miércoles, abril 28, 2010

Camus en Ibiza


De todo el siglo XX, me gustaría recuperar un viaje a la Ibiza de 1935 y posiblemente un mes cualquiera entre 1959 y 1965. Yo conocí de pleno y de forma transversal y privilegiada la Ibiza de 1968 en adelante, que ya era una Ibiza que se dirigía irremisiblemente hacia su derrota: turismo masivo, cemento y asfalto, o sea la gran solución final que ahora piden rematar los obcecados seis presidentes de la patronal.
Se dice que entonces Ibiza y Formentera eran un paraíso. Esto no es bueno, porque sabemos por experiencia que los paraísos son irrecuperables, no dejan dinero y desde luego no son socializables. De ahí que haya tanta gente dispuesta a cargárselos, cosa que consiguen fácilmente.
En 1935 vino a Ibiza un joven escritor que ganaría el Nobel apenas unas décadas más tarde, en 1957. Aquel argelino pied-noir tenía la sensibilidad a flor de piel, conocía el Mediterráneo y se sentía como en casa porque una de sus abuelas procedía de Menorca; se apellidaba Cardona, que es mi segundo apellido, de ahí que yo siempre reclame ante la desesperación de algunos, mi parentesco con Albert Camus. Con Sartre no, por favor.

Camus era demasiado agudo para no descubrir la profusión de ´cardonas´ en Ibiza, de la misma manera que descubrió la alegría de vivir y el fastuoso ritual del passeig, los interminables paseos en los andenes del puerto de cara al mar.
Sitúo al argelino en una isla ambientada y que recibía a numerosos extranjeros. A nadie sorprendería la presencia de un francés indagando curiosidades autóctonas.
No están muy claras las motivaciones del viaje iniciático, aunque se sabe que el Nobel siempre se sintió muy próximo a España y jamás dejó de manifestarlo. Y se sabe que su matrimonio o unión con la explosiva Simone le llevaba de cráneo y pensó en la posibilidad de sacarla de su círculo de amistades peligrosas que le suministraban la droga a cambio de favores.
Primero recorrieron Palma, una ciudad maravillosa pero no fue la que inspiró sus hermosas páginas 'Amor a la vida' o no lo fue en exclusiva. Los mallorquines tienen esta tendencia a olvidarse del matiz pitiuso, arte que tan bien dominan cuando les interesa. El gran golpe para los sentidos y para su inspiración fue Ibiza, la Ibiza púnica que él captó con elegancia al anotar el bullicio vital de las campesinas vestidas casi como las estatuillas púnicas.

De todos modos, fue el peor verano de su vida. Simone se estaba destrozando con la morfina y él mismo acababa de pasar una aguda crisis tuberculosa pulmonar. En Ibiza sólo había 67 coches, muchas ganas de progreso y una alegría mediterránea bajo el sol que tanto amaba Camus. Nadie suponía que faltaba menos de un año para comenzar una terrorífica guerra civil que llenaría Ibiza de sangre.
Estas consideraciones son unas simples reflexiones a vuelapluma para celebrar dos aniversarios. Hace 75 años de aquel viaje a Ibiza que tan bellas páginas dio a la humanidad. La segunda efemérides es más triste: Camus murió en un accidente de tráfico hace exactamente 50 años. Háganse un favor y lean a Camus.

sábado, abril 24, 2010

La senda de los elefantes

Peter Sinfield (King Crimson) en primer plano y Sandy Pratt al fondo. Estamos en la Ibiza increíble de 1978, en plena senda de los elefantes de todo el planeta. Aquella Ibiza se nos fundió en las manos y apenas queda nada. (Gracias a la web de P.S. Return to the Song Soup on Sea)

Ya no vivo las muertes en vivo –por decirlo así–, me llegan en diferido o las descubro casualmente en alguna esquela del Diario. Pero el tránsito de estos amigos duele igual y se van acumulando en esta extensa lista de pérdidas de gente que he conocido en la isla.
Cuando fallecía algún personaje popular Paco Verdera se sentaba –si estaba en Ibiza– y redactaba unas líneas anónimas: la Ibiza amputada, esto me dijo una vez.
«Cuando muere algún personaje que ha tejido tantas relaciones es como si desapareciera una parte de Ibiza, es como si le amputaran un trozo». Supongo que es cierto, porque yo no observo que se produzcan los relevos en el mismo tono ni registro. Por eso mismo ha cambiado tanto Ibiza, no sólo por la necesaria renovación generacional, sino porque muchas veces no existe un relevo que siga corriendo en la misma pista.

Nos ocurre en lo personal a todos: cuando se nos va alguien significativo es muy difícil encontrar un sustituto que llene el vacío y supongo que no debe ni intentarse. Hay que seguir bregando con las cartas que el destino nos manda y no siempre se elige la compañía, por extraño que parezca.
Ahora leo que Sandy Pratt (1930-2010, estético incluso en la redondez de las fechas) también nos abandona. Hace algunos años que no le veía, pero ya veo a poca gente de Ibiza, porque se han muerto, se han ido o se han escondido y yo mismo no paso mucho tiempo en la isla.

El Sandy más conocido lleva la ´s´ posesiva inglesa. El bar Sandy's fue una institución en Santa Eulalia conocida en todo el planeta. Yo lamento no haber tenido la edad para disfrutar de sus primeros años. Al menos lo conocí cuando ya estaba saturado del bar y de los cambios de Ibiza. Sandy era muy educado, atento y transigió en contarme anécdotas y algunos episodios de su vida, siempre y cuando yo no los publicara en forma de entrevista con él. Ignoro si era por pudor o por prudencia.
Quizás ambas cosas: el Sandy's guardaba muchos secretos de la Ibiza fértil y secreta, donde numerosos elefantes se escondían literalmente, como Howard Sackler ('Tiburón'), el archiconocido Denholm Elliott –muy popular en los últimos años– que murió de sida y estaba casado con una mujer animosa y entrañable, Susan, que también tuvo una galería renombrada.

Y muchos más. Santa Eulalia heredó el magma creativo de la Ibiza de Ivan Spence, donde se unían algunos bohemios sin pedigrí con artistas del cine y de la pintura y otros más próximos a la jet set, caso de Niki Lauda, que al final ya era un ibicenco más, como el pintor Antonio Villanueva o la saga de los Molina, muy queridos en Santa Eulalia y en toda la isla.
Cuando traté más a Sandy, al final, ya harto del bar (lo estaba traspasando), comenzaba a desarrollar su gran pasión: el cuidado y diseño de jardines. Conocía todo de las plantas y tenía buen gusto para el diseño de espacios. Hizo mucho por el nombre de Ibiza, por sus miles de amigos, por las plantas, por la vida. Dicen que murió tranquilamente. Lo creo. Gracias, Sandy.

miércoles, abril 21, 2010

Un simple volcán islandés


El fenico quiere auto-criticarse y corregir una frase del anterior artículo 'Cortaban el bacalao y otras cosas': «Los daños causados por personajes como Cañellas, Matas, Cardona son irreparables, aunque devuelvan todo lo robado», debiera decir «lo presuntamente robado» porque todavía no hay sentencia firme y cualquiera tiene el principio de inocencia mientras no se demuestre lo contrario.
Tiempos de fogosidad y de tinieblas, por estos malos humos que han puesto a la más avanzada tecnología del planeta en un brete. La Unión Europea está pasando su examen más duro y hoy –escribo el lunes por la tarde– llevamos más de una semana de efusión de este volcán islandés.
Por supuesto que ya ha afectado a Ibiza y a Baleares, al menos episódicamente. Y a Canarias de forma indirecta. Curiosamente, este clima lluvioso forma una barrera protectora y las cenizas van adentrándose en el continente europeo.
Esta borrasca está muy arraigada, no la mueve nadie de momento. Yo disfruto de lluvias diarias desde hace más de diez días. El viento al soplar del sur o del suroeste barre la atmósfera de la Península y las cáusticas cenizas (que pueden crear lluvias ácidas muy peligrosas y prolongadas) van derivando hacia Alemania, Francia, Gran Bretaña, Austria, los Países Bajos, Dinamarca... precisamente los países que nos nutren de turistas. Así que no basta con que nuestros cielos puedan recibir tráfico aéreo: en los países europeos no permiten despegar. Sus aeropuertos están cerrados a cal y canto.
Las pérdidas son pavorosas para las compañías aéreas, y no quiero imaginar lo que hubiera significado para Ibiza esta catástrofe natural desencadenada durante el mes de junio o julio. Es evidente que beneficia a los hoteles y cafeterías de cercanías, a los trenes, buses y taxis, pero Ibiza y Formentera dependen en un porcentaje abrumador del aeropuerto.
En primer término podemos decirlo: hemos tenido suerte en un contexto desgraciado. Pero en Canarias les ha pillado de lleno y la situación se está prolongando, ellos lo saben porque entienden de volcanes.
¿Y de verdad Ibiza queda a salvo de este curioso fenómeno? También afectará a Ibiza de manera indirecta, porque nos estamos ante un efímero episodio que causa molestias, pero las carencias pueden suplirse con proyectos alternativos. Estamos ante una desgracia prolongada que está afectando seriamente a las economías ya heridas de los ciudadanos británicos, alemanes, franceses, italianos del norte, belgas, etc.
El volcán islandés está afectando la economía de los turistas potenciales al Mediterráneo, eso es un hecho por el momento difícilmente cuantificable. Ni las compañías aéreas ni los ciudadanos tienen mucho margen para sufrir percances. No se sabe cuándo pueden aminorarse estas violentas efusiones de lava y humo.
Y en España de momento quedamos a salvo por el colchón creado por la borrasca atlántica. Pero como se imponga el anticiclón, las cenizas pueden llegar de lleno a toda España, incluidas las Baleares.

sábado, abril 17, 2010

Cortaban el bacalao y otras cosas


El fenicio tiene una sensación de dejà vu ante esta cascada de detenciones, citaciones y delaciones de nuestros más preclaros políticos. ¿De qué sirvió la catarsis del felipismo? De nada. Josep Maria Sala, condenado por Filesa, hace años que está dando clases a las nuevas generaciones socialistas en Cataluña.
Nos faltaba esta marejada gurtélida cuyo alcance real no puedo juzgar porque la intoxicación paralela en la prensa es descomunal.

En Baleares no necesitamos recordar Ibiza Centro ni a Tarrés y a otros alcaldes y personajes, ahí están flotando, mientras nos podemos concentrar en el descalabro del Partido Popular. Las cajas de cacao, los cardonas y las sobrasadas a precio de caviar beluga han quedado silenciados por la impresionante fianza impuesta a un ex ministro de Aznar, de quien se sabe que pertenece a una familia burguesa palmesana con tendencias socialistas y republicanas. Un buen día el misser Cañellas lo fichó para el PP, como ya hizo con sa Nina Maria Antònia Munar. Cañellas se salvó por los pelos de un sobreseimiento de su causa judicial, pero Aznar lo expulsó del partido.

Pasmados, perplejos estamos ante el rosario de desmanes que van saliendo publicados. No es de extrañar que el personal ande desconcertado y desmotivado.
Altos cargos, consejeros y el propio Matas entraron a placer en el gobierno como si fuera de su propiedad. Basta recordar la insultante prepotencia que se gastaron en Ibiza ante los lamentos de los ibicencos cuando se quejaban de las autovías.
Pagaremos las autovías durante décadas y han dejado la isla partida, perforada e inundable de forma irreversible.
Todo estos costos caerán sobre las espaldas del ciudadano, que simplemente ya no llega ni a final de mes. Y nos quedan los peores peldaños de nuestra vida: subidas de energía, del IVA, de las retenciones de ahorros, etc. Siguen exprimiendo por un lado y por el otro.
Es como para decirles a los chicos que salgan a pegar carteles o que vayan casa por casa repartiendo los sobres pidiendo el voto.

Los daños causados por personajes como Cañellas, Matas, Cardona son irreparables, aunque devuelvan todo lo presuntamente robado. El destrozo ocasionado a la isla no tiene arreglo. Ni pagando ni dejando de pagar. Ibiza y Baleares se están enfrentando a una sesión intensiva e interminable de terapia de grupo. Y eso duele.
Y lo más doloroso es que todo esto se sabía en el momento en que se estaban cometiendo los desmanes. Y lo peor: todavía insisten.
Ánimo campeones, salid a la calle y pedidles a los ibicencos que os voten.

Por supuesto, en su día dije algo parecido de la corrupción socialista. De lo que haya pendiente poco puedo decir, no sigo el caso y además está durmiendo el sueño de los justos en algún despacho de algún juzgado. Ya se sabrá.
Por esto decía que el fenicio tiene una sensación de eterna repetición. Aquellos terribles años finales de los 80 y la primera mitad de los 90... Afortunadamente, las lluvias parecen prepararnos para un verano que podría ser bastante mejor de lo que se esperaba.

miércoles, abril 14, 2010

Carabelas y tiburones

Ya tenemos mayo a la vista y se suceden las buenas noticias. Dice Leopoldo Abadía, el teórico de la crisis a partir de los ninjas, que en general algo bueno está a punto de ocurrir y eso siempre será cierto: piensa en positivo.
Pero es que además el índice Ibex de nuestra Bolsa ha vuelto a subir, aunque sabemos que mañana volverá a descender; Alemania ha aumentado en más de un 5% sus exportaciones del mes de febrero, lo cual explica por qué en España hubo muchos menos turistas ese mes: en España llovía mientras Alemania producía.
Esto es una magnífica noticia para Ibiza y hay otra: parece que España va abandonando la recesión. Ya no queda margen para incrementar el empleo, pero Ibiza suele beneficiarse de las buenas noticias, por tiernas y provisionales sean. De modo que vamos a mirar con atención los datos del mes de María, de ellos dependerá gran parte del verano fuerte.
Quizás por eso me han llegado a mi blog varias consultas, para interesarse por el verano. Una, ¿siguen apareciendo carabelas portuguesas en las aguas de Ibiza y Formentera? Ya hace muchos años que las conozco, pero no es habitual que lleguen a las Pitiusas en grandes oleadas. Las apariciones incidentales del año pasado –que tanta alarma injustificada levantaron– no son habituales. He consultado y durante los temporales de abril entraron en gran cantidad por Gibraltar, hasta el punto que el Ayuntamiento de Vélez (Málaga) prohibió el baño. Pero incluso en Málaga son excepcionales.
A pesar de su fama de ´medusas asesinas´ no es cierto que causen la muerte. Es decir, si se diera el caso rarísimo de un latigazo (tiene tentáculos muy dolorosos que pueden medir hasta 3 metros) en alguien alérgico los resultados podrían ser fatales, pero también podría ocurrirle con una avispa, por ejemplo (y en Ibiza tenemos varios casos tristemente conocidos). En caso de rozarse con una carabela el tratamiento es parecido al de una quemadura química (es lo que es). No lavar con agua dulce, sino con suero fisiológico y aplicar crema corticoide y no exponerse al sol.
Pero el «agua mala», como le llaman en Cuba, no es frecuente en nuestras islas, en cualquier caso es visible en la superficie por su bolsa violácea. A veces algunos ejemplares quedan extenuados en las playas o costas. Es bueno dar aviso a la autoridad y no tocarlas ni hurgarlas bajo ningún concepto.
Otra pregunta: ¿Hay tiburones en Ibiza? Esta pregunta es recurrente. Pues claro que hay tiburones y de hecho el Mediterráneo fue en tiempos antiguos no muy lejanos uno de los puntos con mayor concentración del planeta. Se calcula que en aguas de Ibiza existen ahora mismo 30 variedades de tiburón (algunos del tamaño de un pez pequeño) y todavía quedan ejemplares del jaquetón, el mítico tiburón blanco, que es el único que ataca si es hostigado. Del resto no preocuparse, porque incluso la tintorera suele alimentarse en aguas profundas. Aunque no es raro ver algún tiburón merodeando por las costas. Pero jamás atacan a los bañistas, en los raros ataques conocidos los escualos han sufrido acoso y ataque por parte del pescador.
Así que si tienes la tensión arterial correcta, a bañarse muy tranquilo.

sábado, abril 10, 2010

Ibicencos sin fronteras y otras cosas


Hay organizaciones que son totalmente dependientes del dinero que les vayan suministrando los gobiernos, y como no podía ser menos, son las ONG o sea las Organizaciones No Gubernamentales. Aquí el nombre no hace la cosa.
Y se quejan de que el Govern balear y el Consell de Ibiza (no sé el de Formentera) les hayan reducido las ayudas. No sé, pero hace muchos años que pienso que habría que inventarse una ONG para dedicarse a ayudar a los pobres ibicencos, que de tan buenos cada año hacemos el esfuerzo de atiborrarnos de paella y de fritanga con tal de ayudar al Tercer Mundo.
«La crisis no puede ser la excusa para ser insolidario». La excusa es que estamos sin trabajo ni perspectivas. Podría ser una buena excusa para replantearnos los fastuosos gastos de los políticos en su totalidad y en sus mil maneras.
Yo creo que vamos mucho mejor de caridad que de lecturas. Parece que cada vez se lee menos y que regresamos a aquellos áridos años de principios de los 70, cuando si veías a alguien leyendo un libro seguro que era un extranjero, un turista o un hippy metafísico. La población pitiusa es la menos aficionada a la lectura de todas las Baleares, según los estudios de la fundación Gadeso: sólo el 58 por ciento de la población pitiusa es aficionada a la lectura (Diario de Ibiza del 6 de marzo). No me creo los resultados de esta muestra. Son muchísimos menos.
Pero sí que me creo que el 94,4 por ciento de los consultados en nuestro archipiélago tiene el castellano como idioma habitual de lectura, pero no creo en la explicación, «porque hay más oferta». Oferta ahora mismo hay más en catalán, pero la gente se ha echado atrás y se está cumpliendo una predicción que hicimos muchos (yo entre ellos) hace al menos dos lustros: el catalán será conocido por una inmensa minoría, pero apenas se utilizará, en un proceso que llamamos latinización. Por mucho dinero que inviertan, por mucho papel que impriman, por muchos premios que repartan y por muchos escritores (presuntos) que fomenten, la gente se ha volcado con el castellano, y lo comprendo perfectamente.
Es como si muchos ibicencos se hubieran cansado de este monótono ritmo de inmersión y hubieran adoptado el título de un excelente libro de memorias de Robert Graves, que acaba de reeditarse: ´Adiós a todo eso´.
Es lo que hizo Graves: echar los malos humos británicos por la borda y se limpió el musgo anglosajón para aterrizar en Mallorca.
Otro prosista mallorquín que me gusta es José Carlos Llop, que acaba de publicar ´En la ciudad sumergida´, una especie de memorias en sus llocs viscuts, como diría Mariano Villangómez. Hay autores que emplean la tramoya topográfica como escenario para explicarse a sí mismos, como en el caso de Woody Allen, escritor y cineasta, y su irrenunciable idilio con Nueva York. Algo parecido les pasó al poeta Cavafis con su Alejandría egipcia, un paradigma del mediterráneo histórico y soñado, o a Pamuk con su Estambul.
Llop ya es demasiado viejo para caer en la trampa sobre la guerra de las lenguas, y en una entrevista dice algo que es difícil no suscribir: «No me gusta que se identifique lengua con cultura y ésta con nación: es una falacia».

miércoles, abril 07, 2010

De generales ibicencos

Mi querida compañera y sin embargo amiga Cristina Martín me da la razón diez años después de una agria polémica de la que a ojos de hoy no me siento nada satisfecho: en 1998 me pregunté por los altos honores pitiusos a un general decimonónimo, Joaquín Vara de Rey, que se le daban por su calidad de ibicenco.
No es ibicenco, dije yo, porque sólo nació en la isla, estuvo unos días y no se sabe que jamás regresara. Ni siquiera pasó la infancia.
«Alfredo Cardona Torres será el segundo teniente general de la historia de las Pitiusas, después de Ramón Gotarredona Prats, que alcanzó este grado en 1961» (Diario, 6 de marzo).
No está mal, Cristina, yo también lo doy por bueno, aunque técnicamente Joaquín Vara de Rey y Rubio nació en Ibiza en 1840 y murió luchando bravamente, con un valor suicida, en Santiago de Cuba, bajo un calor de espanto, el uno de julio de 1898.
Me quedan otras muchas dudas si analizamos un poco por encima la historia con una mirada distendida.
Los cartagineses Asdrúbal y Aníbal tenían rango equivalente al de teniente general. De Aníbal yo mismo popularicé la bobada de que nació en la Conejera, en mi ´Diccionario de Secretos de Ibiza´ . Los romanos Pompeyo, Sila, incluso Quinto Cecilio Metelo eran unos jefazos, pero estaban exentos del aura pitiusa. Sólo vinieron a recibir pedradas o a someternos: una vulgaridad. El general Belisario fue un genio que llamó incluso la atención de Robert Graves. Fue un gran general del imperio bizantino y conoció bien Ibiza.
¿Vino el gran Cid Campeador a Ibiza? Sin ninguna duda, bueno, con alguna duda. ¿No era el gran Rodrigo Díaz de Vivar un general de la OTAN de aquellos años donde unificó bajo su escudo a cristianos y a musulmanes hispanos que le pedían ayuda para defenderse de los fanáticos almohades que venían desde el norte de África para rebanar cuellos? Exactamente contra los mismos que ocasionalmente tendrían o tienen que defenderse las fuerzas de la OTAN mandadas por Alfredo Cardona Torres, esto es el fanatismo fundamentalista islamista. Los mismos a los que combatió el Cid y por cierto en aquella época se forma la rama fanática y radical del Islam.
De Gotarredona tengo un vago recuerdo de cuando yo estudiaba en el Seminario de Ibiza. Solíamos ver a su hermana en la catedral, una devota asidua. Creo haber visto al menos dos veces, de paisano, a su ilustre hermano militar. Los estudiantes los contemplábamos con una mirada de misterio y curiosidad.
Leyendo una entrevista a Juan Planells Ripoll, que por aquellos mismos tiempos era uno de nuestros profesores y tutores (junto con Vicent Pins y algunos otros), me entero de que este general procede de una familia valenciana trasladada a Ibiza a finales del XVII, con el nombre de Costarredona. Al cabo de unas cuantas generaciones, la Costa se transformó en Gota: Gotarredona.
No se llega a general todos los días ni llega cualquiera. Todavía menos a teniente general: es todo un orgullo para Ibiza. Ya digo, nacidos en la isla sólo Vara de Rey, Gotarredona y Alfredo Cardona. Pero de hecho, sólo los dos últimos. Todo esto para resumir felicitando a nuestro paisano por el ascenso a teniente general y por este este alto honor y este complicado trabajo, jefe del cuartel general de la OTAN en España.

sábado, abril 03, 2010

Un poco de optimismo



Siempre que se pueda hay que ser optimista. Think positive! dicen los  manuales de auto-ayuda en inglés. Si estás solo, el optimismo es una  tabla de salvación; pero si vas a tratar con gente, el optimismo casi es  una norma de educación y de urbanidad.
Viendo la temporada 2010 en  prospectiva yo me mostraba pesimista, pero con cautelas.
Sin embargo,  si nos comparemos con el 2009, los datos de enero eran realmente  positivos para toda España (no para Ibiza, que ni siquiera existe en  invierno, es como si se aletargara en una osera fenicia).
Los de  febrero podrían haber seguido la senda de la recuperación, pero no ha  sido así. La explicación es convincente: el mal tiempo reinante en toda  la Península y en las Canarias han hecho retroceder a los turistas un  3,8% menos que en 2009. Se acepta esta explicación.
En marzo también  hemos tenido una andanada de borrascas que han barrido nuestro país  casi globalmente. Pero seamos optimistas de cara a la primavera, sobre  la que he leído que no será lluviosa. Los comienzos lo desmienten, pero  si conseguimos llegar a junio con cierta compostura, los dos o tres  meses de verano fuerte ya serán coser y cantar. Qué optimista soy, me  sorprendo a mí mismo. Pero con optimismo no se come. Queda mucho por  hacer si Ibiza quiere revertir la tendencia actual al derrumbamiento:  siempre voy recordando que la crisis global nos afecta, pero en la  propia isla tenemos pendiente una crisis de definición estructural que  no conseguimos ni siquiera encarar.
Quiero decir que si queremos  vivir del turismo nos vemos obligados a cesar el desmantelamiento y el  amazacotamiento de las costas y del interior de forma radical. No  vivimos del urbanismo, de la construcción ni de construir puertos y  carreteras. Vivimos del turismo y si se implanta el todo incluido, ni  siquiera eso.
Si sólo tenemos turismo de discoteca y de Todo Incluido  no conseguiremos una temporada justa que dé opciones a la oferta  complementaria. Y mucho menos si sólo usamos las instalaciones para los  tres meses del verano. Esta es nuestra gran encrucijada. Tenemos que  elegir. Este es el meollo del cogollo, en mi opinión.
Importar  cuadrillas de picapedreros andaluces o magrebíes va bien porque aumenta  el consumo interno, y ellos mismos traen a sus familias y se compran uno  o dos pisos, también los recién llegados podrán construir más  apartamentos... así hasta agotar el paisaje, el terreno, el agua,  la  belleza y el turismo. Quiero decir que a este punto ya hemos llegado.  Llegamos ya a finales de los ochenta o quizás antes.
Sé muy bien que  los promotores, los especuladores y unos cuantos ibicencos no quieren  oír hablar de esto. Tampoco una gran parte de los políticos, que ven en  las licencias de obras una fuente de financiación y algunos incluso la  oportunidad de pellizcar un poco más.
Por eso, las dos grandes crisis  (la universal y la de Ibiza) han formado la tormenta perfecta. Seamos  optimistas: depende mucho de los ibicencos organizarse y elegir un nuevo  modelo de isla turística que acepta gastar justo lo sostenible y que  reniega del crecimiento urbanístico.