miércoles, diciembre 05, 2012

Ciento dos mil rusos en Balears


A pesar de las preferencias, según muchasol, Baleares ha sido el segundo destino más visitado por los rusos (gentileza Vilma Núñez)

Ya conozco una cifra sobre el número de rusos que han visitado Baleares hasta septiembre: 102.121 que sin ser moco de pavo tampoco es para lanzar cohetes. En toda España han llegado un millón y la tendencia es en fuerte curva ascendente, de ahí –como explicamos el otro día– la imponente cantidad de peticiones de alumnos mallorquines que quieren estudiar ruso en la Escuela de Idiomas de Palma. Algo habrá que hacer en Ibiza, porque es un mercado que rompe esquemas. A por el ruso.
Uno teme que vendrán a engrosar las inabarcables hordas piratas del verano, de julio y agosto, con lo cual nuestro problema se agravará. Pero si se consiguiera vender Ibiza desde finales de mayo hasta principios de noviembre, nuestras islas obtendrían una aportación sustancial que podría paliar la escasa actividad en la sector de la construcción.

Cataluña, con 667.613 visitas, ha sido este año el principal destino de los rusos en España, seguida de Islas Baleares (102.121), Canarias (91.382) y Andalucía (66.125). No es gran cosa, si comparamos con los más de 600.000 británicos que vienen solo a Ibiza, pero es un mercado emergente que es muy apetecible y que entrará con gran fuerza, incluso en la sociedad. No tardaremos en ver matrimonios mixtos (o gays) con rusas, viajes a Rusia y, en fin, una mayor vida social de reconocimiento mutuo. Y digámoslo, el feo aspecto de la Rusia gansteril, violenta y mafiosa, si no están ya en Ibiza tomando posiciones discretamente, como ya están en Marbella y otros puntos hispanos.

Otra noticia es sintomática, aunque dudo que sea importante: Baleares tiene más empresas de servicios que hace un año, según publica nuestro Diario de Ibiza el 21 de agosto. ¿Qué puede indicarnos? Nada relevante para nuestra economía, son pequeñas empresas de servicios que apenas tienen las puertas abiertas durante cuatro o cinco meses. El hecho alarmante es que se ha desplomado el consumo del comercio, como ya sabemos.

Después de la última subida del IVA, la caída ha sido espectacular y se cierran cada vez más locales de Ibiza y de Formentera. Quiero decir entre los pocos que aún quedaban abiertos. Ya prácticamente nadie quiere afrontar un largo invierno de casi 7 meses sin un cliente que llevarse a la boca y se prefiere darse de baja, que en demasiados casos es definitiva, dejando un reguero de parados que llega a ser patético.
Pero no es nada que no hubiéramos previsto, alguno incluso desde el 2007. Una vez más, la hostelería, cada vez más hostigada por el Gobierno ha dado la cara y ha mantenido el tipo a pesar de la situación azarosa y a la contra. Pero son pequeñas empresas que no duran. Empiezan y se acaban con la temporada.

Por ello no me extraña que el CRE vuelva a usar la misma cantinela de siempre: hay que cambiar de modelo, como si fuera fácil o incluso posible. En Ibiza, como máximo, garantizamos cambiar de disc-joquey con frecuencia. Lo otro se lo dejamos a los sesudos universitarios del CRE.