domingo, septiembre 07, 2008

Cuando llegue septiembre

Esperamos septiembre con ansias, porque el clima abre una tregua y porque el tipo de gente que llega es menos acosadora y menos agobiante.
Sin embargo los dos últimos meses han vuelto a dejar heridas profundas en la imagen de la isla.
Nada que ocurre es culpa de la prensa. La prensa cuenta algunos de los detalles que se pueden filmar. Si las cámaras de televisión pudieran filmar (con un coche de bomberos, de policía como se han hecho algunos reportajes clásicos) la realidad seguramente no nos quejaríamos tanto.
El problema de Ibiza no es que se editen o se publiquen una docena de reportajes (por miles a favor igualmente erróneos por sublimar la realidad).
El problema de Ibiza es que ocurra lo que está ocurriendo y que ocurra desde hace al menos 20 años.
¿A quién queremos engañar?
Este verano no podía ser menos y la mala suerte ha querido que saltara a la prensa internacional un brote de legionela. Eso es grave. El año pasado fue a comienzos del verano el azaroso hundimiento del Don Pedro.
Estas cosas no son esencialmente achacables a Ibiza, es decir, son contingencias que pueden acaecer en cualquier sitio. Pero pasan aquí, una tras otra, año tras año.
Todo ello sumado a esta demencial escalada de consumos de droga sintética, de importación de cuadrillas de camellos que la distribuyen y de niñatas insensatas que la consumen. Y niñatos.
Las discotecas aceptan el cobrar 50 o 60 euros por la entrada, pero no aceptan ninguna relación con la droga. Cada año la misma canción.
Y así sigue Ibiza, con una imagen machacada, machacona, que avergüenza a propios y a extraños. Los valencianos fueron muy listos al mandarnos sus abacalados traficantes, sus locos del volante.
Valencia se ha salvado y han hundido Ibiza. Han hundido Ibiza entre todos.
Sofía Herranz, Xicu tarrés y los alcaldes tienen una semestre muy duro por delante. Pero jamás nadie ha tenido tanto respaldo como estas autoridades.
Hagan cumplir la ley. Si queréis conservar el turismo, limpieza a fondo y caiga quien caiga.

A MD



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