sábado, mayo 28, 2011

Con las cenizas al viento

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El que tantos buenos momentos me ha hecho pasar, cumple 70 años. No me confundan con Zerolo, un icono de este nuevo PSOE, y los orgasmos que le ha provocado Zapatero. Yo me refiero a Bob Dylan, de quien sabemos que tuvo un accidente de moto tremendo y quedó maltrecho, pero comenzó su recuperación en silencio y unos meses más tarde ya se le pudo ver en Formentera, donde los atardeceres jugaba al ajedrez en la Fonda Pepe, rodeado de una legión de greñudos californianos y peludos de toda procedencia. Si no fue en 1967, eso debió ocurrir en 1968. Nunca he podido confirmar si llegó a vivir en el molino de la Mola y quizás ya sólo Pedro Martín sea el único explorador que pueda confirmarlo.

La respuesta está en el viento, decía, pero no creo. El viento nos está saturando los cielos de miles de toneladas de cenizas volcánicas, y yo escribo en martes, el mismo día en que se han cancelado unos 500 vuelos desde Escocia.

Algo somos, pero no somos gran cosa, y si no que se lo pregunten a los socialistas baleáricos; mejor aún a los pitiusos, con esta extraña coalición con una Esquerra Republicana de Catalunya, ERC, que ha recibido el justo castigo tan merecidamente labrado en la propia Cataluña y en las Baleares.
Somos muchos los que confiamos mucho, pero racionalmente, en José Ramón Bauzá. No tenemos por qué aguantar ni un minuto más a esta casta de políticos y a muchos empleados públicos y funcionarios con un exceso de celo ideologizado, que han decidido incumplir las sentencias judiciales e ignorar la voluntad de los ciudadanos.

Queremos que el español no sea escondido, ignorado ni perseguido. Que tenga las mismas posibilidades que el catalán importado de Barcelona, no más, pero sí las mismas. Y lo queremos ya y con toda claridad.
Espero que Marienna Sánchez-Jáuregui, que tan encantada está en valorar la gran riqueza que suponen dos idiomas (cuando veo el totalitarismo de los nacionalistas yo a veces lo dudo) tome de inmediato las medidas necesarias para que las comunicaciones administrativas, premios literarios, intervenciones públicas, etc. recuperen el español, que es nuestro idioma de siempre.
Como espero también que arbitre un sistema de inspección eficaz para vencer cualquier intención de boicoteo de las medidas y la menor reticencia ante las mismas. Ya sólo faltaría que el Partido Popular siguiera con su política de traición al español que comenzó con la Ley de Normalización Lingüística y que remató con el nefasto Decreto de Mínimos.

Hoy somos una autonomía avanzada, parte de la Unión Europea y con un gran potencial, pero estamos arruinados. No solo es culpa del abuso sistemático del catalanismo, habrá otras causas, como el derroche, las inversiones demenciales y las políticas erráticas de este grupo de nacionalistas y socialistas que nos ha tocado sufrir durante tantos años.

No podemos dejar la respuesta en el viento, El Partido Popular tiene que actuar con claridad, decisión y mantener un seguimiento para la observancia de la ley. No se puede cometer el gran error de seguir contemporizando egoísta y cobardemente.

miércoles, mayo 25, 2011

Ibiza, laboratorio humano



A comienzos de los años 70 un grupo de afincados comenzó a usar una expresión feliz que se hizo popular enseguida: Ibiza es un laboratorio humano. En principio Carlos Gil Muñoz, psicólogo que acababa de escribir un libro de éxito sobre la juventud en Formentera (hippies, etc.), se refería a los distintos grupos humanos: isleños indígenas, emigrantes españoles que se habían afincado en la isla, gitanos, hippies, extranjeros turistas y residentes temporales... Entonces llegamos a hablar de cinco sociedades en una.

Al mismo tiempo Juan Ramón de la Cruz, periodista, y yo mismo, comenzamos a popularizar esta curiosa mezcolanza en toda la prensa nacional. Esta expresión se usó para explicar la peligrosa manipulación de drogas, pastillas, estupefacientes, LSD y otras sustancias innovadoras. No se inventaban propiamente en Ibiza-Formentera, pero se experimentaban aquí. Se inventan en invierno y se popularizan en Ibiza en verano. Que se lo digan a la policía y a los médicos de urgencias: cada año han de actualizar sus conocimientos. Ibiza, Formentera, laboratorio humano.

Tras los anteriores artículos donde he tratado del insólito fenómeno inmigratorio sobre Ibiza nos queda una seguridad: esto no se había visto nunca en Ibiza. Y digo nunca. Jamás, desde los primeros íberos (?) pobladores prefenicios, que serían unas decenas, quizás unos centenares, aunque lo dudo. 
Los antiguos navegantes fenicios no pasarían al principio de unas cuantas docenas de exiliados controlando las bases, el agua, las fuentes. Los cartagineses (fenicios de Tiro asentados en África) aumentaron a unos miles, pero fue una inmigración que duró mucho y solo a la caída de Cartago debió de intensificarse (146 a C.). 
Tampoco los romanos, los godos, los bizantinos ni los musulmanes. Probablemente fue la inmigración más intensa, a partir del siglo IX, por dar una cifra muy vaga, y serían muchos más después. 


Tampoco los catalanes, que conquistaron militarmente la isla, se hicieron con la superestructura política, pero no lograron colonizar del todo los campos de Ibiza, que conservó la población nativa. ¿De dónde iba a sacar Cataluña a los repobladores si ella misma cayó en una postración que duró siglos? ¿Cómo podía mandarnos gente si no la tenía ni para ella ni para Valencia (1229 y siguientes)? Incluso los visitadores eclesiásticos y los nobles representantes del poder venían anual o bianualmente. Poco había que vigilar o recaudar en Ibiza; es más, a lo largo de los siglos dejaron a los súbditos isleños abandonados a su suerte y sin protección; si ellos mismos no se hubieran protegido, no hubiera quedado ni uno. Esto cambió con la construcción de las murallas, cambió en parte, porque desde entonces, en un siglo XVI terrorífico, los moros no atacaron la villa, pero arrasaron los campos de toda la isla.

Podría seguir desmenuzando las épocas más señaladas y no encontraríamos absolutamente ni una en la que se hubiera sufrido una invasión migratoria tan colosal como la que han sufrido las Pitiusas desde 1992 hasta hoy, pongo las fechas en sentido referencial muy flexible.
Claro que ahora ostentamos el título de laboratorio humano. Es donde cientos de miles de europeos quedarán afectados de sordera permanente por los decibelios atentatorios de las discotecas; donde miles de jóvenes quedarán afectados por el alcohol y alguna droga, pero también, un laboratario demográfico donde puede nacer un tipo de sociedad nueva, que tanto inspiró a Miguel Siguán, otro elefante.

sábado, mayo 21, 2011

Inmigración, un fenómeno explosivo


Llegados a este punto ya podemos afirmar con toda tranquilidad que jamás se había visto en Ibiza un fenómeno inmigratorio como el actual. Y digo actual porque imagino que el proceso no ha terminado.

Mientras Ibiza ofrezca masificación, gente con dinero en los bolsillos y mientras dé ciertas opciones a ganar algo de dinero trabajando durante unos meses, Ibiza se verá asaltada sin contemplaciones por una riada humana incontenible y difícilmente gestionable.

Sobre el turismo no tenemos dudas: cuantos más mejor, aunque se droguen, se peleen, hagan ruido y ofrezcan un alto índice de accidentes. 

Sobre la mano de obra tampoco: el mismo mercado de trabajo con su oferta flexible es quien acaba por regular la situación, no sin crear tensiones ni fricciones.

Más problemática es una bolsa de población que en teoría vino como mano de obra para la Operación Ladrillo y se fue quedando, que fue pidiendo el reagrupamiento familiar y ha creado unas nuevas necesidades y unas exigencias que eran impensables hace diez o quince años. 

Una gran parte de ellos no quieren integrarse, pero sí exigen todos los derechos que ofrece esta costosa sociedad del bienestar. Por primera vez veremos en Ibiza crecer guetos, ojalá me equivoque. Este tema es recurrente y esta situación puede crear problemas y tensiones, si se gestiona mal. En algunos casos lo está haciendo.

El 29.I.2007, Diario de Ibiza nos informaba: «La inmigración representa el 87% del incremento de la población de la última década», incluyendo a los llegados del resto de España y del extranjero. Es decir, más o menos desde 1996 la población de Ibiza se duplica.

El 31 por ciento de los nacidos en las Pitiusas lo fueron de madre extranjera (DI, 2 enero 2007). Uno de cada tres. Porque el índice de natalidad es mayor entre los extranjeros que se han instalado aquí. Por supuesto, los pitiusos ganamos otro año, uno más, el campeonato, un nuevo récord de niños nacidos de madre extranjera en todo Baleres. Así, naturalmente, la tradicional foto del primer recién nacido del año casi siempre ha acaba siendo de familia extranjera. La tierna anécdota ilustra la dinámica de esta nueva sociedad pitiusa.

Remarco que estos datos eran hasta 2006, algunos de los años siguientes fueron incluso más exagerados todavía.
La diferencia entre nacimientos y defunciones supuso un incremento de la población de 4.708 personas en las Pitiusas. Entre 1996 y 2005, el incremento real fue de 34.393 habitantes empadronados.

¿Cómo no va a afectar esta densidad migratoria a la vida de los ibicencos, a las necesidades, al desgaste de recursos?
Bueno, todos conocemos la tendencia de crecimiento, lo que estoy viendo no sin cierta alarma es que no sabemos cuándo se detendrá este fenómeno anómalo que tanto afecta a Ibiza.

miércoles, mayo 18, 2011

Extranjeros huyen en desbandada

Hace ya algo más de un año guardé un recorte (El Mundo, crónica, 10 enero 2010) que me pareció alarmante: ´Británicos huyen en desbandada´, se entiende que huyen de la costa española donde de alguna forma han sido estafados. Yo conocía este fenómeno porque ya hace más de diez años que la lluvia de denuncias en los juzgados de la Comunidad Valenciana (y supongo que catalana, murciana, andaluza..., no sé en Ibiza) empezó a ser de tal intensidad que acabó por llamar la atención de la prensa española y europea. 

Tampoco es riguroso el uso del gentilicio ´británicos´ en este caso. Es decir, hay muchos estafados y de muchas maneras pero que conste que los hay de nacionalidades muy dispares: daneses, canadienses, norteamericanos, españoles la mayoría, franceses, británicos, alemanes, austríacos, belgas... 

La reputación de España 2000-2011 por poner unas fechas, ha saltado por los aires hace tiempo. No es una caza del extranjero, porque los timos alcanzan a muchos españoles que han invertido sus ahorros en un apartamento que ahora, por muchos motivos, no pueden usar o no tiene un valor remarcable, en cualquier caso muy lejos de lo previsto y de lo anunciado.

En Valencia llegué a leer casos en los que media finca del total comprado por unos ingleses simplemente aparecía un buen día escriturada a nombre de nuevos compradores. Otro caso es el simple engaño en apartamentos que jamás obtendrán la cédula de habitabilidad, con problemas insalvables en la infraestructura (energía eléctrica y agua). 
Por mucho que se denuncie, en no pocos casos, los promotores se han quitado de la circulación, las sociedades constructoras están dadas de baja o nadie responde ni se hace cargo. Los engaños son de una textura burda, a menudo por la simple razón de que no se entrega el piso que se ha pagado casi todo al contado. Otros han adelantado una parte como paga y señal y los promotores han volado y han dejado cuatro piedras en un secarral inhabitable y sin servicios.

El problema sería llevadero si acabara con la simple estafa. A muchos inquilinos de estos pisos inhabitables se les cobra por el servicio de agua, aunque no puedan habitar en su propia casa. Pero el problema se convierte en pesadilla en el caso de muchos ancianos ahorradores que han invertido todas sus reservas en estas casas.

Los jubilados ingleses pasaron por otro suplicio: cobraban su jubilación en libras pero, con la devaluación de los últimos años, su valor final convertido en euros era mucho menor, lo cual agravaba sus finanzas de supervivencia.
La prensa inglesa lleva diez años destrozando la reputación de España y la inseguridad jurídica. En esta situación no sorprende la airada reacción de muchos ingleses en la visita de José Blanco a Inglaterra para incitarles a comprar pisos en España. «Primero nos timan y luego nos los quieren revender», decía alguien.

No conozco a fondo la realidad de Ibiza en este terreno. Pero sin duda también habrán caído algunas víctimas del boom. El derrumbamiento de edificios o urbanizaciones es un tema aparte del que con toda seguridad habrá una respuesta jurídica más pronto o más tarde, caso es Cubells. O ya la habido, caso Cretu.

sábado, mayo 14, 2011

Cota 120.000 y subiendo

Pero no eran cien mil habitantes los que nos esperaban en esta superficie de unos 500 kilómetros cuadrados habitables (572 en total). Eran 120.000 y unos cuantos más. De hecho, 121.865 entre Ibiza y Formentera. Diario de Ibiza (3 de enero de 2007) lo publicaba con abundante profusión de medios y no era para menos: nuestro crecimiento seguía siendo récord incluso en las Baleares, archipiélago que a su vez era líder en toda España.
Las Pitiusas encabezaron en 2006 el ránking de crecimiento poblacional de Baleares, con un aumento del 3%, seguidas por Menorca y Mallorca, con una subida del 2% cada una.

Pero si observamos el crecimiento de los últimos doce años, resulta que las Pitiusas subieron un 38% (lo cual supone 33.721 habitantes, casi una Ibiza sobre la antigua Ibiza). Por esto hay que entender a qué nos referimos cuando decíamos que el crecimiento de Ibiza ha sido, y creo que sigue siendo a pesar de la crisis, anómalo, insólito y hasta cierto punto peligroso.

Creció toda Ibiza, mucho Formentera, aquella islita que yo conocí en 1970 con 2.800 habitantes. Pero creció especialmente en 2006 el municipio de San Antonio Abad (Sant Antoni de Portmany). Aquel año aumentó un 7% y estaba alcanzando ya los 20.000 habitantes. 

Formentera pegó un estirón impresionante y se puso en 8.000 habitantes. Curiosamente aquel año Vila apenas creció, lo cual no me cuadra: o muchos se empadronaron en pueblos limítrofes para evitar las subidas de impuestos o hay algún elemento distorsionador que ahora desconozco.
Todas las Baleares llegamos al millón de habitantes, como se encargó de airear triunfalmente toda la prensa escrita.

Toda esta avalancha de inmigrantes aportó nuevas remesas dinerarias, pues los ayuntamientos incluso aumentaron el número de ediles. 
Por desgracia tampoco se supo afrontar con seriedad la nueva situación (¡ni la vieja de siempre!) y muchos alcaldes y ediles se cuidaron más de su propio patrimonio que de diseñar nuevos enfoques políticos que nos hicieran la situación más llevadera. Pero eso es otro tema.

Ya a finales de los años 90 se hace más patente, más cruda, la abultada avalancha de emigrantes sudamericanos, colombianos, ecuatorianos sobre todo. Y la nada despreciable cantidad de marroquíes a los que los sindicatos isleños recibían con los brazos abiertos.
En esta década se asienta esta dinámica y es la que nos ha dejado la Ibiza de hoy, donde seguirán afluyendo los inmigrantes sin orden ni concierto. Hace años que lo digo: quieren poner a Ibiza en el medio millón de habitantes. ¿Quién? Pero, hombre, qué pregunta...

miércoles, mayo 11, 2011

El crecimiento insostenible

Ya en los años 80 pudimos darnos cuenta del calado profundo del fenómeno: el crecimiento de Ibiza había tomado una dinámica peligrosa por lo vertiginosa. Estos crecimientos son anómalos y en un ámbito espacial como Ibiza, sin preparación alguna o muy débil en servicios sociales e infraestructuras, nos confirmaron lo que ya sabíamos: la isla se estaba transformando en un lugar inhabitable, inhóspito, duro y cada vez más caro.

Al principio fue una impresión y nadie quiso enterarse de que este caos no era debido a un turismo temporal, por otra parte perfectamente reglado, identificado y con servicios muy pasables, a pesar del nivel de desatención presupuestaria. 

Ibiza siempre ha estado minusvalorada, subprotegida y jamás financiada en la justa proporción.

Hemos aportado mucho dinero a las arcas del Estado y en cambio hemos recibido ínfimas cantidades, tanto si nos comparamos como en valores absolutos.

Fue en los años 80 ya avanzados cuando nos dimos cuenta de que otra corriente estaba invadiendo la isla. No se trataba del turista identificado, tradicional, que en definitiva venía aportando remesas de capital. 

La inmigración se añadía a la complejidad de nuestra realidad social y económica.

El torrente migratorio no era todavía preocupante. Siguió el flujo migratorio interior, los españoles se asentaban cada vez mas en la isla y el fenómeno se consolidaría después de 1986. Lo que nadie esperaba era el creciente número de marroquíes y de sudamericanos, aparte de los ya conocidos alemanes y británicos. 

La población de Ibiza comenzó a hincharse peligrosamente en los 80 y siguió el proceso alocadamente ya entrados en los años 90.

Ibiza ha sabido convivir perfectamente con los extranjeros americanos y europeos, que han aceptado Ibiza como un regalo a la benevolencia y a la tolerancia. Lo que no parece tan sencillo con la avalancha de musulmanes, con una cultura muy distinta y con ganas de imponer otras costumbres y religión.

El fenómeno encontrará a otros que lo expliquen mejor que yo, pero es de constatar el entusiasmo con que se acogió a magrebíes –sobre todo marroquíes– como mano de obra que venía a suplir las carencias de albañiles españoles.

El boom en Ibiza no ha sido sólo de ladrillos y de apartamentos, sino un boom inmigratorio que todavía no hemos empezado a digerir y con el que no sabemos cómo lidiar.

Precisamente fue en los años 80 cuando algunos urbanistas expresaban su temor a los problemas que sobresaldrían en Ibiza y Formentera cuando llegáramos a los 100.000 habitantes. Yo ahora expreso los míos cuando lleguemos a los 500.000 y eso es algo que ocurrirá más pronto que tarde. Seguiremos explicando el proceso.

sábado, mayo 07, 2011

Tiempo de medusas y carabelas



El verano de 2010 fue también en toda España el de la «carabela portuguesa», cuya presencia en las playas obligó a poner en marcha un plan de recogida que permitió capturar 2.127 ejemplares. Además se contabilizaron 268 picaduras. Leo esta noticia de Efe Cantabria, porque en todas las costas españolas han sido muchas más.

No vale la pena alarmarse, la carabela portuguesa ya es una vieja conocida nuestra (lo fue siempre de muchos marineros y expertos). Su incidencia en las costas de Ibiza ha sido mucho menor que en otras playas andaluzas o murcianas, pero tampoco dispongo de todas las avistaciones. Entre Ibiza y Formentera, y en algunos casos cerca de las rocas, no fue nada extraño encontrarse con algún curioso ejemplar de este peligroso visitante que cruza el estrecho de Gibraltar para hacernos la puñeta.

De todas formas, la presencia es mucho menor durante el verano. Que yo recuerde suelen ser muy abundantes en Semana Santa y después se van volatilizando. Pero las hay durante todo el año.
La Pelagia noctiluca (la nuestra tradicional) es mucho más fastidiosa porque está en condiciones de aparecer y reaparecer en invierno o en verano o entre estación. Y cada vez hay más, son una auténtica plaga, potenciada por una sobrepesca atroz que ha extinguido en gran parte a los depredadores naturales y a causa también de estos aumentos remarcables de la temperatura del Mar Mediterráneo, que es un acumulador de energía.

El Instituto Español de Oceanografía ha constatado el gran aumento de medusas y no solo en el Mediterráneo. Han publicado en Biology Letters los estudios elaborados a lo largo de 50 años y no queda lugar a dudas. Durante los inviernos más calurosos se favorece la entrada de agua superficial por estrecho canal de Gibraltar, con lo cual se retroalimenta el fenómeno y se crean unas condiciones óptimas para la medusa, que se encuentra sin los peligros de los depredadores y con las ventajas de unas aguas –sobre todo las costeras mediterráneas españolas– con abundancia de alimento.

Nefasto para el turismo, por supuesto. Pero también causa grandes pérdidas al sector pesquero: las medusas se nutren de crías, alevines o huevas de peces. Nadie está a salvo, ni las piscifactorías ni las zonas pesqueras tradicionales. 

El caso de la ´medusa asesina´, como le gusta denominar impropiamente a alguna prensa a la carabela portuguesa, es más peligroso. No asesina, pero causa daños que pueden ser serios. Lo mejor si se avista alguna es dejarla, no tocarla y avisar en todo caso. Si ya te ha picado, lo mejor es aplicar hielo y abundante agua de mar. No admite bromas, menos mal que en Ibiza y Formentera no son abundantes, a diferencia de la invasiva oleada de ´medusas velero´ que ocasionalmente inundan nuestras costas.

miércoles, mayo 04, 2011

No engañan a nadie

Lo hemos visto en Ibiza y en otras partes: cuando una empresa o una marca queda teñida por un marchamo infamante lo más recomendable es hacer una pira para celebrar el día de San Juan, o lo que es lo mismo, cerrarlo y cambiar de nombre para seguir remando bajo otro reclamo.

El extraño conglomerado de empresas de GPS parece repetir por enésima vez la operación, así que cambia de nombre para dar una visión más internacional (textual) al negocio hotelero. Suena a risa floja, porque todos los negocios de Ibiza son internacionales, incluso laboralmente, desde los malteses (o ucranianos, es un decir) que trabajan en las navieras, hasta las chicas checas que trabajan en los exprimidos hoteles del catalán Ferré, ahora ex GPS.

Muchos años ya en la isla como para no saber que no se les puede dar ventajas, porque se las tomarán dobladas. Pero mientras hagan lo correcto, supongo que están en su derecho. Y las autoridades (Administración, sindicatos, inspecciones, Hacienda, etc.), en la obligación de controlar sin desmayo esta isla caótica con demasiados puntos oscuros.

En definitiva, el cliente ya no se mama el dedo y tanto es así que sigue creciendo la tendencia a la autonomía, a viajar con compañías de bajo coste y hospedarse en alojamientos contratados por Internet (casi una cuarta parte del total). Hace casi una década que lo dije: quien no se cobije en las nuevas tecnologías puede decirse que está fuera del mercado, tumbado y vencido.

Tampoco los ibicencos se tragan los extraños mensajes de algunos codiciosos caciques, prestos a seguir molturando las pocas costas o zonas que quedan como botón de muestra. Hacer campos de golf en Ibiza es como si quisiéramos hacer unas pistas de nieve para esquiar en la atalaya de San José, dicen en Ibiza por el Cambio. Más o menos.

Los campos de golf pretenden camuflar inversiones gigantescas de apartamentos, pero en ningún caso tan colosales como Ibiza Centro, perpetrado por la plana mayor del socialismo pitiuso. 

Lo mismo puede decirse de los clubs náuticos y puertos deportivos, por cierto que se quedan casi vacíos en invierno. (Diario de Ibiza, 25-4-2011: «Los puertos deportivos esperan mejorar la ocupación durante los meses más flojos de la temporada»). Claro, ya sabemos que en julio, agosto y septiembre no darán abasto, pero a la isla no le compensa este derroche de recursos para que una sociedad anónima hispana, suiza o alemana especule durante cuatro meses de verano.

Todo esto no ayuda a la isla, sino que la sigue hundiendo todavía más en la mugre y en la miseria, causándole una profunda erosión en su imagen y en sus potencialidades. 

Si el Partido Popular no sabe desmarcarse con nitidez de estos macroproyectos y de la murga de siempre es muy posible que, al tiempo que ve cómo son condenados los políticos de la anterior legislatura, vaya perdiendo una vez más los apoyos conseguidos tan arduamente en ésta.