal actividad no han perdurado. Yo creo en el turismo, pero estoy harto de esta viciosa manía intervencionista que consiste en pedir siempre dinero al Estado. Creo en el turismo y en el mercado. El Consell no es una ubre con barra libre a quien mejor nos halague. Cuidadín Tarrés, están cayendo chuzos de punta.