miércoles, diciembre 31, 2008

Hábleme lindo por favor

Fiestas pastosas, untuosas como el hablar de Bono, tilín navideño, coñazo inmenso y peligroso. Por eso, en haciendo uso de la experiencia, ya no muevo el esqueleto. Se viajará después, entre fiesta y fiesta.
Aprovecho para ojear la prensa, o sea el Diario de Ibiza, y me reencuentro con joyas que había olvidado.
¿Puede ser cierto que las compañías aéreas de low-cost transportaran ya a nuestra isla el 43 por ciento de los turistas desde mayo hasta septiembre?
Pues bingo, a quienes auguramos un cambio de estilo del turismo. Hay que renovarse y lo hago: ha bajado muchísimo el petróleo, y esto es una buena noticia para Ibiza y para el precio de los billetes. Que conste que lo digo en diciembre.
¿Polémicas catalán-castellano? Ni una por favor, estamos en Ibiza. Puede hablar en castellano tranquilamente, ya sólo faltaría tener que estar sujetos permanentemente a la vigilancia boba de estos comisarios gratuitos que se pasan el día controlando al prójimo.
Y además, el castellano es una lengua propia de Ibiza, es oficial, y lo ha sido siempre, desde que existe, sobre todo en la ciudad y en los núcleos urbanos del resto de la isla. ¿Para qué andar discutiendo? Todo el mundo habla el castellano o español.
Dentro de diez años no lo sé, pero me temo que se hablará cada vez más el idioma de Cervantes, de Quevedo, de Unamuno, de Josep Pla y de Mariano Planells (aunque yo estoy mirando cómo aprender el arameo de Maalula, que es un derivado fenicio…).
Esto era uno de los idiomas de Cristo el Nazareno, o sea un idioma que se habló en Ibiza durante cientos de años y del cual han tenido que quedar numerosas palabras en nuestro sustrato, en fin, es un suponer.
Muchos hablan todavía del auto-odio. ¿Qué es el auto-odio? Algunos catalanes son españoles pero odian lo español, por lo tanto se odian a sí mismos. No es ningún disparate.
Me parecen muy desagradables (ya ni hablo de legalidad ni de educación) estos personajes que van a los hospitales u a otro sitio a incordiar y a provocar situaciones que después son repetidas durante años en el Diari.
Qué pesados estos catalanistas. Los ibicencos nunca hemos sido así.
Pero los ibicencos de hoy ya no sé cómo son.
Comprendo la sorpresa y la indignación de los hoteleros de Ibiza cuando se dieron cuenta de la maniobra mallorquina de considerar a Palma como la quinta isla. ¿Y por qué no Sa Pobla o Montuiri?
Todo esto, las diatribas del mangoneo promocional turístico y gran parte del catalanismo incordiante, no parecen más que tácticas para arañar dinero del presupuesto común y tratar de vivir del cuento o de algo muy parecido.

miércoles, diciembre 24, 2008

Museos vivos pero lesionados

Mi artículo del Dominical acabó hablando de la `defunción´ de los museos, cuando mi título original hablaba de `disfunción´. Ya lo he corregido en mi blog, pero las erratas, o los malentendidos a veces transportan un material magmático de fondo que es muy interesante.
Porque yo no pienso que los museos de Ibiza estén muertos, sino que están como los jugadores del Real Madrid: lesionados o mal situados. Pienso que no salen rentables a la sociedad ibicenca, que aunque pasen mil años no cogen suficiente peso específico y que siendo centros que trabajan con materiales del pasado tendrían que ser un arma cargada de futuro.
Pero el futuro nunca llega para los museos. Tema delicado en Ibiza. Mentar un museo significa enfrentarse con unos cuantos prejuicios establecidos que han consolidado una esclerosis y una disfunción museística, no una defunción.
Pero es un tema con el que ya no pretendo luchar. Que el mejor museo (probablemente) monográfico del mundo lleve doce años cerrado porque no se han sabido ni siquiera hacer unas obras menores de remodelación, ya lo dice todo de la cultura en España, desde el ministro hasta el último bedel.
Que no vengan ya los hoteleros ni los políticos pidiendo que se arrime el hombro, pidiendo desestacionalización, alargar la temporada: no hay nada que hacer. Apaga y vámonos. Y no te fíes si se arrima alguien.
El descubrimiento arqueológico de los fundamentos de la ciudad púnica es uno de los más importantes del último siglo. Es el gran golpe de efecto de Ibiza necesitaba para recuperar el pulso en una ciudad patrimonial que lo ha perdido.
No me extrañaría que ya no se destituyen directores generales del gremio (lo cual, por lo demás, quizás tampoco solucionaría gran cosa) al menos nos destituyeran del honorable título de ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Ibiza es una reliquia en su globalidad, o lo era. Un parque temático vivo. Los fenicios perviven. Toda la isla está repleta de tumbas, hipogeos, de restos de muerte. Nos faltaba encontrar la ciudad de los vivos. La tenemos. Un gran hallazgo que debería ser sede de un Museo Púnico, el gran museo púnico del Mediterráneo.
Dejar el Arqueológico en Dalt Vila, el Museo Púnico en el actual MAC y el Monográfico en Es Puig des Mulins donde está. Un sueño. Potencia promocional. Un vivero de cultura, IBZ, universidad abierta.
Pero es un sueño, no es otra cosa. Ya perdimos el Castillo para la universidad del Mediterráneo y ahora perderemos la Acrópolis púnica si alguien no coge el toro por los cuernos y le pone remedio inmediato.

domingo, diciembre 21, 2008

Museos de Ibiza, cerrados por… disfunción

  M i artículo de hoy en el Diario de Ibiza se titula Museos de Ibiza: cerrado por defunción, aunque yo le puse ‘disfunción’. No es grave, pero no es lo mismo.
Recomenzamos la tertulia. El tema recurrente
es la desestacionalización del turismo,
la potenciación del turismo de invierno,
la apertura de hoteles para los ancianos
del Imserso…
Uno de los rasgos distintivos de Ibiza
es la densidad de restos arqueológicos de
la civilización fenicia y cartaginesa. Incluso
podríamos hablar de una cultura
fenopúnica ebusitana, con algunas constantes
que nacen y se reproducen en la
isla.
Ibiza en sí misma ha sido desde antes
de Cristo un laboratorio de síntesis y de
elaboración de nuevos patrones. Diré
dos: la exagerada divinización (decirlo así
es casi una ironía) de la diosa Tanit y la
acuñación de moneda en la ceca de Ibosim
conjuntando las dos culturas más
enemistadas: la romana y la cartaginesa.
La cultura fenicia es la gran cultura de
Ibiza, la más intensa, la más extensa y la
más duradera, pues perdura hasta hoy
mismo.
Ibiza es una isla fenicia, muy española
(políticamente Ibiza ha estado sometida
o adscrita a la Corona española desde que
existe) y en cierta medida todavía conserva
algunos rasgos de influencia catalana
en la vida campesina.
Pero el rasgo de las Pitiusas, su característica,
su sello, es el púnico (Phoenix,
fénix) y por ser tan púnicos solemos resucitar
de las cenizas (y renace la hermosa
ave plena de vida).
Ahora tenemos los museos de Ibiza
casi reducidos a cenizas. Pero han de renovarse,
resucitar y rediseñarse. Y lo harán.
En este orden de cosas me gustaría
exponer una idea y ponerla públicamente
a la consideración de gente que de esto
sabe bastante más que yo (estoy pensando
en Llobet, Bertazioli, arqueólogos, artistas,
y en quien quiera opinar).
Es muy sencillo: recuperar las nuevas
instalaciones donde estaba el museo de
arte contemporáneo –donde se han descubierto
los restos fundacionales de la
ciudad púnica– y ubicar allí el gran Museo
Arqueológico de Ibiza. O un Museo
Púnico. Y en sa Joveria poner a los minimales.
El museo de arte contemporáneo se
ubicó en Dalt Vila como una medida provisional.
No es algo inamovible. En cambio
los minimales estarán encantados, o
no, de la nueva movida.

sábado, diciembre 20, 2008

Mediocridad en el arte de las Pitiusas

Posted: 20 Dec 2008 03:46 AM CST
Mi artículo de hoy en Diario de Ibiza: Mediocridad en el arte de las Pitiusas

El día 12 de octubre es una fecha estupenda: ya ha caído la pesadez veraniega y todavía perdura la vibración del verano incansable, que cae a plomo y muy excitado sobre los ibicencos ya un poco espantados.
Leo el artículo de Laura Ferrer Arambarri, `Arte mediocre´, donde se lamenta de una estrechez de miras, una falta de ambición para el conjunto y mucha para el interés propio.
Todos estos rasgos se resumen en una mediocridad ambiental que impregnan el fenómeno de la creación artística.
Sin desmerecer a algunos artistas trabajadores y con remarcable talento, narra la situación con palabras no muy optimistas.
No le negaré que la idea de fondo es muy acertada. ¿Cómo podría contradecirla si yo unos 12 años antes ya lo dije -o algo muy parecido- en una mesa redonda donde Antonio Colinas se despedía de Ibiza, aunque entonces no lo sabíamos?
¿Se podría repetir un fenómeno creativo tan optimista y generador como aquellos años treinta? ¿O como los años sesenta-setenta?
No, contesté tajante. Esto es imposible. Ibiza reunió desde 1932 hasta 1936 a un conjunto de pensadores, músicos, arquitectos, fotógrafos, pintores de gran talento personal, y además con una preparación técnica abrumadora.
Mucha menos preparación tendrían los beats y los novelistas flamencos, belgas, parisinos de comienzos de los años 60 y la oleada de artistas afincados desde todas partes del mundo: pero tenían más entusiasmo.
Ahora que paso del medio siglo debo admitirlo: jamás he encontrado nada igual a aquella Ibiza, ni en Deià, ni en Valencia, ni en Barcelona, ni en París.
Cuando lo describí así, en 1972, Josep Vergés, el dueño de Destino, me rechazó el artículo. Claro que entonces yo estaba empezando. Cuando me conoció con mi melena, me tomó afecto y me presentó fugazmente a Josep Pla, a quien yo leía con recogimiento casi místico.
Cuando en Ibiza 1998 culminé `El nacimiento de Babel´, en el Museo ya me di cuenta de la imposibilidad de renovar el fenómeno artístico. Esto ya se había acabado, por eso el texto para la exposición de los años 70 lo titulé `Los límites del Paraíso´, aunque la directora no se atrevió a usarlo o no le gustó.
El límite lo puse por poner algo, en 1975. Murió Franco. Murió el espíritu cosmopolita de Ibiza que se adentró en una gran crisis económica.
A partir del despertar de 1980, los artistas de Ibiza procedían de Sudamérica o eran ibicencos que renovaban el ciclo o eran los escasos elefantes que habían permanecido en la isla.
Hoy el panorama, coincido con la compañera Laura, es desalentador y el arte bastante mediocre, salvo excepciones.
From MD, 20-12-08

miércoles, diciembre 17, 2008

Vicios y servicios

Como en Ibiza vivimos también de los vicios y de los servicios, he seguido con mucha atención las medidas que ha anunciado el Consejo Municipal de Ámsterdam, para reducir a la mitad la afluencia de coffee shops (donde se vende y se puede fumar hachís), las smarts shops (donde se venden setas y plantas alucinógenas y otras drogas blandas) y los escaparates de prostitución en el Red Light District.
Los holandeses tienen una larga experiencia en la gestión de estos temas y, además, Ámsterdam tiene una estrecha relación con Ibiza desde que yo tengo memoria. Picadilly y Central Park, Portobello en Londres, la plaza Dam de Ámsterdam eran citas continuadas desde que en 1960 Ibiza se comenzó a llenar de tránsfugas, beats y hippies que peregrinaban por media Europa.
Siempre me llamó la atención la belleza de las holandesas que se sacaban el paquete de tabaco de pipa y se liaban el pitillo. Tabaco de pipa y hachís combinaban muy bien.
Pero Holanda se ha hartado, como ha ocurrido antes en Londres, París, la calle 42 de Nueva York, el barrio chino barcelonés y el centro histórico de Madrid, por poner unos cuantos ejemplos conocidos.
El problema es siempre el mismo: una proliferación de delincuentes y una explosión intolerable de delincuencia y criminalidad: tráfico de mujeres, de drogas, blanqueo de capitales, extorsión, robos, etc.
En Ámsterdam se respiraba libertad mientras en España la represión y la policía mantenían a raya a los progres con chaqueta de pana.
En Ibiza se mantenía una discreta vigilancia que jamás consiguió detener un proceso de apertura.
Pero, enough is enough, dicen los ingleses. La gota que ha rebosado. Ha ocurrido lo mismo en Ibiza, donde conocemos bastante bien la peligrosidad del proceso. No podemos comparar: en Ibiza hay una auténtica avalancha de locura y abuso de drogas químicas que no existe en Ámsterdam.
En la ciudad holandesa hay cines X, tiendas, locutorios, sex shops y hay una incidencia creciente de la delincuencia.
En Ibiza está todo muy focalizado en las discotecas, aunque los turistas beben durante todo el día y toda la noche y se atiborran de éxtasis donde les pilla el camello que les aprovisiona.
Pero las autoridades holandesas son serias: de 480 escaparates prostibularios se pasará a 240. Sin piedad ni remisión. Idéntica proporción para los coffee shops.
Y lo cumplirán, ya lo creo, como si tuvieron que someter en Nueva York y en Londres, probablemente porque los primeros que colaboran son los empresarios más responsables.
¿Se imagina alguien que se redujeran a la mitad las discotecas y bares conflictivos en Ibiza?

domingo, diciembre 14, 2008

Unos tanto, otros tan poco

Hoy es domingo. Vamos a hacer el juego
de las declaraciones contradictorias o
al menos con matices excluyentes entre
ellas. Hoy estamos más acostumbrados a
escuchar una cosa y su contraria y no nos
alteramos. Desde la cima del poder, el stablishment
está buscando ciudadanos cloroformizados,
uniformados y nadie ha
sido tan eficaz como el socialismo para lograr
autómatas.
Una prueba del juego: toma el mando
de la televisión y ves marcando las seis cadenas
principales. Será muy raro que no
entres en un corte donde en aquel momento
no se capte a un locutor (preferentemente
afeminado casi hasta el esperpento)
muy chillón, pero mayoritariamente
aplaudido.
Si es una serie, las risas están enlatadas.
¿De qué se ríen estas risotadas pregrabadas?
Desconfío siempre de las series que
emiten estas risas o aplausos uniformados.
Otro juego, éste más triste para los ibicencos:
las declaraciones de los políticos y
de los especialistas en turismo. ¿De verdad
se creen que los ciudadanos, aunque aplaudamos,
aunque seamos discretos, somos
tan ingenuos? ¿Nos toman por tontos?
Joan Mesquida es el Secretario de Estado
de Turismo (por cierto, a pesar del sueldazo
sigue viviendo en una casa propiedad
de la Guardia Civil, mientras los guardias
no tienen ni balas para hacer el tiro de
prácticas).
Mesquida es mallorquín y entiende de
turismo. Por ello no acabo de entender su
«confianza en la fortaleza del turismo»
(DI, 11 nov. 2008, pag. 6), «incuestionable
a la mala situación económica internacional
».
En realidad, el turismo es la última y única
gran exportación de nuestro país, y en
la presente temporada ya ha demostrado
su debilidad. Pero los datos que voy leyendo
(hablaremos más adelante) sobre
Italia, Alemania, Gran Bretaña y nuestra
propia España son muy preocupantes. ¿Lo
dejamos aquí hoy?
No, la otra cara de la moneda y sigue el
juego: el experto Pablo Guijarro piensa
que la recesión en los países antes mencionados
creará en las Pitiusas una crisis
de calado (DI, 3, dic. 2008).
Si la crisis turística en Ibiza y Formentera
es grave, lo será también en el resto de
España. Y además, una idea y su contraria
no podrán ser.

sábado, diciembre 13, 2008

Sexo, una bomba de efecto retardado

Algo ha de funcionar muy mal en una sociedad que tiene un déficit de nacimientos escabroso y que efectúa miles de abortos anualmente.
En Cataluña incluso un presidente aconsejó a sus súbditos más actividad sexual. Hoy, para seguir con el ejemplo, están encantados de recibir contingentes nuevos de inmigración.
Pero ocurre en toda España: se dice que nuestro esperma es de mala calidad, pero que embaraza con facilidad. Esto mismo deben de pensar las once mil jovencitas que quedaron embarazadas el año pasado. De ellas, 6.000 optaron por el aborto.
Esto son demasiados abortos. Algo estamos haciendo muy mal cuando en la era de la información no conseguimos hacer entender a los adolescentes que el condón no sólo es imprescindible para evitar embarazos indeseados, sino que es una eficaz barrera para una docena de enfermedades muy graves que te pueden desgraciar para toda la vida.
No quiero asustarles, pero tienen el derecho y la obligación de saber todo eso. Y han de usar correctamente los anticonceptivos. ¿Qué diablos aprenden en el colegio? ¿Qué les enseñan los padres? Lo ignoro.
Personalmente sólo de pensar en el aborto se me pone carne de gallina, pero comprendo que se debe regular el aborto en determinados casos, circunstancias y situaciones. Sin dudarlo.
De esto a una especie de barra libre en el aborto, a un uso festivo de la píldora del día después (ay, los lunes) media un abismo.
Y en caso de duda, siempre votaré por la vida, aunque a veces me pregunto por qué. Ya se lo debían preguntar en la caverna nuestros antecedentes paleolíticos. En cualquier caso dudar no es malo, lo malo es la rendición.
Los españoles parecen mejor preparados que los ingleses, y debemos estar informados porque durante medio año nos visitan más de medio millón de jovenzuelos en actitud más o menos activa, cuando no provocativa.
Siempre que encuentro algo en la prensa inglesa lo resumo aquí: ahora he encontrado algo. Las cifras de abandono de estudios, embarazos indeseados y contagio de enfermedades de transmisión sexual no sólo no se ha conseguido estabilizar: han aumentado.
Estas enfermedades (por ejemplo la clamidia, blenorragia o gonorrea, sífilis) se curan con antibiótico, aunque a veces son resistentes. El problema es que si no se trata a tiempo, pueden dejar a la jovencita estéril para siempre.
Por eso dice esa misma prensa que el sexo es una bomba de tiempo con efectos retardados.
Después están los virus invencibles. Remiten, se esconden pero regresan como todos sabemos: gripe, hepatitis, herpes genital, etc. Lo del condón no es una broma, es tu mejor aliado. Preservativos, sin miedo, condones.

miércoles, diciembre 10, 2008

Paranoicos

Como yo mismo soy un poco paranoico, voy a tratar el tema, a ver si consigo exorcizar mis demonios. Pasen pues y lean, porque aumentan muchísimo los paranoicos.
En `Lagartijas azules en París´ reproduje la frase de un alto directivo de Microsoft, cansado de periodistas que indagaban: «… y mire, en este oficio, sólo sobreviven los paranoicos». Y no todos, apostillé yo, porque me hizo mucha gracia la frase, por lo que tiene de cierta.
Daniel Freeman, del Instituto de Psiquiatría del King’s College de Londres, ha publicado el libro: `Paranoia: el temor del siglo XXI´.
Tanto él como su equipo han quedado sorprendidos del gran aumento de paranoicos en la sociedad actual.
No me extraña. No es sólo el modo de vida, la soledad implacable, una vida adornada por cerraduras en vez de sonrisas y compañía cómplice, también son las drogas. No nos escondamos: nos drogamos cada vez más.
¿Como siempre? Pues no, porque casi no me refiero a un uso del vino, la cerveza o al cannabis, sino a drogas de diseño, artefactos químicos que pasan por el cerebro como una apisonadora. Todo el mundo sabe que me refiero a las pastillas, al crack, la cocaína, morfina, heroína, etc.
Leo que encontraron un niño de 12 años, desmayado en plena calle. Bueno. Tampoco exageremos, y dando por sentado que nuestro ambiente es descorazonador (y el de otros sitios, y la programación de la tele, etc.) estas cosas siempre han pasado y seguirán pasando. Muchos no superamos los ritos iniciáticos con nota alta.
El mismo Tony Blair recogió a su hijo de la calle. Los niños ingleses beben de forma suicida. «Es bastante más difícil ser padre que ser primer ministro», dijo Blair. Es posible, pero tampoco nacen enseñados los padres.
La paranoia nos acompaña desde el principio de los tiempos, y un cierto grado de paranoia es bueno para la supervivencia.
No es conveniente, sin embargo, llevarlo a extremos políticos, como el caso de este empresario ibicenco con delirios de grandeza que se siente perseguido por Tarrés. Pero hombre no, usted no, sus disparatados proyectos y no todos. Usted insista.
Otros somos paranoicos, pero sabemos que nos ponen a parir de verdad. En tal caso ni somos paranoicos ni somos exagerados, sólo damnificados. Más de un periodista me dará la razón. «Lo peor de los complejos de persecución es cuando te persiguen de verdad», decía un catalán brillante y normalizado como Eugenio d´Ors. Y él lo supo bien, porque los que más le persiguieron fueron sus paisanos.
Sus paisanos son paranoicos fenomenales dijo Dalí (inventó el método paranoico crítico). Josep Pla también lo dejó escrito. Si no se lleva al extremo, ser paranoico no debe ser tan malo.
Y cada vez somos más.

domingo, diciembre 07, 2008

Energía solar en las islas

Nunca seré un experto en la materia más candente y más importante que afecta a nuestra civilización. Y a las demás. A la Humanidad en su conjunto.
El ser humano está rodeado de energía, que se manifiesta en múltiples formas, pero hemos fracasado en el uso inteligente (sostenible, no contaminante) de la abundante energía que nos rodea.
No sabemos gestionar. Por algún motivo lo hacemos mal, y a menudo casi al revés.
El economista Juan Velarde Fuertes dice que en España arrastramos un problema endémico desde el siglo XIX: España siempre ha optado por la energía más costosa, la más cara, lo cual ha impedido el desarrollo económico en competencia con el resto de países avanzados.
Recuerdo un editorial del Diario de Ibiza, hace unos dos años, en el cual todos los periódicos de Prensa Ibérica (o grupo Moll) optaban sin vacilaciones por el uso de la energía nuclear.
Pues yo también. Es decir, no hay alternativa.
En realidad yo opto por tener energía. La gente debe saber claramente que a España se avecina otro desastre, y en Ibiza estamos peor que nadie porque debemos importarlo todo, absolutamente todo. Y no es otra cosa que el déficit energético. Tanto si optamos por centrales de ciclo combinado como si compramos la energía eléctrica generada por centrales nucleares en Francia, los españoles no podemos competir.
España sigue optando por la peor de las soluciones.
Nadie nos garantiza el suministro. La único energía limpia (ya sabemos que presenta problemas de residuos), barata y segura es la nuclear. No se conoce otra.
¿Quieres conexión a Internet, lavadora, televisión, frigorífico, etc.? Pues no podrá ser. ZP está en contra de las nucleares, y la energía preferible, la que me gustaría a mí (eólica, solar, etc.) no genera la suficiente potencia demandada.
Ibiza y Formentera podrían usar una gran parte de su potencia solar. Pero la energía fotovoltaica es un complemento. Desde el 2003 se coquetea con el tema, pero –tal como ya nos temíamos- la política de José Juan Cardona y del PP no es para tirar cohetes. Pues nada, cables y chupar de la Península, mientras podamos.

sábado, diciembre 06, 2008

Caballos

Juan Ramón Molina Montero me hace llegar su libro recién publicado ‘El libro de Lo’ que según nos avisa es un tratado de equitación, de equitación cartesiana, de Cartesius, pero también por racional.
Como no entiendo de estas artes (sin duda es un arte y muy trabajado) imagino que es un estilo o una escuela de doma o de conducir y de conducirse con un animal de precio (en ibicenco sólo llamamos ‘animal de preu’ a los de precio alto. Tener un caballo era como tener un Jaguar o un Rolls).
Me alegra mucho que lo haya escrito, que me lo haya mandado y que me haya llegado. A veces me avisan por teléfono, pero los libros nunca acaban de llegar. Lo anoto en el cuaderno púrpura, color de moflete de cardenal.
Molina lo ha publicado en Libros en Red, la misma editora digital que Antonio Fioravanti, en aquellas hermosas reflexiones con y sobre Juan.
Como muchas veces me han preguntado estas cosas, explicaré lo poco que sé en un ‘Notas…’ aparte.
Molina, además de un amigo risueño que suele gastar buen humor, es un abogado que se ancló en Ibiza y de aquí no le mueve nadie. Le pierden o le salvan los caballos. Este libro da fe de esta querencia y de este querer.
Me imagino que lo disfruta mucho, porque el caballo es un animal maleable, aunque supongo que cada uno es diferente y hay que saber tratarlo con mano de plata y guantes de seda. Lo deduzco por el capítulo dedicado a la “Boca del caballo”, donde el jinete se ha de fundir prácticamente con el noble bruto: un centauro.
Sin duda, las muchas horas, días y años de monta aconsejan no perder la paciencia ni el temple. Cosa muy difícil, porque todos tenemos un sistema nervioso demasiado frágil: Molina sugiere conocerse según el viejo axioma clásico, y controlarse a uno mismo. No deja de ser lógico: si no sabes leerte a ti mismo, si no puedes conectarte contigo mismo (“to make myself one piece”, creo que dicen los ingleses; recomponer la figura) ¿cómo pretendes controlar, conocer y domar al caballo?
Estaba viendo yo unos videos de Pablo Hermoso de Mendoza cuando me llegó el libro de Molina. He puesto algunos videos en mi blog. Cuando descubrí al rejoneador en la plaza de toros de Valencia quedé muy satisfecho de poder descubrir que todo esto se puede hacer con un caballo.
Después lo he mirado muchas veces. Mano de plata. Sin manos. ¿Cómo le da las órdenes al animal? ¿Con la rodilla? ¿Telepatía? Un arte.
No me extraña que los fenicios arcaicos relacionaran a la diosa Astarté con el caballo, los caballos. Alguien ha dicho que nuestro Vedrá significa caballo. Bueno. Allá él. Pero es cierto que el caballo es uno de los animales emblemáticos de nuestra Tanit, faz de Baal, la Poderosa.

miércoles, diciembre 03, 2008

Inventos fenicios en las Pitiusas

El fenicio lleva un Cuaderno Púrpura donde anota las perseidas (ideas fugaces) y las tonterías que se le ocurren… La energía es un tema que tengo abandonado. El fenicio se rasca la nariz, que es buena señal, pues sólo se rasca la napia cuando ha decidido algo.
«Rascarse la nariz es un trabajo inútil. Gasto demasiada energía rascando».
El fenicio conoce las habilidades de sus congéneres hace ya al menos dos mil años. Los fenicios dieron a grandes filósofos y a numerosos físicos que desvelaron algunos principios de la naturaleza y en muchos casos, entre lo que supieron y lo que copiaron, desarrollaron la tecnología pertinente para el uso y el aprovechamiento de energías desatadas en la naturaleza.
Conocían perfectamente la fuerza de las mareas y… de las corrientes subterráneas. Yo he explicado dos, siempre relacionadas con el agua, un elemento por el que sentían fascinación, quizás porque los fenicios provenimos del desierto.
Con unos odres de piel en forma de embudo aplicados a la inversa a los surtidores de agua dulce de los fondos del mar (como ocurría por ejemplo en el puerto de San Antonio o en el Estany Pudent de Formentera) lograron levantar el agua potable hasta los depósitos de su barcaza.
En Gibraltar era imposible pasar el estrecho de Tartessos, Columnas de Hércules, (muchos años después se llamaría Gibraltar): los vientos aconsejaban alejarse. Non Plus Ultra. No hay nada más allá de esta puerta. Pero los fenicios descubrieron que en el fondo del estrecho hay una corriente potentísima que cual río desbocado escapa hacia el Atlántico. Ya que por arriba el viento les venía a contra vela, ellos idearon una vela submarina para que la energía mecánica empujara la barca hacia el océano. Y vaya si lo conseguían.
Seguro que hay libros que cuentan centenares de inventos fenicios.
Usaban el sol, el viento, las brisas, las mareas, las corrientes, la sal, un complejo equipo de herramientas para los más diversos oficios. Y por supuesto la tracción animal, la más cara de todas.
Por cierto, un animal vivo es un depósito de vitaminas y un potentísimo medio para lograr la expansión cultural. Los fenicios solían llevar en sus barcas gallináceas, cerdos, algún caballo o mulo, perros egipcios y otros varios.
Anoto en el cuaderno: por habernos trasladado a una energía y a una cultura de importación, hemos olvidado las antiguas soluciones fenicias.
Un ibicenco de 1952 vivía prácticamente con la misma tecnología y cultura material que un fenicio de Biblos mil años antes de Jesucristo.
Por esto somos tan diametralmente opuestos a los catalanes, por ejemplo.
Pitiusos, hombres de mar, hagamos memoria histórica y recuperemos nuestro recetario. Y encima, energía gratis.