Los tiempos modernos contra el flaón
Muy malos tiempos para el flaó y la greixonera. Nos lo quieren prohibir, al menos vetarle la fácil circulación área. Eso sí que no, se dijo, y tuvieron que corregir el mandado a toda prisa.
Nuestro flaó es sagrado. Las recetas se transmitían de abuela a hija y con esta delicia doméstica no se admiten bromas. Una ibicenca no puede visitar a un familiar en la Península sin presentarse con un flaó casero.
Y en el aeropuerto de Ibiza casi se lió por meterse con el flaó. Apenas duró un día la prohibición que, por cierto y a efectos prácticos, no hubiera servido para nada.
En Londres y en París han sido despedidos decenas de empleados de origen musulmán que tenían acceso a zonas sensibles de los aeropuertos. No se penaliza la raza ni la religión, sino la firme sospecha fomentada por los mismos terroristas. He aquí que en Gran Bretaña y en Francia no van con tantos cuentos como en España. Con las cosas de la seguridad no se puede hacer el zapatero políticamente correcto.
Evidentemente, la Policía en Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania y Francia hace algo más que informar sobre los oscuros orígenes de algún mozo de pista. Uno no quiere saberlo, pero investigan hasta las cuentas corrientes, las llamadas telefónicas y otras muchas variables.
Yo he estado siempre contra el terrorismo de cualquier tipo, y entre otras razones porque nos hace la vida más difícil. El terrorismo afecta hasta la exportación de flaones de Ibiza, pues el Estado siempre usa cualquier coartada para usurpar áreas de poder que caen dentro de la libertad individual. Ya lo saben bien en los EEUU, después del 11-S. Ya lo sabemos bien en España, con la excusa de la ETA y del Grapo.
Estas medidas de la bolsita transparente en realidad no servirán para nada. Los terroristas van muy por delante, como es su obligación.
Los malpensados dicen que es una medida para beneficiar a las tiendas del aeropuerto (se puede comprar, una vez pasado el arco de seguridad). No lo sé. Pero cuando vi la escena fotografiada de una ibicenca desesperada porque tenía que separarse del flaó, me acordé de aquellas prohibiciones históricas. Por ejemplo, la de llevar armas de fuego. O la de fumar tabac pota.
Con las armas, los mismos tiempos y una depurada e higiénica política del general gallego -que de todas formas permitía a los suyos el lucirlas, pero al menos tenía un censo- acabó con la circulación de fluixes i cutxorrillos (pistolas). Pero la prohibición del tabaco levantó tales quejas, que el rey se vio obligado a anular la prohibición.
¿Nuestros flaones, nuestra greixonera? Son sagrados. Lo más seguro es no tocarlos.
Publicado en Diario de Ibiza, 6 de diciembre de 2006 /ENLACE/
Más documentos. Una de tantas recetas del 'flaó' (en ibicenco) o flaón, es la siguiente:
FLAON
Para la masa:
225 g. de harina
El zumo de una naranja
Rayadura de limón
Unos granos de anís
1 cucharadita pequeña de levadura en polvo
Unos granos de sal
1 huevo
25 g. de manteca de cerdo
El aceite de oliva que coja ( unos 25 g.)
Se prepara la masa con todos los ingredientes juntos y una vez bien amasada, ( que quede consistente pero que se pueda extender bien) se deja en reposo mientras se prepara la cubierta.
Para la cubierta:
450 g. de queso fresco
325 g. de azúcar
4 huevos. Necesita más o menos huevos dependiendo del queso, no tiene que quedar claro.
20 hojitas de hierbabuena.
En un recipiente se raya el queso con un rayador, se le añade el azúcar y las hojas de hierbabuena cortaditas, seguidamente los huevos, de uno en uno y con la batidora o con un tenedor se va mezclando todo y vigilando que quede cremoso pero no excesivamente claro.
A continuación, en un molde de bordes bajos y a ser posible dentado, se ponen unas gotas de aceite y se unta ligeramente todo el molde, luego se extiende la masa, incluidos los laterales.
Es importante que, antes de poner la cubierta, con un tenedor se pinche la pasta en varios sitios para evitar que haga burbujas.
Ahora es el momento de poner la mezcla, que será la cubierta, sobre la masa e introducir el molde en el horno ya caliente. Se ha de cocer a fuego moderado unos 40 minutos (Hay que ir vigilándolo).
Hay que dejar que se enfríe para sacarlo del molde, se rompe con mucha facilidad si está caliente.
Ya fuera del molde se le echa un poco de azúcar normal por encima