miércoles, septiembre 03, 2008

Vamos a reabrir la agenda


Muchos políticos deben haber rezado durante julio y agosto para que algunos de sus problemas acabaran fundiéndose, al menos en la memoria de los ciudadanos.
En realidad el verano sólo ha exacerbado el grado de frustración y ha aumentado el espíritu de zozobra. Para que alguien tan espiritual y perfecto como Zapatero se diera cuenta, algo gordo debe de estar pasando en estos momentos.
En Baleares y en Ibiza ocurrirá tres cuartos de lo mismo, si no está pasando ya, a pesar del pasotismo de Tarrés que como máxima reconvención al PP le atemorizó con aquella abominable sentencia de «...si yo hablara».
Pues hablarán otros. En Baleares hace tiempo que el cangrejo de la corrupción ha arraigado y aquí nadie tiene derecho a perdonar las faltas de los demás con tal que le perdonen las suyas.
¿Por qué? Porque el ofendido no son uno o ambos partidos, sino siempre es el contribuyente, los ciudadanos, que son tratados como súbditos. Si Tarrés quiere perdonar en lo que le afecta a él personalmente, allá él.
En Baleares hay mucho trabajo pendiente. Muy tranquilos estarían los peperos esperando gobernar durante decenios. La misma sensación debían tener los socialistas de Felipe González.
Y míralos. Mírales. Unos y otros.
Es de desear que el sistema judicial actúe sin contemplaciones. Y no limitando el castigo a un chivo emisario que deje libres para actuar de nuevo a delincuentes confesos y obvios.
En Ibiza también hay que reabrir la agenda. Por encima o por los lados del caso Eivissa Centre hay una riada de temas menores que deberán ser retomados, cual es el grueso de problemas concretos que presentan estas malditas autopistas: túneles, arrasamiento de tierras, expropiaciones adlib.
El uso de tierra privada para comenzar sin licencia de obras un monstruoso campo de golf, alterando la seguridad del aeropuerto...
Los temas pendientes ya ocupan expedientes muy gruesos.
Al trabajo que ya es hora.
Además se tendrán que ultimar los detalles para comenzar o culminar las obras del puerto en es Botafoc. Y de costas volveremos a hablar, de delimitaciones y de Ley de Costas. De depuradoras, desaladoras, hospitales pendientes. Buuuuf, la lista es abrumadora.
En este ambiente, que el Museo Monográfico del Puig des Molins lleve 15 años diciendo que se abre al año siguiente no deja de ser una desgraciada gracia. Se ve que las obras se hacen sin un aparejador, arquitecto o maestro de obras. No saben leer un desnivel o una apertura, una puerta y su ancho.
Ver para ver. Septiembre, que bueno que viniste. Ya te echábamos en falta.

A Mariano Digital