miércoles, agosto 13, 2008

Las medusas atacan

La carabela portuguesa es muy agresiva. Intenté tocarla (sólo la caperuza muerta) en Cuba y alguien me avisó: "No toques eso, es el agua mala". Y tan mala. En Ibiza no es habitual, pero también se van detectando en el Mediterráneo Occidental.
Forzosamente entran por Gibraltar. Mejor que no se queden esta carabela ni el Mosquito Tigre.
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(Physalia physalis)
Foto: F. Candela y H. Geiger ©)



De vez en cuando me doy una vuelta por la prensa extranjera. A mediados de julio tenía la intuición de que encontraría algo sobre las medusas. En realidad, la prensa viene llena, aunque en ninguno de los reportajes he descubierto nada nuevo.
No hay novedades y como siempre los científicos se quejan de la falta de medios, da igual que sean franceses, monegascos o italianos.
De todas formas, sí que me entero de cosillas.
Primero, recordar que las medusas (la pelagia noctiluca es la más abundante, pero hay muchas más) no son fragmentos de gelatina inerte: son peligrosas, atacan, comen mucho y compiten con los atunes a la hora de hacerse con huevas y alevines de otras especies.
Por ejemplo: una bandada de medusas infestó en noviembre pasado toda una zona del mar de Irlanda donde atacó una enorme piscifactoría de salmones. Resultado: cien mil peces muertos, aunque yo entiendo que eran todavía pequeños.
Libération entrevista al oceanógrafo o biólogo marino Ferdinando Boero: «Las medusas existen en todo momento y en todas las partes del mundo. El año pasado en España picaron a 60.000 bañistas», afirma, aunque me parecen muchos. Pero no es picaresca italiana para desviar turistas hacia Italia, pues allá están peor y los ataques masivos de medusas se denunciaron décadas antes que en España.
Este año ya han llegado a la Costa Azul (Cannes, Antibes, Mónaco). En Mónaco han acotado pequeñas superficies con redes, pero el sistema es muy costoso y sólo alcanza el tamaño de varias piscinas olímpicas.
Causas: lo de siempre, sobreexplotación de pesca, extinción masiva de las tortugas y un calentamiento anómalo de las aguas. «Los mismos vientos del Sur que funden los glaciares de los Alpes son los que nos transportan las medusas», pero esto es una hipótesis.
Tampoco es cierto que los atunes coman medusas. Más bien es que las medusas se comen el plancton, las huevas y los alevines que debieran necesitar los atunes.
Tanto Libération como Le Figaro dan a entender que conocen bien el problema de la pesca ilegal con el uso de avionetas desde Argelia hasta Ibiza y Formentera.
¿Se comen?, pregunta alguien. Nuestro Diario lo publicó: los chinos las usan para ensaladas. Un francés que las ha probado dice que son bazofia, pero quien tenga dudas las puede probar en un restaurante parisino de la calle Belleville. Otro: si son inútiles para el hombre, triunfarán. Me he leído hasta los comentarios. A menudo es lo mejor y más divertido, aunque el tema es serio y de él pueden depender millones de euros en pérdidas.

A Mariano Digital


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