domingo, febrero 18, 2007

Graves carencias sociales


Bajo este manto dorado y obsceno de falsa riqueza y de encanto vacacional, existe una Ibiza gris, triste, un tanto pasmada y con graves carencias sociales. Carencias que afectan al individuo, por lo tanto a la sociedad.

No es un tema del que yo escriba mucho, porque uno piensa que tanto concejal y tanto consejero dedicado al ramo (y al ramo parecen dedicarse más que a los problemas) solucionarán los problemas por el simple proceso de seguir un guión trazado.

Pero aquí nadie traza gran cosa. Los problemas de fondo jamás se solucionan.

Tampoco se ventean en la prensa, no hay habitualmente fotografías de los políticos (sólo en la inauguración) y no se siente una presión social continuada por arreglar los problemas. Quizás es por esto que los políticos –que son quienes tienen la firma y el boletín oficial- piensan que es más rentable una buena foto en el mercadeo turístico de las ferias, que una foto a pie de calle o al pie del cañón.

Voy a mencionar dos que el Diario ha tratado recientemente. Uno es las barreras arquitectónicas, problema que yo sí he tratado desde que empecé en 1972. Me parece grave que una persona minusválida, anciana, impedida o enferma no pueda hacer una vida de relación normal, simplemente porque se han aparcado mal los coches o se han construido mal las entradas. Es bochornoso y es ilegal en el caso de los edificios públicos.

Otro problema crónico, o sea una situación inevitable, es la Ibiza de la pobreza. Joan Marí Torres, con quien compartí unos años de seminario en Ibiza, siempre ha manifestado una voluntad incondicional de servicio, de apostolado –digámoslo sin rubor, pues aunque no está ordenado tiene más estudios de los necesarios para ser sacerdote- ha sido designado director de Caritas. Ya cuenta con la compañía experta de Esperanza Marí y de numerosos voluntarios. Ellos son los ángeles guardianes que han de aliviar situaciones desesperadas de mucha gente que no puede seguir el tren. Pero a veces pienso que el nuestro es un tren que nos lleva a ninguna parte.

Publicado en Diario de Ibiza (Suplementos) 18 de febrero, 2007

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