sábado, abril 17, 2010

Cortaban el bacalao y otras cosas


El fenicio tiene una sensación de dejà vu ante esta cascada de detenciones, citaciones y delaciones de nuestros más preclaros políticos. ¿De qué sirvió la catarsis del felipismo? De nada. Josep Maria Sala, condenado por Filesa, hace años que está dando clases a las nuevas generaciones socialistas en Cataluña.
Nos faltaba esta marejada gurtélida cuyo alcance real no puedo juzgar porque la intoxicación paralela en la prensa es descomunal.

En Baleares no necesitamos recordar Ibiza Centro ni a Tarrés y a otros alcaldes y personajes, ahí están flotando, mientras nos podemos concentrar en el descalabro del Partido Popular. Las cajas de cacao, los cardonas y las sobrasadas a precio de caviar beluga han quedado silenciados por la impresionante fianza impuesta a un ex ministro de Aznar, de quien se sabe que pertenece a una familia burguesa palmesana con tendencias socialistas y republicanas. Un buen día el misser Cañellas lo fichó para el PP, como ya hizo con sa Nina Maria Antònia Munar. Cañellas se salvó por los pelos de un sobreseimiento de su causa judicial, pero Aznar lo expulsó del partido.

Pasmados, perplejos estamos ante el rosario de desmanes que van saliendo publicados. No es de extrañar que el personal ande desconcertado y desmotivado.
Altos cargos, consejeros y el propio Matas entraron a placer en el gobierno como si fuera de su propiedad. Basta recordar la insultante prepotencia que se gastaron en Ibiza ante los lamentos de los ibicencos cuando se quejaban de las autovías.
Pagaremos las autovías durante décadas y han dejado la isla partida, perforada e inundable de forma irreversible.
Todo estos costos caerán sobre las espaldas del ciudadano, que simplemente ya no llega ni a final de mes. Y nos quedan los peores peldaños de nuestra vida: subidas de energía, del IVA, de las retenciones de ahorros, etc. Siguen exprimiendo por un lado y por el otro.
Es como para decirles a los chicos que salgan a pegar carteles o que vayan casa por casa repartiendo los sobres pidiendo el voto.

Los daños causados por personajes como Cañellas, Matas, Cardona son irreparables, aunque devuelvan todo lo presuntamente robado. El destrozo ocasionado a la isla no tiene arreglo. Ni pagando ni dejando de pagar. Ibiza y Baleares se están enfrentando a una sesión intensiva e interminable de terapia de grupo. Y eso duele.
Y lo más doloroso es que todo esto se sabía en el momento en que se estaban cometiendo los desmanes. Y lo peor: todavía insisten.
Ánimo campeones, salid a la calle y pedidles a los ibicencos que os voten.

Por supuesto, en su día dije algo parecido de la corrupción socialista. De lo que haya pendiente poco puedo decir, no sigo el caso y además está durmiendo el sueño de los justos en algún despacho de algún juzgado. Ya se sabrá.
Por esto decía que el fenicio tiene una sensación de eterna repetición. Aquellos terribles años finales de los 80 y la primera mitad de los 90... Afortunadamente, las lluvias parecen prepararnos para un verano que podría ser bastante mejor de lo que se esperaba.