Como en Ibiza hemos tenido algunas productoras porno importantes en todo el planeta (hasta que descubrieron que producir en Ibiza tiene un sobrecoste prohibitivo) puedo decir que voy a tocar un tema local en mi articulito de hoy.
Casi todo el mundo se cree autorizado a opinar sobre el tema: pornografía en Internet. Bueno. El caso del ex primer ministro polaco Kaczynski tiene muchos adeptos. Cuando le preguntaron por la posibilidad de votar en Internet soltó más o menos lo siguiente:
“No. De ningún modo, porque la gente es fácilmente manipulable. Está lleno de jovenzuelos que se pierden en páginas de pornografía mientras se levantan una cerveza.”
Pues yo le entiendo, aunque miles de internautas se defendieron furiosos en la misma red. Está lleno de mozalbetes absolutamente faltos de cultura y de criterio. No han pagado nada en su vida. No quieren pagar por nada. Lo quieren todo gratis, Por algún motivo especial (la falta de educación personal, cívica y escolar) creen que la revolución se hace luchando contra quien crea algo, no contra quien te roba. Y así nos va a todos.
Pero ¿Internet es sólo un reducto para el porno? No, en absoluto. Para el porno va estupendamente, pero muchísima gente no busca páginas guarras, sino satisfacer el principio de placer, engañarse creyendo que aprenden algo y que dominan la situación. En suma, buscan desesperadamente algo de lo que carecen: afecto y criterio.
Yo mismo he hecho la prueba: en Mariano Digital suelo poner hermosas doncellas. Tiene mucho éxito. Pero como soy tozudo y me acusaron de obtener mi (relativo) éxito a la presencia de estas prendas, abrí seis o siete blogs con otros nombres. Y fuertes dosis de erotismo, sexo y famosos: no ha funcionado ni uno.
¿Por qué? Porque en Mariano Digital firmo con mi nombre y eso en Internet es básico. Y porque opino. Doy y fabrico criterio. Naturalmente, que esté en lo cierto o que esté equivocado es algo secundario. La gente busca criterio, aunque sea para poder discrepar. Esta es mi opinión al día de hoy.
