miércoles, febrero 27, 2008

Siempre los higos de Ibiza


En mi libro (ya inencontrable) `Diccionario de Secretos de Ibiza´ doy las claves, y recuerden que lo escribí en 1980-81. Se trata de la benéfica influencia de Cayetano Soler en nuestros frutales. Eso ocurre mucho después de las referencias de Valencia y de Canarias. Seguiremos.
Así terminaba mi anterior artículo.
No cabe duda de que la higuera es un árbol muy agradecido. Le debemos mucho los ibicencos y nuestros cerdos y... nuestros pájaros y gallinas.
Dicen que hay veinte variedades inventariadas. Me lo creo, aunque me parecen muchas.
Cuando el Archiduque vino a la isla ya se dio cuenta. También Josep Pla, quien tuvo la suerte de ver la higuera más grande del mundo: un árbol gigantesco que sale citado en varios libros y que vivía con cierta libertad en el islote de s´Espalmador. No lo he visto nunca, claro, y es probable que muriera a finales de los años cincuenta. No me extrañaría que hubiera sido plantada a finales del XVIII por Cayetano Soler.
Pero sí que he visto la gran higuera de Formentera. Desde 1982 he ido publicando fotos y me interesaba por su salud en mis Anuarios. Estaba muy enferma, sin oxígeno, sin tronco. Al final murió y la isla perdió una de sus señas más fotografiadas.
Pero esto ha ocurrido siempre: los frutales mueren. Necesitan muchos cuidados, podas, limpieza. Eso es importante, porque Ibiza ha estado durante mucho tiempo a lo largo de su historia sin brazos para cultivar ni cuidar los campos. Apenas había frutales.
Esta higuera que se pretende ibicenca seguramente sea hija de alguna higuera de Valencia o de Mallorca (donde existe en abundancia) y fue plantada en Ibiza gracias al espíritu ilustrado de Miguel Cayetano Soler, un mallorquín que quería mucho a Ibiza (y llegó a ministro). Sabía la miseria que acuciaba a los isleños y él vivía obsesionado por levantar la agricultura y los cultivos de secano. Incluso pretendió llenar Ibiza de moreras para alimentar a los gusanos de seda.
Algún licenciado (ya es la tercera vez que lo digo) en Historia se enamorará de estos temas y algún día nos explicará la historia de nuestras frutas, plantas y verduras. Ya verán qué maravilla y cuántas sorpresas encierra.
No fue sólo Cayetano Soler, también algunos obispos como Azara y otros, ayudaron mucho a progresar. Ibiza le debe mucho a Mallorca, Valencia y a Aragón.
Bordissot o Burjassot o Bergazote, casi da igual. Nuestros frutales han sido en su mayor parte plantados desde el XVIII hasta los años 50. Y la higuera bordissot ya existía mucho antes, como he ido explicando.


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