domingo, diciembre 21, 2008

Museos de Ibiza, cerrados por… disfunción

  M i artículo de hoy en el Diario de Ibiza se titula Museos de Ibiza: cerrado por defunción, aunque yo le puse ‘disfunción’. No es grave, pero no es lo mismo.
Recomenzamos la tertulia. El tema recurrente
es la desestacionalización del turismo,
la potenciación del turismo de invierno,
la apertura de hoteles para los ancianos
del Imserso…
Uno de los rasgos distintivos de Ibiza
es la densidad de restos arqueológicos de
la civilización fenicia y cartaginesa. Incluso
podríamos hablar de una cultura
fenopúnica ebusitana, con algunas constantes
que nacen y se reproducen en la
isla.
Ibiza en sí misma ha sido desde antes
de Cristo un laboratorio de síntesis y de
elaboración de nuevos patrones. Diré
dos: la exagerada divinización (decirlo así
es casi una ironía) de la diosa Tanit y la
acuñación de moneda en la ceca de Ibosim
conjuntando las dos culturas más
enemistadas: la romana y la cartaginesa.
La cultura fenicia es la gran cultura de
Ibiza, la más intensa, la más extensa y la
más duradera, pues perdura hasta hoy
mismo.
Ibiza es una isla fenicia, muy española
(políticamente Ibiza ha estado sometida
o adscrita a la Corona española desde que
existe) y en cierta medida todavía conserva
algunos rasgos de influencia catalana
en la vida campesina.
Pero el rasgo de las Pitiusas, su característica,
su sello, es el púnico (Phoenix,
fénix) y por ser tan púnicos solemos resucitar
de las cenizas (y renace la hermosa
ave plena de vida).
Ahora tenemos los museos de Ibiza
casi reducidos a cenizas. Pero han de renovarse,
resucitar y rediseñarse. Y lo harán.
En este orden de cosas me gustaría
exponer una idea y ponerla públicamente
a la consideración de gente que de esto
sabe bastante más que yo (estoy pensando
en Llobet, Bertazioli, arqueólogos, artistas,
y en quien quiera opinar).
Es muy sencillo: recuperar las nuevas
instalaciones donde estaba el museo de
arte contemporáneo –donde se han descubierto
los restos fundacionales de la
ciudad púnica– y ubicar allí el gran Museo
Arqueológico de Ibiza. O un Museo
Púnico. Y en sa Joveria poner a los minimales.
El museo de arte contemporáneo se
ubicó en Dalt Vila como una medida provisional.
No es algo inamovible. En cambio
los minimales estarán encantados, o
no, de la nueva movida.