sábado, junio 23, 2007

Una plaga entre la juventud británica

Recuerdo haber escrito sobre este tema en algunas ocasiones: los adolescentes británicos, a todos los efectos casi unos niños, están sufriendo una plaga sanitaria. No es un problema de sexo, es un problema de salud.Todos los informes son alarmantes, y en Ibiza no es necesario hablar con muchos camareros y personal en contacto con las turistas británicas para descubrir la confirmación.La juventud británica no supera esta situación de crisis, que viene arrastrando desde hace lustros: hay un exceso de embarazos prematuros o juveniles; hay mucha incidencia de las enfermedades de transmisión sexual (ETS), sobre todo la gonorrea o blenorragia, la clamidia, menos la sífilis y el HIV del sida.Acabo de leer el resumen publicado en el Daily Mail (doy el enlace en mi blog) y lo único que sorprende es que sea tan parecido al anterior.Un sistema sanitario envidiable aun con sus defectos, un nivel de vida alto, información por un tubo y educación obligatoria para todos los niños de todas las razas. A pesar de todo, la juventud británica sigue embarrancada.Los embarazos no deseados a edad muy temprana suelen conducir a un abandono de los estudios, divorcios, consumo abusivo de alcohol y drogas. Hoy, la juventud británica es la tercera del mundo en consumo de cannabis.A la larga, lo que empezó como una aventura vital emocionante acaba o suele acabar en un psiquiátrico o en un abandono total de cualquier proyecto de futuro.No es culpable el alcohol, dice el estudio. El alcohol y las drogas desinhiben y sólo añaden gasolina al fuego, facilitan las conductas de riesgo y sigue la espiral de enfermedades.El Independent Advisory Group of Sexual Health and HIV solicita que el Estado se enfrente con rigor, constancia y seriedad a esta plaga que está azotando desde hace tiempo a la juventud inglesa.Piden educación abierta y exigente. Que no se fomenten en los juguetes juveniles las sugerencias subliminales de tipo sexual y que, dentro de lo posible, no se alaben las conductas de las modelos y las actrices que superficializan la responsabilidad de la vida. También -y eso parece un chiste- que se replanteen los horarios restrictivos de condones en la televisión. Por ejemplo, no se puede mostrar la goma sin el envoltorio. Quieren que se desmitifique el uso del condón que, en cualquier caso sería una barrera muy eficaz contra el sida, la gonorrea y otras enfermedades que se contraen por contacto de fluidos directamente.No les arriendo la ganancia. Será un trabajo difícil si se comportan como en Ibiza.


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