sábado, abril 21, 2007

Turismo noctámbulo

'Skin for everybody' de Nicola Lanzenberg es una obra en lona de los años 70. Han pasado los tiempos del arte diurno en las salinas. Ahora Ibiza vive de noche. Esta obra se publica en 'Los limites del Paraíso' de próxima aparición.


El turismo de Ibiza y Formentera es un turismo noctámbulo y nocherniego. Que nadie busque a nadie durante el día. No hay nadie. Sólo funcionarios.
Y dado que los museos no son privados, sino públicos, son dirigidos y atendidos por funcionarios.
Los funcionarios funcionan de día en un horario unificado en toda España, pero de día apenas entra nadie en la ciudad, y mucho menos en los museos.
Así ocurre que hay museos totalmente vacíos.
Vacíos por varios motivos, el principal es que la gente no entra porque a esas horas los nativos están trabajando como negros y los negros están vendiéndoles fruta (u otra cosa) a los sajones en la playa. Pero otros museos están vacíos porque están cerrados.
En Ibiza puede darse el caso de que un museo de los más importantes del mundo en su especialidad cartaginesa lleve casi (o sin casi) diez años cerrado. Y nadie se da cuenta. Y como la prensa lo publique hay por ahí gente que se mosquea.
Pero bueno... no molestes... estamos en obras. Funcionamos a nuestra manera.
Tiene razón Florencio Arnán y yo creo haberlo escrito alguna vez. Los horarios del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) no ayudan a que la gente lo visite. Los nativos no pueden y no quieren; los turistas no están ahí a estas horas.
Por la noche todo cambia: una avalancha de turistas baja a mironear, a cenar y a caminar. Los que no se van a someter a una sesión de tortura acústica tienen ganas de moverse, de comprar y de ver. Esta es una buena hora para el museo, que además podría ofrecer actividades acorde, como tríos de cuerda, música de cámara, sesiones de video o de cine, charlas o qué sé yo.
Sobre los museos ya es casi imposible hablar, porque también éste está a punto de cerrar, si es cierto que entra en una fase de obras (¿otros diez años?). Pero quizás sería el momento de recordar que los museos le salen muy caros al contribuyente. Llevan muchos gastos. Hay que rentabilizarlos, agilizarlos y para ello nada peor que esta esclerosis burocrática, que nace probablemente del hecho de que un director de museo parece sentirse el dueño del cargo para toda la vida. Gran error.
Cambiar de director, de gerente o de comisarios no es mala idea. El Museo tiene una parte de gestión técnica, pero también otra parte muy creativa que tomaría relevancia dando entrada de vez en cuando a gente nueva.
Aunque, tómense estas digresiones como una simples notas que no servirán absolutamente para nada. Ahí quedan, y enhorabuena a Florencio Arnán por su medalla de plata del Consell Insular.

Publicado en Diariode Ibiza, 21 de abril, 2007

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