sábado, abril 14, 2007

Ibiza ya era Europa




Leo con cierto interés y mucho desapego estos informes y reportajes sobre los cincuenta años de existencia de Europa como organización común.
No soy euroescéptico a la manera británica, que no es que sean escépticos, es que están abiertamente en contra (no todos, claro), pero yo no pongo mis ilusiones en esta Europa, que no es otra cosa que un gran mercado.
Eso ya es mucho. Así empezó, con un tratado sobre el acero y el carbón y así ha seguido, para culminar en una gran estructura de poder sobre la economía, la banca, las relaciones de producción, los derechos y deberes laborales en los distintos pases, la reciprocidad en algunos casos (no en todos), etc.
Esto está muy bien. Pero a mí no me impresiona. No me aporta ninguna ilusión fuera de lo ordinario. Es más, me da casi igual.
Y recordemos lo que ha cambiado España, donde un extranjero no podía comprarse un terreno si no disponía de un español prestanombres, se necesitaba un permiso militar para construir en las costas, la esposa no podía tener pasaporte aparte sin permismo del marido, el matrimonio era indisoluble, se penalizaba el adulterio, etc. Era otro mundo. Los que hemos nacido a partir de 1950 hemos catado la medicina de distintos regímenes, y los jovencitos exaltados (sobre todo los nacionalistas españolistas, vasquistas o catalanistas) harían muy bien en escucharnos de vez en cuando.
Desde que tengo uso de razón o memoria, Ibiza ya era Europa. Podemos recuperar aquellas roles o listas interminables de barcos franceses, ingleses, daneses, que venían a Ibiza cargados de bienes y se iban de la isla cargados de sal de nuestras salinas pitiusas.
Pero es que a partir de 1953, cuando España ya se abre un poco, y en 1959 cuando el régimen es reconocido por Estados Unidos, Ibiza se convirtió en una especie de ONU. Lo he explicado cientos de veces en varios de mis libros, si no en todos.
Lo diré de otra manera: Ibiza vivía en un régimen autárquico con el sistema de trueque hasta al menos los comienzos de los Sesenta. Pero a partir de ahí, el sistema económico da un cambio radical.
Entonces, desde 1960 ¿de dónde proceden nuestros ingresos básicos? Del turismo. Esto se vio enseguida, aunque con temor, siempre el temor esterilizante del ibicenco. Y el turismo de Ibiza ¿de dónde viene o venía ya entonces? Pues... de Europa.
Hay estadísticas muy precisas. El último medio siglo de crecimiento (y el reverso, de destrucción) se ha construido con dinero procedente de los ingleses. De los franceses. De los alemanes. Y en muchísimo menor nivel, de Italia, Dinamarca, Suecia, la propia España peninsular, Austria, Bélgica, etc.
Esto marca carácter.
Por ello, cuando España ingresó en la Comunidad Europea en 1985, Ibiza ya era Europa desde hacía lustros.

Publicado en Diario de Ibiza, (Opinión), 14 de abril 2007

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