sábado, agosto 30, 2008

Cremación entre los antiguos fenicios ibicencos



Siempre me ha extrañado que en Ibiza no existieran los servicios mortuorios de la cremación. Otra de las incongruencias de la isla, donde se suele ir brutalmente y de forma grosera al negocio sin mayores miramientos.
Naturalmente, respeto a cada cual en sus planes empresariales, pero remarco, me extrañaba mucho, cuando parece que le cremación es bastante más ecológica, más económica y más expeditiva. Hablando por mí, las veces que he tenido que enfrentarme al trago de una despedida, he preferido abreviar, aunque la procesión después vaya por dentro.
En general ya se acepta en todo el mundo la cremación, excepto el islamismo, que como siempre va a la suya.
Cuando salió el anuncio del ayuntamiento me quedé cavilando y aunque mi biblioteca (mermada en mil batallas) ya no viaja conmigo, recuerdo perfectamente que los antiguos fenicios (no los de hoy, que aquí seguimos tan ufanos) de la isla ya usaron este método.
Los antiguos feno-cartagineses de Ibosim emplearon la cremación en algunos períodos de su historia y en cualquier caso la alternaron con la inhumación.
Se sabe que se ha empleado en el Levante desde el Neolítico, pero justamente la influencia judaica oriental la reprimió. Pero está extendida a lo largo de la historia y no digamos ya cuando hablemos del molk, o el infame rito de inmolación de los niños primogénitos en los rituales sacrificios humanos colectivos.
En otros momentos, extraordinaria intuición, la cremación colectiva de los cadáveres afectados por las plagas y la peste, debió ayudar a salvar muchas vidas.
En otras épocas, la inhumación toma el relevo y deja en muy mala consideración la destrucción por el fuego. No sólo cuando se empleaba contra las brujas y los herejes, donde se quema a un ser vivo (y de eso en Cataluña sabían un rato largo, no así en Ibiza), sino incluso en tiempos recientes cuando austríaco loco empleó el fuego para volatilizar a millones de judíos.
La cremación como fenómeno moderno es reciente, a partir de 1870 (cito de memoria) cuando un médico austríaco (coño, como Adolf Hitler) la recomienda y presenta planos muy concretos. Enseguida se suman importantes médicos en Francia y en Gran Bretaña.
Desde ahí, el auge de la cremación no ha cesado de aumentar. Todo son ventajas y si se hace bien es ecológica y mucho más barato. Claro que si se mete el Ayuntamiento de Ibiza, aquí puede arder Troya de nuevo, con perdón.


A MD