Advierto que ya no puedo hablar más, ni bien ni mal del ayuntamiento de Ibiza. Una alcaldesa que lo primero que hizo fue subirse el sueldo y después ha sabido pasar tan desapercibida, no merece las críticas de la prensa.
Pero como elector tomo nota.
Ya no puedo imaginar ninguna tribulación, ningún desastre que este equipo municipal nacional-socialista no acepte con los brazos abiertos.
Les encanta poder gestionar nuevos problemas, aunque no saben solucionar los de siempre.
Nadie quiere el tanatorio con sus hornos crematorios en su municipio, porque saben que los listos de Vila se la tragarán doblada.
¿Por qué aceptan nuevos retos, más gastos, nuevos problemas, más densidad de tráfico y de población? Porque piensan que gestionando problemas tocarán más presupuesto. Para pedir informes. O no sé, no me explico como pueden ser tan torpes y tan inútiles.
Pero si esto no contamina, dice una concejala. ¿Qué va a decir ella? Si no contamina ¿por qué no lo aceptan en San Antonio Abad? ¿Aceptaría la concejala ponerlo al lado de su casa o piensa que ya que estamos en las chimeneas de Gesa –un chorro continuado de contaminación- podemos camuflar los humos inodoros , indoloros e insípidos de nuestros muertos?
Hay algo de bueno en esta mala idea: ya que estamos al lado de las discotecas, un poco de lloro, luto y tristeza equilibrará nuestro humor.
De verdad, que Vila es un desastre infumable, con o sin crematorio.
Todo lo que signifique añadir caravanas, ataúdes (¿no hay bastantes ataúdes? ¿no bastan los dos cementerios?), aglomeraciones y gastos, es una barbaridad.
Y si es una barbaridad, por la ley de Murphy, el equipo de la alcaldesa (a la que felicito por la rapidez en subirse el sueldo, eso es de una eficacia brillante) se cargará el muerto.
Siempre me repito, pero es que ellos también.
Todavía deben quedar algunos sitios en San Antonio, San Rafael o Santa Gertrudis donde pueda construirse un amplísimo y fresco hospital, un tanatorio con sus instalaciones crematorias y otras instalaciones de toda la isla.
Pero es que ni se intenta. Y es normal, la mitad del tiempo pidiendo informes y la otra mitad pidiendo asesoramiento para que alguien los interprete para al final no hacer ni caso.
¿De manera que esto es el progreso, el funcionamiento socialista, la modernidad y el talante? Permitidme que os mande un informe: ¡Fatal!
