domingo, octubre 14, 2007

Las mismas burradas hoy que en 1982

Si es que no falla: si aplicas el mismo método, aunque cambien las magnitudes no cambia el concepto de fondo.

En 1982 había en Ibiza mucha menos gente, pero como hemos ido dejando hacer -laissez faire, laissez passer dirían los liberales, pero hace cientos de años de esto- y hemos ido aplicando el método pepé, ahora nos encontramos con burradas muy descomunales, pero conceptualmente son las mismas que en 1982.

Un empresario ibicenco no puede competir con un empresario de Alicante, Cuenca o Lérida, por poner un ejemplo. Esto ya lo decía en 1982 y como por hache o por be no hemos sabido resolver el precio de los transportes, ahora sigue siendo igual pero mucho peor, porque la competencia aportada por Europa es abrumadora.

Leo la entrevista con el consejero insular de Programación Económica Corporativa, Tomás Méndez. En primer lugar felicitarle, y en segundo cámbiate enseguida esta bobada de programación económica corporativa. ¿De dónde habéis sacado esto, de algún pueril manual del partido comunista? Nunca cesaréis de asombrarme.

Más o menos expresa el consejero canario, profesor de turismo, lo que todos venimos pidiendo desde 1970 en adelante. Pero no ha habido manera de conseguir que se valorara más el paisaje que el ladrillo, y ahora Ibiza sigue con magnitudes mucho más grandiosas, pero conceptualmente con el mismo diseño de los problemas.

Cualquier cosa que se toque, a donde quiera que se mira: Un desastre. Ya se han dado cuenta los turistas diurnos, sobrios o poco drogados y van eligiendo otros sitios.

¿Conseguirá Tomás en cuatro años remodelar una mentalidad empresarial, urbanística, tan arraigada? Por supuesto que no.

Aunque más valdría cuantificar los beneficios del paisaje, o sea de las zonas verdes o entender que no se pueden urbanizar en la Europa de hoy con densidades que superar a El Cairo, México DF o Calcuta.

Todo esto se sabe, pero no se ha hecho nada, nada que cambie sustancialmente un modelo de funcionamiento condenado al fracaso, pero que se mantiene porque permite márgenes fabulosos a la especulación y al caciquismo.



Regreso al blog principal