miércoles, diciembre 21, 2016

Entre serpientes e incompetentes



Serpientes. Los ocho apellidos ibicencos ya los tenemos. Nos faltaban las 800 serpientes capturadas en estas trampas que nos salen carísimas. Si han prendido estas cientos de culebras despistadas es que las hay a miles y seguirán procreando libremente, puesto que en Ibiza no se les reconoce un depredador que las mantenga a raya, salvo quizás el erizo, pero de todos modos hay tanta comida sobrante en las islas que es dudoso que nuestro erizo se atreva a jugarse el hocico en una pelea siempre desigual.
La única posibilidad era crear las condiciones para depredadores biológicos, pero incluso los erizos son mucho más exterminados que las serpientes. Venían para quedarse, dijimos. Y aquí están. Yo no invertiría grandes cantidades en su caza: es dilapidar el dinero. Apenas tiene efectos prácticos.
Desaladoras que no desalan. Me cuesta entender los entresijos políticos de las instituciones baleáricas. Tenemos una potabilizadora terminada, a punto para funcionar y lleva varios años esperando que alguien se digne a apretar el botón de encendido. Cuando esto suceda, si sucede, la desalinizadora estará oxidada e inservible. Y a todo esto, la falta de agua en toda Ibiza es desesperante. El verano de 2017 superará en locura al de 2015 y de 2016, según todos los avances de reservas turísticas. Si el Estado pretende seguir ordeñando las Pitiusas, y tiene todo su derecho, al menos que invierta un mínimo en infraestructuras básicas e imprescindibles. Y el Estado incluye también al Govern balear.
Cuando decimos que debieran suspenderse cientos de subvenciones y gasto superfluo e improductivo nos referimos a cosas como esta.
Alquiler pisos turísticos. No me extraña el desvarío del Pacto en torno a la legalización de los alquileres de los pisos turísticos. ¿Alguien esperaba racionalidad, eficacia y presteza? La simple propuesta de que sean las mismas comunidades de vecinos quienes se opongan a esa actividad ruidosa, molesta y peligrosa ya nos da una idea del nivel del conseller de Turisme del Govern y del equipo de asesores.
A esta altura de la legislatura ya es evidente la obsesión de este Pacto por ingresar más tasas e impuestos. Locos por el dinero, para financiar sus carísimos caprichos, uno de ellos la demencial facultad de Medicina. Un peso muerto que quedará para sus herederos, otro agujero negro que tragará cuanto se le eche, como la mismísima Universitat de les Illes Balears (UIB).