miércoles, junio 30, 2010

Homenaje al pollo

Hace ya dos años que escribí un artículo alertando sobre los síntomas: En Ibiza se quejan hasta los animales y ellos nos avisan de la pérdida de calidad de vida. Por ejemplo, las gallinas ponen menos huevos, las abejas deciden suicidarse y cada vez hay menos erizos y pájaros.
Bueno, pues aviso, como se acabe el pollo, me mudo de planeta, me apeo ahora mismo. ¿Qué haría yo sin el pollo y sin los huevos?
Son un invento formidable, una droga adictiva cargada de proteínas y algunas vitaminas que ha sacado del hambre a millones de personas, como ocurrió en el siglo XVI con las patatas que nos llegaron de América.
Mire, puede tener una casa sin mayoral, sin esposa o marido, sin caballo, sin carros, energía eléctrica, sin hijos o abuelos, sin vaca, pero en ningún lugar del mundo encontrará una casa sin su gallina, una o varias. Si alguna vez va al Cielo, cosa que le deseo, verá enseguida que San Pedro está rodeado de gallinas, perdices, codornices y urogallos. Son para decorar, le dirá el antiguo y astuto pescador. Qué va, pura gula, puro placer de dioses, pero no se lo admitirán.
Yo les debo la vida a los erizos –lo he contado antes– pero, en propiedad, se la debo también a las gallinas, al pollo y a los huevos. Ay, amigo, el corral era la nevera del payés, la despensa preciada del payés. Hasta que llegó su hora, la luz eléctrica, el turismo, el coche y los frigoríficos y el pollo empezó a tragar esteroides, hormonas o lo que quiera el diablo. Es por eso que el atrabiliario Evo Morales consoló a los bolivianos muertos de hambre, no los comáis, dijo, que amariconan y crecen las teticas de los hombres.
Puede que sea cierto, pero es barato y a mí –sobre todo los huevos fritos– me han sacado mucha hambre de urgencia. Pero es verdad que están hormonados. Yo tuve que dejar la crítica de arte y de ir a París, porque ya tenía un buen par de tetas. Era la envidia del barrio. Y cuando me di cuenta ya era demasiado tarde.
Y os preguntareis por qué. Bueno, después de mis muchos años de estudiante y de vivir solo disfrutando de las delicias del pollo hormonado, descubrí a comienzos de los 80 la ciudad de París, que es una federación de ciudades, mil en una. No acabas de descubrirla jamás. Pero los artistas siempre te ponen pollo en el menú.
Estudiante, soltero, y muchos artistas. Los artistas solemos ser pobres, pero tenemos imaginación, de manera que si quieres saber algo sobre recetas increíbles sobre pollo pregúntale a un pintor o a una escultora: con poco dinero y una salsita consigues apañar un plato deslumbrante. Y encima el arroz hervido.
Por vivir en Ibiza, tierra de artistas y por ir mucho a París, ciudad de artistas, mi cuerpo tuvo el placer de aligerar muchos platos de pollo, presentado bajo mil recetas.
Pollo, bonito, barato y resultón. El resultado fue un hermoso par de tetas. Así que a partir de los 90 comencé a descubrir las verduras y el vacuno, me ejercité los pectorales para destetarme y en caso de una encerrona en forma de un plato de apetitoso pollo siempre dejaba la piel aparte, que acumula las toxinas.
No quiero añadir nada más, el pollo, los huevos, la gallina, merecen un homenaje.

sábado, junio 26, 2010

Devoradores




Estamos rodeados de devoradores y no-sotros mismos probablemente quizás también lo seamos. Devoramos cuanto tocamos y, a su vez, vamos siendo devorados por depredadores visibles o invisibles.
Pero para rehuir los temores difusos, voy a centrarme en dos devoradores, ambos animales y que suelen vivir discretamente al pairo de las miradas de los humanos, salvo excepciones. Uno del mar, otra de tierra.

Uno es el devorador de las palmeras o escarabajo picudo. El otro es el tiburón, los tiburones. Ambos muy desconocidos por los ibicencos, a pesar de que los tenemos demasiado cerca.
El escarabajo proviene de Malasia y fue detectado en España a finales de los noventa. Desde entonces ha causado mucho daño, porque la larva se instala en la parte tierna del tronco y comienza su labor de derribo. Un solo escarabajo puede acabar con una palmera en dos años, pero el problema es que es un ser gregario que se reúne en colonias de hasta trescientos ejemplares. Son demoledores. En Valencia han tenido que aserrar y quemar miles de palmeras para evitar la infestación de la plaga importada.
En Mallorca también han causado muchos daños. En Ibiza ha sido detectado en el municipio de San José, deduzco que en las palmeras de la zona de playa d´en Bossa, pero si está ahí es que ya se encuentra repartido en otras partes. El control actual parece eficaz, pero el escarabajo –de un color rojo muy bonito– es silencioso y no da tregua. Podría acabar con todas las palmeras de Ibiza en cuestión de pocos años.
Sinceramente, nunca me han parecido imprescindibles y de hecho la palmera no la veo con arraigo en la isla, pero a mucha gente le gusta y algunas incluso ofrecen cosechas memorables de dátiles.

El otro devorador no es tal. Bien, sí, devora cantidades impensables de pláncton, pero no es el temible jaquetón o tiburón blanco de las películas, aunque éste también existe en aguas de Ibiza. También existe la tintorera, que con seguridad devolverá cualquier ataque si se la hostiga.
Me refiero a un tiburón que ha sido avistado muchas veces en aguas costeras de Ibiza y Formentera y ha salido en las páginas del Diario. Es fácil de filmar porque no rehúye la presencia del hombre: es el tiburón peregrino, que ostenta un curioso título, el de ser el segundo pez más grande del mar, después del tiburón ballena. Ambos van nadando a ritmo pausado, con una enorme bocacha que les da un aspecto feroz, pero sólo es un gran colector de agua, que va filtrando.
Cualquiera que consulte internet (Bing, Google, Yahoo) encontrará numerosos vídeos, fotos e información; son conocidísimos y los marineros no les hacían ascos. De hecho solía ser una presa codiciada, porque tenía mucha carne y mucho aceite.
No es de extrañar que este hermoso pez se arrime al máximo a las costas si detecta presencia de vida y no parece sentir la menor sensación de peligro. Los tripulantes de yates gritan excitados como si estuvieran en presencia de un tiburón blanco (peligrosísimo), pero este peregrino solo pasea, se alimenta y sestea como una vaca.
Lo mejor es admirarlo y por supuesto dejarlo en paz.

miércoles, junio 23, 2010

Nuestro pequeño mundo desconocido

Me hubiera gustado asistir al homenaje a Andreas Faber-Kaiser en Barcelona, desaparecido a los 50 años (1944-1994) ante el pasmo general, pues derrochaba una vitalidad y una capacidad de trabajo enormes, tanto en su revista Mundo Desconocido como en sus interminables viajes de investigación con los que preparaba sus temas con una información siempre renovada y alimentada de primera mano y en las fuentes directas cuando ello era factible.
No era muy conocido en Ibiza o no lo era en absoluto, aunque él siempre mostró un silencioso anhelo por vivir más en la isla. Enseguida lo comprenderán si les digo que Andreas era uno de los hijos del pintor Will Faber (y de Emma Kaiser, de ahí su hermoso nombre compuesto).
Durante los años 70 y 80 traté mucho al matrimonio. Siempre que venían a Ibiza me localizaban –cosa bastante fácil– y nos podíamos pasar horas enteras charlando, comiendo o viendo sitios nuevos. Cuando la casa quedaba libre, solían venir Andreas o el otro hijo, Michael, un reputado traductor del alemán, autor y profesor.
En el año del fallecimiento de Andreas (¿o fue antes?, da igual) comimos juntos en un restaurante casero japonés (bajo la mano experta y parsimoniosa de Pepe y Carmen), emparralado en los riscos del Puig des Molins. Aquella deliciosa Casa de Bambú era un rincón ibicenco siempre bien ventilado por la brisa y la calma. Andreas vino con su hija y disfrutó de una Ibiza primaveral generosa e irrepetible. Quiero imaginar que aquello fue su despedida de Ibiza.
La causa fue el sida, inoculado según él misteriosamente por algún oculto enemigo que no permitiría sus investigaciones comprometidas sobre el aceite de colza y otros temas. No lo sé. El hecho es que la carrera periodística y literaria de un gran investigador privado quedó truncada de raíz.
Publicó más de diez libros, algunos de ellos muy exitosos, como el de Jesús, que no murió en la cruz sino que recuperó la salud y emigró a Cachemira donde sigue enterrado y donde tras tener varios hijos murió en loor de santidad y como reputado hombre espiritual. Aquel tema me atrajo y le entrevisté para una revista que más adelante pondría de los nervios a Abel Matutes, a raíz de varios reportajes de Santiago Miró sobre el caciquismo en Ibiza. Era Primera Plana, un semanario que alcanzó tal repercusión que el grupo Zeta creyó procedente cerrarla para no hacer daño a Interviu.
'Jesús vivó y murió en Cachemira' (1976) no fue el primer éxito, sino '¿Sacerdotes o cosmonautas?' (1971), pero también publicó los archivos de la CIA (1980) en varias entregas y en su mensual Mundo Desconocido. Así, hasta 14 títulos.
La magnificada invasión de ovnis en Ibiza –a finales de los 70– acabó por llamar la atención de Andreas, que me encargó un dossier y que se publicó con gran relevancia tipográfica. De hecho me limité a recoger algunas cartas al director y los numerosos escritos de Josep Riera y de Nito Verdera en las hojas de este Diario. Cuando vi toda la información (por llamarlo de alguna manera) conjunta creció más mi escepticismo sobre el tema, pero de igual modo lo publicó.
El homenaje primaveral a Andreas demuestra que todavía se le quiere y se le admira.

sábado, junio 19, 2010

La república vista por Mariano Llobet

Cuando los de mi generación decimos ´la República´ nos solemos referir a la segunda (1931-1936), ignorando que en España existió una primera (1873-1874) que duró un año, llegó a cobijar tres guerras civiles al mismo tiempo y que dejó un precedente maldito en nuestro destino. Acabó en enfrentamientos muy sangrientos, disgregando nuestra Península en cacicatos, regiones o autonomías, entonces llamados cantones.
No es raro que el abogado, político y escritor ibicenco Mariano Llobet haya sentido desde siempre una irresistible fascinación por estos hechos, y en general por el siglo XIX y XX. Además, la guerra civil le alcanzó de lleno dejándole marcado de por vida.
«Mi infancia estuvo plagada de muertos, de lutos, de penas. Yo parecía como la Tristana de Buñuel, pero en nene», me contaba en una lejana entrevista realizada a comienzos de los años 70 para ´Ibiza y sus gentes´, una sección que yo tenía en el Diario de Ibiza y de la cual extraje una gran parte del material que nutrió dos volúmenes de entrevistas, conocidos por ´Ibiza, la senda de los elefantes´. Un elefante era y es un escritor, un pintor o un personaje dotado de magnetismo y biografía, un ser que camina y peregrina para cambiar su vida y la del prójimo, a veces sin ser consciente.
Aquellas entrevistas tuvieron una repercusión notable. En la Ibiza de 1973 nadie solía hablar de sí mismo, de sus sentimientos, de la historia, de la familia ni de la guerra civil. Mariano Llobet no me defraudó. Es más, recientemente le he pedido que escriba sus memorias, que serían fuente de historias, anécdotas y de información, incluso aunque soslayara episodios divertidísimos, escabrosos o no.
Ahora recibo simultáneamente sus dos libros sobre la República y la guerra civil, lo cual me permite leerlos por orden en su totalidad. Ya es sabido que el libro de la República fue publicado por artículos en El Mundo de Baleares, mientras que el de la guerra civil iluminó las páginas del Diario de Ibiza.
Debo resumir: son excelentes fuentes de información, de criterio y por mucho que puedan criticarle desde el Mester de Progresía Pitiusa, son un ejemplo de ecuanimidad en líneas generales. Precisamente el tipo de libro que el carcomido espíritu de nuestra época trataría de silenciar (y quizás lo consigan, los libros no son fáciles de encontrar ni en Ibiza) para dejar paso a la cascada de propaganda política que intenta reescribir nuestra historia.
Mariano Llobet no da una sola opinión que no sea abonada por los datos y el rigor. Claro que en 300 páginas no se puede resumir todo, pero ha seguido un método bastante personal, con amplia aportación bibliográfica y tratando un aspecto en cada capítulo.
Así comienza con una relación generosa sobre quienes ayudaron a traer la República, liquidando la dictablanda del general Primo de Rivera y el reinado de Alfonso XIII, Borbón abuelo de nuestro actual rey, que salió de España a toda velocidad desde Cartagena.
La República empezó siendo de todos y acabó siendo de nadie. Nació con alegría inconsciente sin esperar ni el recuento de las elecciones municipales. Y apenas nacida ya comenzaron las animaladas y la barbarie, como la quema de conventos, obras de arte, bibliotecas, iglesias y otras salvajadas consentidas por el Gobierno. Y acabó en un baño de sangre que dejó sorprendido a todo el Planeta.

Lean este magnífico libro: ´Personas y días de la segunda República´, de Mariano Llobet Román.

miércoles, junio 16, 2010

Ibiza 'on the rocks'

Ibiza sigue generando noticias o sugerencias que no sabría cómo calificar. Quizás nos quepan en un cóctel on the rocks, y que conste que sólo señalo unas cuantas.
La más chocante, que ha dado la vuelta a toda la Europa cercana, es la del helicóptero que se fue de bodas a Formentera. Al menos volvió, cosa que no se puede decir del aparato que despegó de Ibiza y acabó por estrellarse, hace ya unos años. Hombre si van a hacer prácticas al menos que lleven novios al altar y pasteles y tartas de boda para los invitados.
Esto me recuerda algo de lo que hace diez años vengo advirtiendo: si quieres traficar con drogas o cometer algún delito no vayas a Ibiza. Es el peor sitio del mundo para esconderse, porque hay tantos delincuentes, chivatos, informadores, fotógrafos, famosos, famosillas... que es imposible no ser detectado. Y policías de todos los sexos, razas, nacionalidades. Hazme caso o acabarás en chirona.
Por cierto, han sido varios los que me han preguntado por una droga, el cat, khat o kato, que es una planta que coloca casi al modo de la coca (no confundir con la cocaína) de los Andes. Vaya por delante que ya se han intervenido alijos en Barcelona, por lo cual es seguro que en Ibiza hay o ha habido. Pero la hoja debe masticarse fresca y a la semana ya está pasada. No es rentable para los camellos pastilleros. Yo no recomiendo ninguna droga, pero ésta es un asco: te vuelve majara y encima te casca el estómago.
¿Que le pasa al ´proyecto socialista´, si es que tal cosa existe, con el patrimonio de nuestra ciudad? La última estocada ha sido el ascensor del antiguo Ayuntamiento. De locos.
Oración del verano dirigida al dios del trueno. La rezan los destinos turísticos que reciben ingleses para que las cenizas del volcán islandés se calme al menos durante los dos meses punta.
Dice Bauzá, del PP, que quienes estén imputados no podrán figurar en las próximas listas electorales. Si el PSOE adopta la misma solución, tendremos que poner políticos ecuatorianos y magrebíes. El tema se las trae. En principio poner a un imputado parece una idea poco estética. Pero ¿si el imputado después resulta absuelto, como se han dado muchos casos? Y conociendo la maldad de los políticos ¿no podrían intentar neutralizar a los enemigos más peligrosos con maniobras que les imputen con tal de cortar su trayectoria política?
Imputados hay más del PSOE que del PP en toda España, de manera que absténganse de hacer una interpretación partidista de mis palabras. Me refiero en general.
Enfermar o sufrir un accidente en Ibiza ya empieza a ser preocupante: el PP denuncia la pérdida de calidad asistencial en Ibiza frente a Mallorca. Ya hace tiempo de eso, y el deterioro va a seguir. Fácil predicción.
El envilecimiento del turismo, la pérdida de calidad es general. Aquí no se va a salvar nadie. La última sugerencia que me llama la atención es para los clubbers británicos. Colócate y bebe en tu casa antes de ir a los clubs, les aconsejo un escritor sobre turismo.
Lo sabíamos: acabaremos por recibir todos. Ibiza on the Rocks.

sábado, junio 12, 2010

Turistas de saldo

Los primeros estudios científicos realizados sobre la erupción del volcán islandés Eyjafjallajoukull en abril de 2010 muestran que la columna de humo que llegó a cubrir Escocia tenía una cantidad «considerable» de partículas con carga eléctrica, confirma Efe. O sea, lo que sabíamos y viviremos durante todo el verano con la zozobra y el alma en un puño.
Decía Joan Mesquida en marzo que la crisis internacional ha aumentado el fenómeno de las reservas a última hora. Me parece que cuando lo dijo todavía no había entrado en erupción el volcán islandés, pero desde entonces la situación es mucho peor. Aquí se cerrarán miles de ventas seis horas antes de llegar a las sábanas del hotel.
Y además a precio de saldo. Amigos, quien quiera viajar tiene todo este año para aprovecharse: las agencias, los hoteles buscan turistas desesperadamente. Cunde la alarma general, pero también es cierto que las tarjetas de crédito están carbonizadas.
La hostelería de Ibiza nunca había vivido una etapa semejante y por mucho que estuviéramos avisados, duele la impotencia.
No vale la pena mirar hacia los políticos para que hagan más promoción. Jamás se había gastado tanto dinero del contribuyente en promocionar los hoteles extraños, extranjeros o del todo incluido. Los hoteleros han pedido demasiado, han pasado por unas décadas de vacas gordas y ahora se niegan a aceptar que ha llegado el final de una etapa.
No digo situación, sino etapa, que es mucho más largo y más estructural. Se ha terminado el turismo de masas como lo conocíamos en Ibiza desde 1975 en adelante. Se acabó.
Si los políticos consiguieran accesos y transportes como en Mallorca, Ibiza seguiría gestionando sus 80.000 plazas (en realidad son más de cien mil) con relativa comodidad durante los doce meses del año, pues una densidad demográfica como la de la isla ya es rentable siempre que haya movimiento y sólo habrá tránsito si se consiguen precios razonables, sobre todo en compañías como Acciona o Baleària. Eso ya es sabido, pero nadie reacciona. ¿Por qué?
Los precios de saldo en el turismo afectan a toda España y a ambos archipiélagos, el canario y el balear-pitiuso de forma remarcable.
La ocupación hotelera no pasa del 75% y los niveles de ingresos por habitación no superan los 51 euros de media. El destino español está ya en la cola de los países del Mediterráneo. Esta práctica de adquirir el vuelo en el último minuto está manteniendo vivo el turismo español y gran parte del pitiuso.
Los últimos datos dados por agencias de estadísticas oficiales sobre el gasto turístico confirman esta tendencia: vienen menos turistas, se quedan menos pernoctaciones y los que se quedan gastan sensiblemente menos.
En el caso de Ibiza hay factores distorsionantes o agravantes. El 20% de las plazas hoteleras disponibles corresponden al polémico grupo de Fernando Ferré, encausado por varios delitos.
Y además, casi un 30% del turista que llega lo hace en régimen de todo incluido. ¿No es normal que la oferta complementaria vea su final muy próximo?

miércoles, junio 09, 2010

Perderse en Ibiza




Ibiza, «la isla desierta en la que se perderían los españoles» en una encuesta. Al menos un 25 por ciento de españoles la eligen antes que Menorca, Formentera y otras, lo cual demuestra que no conocen Ibiza y probablemente no conocen ninguna isla.
Porque la encuesta propone dos cosas imposibles: desierta e ignota.
Por desgracia es uno de los sitios con mayor densidad de España, y Vila es probablemente una de las primerísimas. Esta densidad veraniega demuestra que no está cerca de las coordenadas de la isla de Robinson. No, Ibiza no tiene remedio, pero perdida no está.
Y en cuanto a la vieja idea boba de esconderse, forastero, abandona toda esperanza. Siempre repito en mi blog y en mis artículos que hoy las Pitiusas son uno de los lugares más espiados, fotografiados y más penetrables y permeables del planeta. No sólo por por Google Earth o por los mapas topográficos de las inmobiliarias y de los mafiosos, traficantes de droga y otros amantes de blanquear dinero. Además de todo esto, aunque suele ser discreta, tenemos policía, a pesar de que su presencia no sea por definición muy avasalladora y me parece estupendo. Por lo tanto, ya que Ibiza no es un estadio tomado por las fuerzas de orden público, a veces damos la impresión de ser un lugar un poco desordenado, pero todo acaba por funcionar.
¿Entonces? La información. Ya ocurrió en los años treinta: Ibiza estaba lleno de espías nazis, fascistas, comunistas, socialistas. Aquí espiaba hasta San Pedro. Bien, pues ahora mucho más. No es necesario que una pareja de la guardia civil vaya detrás de cada chorizo, es suficiente la información que se recibe de todas partes, de España y de Europa. Así que si alguien había pensado perderse en Ibiza, abrir un negocio rápido y rentable, libre de impuestos y después largarse tan tranquilo, quizás haría bien en repensárselo. Durará lo que quieran que dure.
Etcétera y mucho más de lo que he dicho por si quedara alguna duda.
Ahora bien, quizás tengan razón en que Ibiza es un isla que facilita las pérdidas, aquí llevamos tiempo, años, que perdemos todos o eso se cuenta. Por perder, incluso parece que vamos a perder la temporada.
Como es natural y como diría Aristóteles, «aquí va a pasar algo». No creo que podamos afrontar las pérdidas acumuladas de los últimos diez años, caso del turismo alemán, pero ocasionalmente también de otras procedencias. Ni saldremos indemnes del efecto Mundial de Fútbol, que se llevará por delante la mitad de junio o más. Por no no mencionar la festiva competencia de los destinos emergentes, que están arrasando. Por ejemplo, los rusos van locos por Túnez, Egipto y Turquía. También los alemanes e ingleses disfrutan de Grecia, Corfú, Turquía, etc. Para acabar de perdernos sólo nos faltaba un volcán, pero con muy mala bebida, tanto que no permite los vuelos de los charters.
¿Eso es todo? No, nos reservábamos las mejores páginas de la prensa inglesa sobre un tal Ferré, que controla el 20% de las plazas. El porqué ha durado tanto este brillante gestor de lo suyo (o de los otros) es otro secreto de Ibiza.
El resto va todo incluido. ¿Nos perdemos?

sábado, junio 05, 2010

Bajaba el río rebosante de agua viva


Como la vida pasa muy deprisa y yo no me he dado cuenta, resulta que estoy hablando de cosas que ocurrieron hace casi 40 años, ay.
Seguramente por esto será muy interesante la exposición de Buil Mayral, porque en apenas un lustro recuperó muchas cosas que se estaban perdiendo ante de los ojos de todos. Llegó a Ibiza en 1970, pero cuando empezó a trabajar fuerte para el Diario fue en 1972, o sea que ambos vamos a la par.
Yo decía que el Diario era uno de los pocos rotativos de España hechos a pie. En realidad toda la ciudad, toda Vila, era una ciudad pedestre. Cuando yo estudiaba en el Seminario (segunda mitad de los sesenta), mucha de la basura era retirada por un carro y una mula, pero nadie notaba esto, porque no existía el concepto ni la basura en sí.
Nadie tiraba la madera, el cartón ni el papel. Las compras se hacían siempre con envases reutilizables. El vino, el aceite, las legumbres, las verduras se compraban a granel. No se tiraba nada porque nada sobraba. Ni televisión, teléfono, coches (o muy pocos) ni móviles.
Buil entró en esta Ibiza en desaparición y muchos ibicencos pensaron que era bueno que esto cambiara porque de esta forma nos deshacíamos de la miseria. Cierto, pero no sabíamos que cada época tienen sus miserias.
Dije que era un fotógrafo sobrio, no desaprovechaba nada. A veces venía con la cámara cargada… con carrete para cinco fotos. Yo me maravillaba de sus habilidades. Y tanto él como yo estábamos abiertos a esta Ibiza distinta y secreta, de la que tan poco sabía nadie.
Poco a poco lo fue fotografiando todo, porque Ibiza es una de la islas más narcicistas del mundo. Nunca he visto nada igual. No tenemos nada de moros o de musulmanes: nos encanta la imagen. Somos fenicios.
De él aprendí a encuadrar. Toda escena es manifiestamente mejorable, depende del punto de vista y una vez elegido hay que templar los nervios, contener la respiración para no mover el pulso y dejar que el disparo llegue por arte de magia, sin tropezones ni intemperancias.
A finales de 1973 me llegó el turno del servicio militar, todavía obligatorio. No podía ser menos y me tocó El Aaiún, de la que apenas sabíamos nada porque la prensa no podía tratar el tema. Era materia reservada. Censura. Daba igual porque yo me leía Le Monde, aunque a veces lo censuraban también. Algún día tengo que hablar de mis días de soldadito saharaui. Algún día.
Al menos tomé una buena decisión al comprarme una cámara reflex Mamiya, la única cámara de mi vida a la que he sacado el jugo cien veces.
Un reportero no tiene verdadera independencia sin su cámara. Y menos en Ibiza donde salta la noticia o el famoso en cualquier momento.
Acabo de ver un Nodo de los años cincuenta (?) donde se nos muestra Ibiza en sus múltiples facetas púnicas o fenicias y cuando el río de Santa Eulalia bajaba rebosante de agua viva y refrescante. A esto no llegó Buil ni llegó mi cámara japonesa, pero las fotos de aquel catalán que decidió firmemente vivir y morir en Ibiza (¡elefante!) se nos pueden antojar un catálogo de dichas perdidas.

miércoles, junio 02, 2010

Atribuido a Elmyr


Ya estaba empezando a aburrirme. Menos mal que el inefable equipo técnico de arte y patrimonio de Lurdes Costa sale en nuestra ayuda una vez más. Sandra Mayans, escamada pero no ingenua, esta vez ha esquivado el charco y ha hecho bien.
Digo todo esto cuando veo una foto genial donde se presentan las últimas adquisiciones del Museo de Arte Contemporáneo (MACI) de Ibiza, un museo inexistente, nacido en 1970, cerrado en largas temporadas y ahora quizás definitivamente, que esto nunca se sabe. Sale carísimo y apenas convoca a los turistas, ni a los residentes ni casi a los propios artistas.
Yo apoyé estas obras de reforma y han salido rentables, porque bajo el MAC hemos encontrado los restos de la ciudad fenicia o púnica. Un hallazgo de oro, un milagro, que se malogrará si no cambiamos de alcalde y de partido (Can Botino, Murallas, enladrillado de Dalt Vila, la enculada del Papa en l´Hospitalet, etc. no son un aval muy atractivo).
Y el diablo cuando no tiene nada que hacer con el rabo mata moscas. Es decir, han presentado las obras de Isabel Echarri, Zush (se ha vuelto a cambiar de nombre y se hace llamar Evrugo) Erwin Bechtold y, pásmense ustedes, una presunta pintura de autor desconocido, pero que se ha dado a conocer –con el aval de la licenciada Ruiz Sastre, directora del MACI– al poco público que sigue estas cuestiones como un Goya. No, ¿pero qué digo un Goya? De ser un Francisco de Goya y Lucientes el presuntamente generoso Isasi Isasmendi lo iba a regalar: un «atribuido» a Goya.
Salen con la misma estrategia de Elmyr: eso puede ser atribuido a Modigliani, pero es un Elmyr, yo jamás lo he firmado, pero es un Modigliani puesto que se lo atribuimos.
Esto no es un Goya, pero si decimos que es un atribuido a Goya entonces, oh Dios, estamos ante una pieza de gran valor. ¡Un Goya en Ibiza!
Gloria en el Altísimo que eso parece una maniobra vengativa del Opus Dei al estilo Dan Brown para desembarazarse de este equipo laico que expuso una pintura donde un borde pretendía sodomizar al Papa Wojtyla, siendo que fue a la inversa, el Sumo Pontífice polaco sodomizó al comunismo.
¿Qué quieren que les diga? A mí me ha hecho mucha gracia, porque es una maniobra tan burda que les deja a salvo de cualquier crítica. Ni siquiera los críticos oficiales y contumaces contra el MAC han abierto la boca.
Para empezar, una obra del siglo XVIII o del XIX no puede ser contemporánea. Además, un señor como Isasi no va a quedar en ridículo regalando una piltrafilla, una mala copia. ¿Se han asegurado de que no sea una copia que Narcís Puget hizo en sus años de estudiante por ahí?
Yo, que no soy especialista, la veo reproducida en una web y observo al menos tres elementos que la hacen difícilmente atribuible a Goya. Ni el peor enemigo de Goya se la atribuiría. Pero estas cosas pasan en Ibiza, tierras de Smilja, tierras de Elmyr de Hory, de Clifford Irving, de Robin Maugham. Si Goya viviera les pondría una demanda por difamación.
La crítica oficial de Ibiza, sobre cuya solvencia no tengo ninguna duda, no ha dicho nada, señal de que están de acuerdo. Cualquier obra es atribuible y en especial ésta, que podría ser atribuible a un centenar de pintores del XIX y de otros tantos de finales del XVIII.
Incluso los picassos de Elmyr que tengo en casa son atribuibles. Pero no este adefesio, por Dios. Ni siquiera es del valenciano Asensio Juliá y acabo de dar otra pista. Hubo un tiempo en que los goyas atribuidos llegaron a ser miles. Como los mirós o los modiglianis. El tiempo y los expertos del Prado los han borrado.
No nos hagamos mala sangre: gracias a la crítica oficial pitiusa, al MACI y a Lurdes Costa por este buen rato y sobre todo gracias por este regalo atribuible al cineasta Isasi. Impagable.