Cuando los de mi generación decimos ´la República´ nos solemos referir a la segunda (1931-1936), ignorando que en España existió una primera (1873-1874) que duró un año, llegó a cobijar tres guerras civiles al mismo tiempo y que dejó un precedente maldito en nuestro destino. Acabó en enfrentamientos muy sangrientos, disgregando nuestra Península en cacicatos, regiones o autonomías, entonces llamados cantones.
No es raro que el abogado, político y escritor ibicenco Mariano Llobet haya sentido desde siempre una irresistible fascinación por estos hechos, y en general por el siglo XIX y XX. Además, la guerra civil le alcanzó de lleno dejándole marcado de por vida.
«Mi infancia estuvo plagada de muertos, de lutos, de penas. Yo parecía como la Tristana de Buñuel, pero en nene», me contaba en una lejana entrevista realizada a comienzos de los años 70 para ´Ibiza y sus gentes´, una sección que yo tenía en el Diario de Ibiza y de la cual extraje una gran parte del material que nutrió dos volúmenes de entrevistas, conocidos por ´Ibiza, la senda de los elefantes´. Un elefante era y es un escritor, un pintor o un personaje dotado de magnetismo y biografía, un ser que camina y peregrina para cambiar su vida y la del prójimo, a veces sin ser consciente.
Aquellas entrevistas tuvieron una repercusión notable. En la Ibiza de 1973 nadie solía hablar de sí mismo, de sus sentimientos, de la historia, de la familia ni de la guerra civil. Mariano Llobet no me defraudó. Es más, recientemente le he pedido que escriba sus memorias, que serían fuente de historias, anécdotas y de información, incluso aunque soslayara episodios divertidísimos, escabrosos o no.
Ahora recibo simultáneamente sus dos libros sobre la República y la guerra civil, lo cual me permite leerlos por orden en su totalidad. Ya es sabido que el libro de la República fue publicado por artículos en El Mundo de Baleares, mientras que el de la guerra civil iluminó las páginas del Diario de Ibiza.
Debo resumir: son excelentes fuentes de información, de criterio y por mucho que puedan criticarle desde el Mester de Progresía Pitiusa, son un ejemplo de ecuanimidad en líneas generales. Precisamente el tipo de libro que el carcomido espíritu de nuestra época trataría de silenciar (y quizás lo consigan, los libros no son fáciles de encontrar ni en Ibiza) para dejar paso a la cascada de propaganda política que intenta reescribir nuestra historia.
Mariano Llobet no da una sola opinión que no sea abonada por los datos y el rigor. Claro que en 300 páginas no se puede resumir todo, pero ha seguido un método bastante personal, con amplia aportación bibliográfica y tratando un aspecto en cada capítulo.
Así comienza con una relación generosa sobre quienes ayudaron a traer la República, liquidando la dictablanda del general Primo de Rivera y el reinado de Alfonso XIII, Borbón abuelo de nuestro actual rey, que salió de España a toda velocidad desde Cartagena.
La República empezó siendo de todos y acabó siendo de nadie. Nació con alegría inconsciente sin esperar ni el recuento de las elecciones municipales. Y apenas nacida ya comenzaron las animaladas y la barbarie, como la quema de conventos, obras de arte, bibliotecas, iglesias y otras salvajadas consentidas por el Gobierno. Y acabó en un baño de sangre que dejó sorprendido a todo el Planeta.
Lean este magnífico libro: ´Personas y días de la segunda República´, de Mariano Llobet Román.