sábado, junio 27, 2015

Aguas

Esta es toda el agua que hay en el planeta Tierra. ¿Habrá que cuidarla?
Lo peor es ver cómo los técnicos de los servicios de mantenimiento del agua y sus conductos ven las fugas y pasan por delante y las ignoran como si nada», explicaba un miembro de SOS H2O. Se queja con razón de la carencia de agua potable y de la gran cantidad de fugas que aumentan escandalosamente el problema de la sequía. Este joven tendrá tiempo de constatar que las pérdidas de agua en las canalizaciones son elevadísimas en las Pitiusas (y en gran parte de España) y que el interés de los políticos está cercano al cero.
Recuerden solamente los manantiales que emergían en el interior de garajes y plantas bajas de la ciudad de Ibiza, ante el desinterés municipal. El propietario evacuaba el agua con una bomba que la arrojaba directamente al alcantarillado con las aguas sucias. Cuando yo hacía reportajes en los años 80, la isla ya mostraba el mismo problema, con el agua salitrada que bendecía nuestros hogares y masacraba nuestras lavadoras y sobre todo los calentadores o termos. En prensa escrita saqué decenas de reportajes y en un breve intervalo que trabajé para TVE, les colé al menos dos sobre la pésima calidad del agua potable de Ibiza. En uno de ellos, el ingeniero Narciso Cabanellas, que quiere y conoce bien la isla, expresaba sus desesperación, no solo por las pérdidas, en cierta forma irremediables, sino porque el alto consumo exigía una extracción brutal de los pozos.
De esta manera, las aguas pluviales jamás conseguían recuperar nivel y rellenar los acuíferos con agua dulce. He dado estas referencias personales y con nombres para hacer patente el problema enquistado y sin solución aparente. Aunque supone un gran negocio para algunos, no hemos conseguido en cuatro décadas que el agua que mana por nuestros grifos sea mínimamente presentable. No es que sea dura, no es que sea muy calcificada: es directamente venenosa en algunos casos.
Hablar de aguas en Ibiza es ponerse a llorar. Comprendo que estos jóvenes estén indignados. No es para menos. Y si consiguen organizarse –como ha ocurrido en otros sitios de España– y pueden denunciarlo en los juzgados es muy probable que ganen el caso. Me refiero a que al menos no te cobren por este líquido infecto que sirven ahora en distintos puntos de la isla. Esto, si no se piden daños y perjuicios por los electrodomésticos obstruidos y destruidos. Da lo mismo dónde miremos: si es en el mar, nos arrojan a diario centenares de cisternas con aguas sucias y residuos sólidos. Si es en tierra, hemos quemado las entrañas de la isla con sal, el mismo castigo que infligieron los romanos a Cartago. Podríamos hacer poesía y acabar con una frase bonita. Solo diré que el agua es la vida. Y sin agua, ya saben.

miércoles, junio 24, 2015

Numerus clausus en las Pitiusas

Vamos a Ibiza a vender pulseritas y otras cosas más amargas. En África somos mil cien millones y nosotros haremos lo imposible para ir llegando. Sed tolerantes. No seáis fachas y dadnos vuestro trabajo y vuestro piso.
Numerus Clausus es una expresión latina que significa cupo, lista cerrada, rol completo, número limitado. Puede aplicarse a cualquier tema. Años ha oí hablar de numerus clausus para ingresar en algunas facultades españolas, lo cual no deja de ser lógico: si el país necesita ochenta mil dentistas, es una pérdida de recursos y una estafa a los estudiantes que saldrán preparados pero sin trabajo si se forman 200.000.
Habrá algún asno de los que tanto abundan entre nacionalistas-socialistas al uso que dirá que esto es fascismo. Entonces los pobres formenterenses son unos fascistas al intentar limitar el número de automóviles que pueden entrar en los meses de verano en su islita estancada y bloqueada por los coches que vienen a darse un volteo.
Por supuesto, pongo esto para demostrar la ocasional y absurda forma de razonar de algún sector del mester de progresía que, al encontrarse en una situación insólita que no cuadra en sus limitadas consignas doctrinarias, la califica de facha o de fascista. Y se quedan tan anchos.
Pero ni los formenterenses son fachas ni los numerus clausus son siempre aplicables.
Obviamente, limitar el número de vehículos de tracción mecánica no es imposible: bastar ir entrando los datos en un ordenador. Entradas y salidas.
Pensaba en los numerus clausus al reflexionar sobre la carencia de espacio de Formentera, pero también de Ibiza. Aquí ya no cabe nadie y hace lustros que lo digo.
Una industria turística que gestiona casi tres millones de turistas en seis meses es muy respetable (y esto lo digo por Podemos) y muy envidiada. Pero al suceder en unas coordenadas de espacio-tiempo muy presionadas, acarrea daños colaterales de difícil solución.
Por ejemplo, en las infraestructuras que usamos todos, pero de las que todos renegamos. Nos quejamos de la pésima calidad del agua, de los olores de la depuración, de la falta de aparcamientos, pero... Pero nadie quiere vivir en las cercanías de una depuradora, un matadero, un cementerio, unos talleres de chatarra, un horno crematorio, una planta desalinizadora, del aeropuerto, un aparcamiento, una discoteca, o una cementera de estas que tragan montañas enteras.
Todos queremos vivir, como decía mi querido amigo, el inolvidable Xicu Bufí, en un jardín en el mar. Y esto ya no podrá ser nunca más, a no ser que llenes una furgoneta con tus cuatro bártulos y te traslades a una isla griega o a la India. No hay espacio, y casi nadie quiere colaborar en las soluciones comunes.
¿Comprenden por qué he empezado hablando de los numerus clausus para el número de turistas o de coches que vengan a las islas? Y no es tanto de los que vengan, sino de los que permanezcan sobre ellas al mismo tiempo. ¿Quizás un máximo de 200.000? Nos encantan los numerus apertus, el desmadre veraniego, al que encima inyectamos droga por un tubo. Nos parece que somos los campeones, pero no lo somos, incluso vivimos de turistas prestados. Si Podemos puede olvidarlo, y espero que no, los empresarios pitiusos no pueden.

sábado, junio 20, 2015

Tan temprano y tantos muertos


Es demasiado temprano para tantos muertos. Algo está fallando en el guión. Sí, muchos inmigrados temporeros, una vida de sacrificio y penurias a salto de mata, demasiadas drogas sin control o con controles demasiado laxos y distantes. Conducciones de vehículos bajo estupefacientes o alcohol en abundancia suicida. Bueno. Añadan lo que quieran: violencia de género, impericias varias, puñaladas en serie, asfixia por sobredosis, ahogamientos en alta mar por excesos de bebida, o simplemente accidentes de galos inexpertos que han creído de verdad que el Mediterráneo es este mar color de vino narrado por Homero. Este mar beatífico y apaisado que solo se encrespa a la hora de rodar alguna escena de piratas.
Estamos a mediados de junio, señores, que ni siquiera hemos empezado la temporada de verdad, y el número de muertos en las Pitiusas es inexplicable, esta insoportable levedad del ser y del estar en Ibiza. Muchos muertos y demasiados heridos. Claro que podemos justificarlo, podemos incluso tratar de entenderlo, pero con mis luces no me entra que haya caído tanta gente en un mes amable que da entrada a la vorágine peligrosa del verano caníbal.
Sí, de acuerdo, yo mismo lo he escrito muchas veces: en junio siempre solemos tener algún gran buque embarrancado o algún avión que se va cual carajo a la vela fuera de las pistas, pero son incidentes más que accidentes y yo suelo tomarlos siempre más en un registro de comedia que de tragedia.
Pero esto ha pegado un vuelco. En el año 2015, mes de junio, Ibiza ha sacado su parte de catacumba trágica, siempre tan cerca de la tragedia consumada e irreversible. Salvo un atentado terrorista con decenas de implicados o salvo un ataque de varias galeras de piratas, aquí no se recuerda tal ritmo de sangre vertida. Justo cuando vamos a empezar una temporada incipiente, que asoma con ojos inyectados en sangre y con olor a azufre. El Paraíso te dicen. No les contestes que es el Averno, pero por pura estrategia promocional y para mitigar nuestro propio espanto.
Cuando una sociedad tan caótica y variada decide vivirse a tope pueden suceder estas truculentas explosiones de genio oscuro. Por decirlo llanamente: en Ibiza está circulando demasiada droga, de mala calidad y con una insolente presencia temprana que no se explica si no es por la afanosa competencia de clanes que pretenden tomar posiciones.
Pero no soy tan ingenuo de pensar que solo es un problema policial. Ojalá fuera así. Junio pasará pronto y después vendrá el mes de Julio César y el de Augusto. ¿Qué haremos entonces? Necesitamos ayuda.

Diario de Ibiza

miércoles, junio 17, 2015

Tráfico hacia el colapso

Cuando el entonces director del Diario, el malogrado Paco Verdera, me sugería que escribiera un artículo sobre el tráfico o sobre el cáncer yo me agarraba un fenomenal cabreo y me solía ir. Cuando las aguas volvían a su cauce yo le explicaba que hay temas que es inútil tratar en un periódico, si no es para dar el listado o las cifras de los muertos. Porque todo el mundo está en contra, pero nadie parece decidido a levantar el pie del acelerador o a dejar el tabaco. Al final nos reíamos, reconciliados, y alguien sacaba la anécdota de aquel cura de pueblo que de vez en cuando se largaba unos discursos memorables. ¿Sabes sobre que trató el último? Sobre el pecado. ¿Y que opina él sobre el pecado? Pues... que no es muy partidario.
Pero hoy ya soy partidario de dedicarle unas líneas al tráfico, porque es sinónimo de horror. Unas líneas al horror nunca deben desestimarse. Ya no es exactamente la velocidad, sino todo lo contrario lo que nos preocupa: las retenciones y los colapsos en recurrentes cuellos de botella (en Ibiza, de garrafa). Sé que habrá alguien en la delegación de Tráfico de Baleares o del Consell que tendrá estas cifras: el nivel de saturación de algunos puntos. Entradas de San Antonio y Santa Eulalia. Y por supuesto las rotondas de acceso a Vila. Y etc. Puedo aventurar que habrá pocos sitios del planeta que tengan esta densidad. Sí, quizás algunas urbes de Indonesia, India, China o Japón. En España apostaría que nadie puede competir con el caos de Ibiza. Y Formentera que va siguiendo nuestra estela hacia la catástrofe, razón por la cual decidieron arbitrar medidas para reducir el impacto de los vehículos sobre la isla de 80 kilómetros cuadrados.
El Diario nos revela lo que ya sospechábamos: el tramo de autopista al aeropuerto de es Codolar ha aumentado casi un 25% en un solo año, pero siguiendo una línea ascendente desde 2008. Sería risible que los embotellamientos, en vez de ser áereos en las llegadas/salidas aeroportuarias, fuesen una vez ya en tierra por no haber sabido diseñar unos accesos racionales que amortigüen la inexplicable densidad de esa arteria. El trozo más transitado es el que une Can Sifre con el enlace de Ca na Palleva: no son unos cuantos vehículos, son 43.043 en una cifra burlona que parece mofarse de nuestra estupidez colectiva.
Precisamente por este motivo concreto expresé mis dudas en torno a la oportunidad de urbanizar la zona de Platja d´en Bossa, con Ibivegas u otros centros que congreguen grandes masas. Pero no voy a esforzarme. Da igual lo que diga la prensa. El maléfico principio político que rige en Ibiza es «construye como quieras que ya arreglaremos los parterres y los jardines después». Pero ahora el problema no es de ornamentación. Es de estructura y funcionalidad.

sábado, junio 13, 2015

Ibiza también es un parque temático


Concretamente Dalt Vila, o sea, el núcleo fundacional de la isla entera. El recinto está cerrado por unas murallas muy posteriores levantadas en época renacentista, en pleno siglo XVI. Todo esto es un apasionante parque temático. Y más desde que le han añadido estos cañones y estos letreros que han durado apenas un año y que ya no sirven para nada, como en gran parte de los museos. No entiendo por qué algunos progres de salón se hacen los ofendidos cuando descubren horrorizados que viven en un parque temático. Las grandes compañías mundiales se gastan auténticas fortunas para diseñar y comercializar parques temáticos y los clientes se dejan un fortunón cuando llevan a sus niños a los eurodisneys y a los portaventuras de turno.
La gente quiere diversión, la gente compra ocio y juegos. En este campo se invierten fortunas imponentes. Muchos grandes millonarios de los últimos cincuenta años no se han hecho ricos fabricando maquinaria de acero ni transportando fosfatos (que también, claro) sino haciendo cine, inventándose cantantes despampanantes de físico recauchutado o estrellas que parecen destiladas en un alambique de dibujos animados. Ahí está la pasta, chaval, el showbiz, si lo que quieres es ganar mucho dinero. Y sin embargo nos molesta que nos digan que Ibiza es un parque temático. O Barcelona o Venecia. Quienes temen convertirse en parque temático para turistas de fugaz aparición y masificada presencia es porque están sensibilizados, y lo están porque ya viven en él. Pero no quieren aceptarlo.
Vuelvo a Ibiza, para que se fijen conmigo en cómo el gran centro cartaginés (ergo, fenicio: somos fenicios) tiene unas proporciones que recuerdan al belén que los cristianos montamos en navidades. A la medida humana nos dijeron, pero yo les pedí explicaciones y las encontré: a una medida de las humanos bajitos, pequeños, laboriosos, fenicios y conservacionistas. Si lo seremos, que hemos conservado Dalt Vila durante 3.500 años, así como los cementerios rurales que se expanden a lo largo y ancho de toda la isla. Los hemos conservado hasta que la fiebre por la arqueología y la necesidad de estudiaros a medida que los íbamos reventando para construir encima una carretera nos ha obligado a dejarlos expuestos. Y ahí están al alcance de cualquier bárbaro.
Sí, somos un parque temático, el más antiguo del planeta, quizás a excepción de Jerusalén, que tiene una opulenta acumulación de historia y el dinero suficiente para conservarla. No temamos la verdad: no nos vamos a convertir en parque temático. Ya lo somos. Y esto sí, en verano se hace insoportable.

miércoles, junio 10, 2015

Podemos contra el turismo

Podemos tiene una recurrente fijación con el turismo de las islas. Poco tardó Jarabo en atizar a los hoteleros de Baleares, antes incluso de haberse presentado a las elecciones. Por sí solos no ganarán, pero esta diabólica asimetría de los pactos de perdedores puede conducirnos a las más nefastas decisiones o peor aún, situaciones. No es que el PP, PSOE y nacionalismos no merezcan ser desalojados a patadas y puestos a disposición de los juzgados quienes hayan delinquido, pero a medio plazo veremos que la ignorancia es osada y nos volverá a llevar a situaciones de riesgo, como ya aconteció en los precedentes pactos regresivos autodenominados ´de progreso´. Ignorancia y resentimiento pueden causarnos daños muy severos en nuestras economías, en nuestra vida. Pero soy consciente de que estos avisos no tienen el menor efecto sobre una masa de indignados que apenas lee la prensa ni encuentra salida para sus frustraciones históricas.
Ahora en Barcelona se han encontrado de lleno, zasca, en toda la cara, con una tarascada de Ada muy similar a la de Jarabo en Calvià. La estrambótica nueva (futura) alcaldesa tiene a todos en vilo, porque ella misma lo está. Dudo mucho que sepa por dónde empezar, cómo seguir y cómo finalizar. Pronto descubrirá que gobernar no es publicar cada día una lista de ocurrencias, sino sobre todo no tocar lo que ya está bien. Si no está estropeado, no lo cambies.
Dice Ada Colau, la victoriosa líder de BeC, Barcelona en Comú, que le molesta la abusiva presencia de cruceros en la ciudad de Barcelona. Buena la ha hecho, nada menos que la agencia de análisis Bloomberg –la más prestigiosa del planeta– recoge la noticia con este titular: ´Barcelona's Mayor to Tourists: Go Away´. Es decir, la alcaldesa a los turistas: marchaos, no sois bienvenidos. ¿Puede alguien imaginar el efecto que tendría sobre el turismo si el alcalde de Atenas, Nueva York o Detroit dijera lo mismo? Demoledor. La situación de ciudades como Venecia o Barcelona es de gran carga turística, pero no son comparables. Venecia vive dentro del mar y apenas está poblada (muchos han huido por los estruendosos cruceros que navegan el gran canal). Pero Barcelona es la tercera ciudad más visitada de Europa, y recibe por crucero unos dos millones y medio, exactamente la misma cantidad de turistas que recibe Ibiza en todo el año. Dejan a la ciudad 14.000 millones y crean 100.000 empleos. Etc.
Pero la alcaldesa, recién salida de las barricadas entre escraches, regüeldos y exabruptos tiene derecho a estudiar una organización diferente con sus ambientalistas y urbanistas. Y quizás la obligación.
Pero con suma prudencia, porque ahora no representa solo a los descamisados, sino a todos, incluso a los que se dejan la piel pagando impuestos para poder sobrevivir. Y respetando a todos. A todos.

sábado, junio 06, 2015

Una gran batalla en una guerra de desgaste


La noticia es muy buena: la empresa privada Cairn Energy desiste, retira su plan empresarial de prospecciones en el mar de Ibiza (golfo de Valencia) y aguas adyacentes. Pero la historia no acaba aquí. La larga espera en un proceso de complejas gestiones administrativas y políticas tuvo un colofón extraño: el ministerio de Soria conocía la voluntad de desistimiento desde el 5 de mayo, pero no la notificó hasta el 25, un día después de las elecciones municipales y autonómicas.
He cavilado y le he dado varias vueltas y no puedo entender la causa. ¿Es que esta noticia pudiera haber perjudicado las expectativas de voto del PP? O dicho de otra manera ¿La renuncia de prospecciones pudiera haber ayudado a Podemos, PSIB o al PSOE? Mi respuesta es un no a ambas. Precisamente ha sido el Partido Popular el más combativo frente a estas licencias de explotación que firmó el PSOE.
Sí, los socialistas que ahora quieren presentarse como adalides de la ecología y la defensa de la isla son quienes autorizaron las licencias y también el nefasto depósito de gas frente a Castellón, el mismo que causó más de cien terremotos y que al final ha costado a todos los contribuyentes más de 1.500 millones de euros de indemnización. Los socialistas. El PSOE.
Por lo tanto solo me queda una sospecha: silenciaron la victoria del ecologismo pitiuso y mediterráneo por pura pereza. La eterna e irresoluble galbana administrativa, esa desidia nacional que embadurna la vida de nuestros burócratas, tan raciales. Alianza Mar Blava es consciente y así ha expresado que el Gobierno de España podría haber usado una negativa justa y razonable con el simple uso del informe del impacto ambiental. Ello hubiera sentado un precedente administrativo y político de importancia y ya que estamos en alta mar, un aviso a navegantes.
Ahora se ha ganado una batalla muy importante, pero la guerra continúa y lo hace estrictamente en el mismo campo de batalla y casi en los mismos términos: hay al menos dos grandes empresas que han solicitado licencias para realizar prospecciones en el Mediterráneo Occidental. Seabird en el golfo de León y Spectrum en el mar balear están a la espera de conseguir los preciados permisos. Y si los obtuviesen, Ibiza, Baleares, Valencia y las costas españolas en general estarían en los mismos peligros.
Una bocanada de euforia gratificante para continuar la correosa guerra de desgaste.

miércoles, junio 03, 2015

No son incómodos, son insoportables

A finales de mayo olisqueo los aires preveraniegos de Ibiza. Todavía no habían abierto las discotecas y ya presentí las horrores del desfile estacional: ya están aquí, me digo, se siente, se presiente. No sé si estoy muy orgulloso de que Ibiza tenga media docena de antros entre los más ruidosos del mundo. Me temo que no. Pero hay que aceptar que es un argumento de peso en nuestra oferta y sería mucho más convincente si los turistas pudieran elegir en un amplio abanico de opciones. No pueden, toda la isla se centra en el turismo lúdico basado en la música y las drogas, legales, alegales o ilegales. En principio este tipo de actividades se sobreentendía que quedaba recluido a un horario nocturno. Pero van crecidos y ya quieren el día, la noche y lo que se ponga por delante.
Yo soy contrario a establecer tasas e impuestos. Habría que bajarlos todos y quitar algunos y desmantelar la cruel y voraz maquinaria mafiosa instalada por los políticos. Para vivir no es necesario pagar tantos impuestos. Todo esto es un timo. Basta con trabajar para mantenerse a uno mismo, a sus hijos y a algún pariente inválido, pero no para mantener millón y medio de garrapatas, que suelen acabar siendo los cuñados del alcalde o del presidente de turno. Por no entender esto, el PP y el PSOE se irán al carajo, dejando un peligroso vacío que ocuparán los populistas de corte comunista, en alianza con los retrógrados y totalitarios nacionalismos: una situación aterradora. En España ya la hemos conocido y acabó en un baño de sangre. Pero Podemos Ibiza –de verdad, no sé cómo se llama la piel de cordero que se han vestido para disimular su pertenencia a Podemos– quiere imponer una tasa a las discotecas. Va a dar lo mismo: la acabarán pagando los clientes. Si ahora pagan 70€ por una noche de tortura ¿les va a afectar pagar 80? ¿Van a subir el precio de las pastillas o del gramo de coca? ¿No? Entonces tranquilos, el mundo va bien y la vida es bella. Todo esto es perder el tiempo, pero da igual, Podemos no hará otra cosa el tiempo que gobierne, aparte de arruinar a mucha gente.
Sin embargo, Podemos podría hacer algo por el turismo que viene a Ibiza y a Formentera. No son turistas incómodos, sino insoportables (no todos, obviamente). Por lo tanto, dad medios y apoyo a la policía y comenzad a penalizar conductas impropias. Que vean desde el primer momento que Ibiza no es una discoteca. Dentro, pueden ser los reyes del mambo, pero una vez en la calle han de comportarse como lo hacen en Londres, Berlín, Colonia o Liverpool. No digo que se tenga que comenzar a apalizar y a provocarles, sino a cuidarles, facilitarles la vuelta al hotel, informarles y en casos extremos, multa dolorosa al canto. Y que se sepa, que lo cuenten. Y que se respeten los horarios y los decibelios.