miércoles, septiembre 24, 2008

Descontrol


Me temo que en los últimos años las islas han recibido competencias, mucho dinero, visitantes y muchos trabajadores.
Pero la mentalidad apaisada, horizontal, sesteante, de algunos concejales y de los consejeros (ayuntamientos y Consell Insular) no ha cambiado gran cosa.
¿Debieran recibir unos cuantos avisos y hasta quizás otros castigos más consistentes, para despertarles del sopor?
A la política no debiera venirse a chupar, dormir ni figurar. El personal burocrático y los políticos nos están saliendo muy caros. ¿No habrá manera de rentabilizar esto?
Lo digo porque, se mire donde se mire, salta la corrupción en mayor o menor grado. La corrupción existirá siempre, al menos cuando se den las condiciones de descontrol. Si no hay control, la tentación es demasiado fuerte.
Sólo espero que los juzgados actúen con el rigor necesario y que vayan sirviendo de aviso las sentencias, aunque me temo que nada de todo esto servirá de gran cosa.
Descontrol: nos ocurre con casi todo.
¿Cuánta agua se gasta en la isla? Mira que es pequeña, pero da igual, esto es un misterio. Ni se sabe a ciencia cierta cuantos pozos, cisternas ni piscinas existen. Todo ello supondría un trabajo sólido, que por cierto siempre se encarga a algunas empresas de fuera de las instituciones. Sin saber estos datos, es imposible gobernar ni crear oposición.
Casi ocurre lo mismo con las calificaciones y recalificaciones de solares y de terrenos. Aquí aparecen y desaparecen metros cuadrados por arte de magia. No apuntaré a ningún municipio ni pondré fecha, pero estoy hablando de toda la isla a partir de 1972, que es cuando yo empiezo a poner la oreja.
Los malos hábitos que acaban en prácticas de corrupción se han repetido lamentablemente y parecen totalmente inmunes cuando por algún motivo casual acaban en manos de alguna jueza (o juez).
Lo de las piscinas me ha encantado porque sirve de ejemplo. Sólo en San José hay contabilizadas 4.000. Se dice que en toda la isla hay 10.000. ¿Cómo puede ser eso?
Si sumas las de San Antonio y Santa Eulalia ya serían 12.000. Faltan las de San Juan y las de Ibiza.
Es decir, el caos es histórico. Así es imposible comenzar a gobernar, ni bien ni mal. Pero eso ya no basta.
El GEN está avisando que los crecimientos de población previstos en San José (y del resto de la isla, es fácil de deducir) duplicarán la demanda de agua.
Ayuntamientos y Consell Insular, al trabajo. Menos viajes y menos comedia.