sábado, noviembre 10, 2012

Animales mallorquines



Si nadie se opusiera, este grupo de presión formado por unos mallorquines cazadores y políticos adyacentes nos robaría hasta la cera de las orejas a los ibicencos, como se dice coloquialmente.
Robar está bien dicho, pues es una apropiación indebida con el uso de la fuerza que da la ascendencia y el poder. Pocas cosas tienen más fuerza que el boletín oficial. Nos hurtan hasta el nombre.
Ya hace años que les duele a este grupo la denominación específica de podenco ibicenco o ca eivissenc. Más que nada en el bolsillo, porque estas cosas, -como las selecciones nacionales de Cataluña- que buscan afanosamente bajo un difuso manto identitario se reducen a una mera cuestión de dinero. Todo por la pasta, mem.
Controlar la marca supone poder, dinero, organización, exhibición, otorgamiento de pedigrís y otros ingresos bajo varias formas diferentes. Dinero, ay el vil metal, cuántos crímenes se cometen en tu nombre.

Por lo tanto, voy a reducir el problema a su justa dimensión: a un grupo de gente avariciosa, pero no caeré en la trampa pueril de referirme a los mallorquines en general, primero porque no les conozco a todos, segundo porque no podemos tomar el todo por la parte y tercero, porque la mayoría de mallorquines son buena gente con la que tenemos que llevarnos como lo que somos: una gran familia con un gran proyecto en común en el Archipiélago más envidiado del planeta. Por lo tanto, no nos peleemos, que sólo sacaremos arañazos.
No se crean los criadores ibicencos que la gilipollez y la mala fe les afecta sólo a ellos. Me he informado con una veterinaria mallorquina que está alarmada por este cambio de nombre, así parece que le quieren llamar al podenco ibicenco “podenco autócton balear” que es tanto como no decir nada, pues autóctono de algún sitio lo somos todos. Y mucho menos usar el adjetivo 'balear', pues baleares son los siguientes perros mallorquines y no hay que confundirlos: es ca mè, es ca de bou, es ca de bestiar, es ca rater (y espero que nadie me lo catalanice, ya sólo nos faltaría esto). En Menorca hay un ca de conills, que supongo que es otra variedad de podenco. Hay podencos en Canarias y en algunos otros sitios. ¿Vamos a llamarles baleares a todos?

Pero ninguno es como el podenco de Ibiza, hoy muy extendido, porque se lo han llevado de Ibiza, lo han criado y multiplicado y está repartido por todo el mundo -añorando la isla fenicia llena de sol. La finura hija del hambre del podenco ibicenco no la tiene ningún otro. Hete aquí que este grupo de listillos (mallorquines, como podrían ser sicilianos) aparece en escena para sacar tajada con métodos torticeros .
No me cansaría, sólo añadiré una cosa para el Consell de Mallorca y el Govern Balear: Vamos a llevarnos bien y a robar lo que se pueda, pero entre nosotros no vamos a pisarnos la manguera. Con dos minutos la orden publicada en el boletín queda derogada. No líen, ni alimenten historias de miedo y enfrentamiento.
Mejor así y sin tardanza, pues si tenemos que discutirnos ya encontraremos fácilmente otros motivos seguramente de más calado.