miércoles, noviembre 30, 2016

Los apaños y los dislates del pacto

Si el Pacto quiere demostrar y mostrar predisposición a la transparencia, tendrá que pensar en hacer algo más serio que un corro en la plaza, donde la mayoría eran familiares, cargos, enchufados, novios y amigos.
No es que los novios no tengan derecho a preguntar. Lo tienen, siempre que no sean insistentes porque podrían ser acusados de acoso y malos tratos, pero uno pensaría que estos actos están destinados a la mayoría del pueblo, el cual ávido de curiosidad y sentido cívico se arremolinaría en torno a sus representantes. No hubo tal. La gente, el pueblo, el populacho, no quiere verles ni de cerca ni de lejos; no confían en sus respuestas ni en su sinceridad; no tienen el menor interés en participar en una charlotada en plena calle. Encima que la pagamos, no tenemos por qué soportarla.
Tomar la calle es un estigma o síndrome podemita y los contribuyentes lo saben. Por esto no fueron. Las calles de Ibiza se toman en el Black Friday, o en tiempos de elecciones pero con una buñolada y unas cuantas bandejas de oreietes. O con una ballada payesa. O en las noches de todo el verano.
¿Entonces qué pasó? Pasó que este Pacto de perdedores es una cadena de necedades, compromisos, apaños y dislates que nos está saliendo carísima. El PSOE no es nadie si no puede derrochar y por eso nos clavó con la ecotasa y ahora la subirá. Necesitan liquidez. No me explico por qué no se inventan una lotería púnica, unos cupones del Pacto de sorteo diario. Más liquidez imposible y de paso justificarían la consejería de Gloria Santiago, un florero político que nos está costando demasiado, un improvisado invento para cubrir los cupos de cargos y cargas de este Pacto que es una especie de ensaladilla rusa pero pasada de fecha.
Que nadie piense que solo nos cuesta los 45.000 euros anuales aproximadamente de la novata política. A ello hay que sumarle personal, asesores y por supuesto, una dotación presupuestaria que ignoro a cuanto asciende. Muchos miles de euros. Solo la yincana en la plaza llega a los 10.000 euros, quizás más. Y como en los terremotos, que tanto daño hacen, el Pacto promete unas réplicas del show en San Antonio y Santa Eulalia.
Uno casi preferiría que cobraran su sueldo, pero que no hicieran nada. No toquen nada. No inventen. No se esfuercen. Queden tranquilos en sus despachos. Por lo demás, si quieres hacer preguntas, puedes asistir gratis a los plenos del Consell. Hasta tienen calefacción.

sábado, noviembre 26, 2016

Los peligros de las subvenciones


Las subvenciones y las bonificaciones las carga el diablo. Siempre que puedo me muestro en contra, salvo excepciones muy peculiares y escasas. Ya sé que mucha gente piensa de una manera pueril que es dinero que te cae gratis del cielo y hay que pillarlo al vuelo. En realidad es dinero que te han quitado a ti de tu propio bolsillo y de hecho un año antes de que hagas la declaración de Hacienda.
Sí, las famosas retenciones que tanto duelen y te destrozan la nómina es una forma obligada de financiar al Estado para cosas que no has elegido, que no te gustan o con las que estás en desacuerdo. Nada sale gratis.
Es un mecanismo rudimentario, que con el tiempo se ha sofisticado. ¿Podrías oponerte? No. Tu empresa ya te efectúa la retención y se lleva tu dinero, que acaba en la tesorería del Estado. Si este dinero –exactamente el mismo– estuviera en tus manos podrías viajar, comer en un restaurante, comprar libros, un ordenador nuevo o ir de fiesta y pulírtelo a tu gusto. Esto significa que nada es gratis. Lo que no paga Pedro lo ha de pagar Pablo. Los planes renove, las becas, y mil artilugios contables inimaginables no son más que operaciones a menudo de marketing político. Los dispensadores de lo que te han arrebatado a la fuerza suelen ser los peores administradores porque ellos solo buscan la rentabilidad política. Es lo que solemos decir: «disparar con pólvora del Rey». En realidad esta pólvora no es del Rey, la has pagado tú y los demás contribuyentes.
De modo que de una forma tan elemental les acabamos por pagar su campaña permanente en una fastuosa e injusta orgía de clientelismo. Crean así enormes pesebres del que comen sus clientes/votantes. Es una forma repugnante de blindarse los votos, como bien se ilustra en Andalucía, pero no solo en esa Comunidad, ni solo en España. Si hubiera una Ley de Mecenazgo seria, tu con tus euros elegirías a qué artistas, teatros, collas de balladors, cines quieres subvencionar. Ahora, repito, lo hacen los políticos con tu dinero.

Este sistema de apropiación de los bienes del contribuyente, se llame socialdemocracia o se llama caradurismo, o las dos cosas, no suele ser una actividad benéfica, ni siquiera inerme ni neutra. Al contrario, como casi todos los intervencionismos del poder político, suele acarrear consecuencias graves en la sociedad y en la economía. Pueden paliar una situación momentánea, pero distorsionan otras tantas. Un ejemplo próximo, la denuncia de las navieras baleares: piden la misma ayuda que el transporte aéreo. O sea, sigue el carrusel de disparates.

miércoles, noviembre 23, 2016

Se dispara la guerra de precios

Ibiza tiene grandes competidores muy cerca y con instalaciones mejores

Quienes se dedican al turismo desde hace décadas saben muy bien que las oportunidades hay que cogerlas al vuelo, por esto, cuando aparece algún resquicio para operar, los hoteleros no pierden la ocasión de ajustar precios al alza. O sea, subirlos. Es justo decir que, por el contrario, cuando las vacas vienen flacas, no tienen más remedio que ajustarlos a la baja.
Si tuviéramos memoria recordaríamos lo que ocurrió en Ibiza a partir del año 2007, cuando empezaron a irse inmigrantes a miles, los contratos alcanzaban el mínimo para cotizar todo el año y no pocos residentes se quedaron sin el empleo. Dado que en 2011 empezó la mejoría, ya nos hemos olvidado de estas cosas. No debiéramos hacerlo. Es sensato retener en la memoria las cosas buenas, pero más lo es acordarse de las penurias.
Estos grupos de Internet que claman al cielo por los precios de los alquileres no quieren recordar que en Ibiza hemos tenido siempre este problema, aunque no se expresaba de manera tan acuciante y aguda. Con todo ello quiero decir que somos un sitio muy especial y que las cosas cambian y no precisamente por pegar cuatro gritos delante del Consell. No juzgo, solo expreso un hecho objetivo.
Esta escasez de vivienda pasará tan pronto como el turismo recupere su orden natural y las Pitiusas devolvamos los turistas que nos han prestado los países en guerra. Y esto va a ocurrir. Miren, de hecho ya ocurrirá en 2017, aunque en escala menor. Tres años dije, hace unas semanas, serán necesarios para recomponer la locura geopolítica de Oriente Próximo y Medio. Arriesgué, porque hablando con propiedad nadie conoce el futuro. Y menos yo. Pero con la victoria de Trump se van a a acelerar las cosas y antes de 2020, Egipto, Túnez, Turquía habrán recobrado una gran parte de su cuota turística.
No hablo a la ligera. En vista de la sustancial subida de precios de Baleares, los operadores turísticos ya están presionando para bajar precios hasta límites importantes en dichos mercados. Ya se ha detectado en la feria de Londres. Y seguirán haciéndolo hasta bien entrado el próximo año. Turquía, Egipto, Túnez venden unas instalaciones hoteleras excelentes a unos precios irrisorios. La lucha se centrará en garantizar la seguridad y están camino de conseguirlo, al neutralizar al Estado Islámico –sin acabar de vencerlo, de momento– y por la alianza entre Putin (Rusia) y Erdogan (Turquía). Egipto caerá por su propio peso al necesitar de forma perentoria los ingresos procedentes del turismo. O sea, no será dentro de tres años. Mucho antes Baleares comenzará a esponjarse.

sábado, noviembre 19, 2016

La furia de las Pitiusas


Ahora todos sacamos selfies en una cala y el mar azul de fondo. O ante una puesta de sol. Y queremos sugestionarnos para creer que esta paz apaisada y este mar surcado por delfines juguetones que brincan y se deslizan veloces es el estado normal de nuestra vida y que nuestra naturaleza tan expeditiva es el trasfondo de una película de Disney.
Sabemos que es una impresión falsa que adoptamos para poder seguir soportando las frustraciones, incluso las privaciones, que nos dispensa el acontecer diario.
La naturaleza se toma cumplida venganza a partir de octubre. Resuenan miles de estampidos en el cielo en una sola noche, o de repente donde antes era un torrente exuberante y amoroso aparece una riada que nos rapta el coche y a veces nuestra vida. No sabemos qué, cómo, cuándo ni dónde.
Quien ose saltar de roca en roca en las riberas del mar verá aparecer bidones, velas rotas, embarcaciones candidatas a una deriva definitiva. El mar regresa a la costa aquello que de las costas salió y a menudo envuelve en un remolino inapelable, restos que las embarcaciones van soltando en alta mar.
Las olas baten y rebaten contra el muro y van ampliando sus dominios. Es cuando se dice que el mar saca sus escrituras. También los torrentes cegados por alguna carretera o cualquier tipo de intervención humana que impide el normal desahogo del caudal. ¿Impide? Quiá. El agua revienta cualquier dique: todo acabará en las bahías de Santa Eulalia, San Antonio, San Miguel o en la bahía de Vila, hoy casi rellenada para construir discotecas y hotelazos, en un proceso suicida que se comenzó a principios de los 70.
La naturaleza de Ibiza se toma unos días de venganza contra el verano que huele a cremas lácteas y a yogur agrio, cuando no a fétida cloaca. En estos momentos más vale que los vientos no te pillen en los Freos. El mercante ´Virot´ puede estar contento de haber perdido o dañado solo el mecanismo de las anclas. Este otoño aún no se ha cobrado ningún yate descuidado, de los que piensan que el mar de Homero es un estanque remansado y doméstico.

Los fenicios que hemos sobrevivido conocemos el rostro malcarado de las Pitiusas. Las tormentas de estos lares son coléricas y ahora los daños vendrán multiplicados por la torpeza de algunos urbanistas y arquitectos. La mejor manera de poder contarlo es que te pillen con los deberes hechos. Quien quiera entender que entienda.

miércoles, noviembre 16, 2016

Poder convivir con el turismo


Los vénetos o venecianos están casi tan quemados como los barceloneses o los ibicencos. El turismo es un bien necesario, pero está desequilibrando las opciones sociales de los residentes a la hora de encontrar un alojamiento en alquiler.
Todo aquello que está en equilibrio inestable tiende a derrumbarse, o sea a causar problemas imprevistos. Y los venecianos están muy hartos. Se manifiestan, exigen medidas, porque ellos no están contra el turismo, sino contra los daños colaterales. Por ejemplo, un propietario gana tres veces más si alquila a un turista ocasional y paga los mismos impuestos que si lo alquila a un nativo. En el enunciado ya está expresada la solución o al menos el inicio de esta.
Me temo que para los barceloneses no será tan fácil como modificar un reglamento o una ley fiscal. A pesar de los multas desmesuradas que aplican los mandados de Ada Colau, cámara y tablet en ristre, fiscalizando todos los portales, escaleras y pisos uno por uno.
Esta alcaldesa solucionará algunas cosas a las bravas, pero dejará una estela de resentimientos y presumiblemente de querellas contra el ayuntamiento. A ella le da lo mismo: ha convertido a sus coleguis okupas en su ejército particular y está tan metida en su papel de actriz (mala) que incluso ya habla de organizar un ejército de verdad para Cataluña. No es original, otros ya lo intentaron antes, incluso captando a oficiales y mandos del ejército español. Esta era la idea, pero no tuvo el menor éxito.
Dudo que ella pretenda parapetarse detrás de una milicia de guerrillas (según dice), pero no duden de que la ocurrencia dará a pie a varios cientos de puestos de trabajo improvisados e improductivos para sus amigos.
En Ibiza aún no hemos probado la hiel del turismo de crucero. Sin duda, en invierno contribuiría a amenizar las desoladas calles húmedas de la Marina y la Peña, pero no es donde irán los turistas que salgan de excursión. Suelen embotellarlos en autobuses atiborrados que les conducen a almacenes, tiendas o espectáculos organizados al efecto. Si es así, poco dinero dejarán a la mayoría de negocios de Ibiza, como ahora, se beneficiarán media docena y dejarán la basura y las molestias para todos. Nadie lo llevará a la práctica, pero sería de desear que el ayuntamiento y el Consell se anticiparan al aquelarre continuado de cruceros y tomaran medidas para evitar los cuellos de botella que serán inevitables. Hablaba del invierno. ¿Y en verano? Preferiría no imaginarlo.

sábado, noviembre 12, 2016

Lo que debemos a los saharauis (y otros)

El Aaiún en llamas, 12 de noviembre de 2010: el comienzo de todas las crisis mediterráneas
Claro que está siendo un año magnífico, el adjetivo empleado por Juanjo Riera, el jefazo de los hoteleros. Faltan 50 días para la Nochevieja y ya sabemos que pasaremos de los tres millones de visitantes. De largo.
Un año raro, en el sentido de abrasado por los calores terribles y una sequía histórica que llenó de zozobra a los encargados de la materia. Pero hemos salido del atolladero y no me pregunten cómo. Aguantando carros, carretas y ruidos ensordecedores de las discotecas en una isla donde todo es ya una especie de pista de brincos. Y llevando a centenares de mellados a las urgencias más cercanas.
La planta hotelera de las Pitiusas es experta en esas situaciones y la experiencia es un grado en los tumultuosos días del verano. Hay que saber y en Ibiza y Formentera sabemos. Lo hemos demostrado funcionando a la baja, en los años anteriores a 2011. Y lo hemos vuelto a demostrar funcionando bajo una presión insólita.
El comercio también tomó nota de lo que es gestionar una crisis que casi arrasó con todo. Pero el cambio empezó con las revueltas saharauis en los campamentos de El Aaiún, a finales de 2010 y se extendió a Túnez, donde un pobre verdulero se roció de gasolina y se prendió fuego, por los abusos de una policía corrupta que le acosaba. Y todo estalló.
Empezaron a brotar las primaveras árabes y el efecto contagio fue demoledor. Ahora sabemos que no fue espontáneo y mucho tuvo que ver el capital del siniestro magnate George Soros y diversos gobiernos interesados en crear tensión para sacar tajada. Estados Unidos apoyó o creó la crisis de Libia donde incluso ZP mandó al ejército español a contribuir al desastre que significaría el desmoronamiento de aquel país: ahora es el principal foco generador de refugiados hacia Europa y un plácido refugio del Estado Islámico (IS).
Y tocó la lotería a las islas. Una lotería diabólica, que hemos de saber aprovechar para sentar, renovar o crear las infraestructuras correctas en calidad y en cantidad, de modo que nos permita gestionar las embestidas poco corteses de estos tres millones y medio de turistas enloquecidos.
Tampoco estaría mal trazar planes de tratamiento de los turistas que nos irán cayendo en cascada en los cruceros y que llegarán a ser un incordio para todos o casi todos.
Bien está lo que bien acaba, pero la pesadilla del turismo de masas en Ibiza no ha terminado. Continuará en 2017 con más bríos aún que hogaño. Al trabajo.

miércoles, noviembre 09, 2016

No sigan demonizando el turismo

Egipto, además de un ptrimonio espectacular, goza de excelentes playas
e instalaciones


Al menos hasta ahora se sabe que los ayuntamientos de Santa Eulalia, de Vila y el de Formentera son remisos al alquiler turístico en bloques y edificios de viviendas residenciales. Este último incluso ha pedido en pleno la modificación de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), mediante la cual muchos propietarios se protegen a la hora de alquilar sus propiedades.
No creo que lo consiga, pero ya demuestra una firme actitud frente a los abusos que actualmente están dañando mucho a la competencia que tiene sus instalaciones dadas de alta y al día de pago de las correspondientes obligaciones; dañan también el acceso a la vivienda de los ciudadanos que habitan todo el año y que se encuentran indefensos y no pocos van a parar a la calle. Otros, como los funcionarios destinados a ejercer su función en las Pitiusas no puede acceder a una vivienda en alquiler en condiciones, porque los propietarios la destinan al alquiler ocasional y efímero a los veraneantes.
Dudo de que la ley esté aprobada y en vigencia a principios del verano que viene y en caso de que lo esté, dudo mucho más de los poderes y de las posibilidades de la inspección de los ayuntamientos y de los Consells de Ibiza y de Formentera. Pero al menos es un paso en firme para empezar a sancionar a los incumplidores. Las sanciones, si son duras, actuarán de factor desalentador y disuasorio, o esta al menos es la idea.
No es asunto baladí. Bastante ridículo ya han hecho los políticos del Govern al aprobar una ecotasa sabiendo fehacientemente que casi un 50% de quienes tendrían que pagarla, escapan a la labor recaudadora. Ridículo e injusto y a sabiendas.
En estos momentos de euforia y efervescencia nadie repara en el daño que acabará haciendo a las Baleares este tipo de cosas. Quizás no lo parece, pero el turismo es materia muy sensible y delicada. Basta ver la estampida de los turistas que invadían las calles, calas y playas de Turquía, Egipto, Marruecos, Túnez, etc. Es muy probable que en uno o dos años, estos países ribereños con mayoría de musulmanes recuperen su cupo de turistas. O dentro de tres, que es lo más probable. Pero mientras tanto no debiéramos alentar posturas negativas o agresivas contra el turismo, sino esmerarnos por mejorar y mantener las infraestructuras. El caso de Ibiza clama al cielo. No pierdan el tiempo en el Govern inventándose cupos de plazas. Cuídense de los plazos... de las obras.

sábado, noviembre 05, 2016

Cifras descomunales contra el sentido común

Grecia y sus islas despertarán

Desde ahora hasta finales del año asistiremos a un baile de cifras de récord, descomunales, alarmantes y que en definitiva solo dejan patente la incompetencia de los políticos que nos gobiernen en el Govern balear y otras veces en el Consell de Ibiza. Por ejemplo: los viajeros en los puertos y en el aeropuerto, el número de vehículos, de visitantes globales, etc.
Ahora la Encuesta de Movimientos Turísticos en Fronteras (Frontur), publicada por el Institut Balear d´Estadística (Ibestat) nos revela que casi un 35% de visitantes no se hospeda en hoteles ni apartamentos dados de alta en el registro de establecimientos de uso turístico. Que se buscan la vida en apartamentos y casas al margen de los reglamentos. Pues miren, yo pensaba que eran bastantes más los sumergidos.
Así y todo no estamos hablando de una pandilla sin importancia: es más de la tercera parte de nuestro turismo. Tal masa humana hospedada (opaca o escondida) fuera de todo registro administrativo o policial puede constituir una seria amenaza para la seguridad de todos, al margen de las tasas que dejan de ingresar los ayuntamientos y los impuestos que se hurtan a Hacienda.
Comprendo que los hoteleros levanten la voz. Tienen todo el derecho a quejarse. Y que la levanten también los ciudadanos que viven en un bloque de pisos o apartamentos residenciales. En las Pitiusas no todos podemos estar cuatro meses de verano de vacaciones y de juerga. Los residentes en bloques de viviendas tenemos una vida particular, laboral, escolar con obligaciones que cumplir. Y no tenemos por qué soportar esta manada de cabestros que vienen a alterar nuestra vida, por el simple hecho de que un propietario decide alquilar por días, semanas o meses su piso. No, no basta con cumplir con la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Hay que cumplir con los vecinos y con la competencia que paga leal y legalmente sus permisos y licencias.
No podemos permitir todo a los turistas, y si alguien no lo entiende, se le debe sancionar con rigor. Y no me refiero a multas simbólicas de 600 euros. En otros sitios de España ya van tomando el pulso a una situación abusiva y descarada. Incluso en Nueva York van a implementar una ley que impide los alquileres turísticos por menos de 30 días. Recuperemos Ibiza o estamos perdidos.

miércoles, noviembre 02, 2016

Trampas


No les arriendo la ganancia a los diputados Sofía Hernanz y Pere Joan Pons, que votaron no en la investidura de Rajoy, en vez de abstenerse, como estaba prescrito por su partido, PSOE. Entiendo el sentido de la lealtad de Sofía, pero me temo que ha hecho un mal negocio, aunque en el fondo yo siempre he sospechado que este voto estaba acordado, de cara a seguir protegiendo el Pacto con el apoyo de Podemos. Sin embargo no entiendo que dé su apoyo a un personaje como Pedro Sánchez que ya tenía ultimado y formado un Gobierno de España que en la práctica reproducía un Frente Popular, que tantas desdichas causó a los españoles en tiempos pretéritos. Aliaba al PSOE, nada menos que con Bildu, Podemos y los separatistas catalanes. De no haberse abortado esa operación no quiero imaginar cómo habría acabado esta querida España nuestra en plena crisis económica y política. En lo personal, deseo toda suerte de fortuna a la socialista ibicenca, que ahora debe afrontar un expediente de sanción. Trampas por doquier.
Y trampas en sentido literal para cazar a los grandes depredadores importados en estas Pitiusas. Han puesto más trampas para serpientes y han mejorado el diseño para hacerlas más eficaces. Y cada vez hay más ofidios. Entre los tres factores, las capturas son remarcables, sobre todo en Formentera, de 80 kilómetros cuadrados. Nada menos que 300 ejemplares en un año, por 449 en Ibiza.
Si es cuestión de matarlas o de mandarlas a la Península, donde son especie protegida, es cuestión aparte que han de dirimir los técnicos. Pero en las Pitiusas sobran. Y ya nos están saliendo muy caras. Causan estragos entre la fauna autóctona, con especial incidencia en nuestros animales emblemáticos: las lagartijas y las salamanquesas (dragons) y sin duda en los huevos de las aves que anidan en el suelo.
Las culebras llegaron y probablemente siguen llegando -aquí nadie controla nada- aletargadas en el interior de los grandes troncos huecos, sobre todo de los olivos.
¿Por qué deben importarse olivos de la Península pudiendo sembrarlos con plantones de Ibiza? Pura especulación. Trampa letal y que además nos está costando mucho dinero y preocupaciones.
Y la que puede ser la peor trampa de nuestro Archipiélago: el gran éxito de visitas turísticas. Hasta el mes de septiembre, 11,5 millones lo cual significa casi un 11% más que en 2015. Salimos a casi un millón de turistas por mes y todavía nos queda un trimestre, en el que se nos anuncia un otoño seco y soleado. Un gran éxito, sí, pero puede acabar siendo otra trampa.
Diario de Ibiza

Cómo hacer trampas caseras para cazar serpientes



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