Por lo que leo, Xico Tarrés sigue imbuido del mismo espíritu de la comedia que se apropió de su antecesora progresista Pilar Costa.
Uno lee la prensa por encima, sabiendo que «si lo contara todo se armaría cada mañana la de Dios es Cristo». Esta misma y desafortunada expresión ha empleado Tarrés al referirse a los presuntos secretos que se ha encontrado en los despachos antes ocupados por el Partido Popular.
Uno queda atónito.
¿Dónde se cree que está el profesor Tarrés, o con quién cree que está tratando? Y finalmente ¿de verdad nos toma a los ibicencos por gilipollas después de las que hemos pasado, unos más que otros?
Dales una poltrona y comienzan a funcionar de forma rara. Ya habrá reparado por su cuenta -porque tonto no es- que existe un tipo de información delicada que es mejor preservar en principio; otro tipo es imprescindible darla a conocer por higiene; y hay un tercer tipo que, si hace referencia a temas puramente delictivos, se hace imprescindible mostrar.
No puede ser nada malo que en cada cambio de gobierno se purguen algunas responsabilidades. Por algo se ha cambiado. No puede ser que en la vida privada y en la vida civil, pagues el pato si te pillan, debas dar cuenta de tus actos y que en el mundo de la política se establezca un limbo de inmunidad e impunidad.
De manera que, Tarrés presidente, que se líe la que se líe, pero es mejor estar callado y actuar con discreción pero con eficacia. Este do ut des, hoy por ti mañana por mí no hace sino establecer un mapa mafioso que a la larga lleva al hartazgo más justificable a la paciente población.
Por otra parte tampoco se les puede exigir mucho. No dan más de sí, la herencia recibida es una aberración que es difícil re-estructurar u homologar para gestionarla con otro baremo: sólo las autovías ya suponen un problema mareante. Súmense las depuradoras, la sanidad, el urbanismo, la educación, el turismo... que nadie espere milagros.
Me ha gustado el parón del Govern a la ubicación de la depuradora en la cima de una montaña. Pues claro. Las cosas no caen hacia arriba y la isla de Ibiza -aunque mucha gente todavía no lo sabe- está diseñando una isla inhabitable, pero además imposible de mantener y de pagar.
Una consejería que tiene un papel preponderante es la de Urbanismo. Yo espero grandes cosas de Miquel Ramon, en cuanto técnico. Sólo deseo que no acabe aplastado por la impotencia y la incompetencia y que para disimular comience a hacer el papel de comediante comunista.
Es la conselleria más complicada. Habrá que ayudarle desde todas partes, y él deberá demostrar su eficacia y su sentido pragmático, que no habrá erosionado en sus cuarenta años de preparación en la oposición.
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Diario de Ibiza