sábado, julio 21, 2007

Una ley nueva, otra multa más para España


Los organismos de la Unión Europea nos tienen expedientados por todas partes. Se supone que las multas nos dejarán acribillados, pero todo esto parece darle exactamente igual al gobierno Zapatero, que hace aguas por todas partes.
Da igual, el dinero del Estado no es de nadie, como dijo Pixie-Dixie, la inefable ex ministra de Cultura. Pues bien, ya tenemos ahora una ley más que afecta a Ibiza y que dudo mucho que pueda cumplirse.
El Consejo Europeo, en el último Consejo de Ministros de Pesca, ha prohibido el uso de medios aéreos para el avistamiento de los bancos de atunes en el mar, según informa nuestro Diario. Este plan tendrá una duración de 15 años y viene por las exigencias y quejas formuladas desde distintos puntos y gremios afectados por esta brutal campaña o campañas de capturas del atún rojo (bluefin).
En realidad, el Consejo ha hecho suyo el conjunto de medidas aprobadas en noviembre de 2006 por la Comisión Internacional para la Conservación del atún rojo. Se ha fijado una talla mínima para los atunes capturados para el engorde en jaulas. Se han reducido las cuotas de capturas. Los pescadores de recreo sólo podrán cobrar un atún por pescador.
Dicen que se reforzarán los controles y se amplían los períodos de veda: para los palangraneros de más de 24 metros será del uno de junio al 31 de diciembre; para los arrastreros pelágicos, del 15 de noviembre al 15 de mayo. La talla mínima se incrementa de 10 a 30 kilos.
Mucho dicen querer controlar, desde la captura al engorde en las granjas en jaulas marinas. Se prohibirán los traspasos de atunes en el mar.
Si se consigue seguir los movimientos de las avionetas y de los barcos de acoso en alta mar se habrá resuelto un problema grave. Desde el año 2000 se emplean estas avionetas para detectar exactamente la ubicación de los bancos de pesca. Después, las jaulas de estas flotas van arrastrando por los fondos y destrozan todo lo que sale a su paso. Estas flotas, en general francesas, habían escogido Ibiza y Formentera como puntos estratégicos para sus fechorías.
¿Quién controlará? La policía española que se determine a tal efecto. O sea, nadie. Las fuerzas de seguridad ya están desbordadas con el narcotráfico y las pateras, sólo les faltaba ahora seguir la ruta de los atuneros.
Lo dicho al principio: la idea es muy buena, pero saldrá muy cara al contribuyente español. Cosidos a multas. Ojalá me equivoque.


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