sábado, noviembre 29, 2014

La maldición del paraíso


Recaramba qué mal tiempo climático e histórico cae sobre nuestra espalda. Pero no vamos a achantarnos, saquemos el caputxó o la antigua y noble gabardina que escupe delicadamente el agua. En Ibiza estamos viviendo una singularidad prodigiosa: mientras la economía se hunde o embarranca a nuestra alrededor, en las Pitiusas hemos conseguido sobrevivir trabajando con intensidad durante tres meses. Y otros tres de rodaje.
Ojo en Formentera. La economía italiana está para el arrastre y creo que ya debemos leerla en términos de recesión. Ya sé que los formenterenses han conseguido romper el poco eficaz monopolio de turismo italiano, pero ese turismo todavía supone una gran aportación. En España no estamos para pegar brincos, pese a lo que diga el Gobierno. Dependemos demasiado de Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia como para poder ignorar sus cuentas de resultados. Menos mal que ya empiezan a visitarnos de forma minoritaria desde otros países.
Alemania es un cliente nuestro de gran envergadura, no solo por sus remesas de turismo. Y Alemania está muy malita y sin perspectivas de mejora. Francia tampoco consigue dar con la clave para equilibrar sus imprescindibles recortes con la exigencia de servicios sociales. Francia, de mal en peor es una gran incógnita en los próximos años. Por si fuera poco las sanciones a Rusia suponen una merma importantísima en nuestras exportaciones. Bien lo saben los empresarios de Baleares al ver el descenso de turistas. O los naranjeros y champañeros de Valencia, o los jamoneros y los fruteros de Extremadura. Todos ellos han sufrido y sufren la mordida importante de las represalias rusas, que han cortado las importaciones con España.
Sí, vivimos en el paraíso, nos van repitiendo porque siempre hay algún ingenuo que traga con estas frases demagógicas que consuelan a mentes poco exigentes. Además los paraísos suelen ser muy peligrosos. No solo el de Ibiza. Todos. En Ibiza comienza ahora otro suplicio cíclico, no por esperado menos fastidioso: la falta de enlaces aéreos y marítimos. Si consigues billetes pagarás una barbaridad que desmotiva a cualquier a moverse de Ibiza, aunque he visto que una naviera que corregido su abuso (uno de tantos) en los precios de Ibiza a Denia. Ya no digo nada del bloqueo de Navidades. No se puede salir de las islas, aquí quedamos prisioneros. Que no nos hablen los cubanos de bloqueo naval, porque huir del Archipiélago, entre el viento y las tarifas, es misión imposible. Para tratar de esto y para saber si la liga la ganará Messi o Cristiano se han reunido los presidentes baleáricos. Reunión en la cumbre, una orgía de élites. Y que sí, una foto estupenda. Guapos.

miércoles, noviembre 26, 2014

Pues no, Ibiza no es escorpio


Desolado, estoy desolado. Las leyendas domésticas de las Pitiusas se están cayendo una tras otra, como estas hojas doradas del otoño, tan ufanas y gratificantes en verano, ahora mustias, secas o en retirada. Cuando descubrimos con pavor que en Ibiza medraban las culebras y las víboras, desmintiendo la tradición grecolatina que nos confería un status protegido por los dioses del Olimpo, no dimos crédito hasta que las serpientes aparecieron simultáneamente en varios rincones de la isla.
En Ibiza hay serpientes. Llanto y crujir de dientes en esta tierra, ya reseca porque hemos agotados los manantiales formados hace miles de años. Otro mito que se nos cae de las manos. Ahora indago un poco en lo que yo mismo escribí en 1980, cuando preparé el 'Diccionario de Secretos de Ibiza': Las Pitiusas están bajo el signo astrológico de Escorpión. Le dedico 4 páginas, miren si le di importancia. Usando algunas características oscuras del signo Escorpio yo hice un recorrido por las historias y leyendas de nuestra pequeña mitología doméstica.
Bueno, pues todo es una fabulación a la que yo me presté sin mayores miramientos, porque jamás creí que habría tanta gente crédula que multiplicaría el hallazgo. Ibiza, signo escorpión, tierra de suicidios, tierra de nieblas y de tinieblas ha tenido tanto éxito como el exagerado homenaje que hice a la diosa Tanit. Conscientemente relegué al gran dios Baal, que en todo caso es quien manda de verdad o debiera de hacerlo.
Ibiza no está bajo el signo de Escorpión, al menos que yo pueda confirmar, aunque muchos astrólogos de la isla mantienen la teoría, pero la astrología no es ciencia ni es conciencia empírica. Es una patraña, como toda arte adivinatoria, todas ellas condenadas por Juan Pablo II y por la lógica. Yo no quiero condenar nada, no soy quien, pero tampoco le doy la menor importancia. Es una forma como otra de pasar el rato. Usé la astrología y otras majaderías, pero en un tono distendido y jocoso. Coño, jamás pensé que me iban a tomar al pie de la letra.
Consulto en Internet varios estudios, entre comillas lo de estudios, para indagar si las Baleares caen bajo el signo de Escorpio. Aparece, ahora sí, reservado a Cataluña –y no me extraña– pero el análisis mejor explicado que encuentro nos deja bajo el signo de Libra. Ibiza es Libra. O no. Crean lo que quieran. ¿Y por qué hay tanta diversidad de diagnósticos? Solo le encuentro una explicación: para saber en qué signo cae una zona geográfica hay que sabe el año de su fundación y a Ibiza le hicieron la carta astral contando desde Jaime I, 1235. Podrían haber contado desde el 654 a.C. año de la fundación cartaginesa. Pues no. No se alarmen ni se entristezcan. Ibiza tiene tela para largo, según algo que jamás dijo Nostradamus. Ya ven, sigue siendo mucho más fácil colar una fábula fantasiosa que asentar una verdad.

sábado, noviembre 22, 2014

Varapalo al alquiler turístico por días


Cada vez menos turistas se alojan en hoteles, a excepción de los clientes del paquete de Todo Incluido, como es lógico, que usan todo ellos estas instalaciones. Hoy sabemos que a primeros de mayo vienen las avanzadillas de exploradores y alquilan uno o varios apartamentos en zonas residenciales, lejos del bullicio turístico. En verano ellos a su vez lo realquilan a dos o a ocho compatriotas. Si se trata de trabajadores de la noche los vecinos han estado de suerte, porque suelen comportarse con cierto grado de civismo.
Otros lo realquilan a media docena de turistas. Entonces, todo el bloque puede empezar a temblar. Cualquier cosa puede ocurrir, desde un incendio a destrozos continuados de ascensor, escaleras, apliques, macetas, terrazas, etc. Un vandalismo hard, que suele ir acompañado de ruidosas manifestaciones durante las 24 horas. El mismo Diario ha publicado el testimonio de algunos ibicencos del centro de San Antonio que apenas pueden conciliar el sueño durante todo el verano.
Estos turistas salvajes no se andan con contemplaciones porque se saben inpunes. Por mucho que se llame a la policía local nadie tomará ni una medida para recobrar la imprescindible tranquilidad vital. Se supone que a la policía se la reclama un centenar de veces durante el día, o quizás más. He mencionado San Antonio, pero todos sabemos lo que ocurre en la Platja d´en Bossa, en San Jorge, en Jesús a veces y en otras partes de la isla.
Ibiza ha cambiado muchísimo y lo ha hecho a una velocidad de vértigo. ¿Alguien hubiera pensado en los años 90 que habría esta demanda de apartamentos y de casas para alquilar, lejos de los núcleos puramente turísticos? Es lógico que el vecindario se encuentre saturado y con los nervios destrozados, pero es que incluso los hoteleros están algo más que alarmados, por mucho que en una gran mayoría de casos fueron los hoteleros los que comenzaron a alojar clientes en apartamentos. El alojamiento turístico es una patata caliente que los políticos temen agarrar de firme, casi tanto como al grupo de presión de los taxistas. Ya verán cómo ocurrirán cosas. Y las iré contando.
Lo cierto es que Ibiza no puede cobijar los dos millones y medio de turistas (en apenas tres meses) en sus 85.000 plazas hoteleras. ¿Y dónde han de dormir los miles de trabajadores temporeros que vienen a la isla? El problema es de consistencia y se viene arrastrando con el paso de los años. Pero centrándonos en el caso muy particular del alquiler por días a los turistas, acaba de salir pronunciada una sentencia en Valencia, notificada el 11 de noviembre. Simplemente los prohíbe. Imagino que habrá una legión de abogados –si no conocen ya este dictamen– interesados en el tema. Busquen la sentencia contra Crisjo Apartments. De nada. También los ruidos son denunciables, no lo olviden.
En Twitter: MarianoPlanells

miércoles, noviembre 19, 2014

Huir de Ibiza (y de Venecia)


Más vale añorarla que tener que soportarla. Solo se añora lo que no se tiene porque se ha perdido, si lo tuvieras en ti o contigo no lo añorarías. Esto lo he escrito muchas veces pensando en Ibiza y Formentera. 
Muchos creadores y viajeros han pasado por aquí, seguirán volviendo, sin recordar que la primera vez se fueron desengañados de la isla. Al poco tiempo la añoraron y volvieron, pero lo que encontraron ya no respondió a sus recuerdos. Su Ibiza ya no existe, por esto se añora. Se añora lo que se ha perdido para siempre, por un motivo o por otro. La Ibiza efervescente de los años 70, llena de ninfas y efebos, galerías de arte, precios accesibles, mucho sol, vino barato, música de calidad en casi todos los bares del puerto y en vivo en las salas de fiesta, esto, todo esto se añora porque sabemos que no es recuperable. Tu Ibiza jamás resucitará.
Ibiza es muy parecida a Venecia, no se imaginan cuánto. Ambas ciudades tienen el mismo número de habitantes, pasando de los 50.000. Pero en realidad son muchos miles más, debido al desfile compulsivo de turistas que desfilan con la mirada extasiada o perdida, tras un guía que les va explicando –mal, casi siempre, pero da igual– algunas curiosidades. Ibiza y Venecia se han convertido en un parque temático. La sensación de agobio, de escandalera y de precios astronómicas ha creado un nuevo fenómeno: la hégira, la diáspora, la huida. Huir de Ibiza, huir de Venecia. En ambas ciudades, bellísimas en sus formas, en su patrimonio y famosísimas en todo el mundo, los residentes van huyendo de las incomodidades y de los precios inalcanzables de los inmuebles.
Otra cosa que nos asemeja drásticamente: la abrumadora invasión de cruceros. Los cruceros están acabando con la que fue una ciudad civilizada, acogedora y bien de precios, como Barcelona. Qué europea y que señorial fue la Barcelona de los años 70, hasta la llegada demoníaca del compulsivo Pujol y sus fanáticos. Barcelona, Venecia, Ibiza, en realidad parques temáticos (BCN por el campo del Barça y por Gaudí, sobre todo) que absorben unos chorros imponentes de turistas de crucero o de turistas de chárter low cost. De la Barcelona desfigurada por el turismo ya se han hecho varios documentales, con la amarga queja de la gente normal, de los urbanitas de Barcino y de los urbanistas (ahora con ese) alarmados por el cambio de uso de algunas zonas que se alquilan al turismo de los hooligans.
Venecia está inundada, no solo por la periódica subida de la marea (acqua alta) sino por los cruceros que están destruyendo el equilibrio humano de la ciudad y probablemente dañando las estructuras profundas de los cimientos, porque hay que recordar que los edificios están asentados sobre pilones de madera, por extraño que parezca.
¿El turismo? Maravilloso porque activa el nivel de vida, pero venenoso porque desactiva el desarrollo habitual histórico del sitio donde pisa. Pisotea. Podemos seguir otro día, de momento sepan que entiendo a los tránsfugas. Y hasta les felicito.

sábado, noviembre 15, 2014

Enfermedades de transmisión sexual

El tema no suele hablarse con la asiduidad de la gripe ni con la gravedad de otras infecciones irreversibles como es el caso del ébola. Pero siempre están ahí, solapadas, presentes. No se consiguen erradicar ni siquiera controlar en algunos casos y momentos. No dice nada en favor de nuestro profesorado –uno de los que más cobra del mundo– ni de los padres, que debieran informar sin tapujos a los hijos adolescentes. En los 70 no había tanto profesorado –por supuesto nunca en huelga– ni tanto educador social ni tanto pillo pedante viviendo del pesebre. Pero todos sabíamos lo que eran las purgaciones y las temíamos como al mismo demonio. Ahora todo se ha banalizado, todo se ignora y se relativiza con un deje de despreocupación.
Mal asunto. Las ETS (enfermedades de transmisión sexual) tienen vía libre. Para los hijos de mis amigos, aquí va este articulito y a la menor duda, asistid sin timidez al centro de salud. Voy a contar dos situaciones. Una: Según el Instituto de Política Familiar de Baleares, las ETS han aumentado un 15% en 2013 con respecto al 2012. La gonococia o gonorrea (las purgaciones) ha aumentado solo un 3%, pero la sífilis pega un subidón del casi el 30% ¿Que diablos ha pasado aquí? Condón, usad condones, es lo único que puedo deciros. Condones.
Dos: La isla de Man (Reino Unido) es como Ibiza, en dimensión y habitantes. Bueno, ahora Ibiza ha enloquecido y tiene el doble de habitantes, lo cual nos ha llevado al desastre del cual ya no saldremos.
El periódico Isle of Man Examiner está alarmado por los aumentos de ETS en los jóvenes que han ido de vacaciones a Ibiza y a Magaluf. Asustados por los menos de 500 casos que requieren tratamiento cada verano. ¿Son muchos 500 casos para 80.000 habitantes? Sinceramente, no son tantos, pero se comprende la alarma levantada ante el fenómeno. El alcohol y las drogas desinhiben al personal y acceden al contacto sin tomar la mínima precaución. Cuando quieren darse cuenta ya van cargados de gonorrea, sífilis o clamidia. En casos peores se llevan a casa una hepatitis y en no pocos casos, el sida. El sida se sigue contagiando a causa sobre todo de las prácticas de riesgo. Toda Gran Bretaña tiene el mismo problema dese hace décadas y no consiguen remontar.
En el Reino Unido, pero más todavía en España, es alarmante el derroche de dinero en campañas inoperantes. En educadores y agentes sociales que no sirven para nada. En pocas palabras: haced acopio de condones, llevaos cajas de preservativos y usadlos. Perded el miedo y la timidez para comprarlos. Regaladlos en los cumples. Os va la salud y en no pocos casos posibles estragos de por vida, y en otros, la vida misma.

miércoles, noviembre 12, 2014

Los turoperadores exigen


Como en todo contrato mercantil, los turoperadores son muy libres de exigir unas prestaciones o contraprestaciones en un determinado momento. Pero ya empieza a ser preocupante que estos agentes comerciales exijan cosas que no podrían exigir al propio gobierno de su país. Deberían moderar sus demandas, aunque ellos hacen bien, quienes actúan mal son los hoteleros o los políticos españoles o, en este caso, ibicencos. Por hacerles caso.
Todos recordamos sus burdas presiones para exigir las mastodónticas obras de las autopistas, o esto al menos explicaba el empresario ibicenco que se forraría con su construcción. ¿Vamos los comerciantes ibicencos a decirles cómo han de diseñar sus carreteras a los ingleses? Pues ellos sí, y Matutes entusiasmado esgrimiendo el argumento de la seguridad vial, cuando ahora los turistas que hemos salvado en la ruta se matan unas horas después lanzándose al vacío desde la habitación del cuarto piso de su hotel.
Los turoperadores británicos ¿por qué no piden que se instalen rejas en los balcones que estén orientados a la piscina? Más aún ¿por qué no obligaban los hoteleros pitiusos a estos escoceses cocidos que no suban a su habitación hasta que no se les pase la borrachera?
Bueno, esta última medida sería un poco excéntrica y de imposible aplicación. Su lema de batalla es avoid hangover, stay drunk, de modo que muchos de ellos se pasarían los 15 días de vacaciones sin subir a su cama. Los turoperadores exigen. Menos mal que contra el vicio de pedir está la virtud de no dar. Hay que enseñarles modales, good manners a estos british: no se puede andar todo el día pidiendo a otro aquello que uno mismo es incapaz de cumplir.
Cuando España acogió a los dos clérigos moribundos en Madrid, que en gloria estén, los operadores saltaron alarmados, pidiendo, exigiendo explicaciones para dar garantías de seguridad. Fue cuestión de días que Alemania, Estados Unidos y el propio Reino Unido trataran a sus propios enfermos repatriados. ¿Hemos pedido los españoles que vamos a Alemania que nos garanticen la seguridad sanitaria? Ustedes ¿no se dan cuenta de que hacen el ridículo? Después se quejarán cuando vean la explosión de viajeros que prescinden del operador turístico y que vienen a España por su propio pie, con su vuelo low cost y con la habitación contratada aparte. Mucho miedo no parecen tener. Dicen que ya casi la mitad de turistas no contratan hotel. Pues vean.
Y la tendencia sigue en aumento, al menos en Ibiza y Formentera. Ahora vuelven a exigir al ministro Soria (¿mande?) que se erradique el turismo de sexo y alcohol en Magaluf (Mallorca) y a las autoridades locales que se moderen los ímpetus del narcoturismo de San Antonio y Platja d´en Bossa. Pero yo creo que debieran trabajar el material desde sus escuelas de primaria. Porque ya nos mandan averiados a los chicos. Ustedes mismos.

sábado, noviembre 08, 2014

La insoportable fragilidad del turismo


Los que somos emprendedores frágiles o pequeños y medianos empresarios sabemos una cosa por experiencia: para arruinarse no se precisa hacerlo en todos los negocios. Basta equivocarse en el último y ello es así porque casi siempre vamos obligados a reinvertir el poco dinero que se vaya generando y, encima, poniendo partes ya consolidadas como aval. No todo el mundo tiene abundante financiación a bajo interés. Así ha sido y así será hasta el final de los tiempos. Ello explica por qué para unos ha sido mucho más fácil ganar dinero: porque ya lo tenían. Aunque de cara a la prensa digan que se pagaron los estudios jugando de futbolista en el Osasuna, por ejemplo. Por un decir.
Los empresarios turísticos de Ibiza han sido muy valientes, trabajadores y contumaces. A unos les ha ido mejor, quizás porque sumado a su talento y sacrificio, han tenido la suerte de entrar en un buen momento. Aun siendo una actividad del sector servicios que ofrece ciertas garantías de rentabilidad, hoy sabemos que el turismo es frágil, es expugnable y tiene puntos débiles por donde puede sangrar con cierta facilidad. Claro, me dirá ¿y qué actividad económica no los tiene? Este ha sido mi punto de vista y así lo expresé a no pocos amigos que en la crisis de 91-96 se sintieron apresados por fuertes inversiones. «Negocia las deudas, resiste, esta crisis no es para siempre», les decía. Unos lo soportaron, muchos no lo soportaron. Pero siempre ha sido así. 
Hace dos semanas les anticipé que la promoción y la contratación 2015 no decae y esto se vería florecer en la WTM de Londres, una feria turística que es importantísima para España y las Baleares en concreto. Los resultados han sido espectaculares para Ibiza, con los guiños de siempre entre autoridades de San Antonio y promotores ingleses. Unos mandarán los turistas de siempre, ruidosos y sedientos y el ayuntamiento no hará absolutamente nada. Pero la riada de turistas promete ser sonada. La economía del Reino Unido va bastante mejor que la de los europeos continentales, al igual que la de Ibiza va mejor que la de la Península. Pero siempre hay un pero. O dos.
Sin insistir en los cientos de miles de turistas prestados por el islam, el cambio de moneda favorable para los ingleses y nuestro propio valor como almacén de granujas gamberros borrachos, no debemos cejar ni cesar en fortalecer lo nuestro, sin subir los precios alocadamente. Me harán poco caso. Como el poco caso que hicieron unos nudistas ingleses en la playa de Maspalomas el pasado martes, cuando vieron llegar un cayuco atiborrado de guineanos y sierraleoneses, dos países con el ébola desatado. Observaron con estupor cómo la policía –como es normal– ni se acercaba. Ni con máscaras. Finalmente fueron retirados para su tratamiento. Por cierto, algunos tenían fiebre. Los ingleses abandonaron la zona. Euforias las mínimas. Trabajo sin cesar. Cuidar los precios. Somos frágiles.

miércoles, noviembre 05, 2014

Ibiza no es el centro del mundo


Cada vez que paso unos días en Ibiza acabo con una sensación desoladora, que me van confirmando a lo largo del año noticias, comentarios y algunas informaciones. Me refiero al ambiente artístico, al nivel del arte y a la actividad de los creadores en general. Hablando con pintores y músicos uno podría llegar a la conclusión de que vivimos en el centro de la Patagonia, aislados en un cosmos cerrado. Esto es Ibiza en realidad, una isla. Aislamiento. Basta ver las dificultades invernales para entrar y salir para sentirlo en propia piel.
¿Es real esta sensación de inactividad, de crisis permanente, de cierre definitivo? Yo diría que no, al menos durante medio año. Hay festivales –¿o es en singular?– y hay muchos eventos, pero quedan engullidos dentro de las fastidiosas tareas de marketing de las discotecas. Algunas despliegan una originalidad explosiva, pero es solo hasta cierto punto. Como se apaga un cohete, repentinamente, todo vuelve a su cauce y no queda nada en Ibiza de los festivos y ruidosos espectáculos, concebidos como una manifestación lúdica efímera, para ser consumida y consumada sobre la marcha.
Sí, quizás Ibiza sea un happenning continuo durante tres meses. Acabado octubre no queda ni una rata. Los miles de residentes fijos y unos cuantos centenares que han quedado colgados y necesitarán asistencia, desde la cabeza a los pies.
En verano hay eventos, citas, inauguraciones diarias, pero todo responde a una espíritu de convocatoria publicitaria: los pintores cuelgan sus dibujos sin marco en cualquier bar y les gusta hacerlo, pero saben bien que no llegarán a colgarlos en una galería importante. De este chisporroteo de músicas de mil razas y ruidos de mil rabias, solo nos queda un inmenso dolor de cabeza. ¿Esto es cultura? Bueno, esto es showbiz, espectáculo. Ya sabemos que el show must go on, debe continuar las 24/7 horas, por muchos caledonios que se hayan estrellado sobre el encimentado de la piscina del hotel. La pela es la pela.
Pero esto tiene poco que ver con la cultura. A lo máximo que podemos aspirar en Ibiza es que quede algún euro en la caja. No me extraña que la saxofonista vienesa residente en Ibiza desde 2003 Muriel Grossman lo tenga asumido. «La cultura musical en Ibiza es muy pobre» (Diario, 12.08.2014). Paupérrima. Incluso si nos comparamos con cualquier pueblecito de Extremadura o de Valencia, donde en su mayoría estudian solfeo y aprenden un instrumento, en Ibiza y Formentera estamos muy lejos de ser una sociedad culta en arte, literatura y música. Y hemos reculado. Que tanto salir en la telebasura no nos confunda: Ibiza no es Viena, Berlín ni NY. Ibiza no es el centro del mundo. Pero tenemos sol y mar, de momento.

sábado, noviembre 01, 2014

Las serpientes de Ibiza nunca duermen

Me llegan los ecos de preocupación o de curiosidad por las serpientes de Ibiza. No son de Ibiza, les explico, provienen del oeste de Cataluña, de Castellón, Valencia y quizás de Albacete. Aunque no estoy muy seguro y quien pudiera saberlo no nos lo va a decir, porque es o son quienes las han introducido hibernadas en los huecos troncos de olivo. Pero claro, esta no es toda la verdad: ya llevan unos veinte años en las islas (sí, en Formentera también), por lo tanto, las culebras y las víboras de las islas han nacido aquí, ya son naturales de las islas fenicio-cartaginesas.
Son nuestras serpientes, no son unas simpapeles. Decían los antiguos periodistas romanos que nuestras islas eran tierras refractarias a la ponzoña.
Culebra bastarda
Aquellos antiguos cronistas adornaban sus historias con curiosidades indemostrables, pero no les puedo culpar, yo hice lo mismo en mi agotado 'Diccionario de Secretos de Ibiza'. En mi descargo puedo decir que mis ocurrencias desprendían un evidente animus iocandi que resultó muy estimulante para los pitiusos envarados e irritables si les tocaban la Roqueta. 
Que no podían crecer las víboras. Bueno, pues ya tenemos serpientes de cuatro clases, que yo sepa y lo he mirado y lo he remirado, aunque la presencia abrumadora es la de herradura, prácticamente ya por todas partes. Así que aprendan a convivir o a cazarla sin piedad (en Ibiza no está prohibido cazarlas ni exterminarlas; es más, es lo mejor que nos podría pasar o nos quedaremos sin salamanquesas y lagartijas). 
Culebra de escalera
Hay tres tipos de culebras: bastarda, de escalera y de herradura. Y una víbora que ha de ser la hocicuda. A no ser que algún desalmado haya soltado algún ejemplar exótico, como esta misteriosa serpiente verde a la que aludía la diputada Esperança Marí en un tiempo. No existe esto en Ibiza ni en España, como no sea alguna tonalidad ocasional de la culebra bastarda y es un verde muy oscuro, amarronado, verde oliva.
Culebra de herradura
La única peligrosa para el humano es la víbora, con una cabeza característica, acabada en un hocico hacia arriba, unos ojos con pupilas verticales y el dibujo en zigzag. A menudo es difícil distinguirla en el fragor y en la confusión del envite. Lo mejor es rehuirlas, no molestarlas.
Víbora hocicuda
Pero si se diera el caso de una mordedura, no alarmarse. Hay unas horas de margen, pero hay que ir al hospital donde tienen el antídoto contra el veneno. Un pequeño torniquete si se puede, lavar la herida con agua y a buscar ayuda clínica. Todo lo demás son películas. Ni cortar ni chupar la sangre. El Consell ha gastado una pila de euros para tratar de controlar la ya extensa población. Pronto sabremos resultados. Será muy difícil, aunque con esta excelente temperatura parece como si nunca hibernaran. Pero lo hacen.
Las serpientes pitiusas tienen un enemigo formidable: los erizos. No los maten, no los cacen, déjenles aceitunas y fruta y vendrán cerca del corral. Pero hace un tiempo se me ocurrió un enemigo igualmente atroz: un gallo. Los gallos las despiezan y por supuesto, se la comerán las gallinas. Así que gallo, erizos y azadón.

En Twitter @MarianoPlanells