sábado, septiembre 01, 2007

También los delfines


Hay tema para rato. Si queremos hablar de los problemas del mar y en el mar tendremos un invierno muy calentito en las páginas del Diario.

No es que Ibiza, a diferencia de Barcelona o de Valencia, viva de espaldas al mar, pero lo hemos dejado a su aire, hemos tratado al mar como un gran sumidero capaz de reciclarlo todo y eso es mortal de necesidad.

El mar no tiene prisa, es una gran depuradora, pero los seres que vivimos de él no tenemos tiempo para adaptarnos ni para digerir los venenos que se van vertiendo. Esa es la cruda realidad.

El planeta no tiene prisa. Podemos masacrarlo con bombas atómicas y contaminación. La Tierra se recuperará: quien no superará la prueba y acabará exterminado es el ser humano, algo que le encantaría al planeta recuerdo que estas palabras las dijo el autor de la teoría Gaia.

Ahora veo con espanto las agresiones que directamente se cometen contra los delfines. Yo hace años que comparto la teoría (algo más que una teoría) de que muchas raciones de pescado de rodaja que se sirven en algunos restaurantes mediterráneos son de delfín, que sustituyen al emperador.

En Portugal se pesca un centenar de delfines diariamente, sólo para sacarles los dientes y los ojos, que dan buena suerte (no a los pobres delfines). Se venden los dientes como amuleto o talismán, y la carne se corta como cebo para pescar tiburones, con lo cual multiplicamos la animalada por dos. Y eso en el civilizado Portugal, pero no son mucho más templados algunos pescadores italianos, marroquíes, españoles o griegos.

No paran aquí las desgracias: En Valencia y en Almería están muy alarmados porque llegan a docenas los cadáveres de delfines, afectados por algún tipo de virus parecido al gripal.

Los que se han analizado muestran una baja resistencia en su sistema inmunológico y ello suele estar causado por la contaminación.

Esta epidemia en el Mediterráneo occidental ha recordado a los investigadores la masiva infección de calderones el año pasado. O la muerte de miles de delfines listados a principios de 1990 que afectó entonces desde Gibraltar hasta Turquía. Las pérdidas de las colonias de estos mamíferos fueron cuantiosas.

Los ecologistas ibicencos, a su vez siguen alertando de la brutal cacería contra el atún rojo (bluefin) en aguas de Formentera.

Debiéramos tomar nota. No perdamos el mar de vista. Sigamos con el tema y el Consell Insular de Ibiza debería hacerse un lugar político en este importantísimo espacio mediterráneo. Hoy no pintamos nada. Debemos pintar. Esto sí que es un tema importante. Nosotros somos importantes, pero no queremos asumirlo.


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