sábado, febrero 09, 2008

Hay que defender nuestros fondos


El mar Mediterráneo en general está muy herido. Las mediciones de varios equipos distintos nos ofrecen conclusiones poco halagüeñas. Ya no se trata del catastrofismo literario del neurótico expectante.
Se harán muchos chistes contra algunos ecologistas, y probablemente lo merecen. Yo también hago. Pero es cierto que el Planeta en su conjunto tiene problemas para digerir convenientemente todas las agresiones.
Si cada cual cuidara un poco su entorno el resultado final sería positivo y rentable.
En Baleares descubro, mediante la denuncia de Océana, que las montañas submarinas y el promontorio de las islas apenas ha regulado protección alguna de nuestros mares. Y hablo del archipiélago balear, que es un adelantado en ecología -aunque ha llegado tarde- y dispone de bastantes medios.
En concreto Océana explica que no llegamos al uno por ciento de protección. Sólo el 0,7 por ciento de la superficie marina del promontorio del archipiélago está protegido, y acabo de citar textualmente un titular del Diario de Ibiza.
No hablemos de las agresiones de tipo químico; no hablemos de los vertidos industriales accidentales que acaban por llegar al mar: ni hablemos de las decenas de accidentes graves de petroleros en aguas del Mediterráneo; tampoco hablemos de la práctica delictiva de limpiar las sentinas en pleno mar abierto y cerca de las islas Baleares.
No hablemos del peligro que supone una abrasiva invasión de especies exóticas (ya lo hice en el artículo anterior).
Organizaciones como Océana, Greenpeace y otras han denunciado repetidamente la continuada explotación de los fondos empleando las redes de arrastre, que destrozan todo lo que encuentran a su paso, sin discriminar.
Tampoco nos alarguemos hablando de lo que tantas veces ya ha tratado la prensa y yo mismo: exterminio voluntario o involuntario de delfines, tiburones, tortugas, pez espada, atunes, caballas, etc.
Claro que existe una voluntad inicial de parar a estos delincuentes, que eso es lo que son. Estas prácticas son una locura, pan para hoy (y ya ni tan siquiera) y hambre para mañana.
Desde la Unión Europea, el Gobierno de España (si aún existe, lo que ya no existe es un presupuesto decente) y desde las comunidades de Valencia, Cataluña, Murcia, Andalucía y la nuestra propia, y sin olvidar a Marruecos, Túnez y Argelia (países que pueden aportar mucha ayuda, si quieren) se debe coordinar una defensa integral, de verdad, que funcione, de nuestras aguas y de nuestros fondos.


A >> Mariano Digital>>