sábado, septiembre 27, 2008

Aguas movidas y removidas


Me refiero al turismo y a los hoteleros: otra vez están en primer plano con esta iniciativa de legalizar las plazas hoteleras ahora fuera de la ley o de las licencias.
Si estas plazas no podían construirse o habilitarse ¿por qué se han hecho? Una vez más y hablando en general, qué poquito ayudan los hoteleros, que no pasa temporada en que no deben enfrentarse a los problemas que ellos mismos han creado.
Y menudo papelón el que le dejan a Juan José Riera, presidente de los hoteleros pitiusos, porque una vez más si se generaliza esta medida de legalizar plazas hoteleras pagando una cantidad (es decir se compran y a precio muy rentable) de hecho se están penalizando implícitamente a quien ha cumplido con la ley.
Pero hay más: va a suponer un aumento en las estadísticas de lo que ya está funcionando en la realidad. Eso ocurre, ya lo decía el otro día, por el desbarajuste que existe en nuestro Govern y en nuestro Consell Insular.
Repito, o trabajan más nuestros políticos y nuestros técnicos o no nos salen rentables. De cualquiera manera ya hay demasiados.
El trabajo que les espera es remarcable. Y vayan abandonando este hábito de pedir más dinero a `Madrid´ (lo entrecomillo aposta) y más competencias a Palma, una vez se hayan formalizado éstas y se haya aprobado una nueva ley de financiación de las autonomías.
En mi opinión las autonomías no son rentables para los españoles, es más, pienso que son insostenibles y probablemente devolverán al país a la romántica situación del siglo XIX, si no se rompe todo mucho antes, que estamos en esto.
Pero el acercar la administración al ciudadano debería tener estas ventajas: un conocimiento casi milimétrico de la realidad. Un gabinete complejo de estudios y control de los destrozos ambientales: o sea, bastaría que Marga o Pepita, por poner un ejemplo paródico, hicieran un barrido de la isla con Google Earth. Y eso es gratis, en principio.
Parece que la asociación de hoteleros ha llegado a un punto medio: exigir al Consell, en este caso a Joan Serra Mayans, que no se puedan dar de alta más de un cinco por ciento de las plazas ya disponibles.
Me parece una buena idea, pero entiendo que progresivamente se irán legalizando todas, absolutamente todas.
Por una parte, el Consell necesita dinero desesperadamente, como los ayuntamientos. Y por otra, en Ibiza siempre ha imperado la política de los hechos consumados y que le den morcilla al mono.
En realidad una solución pactista parece lo más razonable, pero en urbanismo lo razonable ya es no razonar. Derribar y multar.



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