Mirando estos estudios que van saliendo –muchos están reflejados en Internet- me entero de que Ibiza es una de las zonas de España con mayor densidad y saturación acústica. Vengo hablando de ello durante toda la semana.
Sentado esto, debo corregir mis datos, porque descubro que la ciudad de Valencia “es la que arroja los peores resultados en contaminación acústica” en toda España (El País). Quizás más que en Ibiza.
No me extraña. He pasado casi seis años en Valencia, al menos en episódicas temporadas, muy recomendables para quien quiera doctorarse en ruidos y contaminación acústica, como es el mes de marzo, por San José. Lo que no aprendas sobre ruido durante las Fallas, las mascletás, los castillos de fuegos artificiales, etc. ya no lo aprenderás en otro sitio.
Pero no es el ruido concreto y efímero de las atronaciones del mes de marzo y durante las bodas, que suelen celebrarse los domingos.
El ruido de Valencia, como el de muchas zonas de Ibiza, es un ruido continuado, persistente y de fondo. Un ruido estructural que sólo se solucionará mediante una decidida actuación política.
Pero Ibiza gana a Valencia en los otros ruidos, los submarinos.
¿Alguien ha pensado en ello? Supongo que no. Si no reparamos en la contaminación acústica que nos amarga la vida en tierra, que nos hace enfermar de los nervios y del estómago… ¿cómo vamos a informarnos de los ruidos que hay en las aguas profundas de nuestro mar Mediterráneo?
Pues sí, lo hay. Y no es para tomarlo a broma.
Espero que muy pronto esta investigación sobre los cetáceos nos aporte nuevas informaciones sobre los efectos del ruido en las ballenas. Me refiero en el Canal de Ibiza, porque en general ya se conocen los daños de la contaminación en estos mamíferos marinos.
Incluso el Diario de Ibiza le dedicó un apartado: “Balears tiene uno de los fondos marinos más contaminados acústicamente”. No tengo la fecha anotada, pero mirando la misma información en Diario de Mallorca y