sábado, marzo 03, 2007

Pota


Pota: Tabaco cultivado en la isla. Se dice que ya no se fuma esta nicotina rústica, pero no se fíe: Dios le libre de una sesión de auténtica ambrosía payesa.
Olor áspero y agrio, de inconfundible intensidad, que por la fuerza coloca.
El Archiduque Luís Salvador dice que en Ibiza se llegaban a recolectar unos quinientos quintales, o sea unos 20.000 kilos.
El tabac pota (Nicotiana tabacus) ha sido quizá el peor relaciones públicas de Ibiza y Formentera. Cuantos viajeros llegaron para estudiarnos, quedaron anonadados por el kao de su penetrante perfume, `que fa gitar sa freixura´ (hace vomitar el hígado).
Su consumo y siembra llegó a prohibirse en 1862 y fue perseguido como fraude a la Hacienda pública.
Pero los pétreos y seculares ibicencos no soportaron el síndrome de abstinencia, no quisieron renunciar a su dosis, y no cupo más remedio que volver autorizar el cultivo, aunque sin permiso de exportación.
Estas líneas las escribí durante el invierno de 1980 para mi `Diccionario de Secretos de Ibiza´, pero 27 años después siguen siendo totalmente válidas.
Y ahora me pregunto otra vez lo mismo que me pregunté con respecto a los pimientos, tomates y a la patata: ¿Quién introdujo estas solanáceas? ¿Cuándo? Sigo animando a los historiadores que visitan archivos a que pongan la antena en estado de alerta.
Porque lo curioso es que todas estas plantas que he ido comentando en diversos artículos pertenecen a la extraña familia de las solanáceas (ya hablaré de ellas, porque algunas de las cuales crecen en Ibiza de modo natural y son muy peligrosas).
Vuelvo a recordar que vienen de América y que se introducen en España a partir del siglo XVI. No me extrañaría que se hubiera asentado en Ibiza antes que los tomates, por ejemplo. Casi seguro. Primero el vicio, después el servicio.
Aquí quiero poner sobre la mesa otra cuestión: Pero bueno.... ¿es que antes de que los comerciantes españoles no lo importaran de América, los ibicencos no fumaban? Pues miren... oficialmente, no. Es más, cuando se introduce el tabaco lo ponen en la lista negra como un fruto del diablo que hay que condenar. Eso de sacar humo por la boca y la nariz sólo podía ser cosa del Diablo.
Pues bien, denme un poco de margen, porque disfrutaremos más: Sí, en Ibiza se fumaba. En ausencia de tabaco (cuando la guerra civil, por ejemplo) hubo quien fumó hojarasca de pino, hoja de patata (venenosa, y todavía más la flor de la patata) y a saber cuántas cosas más... Pero y la secta de Hassan que se hinchaba de fumar hashis (de ahí viene la palabra `asesino´, porque los sectarios de Hassan, los hassassinos, bajo los efectos de la embriaguez por cannabis se dedicaban a hacer bellaquerías).
Y en la refinada corte turca, en los salones de Estambul ¿acaso no se ponían ciegos con su pipa de agua o narguilé? Es más, los piratas y los guerreros debían compartir alguna petaca de picadura de algún tipo de solanácea.
Así que bien es cierto que la Nicotiana Rustica y la Nicotiana Tabacus provienen de América y hoy se venden en cuatro variedades: havanensis, brasilensis, virginica, purpúrea, pero ya debía existir alguna planta solanácea fumable y fumada. Me refiero dentro del ámbito mediterráneo, entre corsarios y piratas, me refiero a la vida dura del mar, la guerra, el contrabando, a la vida corsaria y pirática.
Nos quedaremos con esta idea, porque lo que está claro que el tabaco procede de una zona entre Ecuador y Perú (demostrado genéticamente), donde se empezó a cultivar hace entre cinco y tres mil años.
Y hasta aquí recapitulemos lo que les dije hace tiempo: La llegada de las solanáceas a Ibiza nos cambió totalmente la forma de comer, o sea, de vivir.


Publicado en Diario de Ibiza, 3 de marzo 2007

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