sábado, julio 28, 2007

Crecer a costa de la propia piel


De economía cada vez entiendo menos, pero me llama la atención que según la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB), nuestro archipiélago crecerá en 2007 en torno al 3,4% lo cual está muy bien y más o menos en línea con la media nacional.
Ibiza ha subido una barbaridad, crecerá un tres por ciento.
Esto es inexplicable para quien se acuerde de los datos de hace tres o dos años.
Menorca tiene una previsión del 1,5% y eso me ayuda a explicarme el subidón de Ibiza.
¿Por qué crece tanto el PIB de Ibiza y Formentera? Por las obras públicas, por la economía intervenida, a la que se insufla y se inyecta actividad a la fuerza. Actividad perversa.
Cuando digo a la fuerza quiero decir que es a costa del propio futuro de la isla.
Ya ha quedado demostrado, aunque seguirá habiendo gente (algunos constructores, hoteleros y algunos más), que lo negará. La desmesurada y extenuante política de despliegue general para hacer obras públicas, pese a quien pese, cueste lo que cueste -dejándolas a deber a cargo de un contribuyente que en ningún momento ha sido consultado al respecto- ha sido simplemente a costa de cargarse todavía más algunas de las posibilidades turísticas de la propia isla.
Ha venido menos turismo y cada vez vendrá menos turismo, aunque repunte en algunos momentos. Y será mucho peor.
A los que venimos diciéndolo desde hace una veintena de años nos hace gracia que ahora salgan estos políticos diciendo que no saben por qué han perdido. Hombre, como se decía en tiempo, algo habrá hecho.
Aunque hubieran perdido por un sólo voto, uno solo, una isla de derechas de toda la vida ha mostrado su sentida queja.
La agresión ha sido brutal. Ibiza no crecía; al revés, decrecía. Y con estas obras se ha aumentado un punto y medio (si tomamos a Menorca de referencia) pero el crecimiento ha derrumbado la demanda turística.
Por muchas vueltas que le den. Otra paradoja, pero se explica fácil: vivimos del turismo, no de las grúas.
La amenaza de bomba, el hundimiento de un carguero, el reventón de las plantas depuradoras y de los emisarios (en ses Figueretes, cuando no es mierda es fuel, deben estar contentos los empresarios. Sólo les falta un puerto deportivo y ya están acabados) sólo son algunos de los sucesos terribles que pueden ocurrir. Nos callamos los sucesos fatídicos, humanos, accidentes de tráfico injustificables, un trasiego de drogas, puñaladas, peleas que no se pueden describir, piernas sajadas, turistas voladores...
Todo esto resume nuestros graves problemas. Instalaciones sobre-utilizadas y un tipo de turismo bestial, residual, gamberro, polarizado en las discos... Y una isla que quiere crecer a lo loco. Esto no tiene pies ni cabeza.


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