miércoles, febrero 27, 2013

Bombardear serpientes con ratones



Poca gente se da cuenta aún del daño causado por la introducción o reintroducción de serpientes en la isla y cuando se den cuenta, los efectos ya serán cuantiosos y la solución casi imposible. Las serpientes han tomado Ibiza, se han aclimatado y se reproducen con una sorprendente velocidad, entre otros motivos, porque van sobradas de alimento. No sólo merman las colonias de nuestras lagartijas endémicas, tampoco le hacen ascos a los huevos de las aves, incluso a las crías de éstas y de pequeños mamíferos. Ya expliqué la solución, pero llevará mucho tiempo: mimar, cuidar y proteger los erizos, que por otra parte siempre he considerado como el animal nacional de Ibiza. Construir o adaptar una red de pasadizos debajo del firme de las carreteras para que erizos y otros mamíferos puedan cruzar en la noche, lejos del peligro. Los erizos son un enemigo formidable, con unas mandíbulas afiladas y resistentes que destrozan a los ofidios.
Aún más, el erizo es inmune al veneno de las víboras, de manera que gana todas las batallas. Es evidente que la enorme infestación de serpientes no será detenida en uno o dos años, ni quizás en diez, pero los erizos son el depredador perfecto. Otra cosa es que vayan saciados de comidas basura y no insistan en la caza de crótalos. Por supuesto, ayudarían aves rapaces, buitres, aguiluchos, halcones, pero en Ibiza ya es complicado que se refugien, no sólo por el ruido y la contaminación lumínica: sitios como es Vedrà, Tagomago, los acantilados del Norte o de la Mola (Formentera) eran refugios blindados, pero ya hace lustros que perdieron la seguridad. Tampoco sobrarían las cigüeñas, pero ignoro cómo podrían introducirse en Ibiza, pues es fácil prever que ellas divisan las costas de la Península, los lugares húmedos más acogedores de esta Ibiza demoníaca, que ha arrasado con todo.
Los especialistas conocen estas opciones y ellos saben mejor que yo que es difícil improvisar una estrategia ecológica y reintroducirla con eficacia en la cadena trófica de la naturaleza. No siempre resulta operativa.
Hace años ya expliqué los destrozos causados en ses Columbretes, en concreto en la isla Grossa, donde se provocó un incendió que allanó y carbonizó el bosque bajo y acto seguido se soltó a una hambrienta piara de cerdos que dieron cuenta de las serpientes restantes, vivas, muertas o agonizantes. Resultó.
Esto es imposible en Ibiza, incluso en un islote como el Vedrá destruiría la población de fauna endémica de una riqueza incalculable. Puestas así las cosas, lo mejor es controlar vía reglamento y fuertes sanciones a los viveros que importan troncos de olivo y otros árboles. Imponerles unas fechas y unos controles y hacerles seguimientos rigurosos, además de la detección con perros.
En Guam, una isla del Pacífico que se colonizó al acabar la II Guerra Mundial, las serpientes son ahora millones. Crean problemas de salud, seguridad y dinero. Han ideado una solución: bombardear la zona con ratones muertos preparados con paracetamol, inofensivos para otros animales mayores y para los humanos.
Seguiré el experimento, si puedo. La idea está ahí.

Un regalo: Aquí puedes ver el video sobre las serpientes arborícolas de Guam y las reacciones furiosas del colectivo PETA contra el maltrato animal. Pero se callan los estragos causados por las serpientes sobre unas treinta especies de aves, extinguidas por el abuso de este peligroso intruso.

sábado, febrero 23, 2013

Los que no vinieron a Ibiza



Cuando en los años setenta encontraba algún nombre que hubiera visitado la isla, me ponía muy contento y solía publicarlo. ¿Qué otra cosa cabe en una mente juvenil que todavía creía en el efecto llamada y en la impregnación de la imagen?
Muchas de estas estancias eran breves visitas, a veces de uno o dos días, o mejor dicho, noches, porque venían a Ibiza precisamente por su cualidad de tierra incógnita, exenta de animales ponzoñosos como los paparazzi o las cámaras de la telebasura. La noche de Ibiza esconde grandes juergas con ninfas o con efebos y cascadas de alcohol destilado.
Diez años después, con la apertura del KU y el auge creciente del Pachá y Amnesia, las celebrities, socialités (VIPS les llamábamos entonces, very important person), los famosos llovieron del cielo, caían en manadas. En realidad había alguien que se encargaba de mandarlos para acá. Ahora, gente muy rica pero sin ningún peso específico, como Paris Hilton, van locos por dejarse fotografiar en la isla. O iban, porque suelen ser muy caprichosos.
Bueno, la lista de los que han visitado la isla sería enorme, pero intrascendente: gente banal, que usa la isla como trasfondo de moda, nombres huecos que no aportan nada a la humanidad, como no sea su belleza o sus millones.
Hoy, algunos periodistas, quizás arrastrados por esta vorágine onomástica y la embriaguez de la orgía de oropeles y piel bronceada, añaden a los visitantes con una facilidad pasmosa. Y lo que es peor, con efecto retroactivo.
Uno de mis juegos preferidos durante un tiempo, fue hacer una lista de artistas fallecidos antes de llegar a los 40 años: una barbaridad, una lista sin fin. Ahora voy a comenzar otro juego: ¿qué famosos no han estado ni visitado la isla?
Que yo sepa, claro, se admiten réplicas. Ni Jaime I El Conquistador, el Rei dom Jaume, ni su codicioso obispo Guillem de Montgrí estuvieron jamás. Menos probable aún es el pensador, científico, visionario Nostradamus, a quien algunos hippies macrobióticos y perroflautas mediterráneos atribuyen una profecía según la cual Ibiza queda exenta cuando llegue el fin del mundo. Ibiza, excedente de cupo, seguirá adelante, con sus discotecas y sus serpientes. La promoción turística en manos de Nostradamus, escribí en este Diario de Ibiza.
Ahora casi el mismo día me preguntan por Salvador Dalí, David Allen y Kevin Ayers. Estos dos últimos pasaron etapas largas en Deyá (Deià), Mallorca. Sin duda visitaron Ibiza, como otros tantos músicos, pero su sitio estaba en la isla hermana.
Dalí jamás estuvo en Ibiza, ni le interesaba lo más mínimo. La confusión quizás venga por las fotos del norteamericano Tony Keeler, que sí conoció al pintor español refugiado en Cadaqués. Yo mismo publiqué aquellas fotos en mi revista de imagen Ibiza In, por lo que deduzco que nace de ahí su confusión.

miércoles, febrero 20, 2013

Un faro muy atascado



Como mi opinión sobre mazacotes como el Ibivegas (o EiviVegas) está bastante clara, no voy a incidir en este punto. Tiempo habrá para que cada cual se vaya retratando.
No me asombra el despliegue publicitario de esta urbanización privada, pero no me impresiona. ¿A quién pretenden deslumbrar, sabiendo que en Ibiza nos conocemos todos y los inversores tienen información muy detallada sobre este tipo de negocios?
Ibiza era la perla del Mediterráneo -una de tantas, seamos sensatos- antes de que Matutes(los) y otras decenas de empresarios la emprendieran a ladrillazos.
Ahora será muy difícil convencer a nadie. En nuestras aguas no hay perlas, ya no quedan ni nacras, enclochas. Quedan muchas medusas en unas aguas no siempre muy plausibles.
Pero en general toda idea que se presenta al público es digna de ser considerada, sobre todo si se adapta a las leyes y aporta nuevas oportunidades a la sociedad. Por contra, usar el victimismo precisamente quien más favores ha recibido, es tan inútil como patético.
Ni siquiera han renovado la lista de alicientes, la misma que ya utilizaron para justificar las autovías: creación de puestos de trabajo, mejora de la seguridad, turismo de calidad, desestacionalización, puestos de trabajo para los ibicencos... basta mirar uno por uno si estos supuestos se han cumplido nunca y si se cumplen ahora mismo. Que cada cual se responda a si mismo.

Criterios técnicos: sin ser especialista tengo muchas dudas. Me parece un colosalismo que no viene respaldado por ninguna garantía: cesiones que pueden ser regalos envenenados para el contribuyente, aumento de afluencia de vehículos que colapsarían la autovía al aeropuerto, y un centro comercial que no disimula la pretensión de arrasar con los comercios de la isla, duplicando la superficie de todos los actuales hipermercados existentes hoy, según algunos cálculos.
Hace unas semanas visité algo parecido entre Badajoz y Elvas, una preciosa ciudad portuguesa, que el año pasada fue nombrada Patrimonio de la Humanidad, como Ibiza. La recomiendo a mis amigos ibicencos que salgan de la isla con su vehículo. Y que vayan a comer al restaurante Cristo, una delicia muy bien de precio.
El centro comercial, una auténtica ciudad, se llama El Faro y no se habla de otra cosa. Se podrán hacer una idea en este video. 


Al lado de una de las más bonitas y oxigenadas ciudades universitarias de España, y he visto unas cuantas.

En total, el Faro tiene 66.000 metros cuadrados, por 55.000 el IbiVegas. Verán que en la extensión interminable de Extremadura, una maravillosa región prácticamente deshabitada (algo más de un millón de habitantes) El Faro tiene sentido y un gran éxito, hasta el momento.
Pero Ibiza es totalmente distinta. Comprendo que el inversor ha de vender sus ideas y su producto, pero en esta ocasión lo veo tan poco claro como el puerto deportivo. El final de la playa puede convertirse en un callejón sin salida, saturado, ruidoso y poco atractivo. Claro que puedo estar equivocado. 

sábado, febrero 16, 2013

Un regalo inesperado para los progres del pacte




La travesía del desierto de la izquierda o de las izquierdas (o de lo que sean) de estas islas estaba siendo especialmente cruel. No es que el PP haya venido a borrar las –en general– nefastas medidas sectarias y derrochadoras del PSOE-Pacte, porque el PP de Bauzá prácticamente no ha cumplido casi nada de lo prometido y en el caso de la libre elección de lengua en los colegios es una renuncia chirriante. 
A pesar de todo, el sector catalanista más recalcitrante, que pretende expulsar el español de la faz de la tierra, nos ha inundado con una espesa batería de escritos en la prensa, recuperando aquella vieja moda de los 'abajofirmantes', aunque siempre son pocos y los mismos.
 Les duele perder un solo milímetro en su campaña de catalanización y expansión imperialista del catalán. Mal que bien, con una simple modificación de la ley de la Función Pública, Bauzá les ha exasperado. No es para tanto. En las Baleares sigue siendo imposible en la práctica que los niños estudien en su idioma, que es el español y lo ha sido siempre. Tenemos dos idiomas propios, pero los catalanistas lo quieren todo (recuerden esto) y en exclusiva para el catalán estandarizado, borrando todo vestigio del ibicenco y del español. 
El resto de partidas o de partidos o de sectas o de grupúsculos que conformaron el Pacte no están mucho mejor. Basta ver el PSOE, atascado y a tronchazos, siguiendo la pauta nacional, esto es, en vías de desaparición, despedida y cierre. No es el único, el resto de grupos anda a la desbandada, dividiendo y destruyendo, a la espera de conseguir un pequeño puesto de trabajo en algún rincón. Muchos de ellos no se soportan entre sí, pero cuando han visto la posibilidad de sacar tajada o de asomar la testa, se han apuntado en masa incluso al peregrino homenaje a Mariano Villangómez. Un homenaje que podría haber durado un día o una semana, pero qué va... esto hay que exprimirlo bien: un año entero dedicado a alguien que murió ¡el año 2002!
Pero no hay mal que cien años dure, y héteme aquí que la izquierda pitiusa acaba de recibir un regalo inesperado que, con toda probabilidad, si saben jugar bien sus cartas y conjugar sus ambiciones, les devolverá el gobierno de Ibiza y por supuesto de Baleares. 
Nuestro empresario favorito no ha conseguido someter sus impulsos, tan expansionistas como el catalán, y ahora quiere rematar la Platja d´en Bossa, que fuera una de las más hermosa de las Baleares. Todo 'pa mí' (¿recuerdan lo del catalanismo?). 
El proyecto presentado es de tales dimensiones que lo convertirán para muchos en una monstruosidad urbanizadora sin precedentes, en torno y en contra de la cual se aglutinarán las izquierdas, o lo que sean. De momento baste recordar que el tajo que dividió la isla en dos mitades le costó el gobierno a Palau. Vicente Serra está temblando.
El megaproyecto que presenta ahora y el Gobierno balear aprobará (con criterios técnicos) es de una envergadura de pesadilla. En vez de culminar y arreglar lo que han destrozado las autovías, aquí llega otra iniciativa marca de la casa, y de forma indirecta, un regalo inesperado para estos voluntariosos chicos progres, los catalanistas o el dilapidador socialismo. Lo que vamos a divertirnos los mirones.

miércoles, febrero 13, 2013

Muchos loros y demasiados políticos



"Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero», resume muy bien nuestra caótica situación de derroche. En España y en Ibiza. La del político es una función honorable e imprescindible; la de los advenedizos necios e ignorantes que tanto abundan, viene sobrando; pues bien, contemos con los políticos cualificados para recordar que cuando se les señala un exceso de gasto suelen responder con la misma frase: «Esto es una minucia, esto es el chocolate del loro». Puede ser cierto. Nuestra réplica: ¿Pero se ha fijado usted en cuántos loros se han ido instalando en la política? ¿Y cuántas cotorras?
Los compañeros de Opinión del Diario ya lo han señalado: no basta con reducir unos decimales: hay que recortar por lo sano donde sobra mucha gente, empresas públicas, ONG y miles de ordeñadores de las ubres de las arcas públicas. Sobran, lamentándolo mucho por ellos. Que den gracias poder haber chupado tanto tiempo. No podemos seguir financiando más ruinas.
No basta con cerrar una cafetería, con despedir a unos cuantos contratados en la base de la pirámide, ni prometiendo una reestructuración de Fecoef (palacio de ferias, imagino). En estos momentos hay que soltar lastre. Mucho. O de lo contrario ocurrirá lo que ya estamos viendo: estamos pagando impuestos para pagar las nóminas hinchadas del personal. Hablo de lo que sea y de donde sea. La consecuencia es palmaria: si todo el dinero va a parar al personal, nos quedamos sin inversiones, que es el único sentido que tiene pagar un organismo público.
No es suficiente esta anunciada reducción de un 5% señalada por Vicente Serra y Alex Minchiotti. Anunciada, pero ¿la ha comprobado alguien? Sólo en el Consell hay 16 políticos, 11 que forman el gobierno propiamente dicho y 9 cargos de confianza. Ya lo han dicho: el presupuesto de 2013 sólo alcanza para mantener la estructura de la institución. Si no hay trabajo ni inversiones ¿qué hacen nueve cargos mano sobre mano o con la mano sobre el sobre? ¿A quien, sobre qué y de qué asesoran con toda su confianzuda preparación? Más de un millón de euros al año. Y en las Pitiusas se van 4,7 millones de euros.
Ocurre lo mismo con el Museo Arqueológico de Arte Contemporáneo (déjenme decirlo así, de esta poética y sagaz forma que descubrió accidentalmente un lector de mi blog). Es decir, una vez pagados los sueldos ¿qué vamos a hacer si no hay fondos para trabajar?
Se impone una pregunta desasosegante ¿No sería mucho mejor cerrar las instituciones, dejando solo las ventanillas de atención urgente, de sanidad y seguridad? Al menos nos ahorraríamos el derroche de teléfonos, luz y gastos fijos. Esto no da más de sí y los políticos que han creado esta saturación de cargos no lo van a recortar: es más fácil recortar en servicios al ciudadano. Con la sangrante crudeza de que tres cuartas partes de las inversiones en la isla vayan destinada a pagar  ¡las autovías! O sea, cornudos y apaleados.

sábado, febrero 09, 2013

No vamos tan mal



¿Saben qué? Pienso muy en serio que en las Pitiusas no estamos tan mal. Si no fuera por los precios de atraco de la cesta de la compra, algunos servicios, la energía, la gasolina, los transportes y los viajes y tantas otras cosas, Ibiza y Formentera seguirían siendo un paraíso, al menos en invierno.
La guerra de los precios es ya precisamente esto: una guerra que está causando muchas bajas de víctimas inocentes. Ya se empieza a escribir sobre el tema y no sólo hay que achacarlo a la insularidad (sin descartar el factor) sino a tortuosas y perversas prácticas comerciales que siempre van en detrimento del consumidor final. Claro.
¿El aumento abrumador de políticos no ha significado una sociedad más justa y controladora de los abusos? Parece que no, al contrario, ha significado más derroche, más intervencionismo, no siempre justificable y, con toda probabilidad, mayores casos de amiguismo, cuando no de abierta corrupción.
Ibiza parece regida por una cúpula de necios que se han conjurado contra los consumidores. ¿Habrá algunas excepciones? No sé. Ni sé cuantos (o sí que se sabe), pero cada vez es más evidente que en España sobran miles de ayuntamientos y cientos de miles de empleados públicos y políticos inoperantes, incultos, sin preparación y con una desmedida sed de dinero.
Pero como decía antes, no somos los peores de España. No quisiera estar en la piel de los habitantes de Parla, Madrid, arruinados por el socialista Tomás Gómez, o en la subvencionada taifa de Marinaleda de Sánchez Gordillo. Tampoco me gustaría ser gobernado por estos alcaldes de CiU, catalanistas independentistas, que tienen asombrados a los empresarios rusos por su voracidad. El pobre capo Petrov se queja con amargura de la mafia catalana y seguramente con toda la razón del mundo. Podría haberlo hecho por lo legal sin pagar mordidas a los ediles y a otros personajillos –comenta a la prensa de todo el mundo. «Estoy harto de todos los corruptos de este país», afirma, casi echándose a llorar y refiriéndose en este caso a Catalonia. ¿No es enternecedor?
¿No hay mafias de Ibiza? Sí, claro, pero no son necesariamente rusas. Y no son ajenas al desquiciado sistema de precios, concesiones de grandes superficies y otras reglamentaciones que han dejado a los ibicencos presos en su propia casa. Y no me refiero sólo al precio de los billetes de avión o barco.
Otro rasgo envidiable: ¿qué sitio del mundo puede permitirse el lujo de trabajar durante cinco meses como posesos y dedicarse los siete meses restantes a aporrear las perolas quejándose del Gobierno, siempre que sea del PP?
Si nos comparamos, salimos ganando. Ahora mismo en Túnez ya forman un Gobierno de salvación nacional bajo una presión violenta selectiva. En Egipto es menos selectiva, pero también han perdido una gran parte de su turismo, tan generoso y gastador antaño.
Miren, virgencita, virgencita, que me quede como estoy, aunque sea en una casita pequeñita y húmeda, perdida en un bosque de Sant Mateu.

miércoles, febrero 06, 2013

´Loving Aibizza´



Hablemos de las cosas de nuestro pequeño mundo: del turismo de Ibiza y de Formentera, ya que por mal que vivamos, no dependemos de otra cosa. Hay noticias; por ejemplo, que ya van como un cohete las ventas de Ibiza en Holanda, siguiendo una pauta que comenzó hace unos tres años. Tampoco sé muy bien por qué, y a quienes se lo he comentado tampoco saben explicar la causa. Sin duda, son modas, pero dejen que les recuerde una cosa: Ibiza ya era muy conocida en Holanda en los años sesenta y a medida que van saliendo libros y muriendo autores y actrices como Silvya Kristel el nombre de Ibiza se renueva y se refresca, si bien las descripciones de la isla de los años 1959-1965 no tienen apenas nada que ver con la Ibiza de hoy.
Quizás para saldar y explicar este vacío, los holandeses han rodado una película con chicos y con chicas guapas, afeitados y con desodorante, a diferencia de la Ibiza hippy que solo olía a pies y a romero. Carne en el asador. He visto solo el tráiler y ya me planto aquí (lo he puesto en Ibiza Digital) porque ya no me cabe ni un topicazo más en la cabeza. Hubo un tiempo en que todo se archivaba, pero con los años uno se va dando cuenta de que solo hay que ir guardando lo básico, lo esencial y lo bello.
Comprendo que estas ´promociones´ sean muy útiles a los industriales del catre y que sirvan de apoyo a los políticos cual Carmen Ferrer, la consejera de Turismo del Consell Insular. Pero no aportan absolutamente nada nuevo ni bueno y hablo en general. Ya me avisarán si Alonso Quijano pasa por Ibiza con su amigo Sancho. Por menos de esto no apuesto un duro a la ruleta turística del 2013.
Y sin embargo te quiero, pero no quiero entrar al lío de la voluntariosa Carmen, que no cree ella que los beach clubs pasen a ser discotecas. Qué miedo me dan estos nuevos políticos New Age from Aibizza, rediós. Ya saben, que por orden de la alcaldesa, Cristóbal Colón nació en Ibiza, exagero, pero ya saben, esta es la tesitura y casi la partitura.
Uno diría que los pocos metros de playa tendrían que ser para los bañistas playeros. Es decir, sacar a la marabunta y al narcoturismo de las arenas de nuestras breves playas. Fuera de aquí. Desalojen. Y aún diría más, Carmen: este asunto no debiera ser opinable. Toda la isla ya es una gran discoteca, hasta en el aeropuerto. Ya solo nos falta que nos pongan un bafle debajo de la lona de la hamaca.
Tenemos demasiadas autoridades y en general muy malas para tan poca autoridad y tan poco criterio. Creerán que han inventado algo nuevo, pero ya aburren hasta a las ovejas, con el agravante de que están acabando con los pocos rincones donde la gente normal pueda relajarse unas horitas o unos días: las riberas.
Dicho sea con ánimo relajante y con el completo convencimiento de que no servirá para nada. Ni falta que hace. Pero volveré, como dijo el general Douglas McArthur, en una frase mítica que después han copiado otros deslustrados iletrados. Volveremos aunque solo sea al tema.

sábado, febrero 02, 2013

Ibiza en el turismo mundial


Ibiza y Formentera desde la estación espacial

Vamos a intentar en menos de un folio escrutar Ibiza y Formentera desde la Estación Espacial Internacional o resumir en una tesina nuestra importancia en el turismo mundial. Para matar al aburrimiento y quizás aprender algo, pero esto ya no depende estrictamente del cronista fenicio.
¿Qué es el turismo? Irse de casa, de tu ciudad o de tu país con la intención de pasarlo pipa, comprar tabaco más barato, tener un romance que no te infecte una venérea, no parar de día ni de noche, y con la intención ilusa de volver a casa con dinero y relajado. Ya.
Bueno, es fácil de ver en nuestra profunda tesis que casi todo el mundo pretende ser turista al menos alguna vez en la vida, ya que al menos esto significaría que tienes un trabajo, ganas un dinero y tienes un poco de tiempo libre, además de buena salud. Vamos a empezar a mirar Ibiza desde gran altura, la ISS, como he dicho antes. Y nos iremos acercando. Desde lejos, ¿cuántos turistas hay en el Planeta?
Según la OMT (Organización Mundial del Turismo) hemos batido otro récord, a pesar de todas las crisis anunciadas: en 2012, 1035 millones de turistas. Más o menos uno de cada siete habitantes de la Tierra ha sido un turista. ¿No le parece muchísimo? Supone un aumento del 4% sobre el año 2011. No consigo entenderlo. O sí, los turistas remisos o mermados de Estados Unidos y Europa han sido suplidos con creces por los turistas de los países emergentes como Rusia, China, India y otros menores.
Ello nos indicaría, además, que estamos sufriendo una revolución poco discreta en los países emisores. Aunque ya sabemos que en Ibiza mantenemos mal que bien los dos grandes pilares: Gran Bretaña, Alemania, sin descuidar Italia, España, Francia y otros.
Como volveré a tratar de este tema –contengan la euforia los feriantes, aunque las expectativas son buenas y ya lo eran en noviembre–, vamos a ver de estos mil millones cuánto nos ha tocado a España en suerte: 57,9 millones de turistas extranjeros, la mejor cifra de la historia, un 3% de aumento.
Si pensamos que en España hay 47 millones de habitantes, veremos que 58 millones de extranjeros es una fenomenal invasión que no se ha sabido cargar de momento ZP ni Rajoy, aunque nunca se sabe. Siguen en la cúspide los tres países receptores de siempre: Estados Unidos, Francia y España.
¿Cuántos nos hemos llevado los baleáricos –existimos, existimos, aunque nos quiten el río– de esta tarta? Pues... 10,4 millones de turistas extranjeros, con un incremento del 3,3% (Frontur). Desde el espacio nos hemos ido acercando y ya se divisan Ibiza y Formentera. Sólo sé que en el aeropuerto de Ibiza hubo 5,5 millones de pasajeros. Sumen las llegadas por mar. Me atrevo a aventurar que en 2012 Ibiza y Formentera recibieron 2,75 millones de turistas. Si alguien tiene datos concretos, se los agradecería. Si les ha gustado el viaje, sonrían, por favor. El verano está al caer y será generoso.