sábado, agosto 02, 2008

Perfumes de Ibiza


No es una sensación, casi es una certeza: todo en Ibiza se hace al revés, si es que se hace. Por ejemplo, ahora nos vienen con el Plan General de Ordenación Urbana, o sea un plan para ordenar el urbanismo de Vila.
Naturalmente, uno se pregunta por qué se ha esperado a ordenar el urbanismo cuando ya no queda ni un especio libre. Todo está construido desordenadamente y supongo que el plan no se va a dedicar a derribar.
No es necesario decir que nuestros políticos -en general- son unos ineptos y unos incompetentes. Pero es que cuando nos afecta a nuestra salud directamente, como es el caso de tratamientos de radioterapia y otros, o cuando nos diseñan zonas con unos ruidos espantosos, es cuando conocemos el peligro que entraña una mala política, una carencia de política o unos políticos ineficaces. Es entonces cuando decimos: lo sé en carne propia.
Cada vez trabajan menos, lo cual es una suerte porque parecen hacerlo de manera inconveniente y a menudo contraproducente. Y cada vez se autoasignan mejores sueldos. Adiós a todo eso.
Siempre que puedo, vengo a Ibiza en barco.
La sensación del aire de Ibiza es deliciosa, a excepción del puerto. Veo que el pestazo de pura mierda sigue indestructible, como un banderín pitiuso que nos diferencia del resto del Mediterráneo.
Sufro el pestazo, el estrambótico diseño de rotondas y avenidas y consigo salir hacia el norte. Es Amunts ya es otro país. No es raro que los arqueólogos se hinchen de encontrar material fenicio, púnico o cartaginés. Somos fenicios, reliquias.
Repuesto ya de la deprimente sensación y de la certeza de que Ibiza no tiene arreglo, me explican en varios sitios los sistemáticos fallos del suministro eléctrico. En pleno verano, GESA parece dedicarse a las grandes obras estructurales. Supongo que saben lo que es el lucro cesante y el daño que se causa en las recaudaciones. Los empresarios norteños sabrán lo que hacen.
No puedo faltar a mi cita con Juanito de Las Dalias, a quien no pude ver en la guerra de Don Benito. Hechos muy lamentables que ya han sido castigados y que no responden al buen nombre de esta ciudad extremeña.
Sale mucho en la prensa, y espero que este gran activista cultural no pretenda dedicarse al desdeñable arte de la política. Ni se te ocurra. Las Dalias ya es un centro, un volcán, una gran feria mundial de la creatividad; basta fijarse un poco para ver lo que se podría hacer con una Fundación o un Museo en Ibiza. Juanito, su padre, sus hermanos y su equipo han logrado a lo largo de los años un conglomerado que, aun siendo comercial, transpira autenticidad, artesanía, ruralismo por todas partes. De modo que con Juanito, a la segunda caña, ya me reconcilio con la Ibiza fenicia.

a mariano digital