sábado, julio 26, 2008

Bajo coste, pero muy movidas


El que siga las noticias on-line ya lo habrá visto: cada par de horas salta una noticia en relación con las compañías aéreas de bajo coste. Suelen afectar a su estructura laboral, como despidos de personal, y a la ubicación de sus zonas de operaciones, como cierres de algunos destinos y ciudades.
Bien, esto es una clara respuesta a la crisis. Y huelga decirlo, pero afectará mucho a Ibiza y Formentera, que sumado a esta contingencia, han visto como las fusiones de operadores turísticos han reagrupado a muchos pasajeros con tal de destinarlos (desviarlos) a hoteles de Mallorca.
Si yo fuera una autoridad turística (o de las otras) del Consell, procuraría estar muy calladito o calladita y no aceptar más placas y medallitas de autobombo, más propias de aquel Fomento de Turismo un poco bobo de los años 70 y 80. Más trabajo y menos hacerse autohomenajes.
Bueno, pero hay muchas más noticias generadas por las compañías low cost... por desgracia.
Las páginas del Diario vienen llenas de los desplantes de algunas de estas compañías, que se acogen a una brecha que existe en el Reglamento 261/2004 de la Unión Europea. Quienes hagan uso de billetes de costo reducido o gratuito no pueden acogerse a los beneficios que otorga dicho reglamento cuando una compañía no puede cumplir con el contrato que supone un billete con un pasajero.
De forma y manera que desde Barajas, El Prat, y otros sitios, se cancelan vuelos que ya estaban anunciados y con el pasaje en la sala de embarque con salida inminente. Las reclamaciones al maestro armero, por Internet y sin derecho a ser realojado en otro vuelo.
Esto supone un varapalo para aquellos pasajeros que ya vienen macerados de otros vuelos o con horas de carretera. Se perderán horas de vacaciones o el regreso puntual al trabajo, se perderán citas de negocios y sobre todo, se pierden muchos nervios. Y como están los tiempos más vale no perderlos.
En realidad, la felicidad que suponen los vuelos low cost no podía durar. Por una parte el precio del combustible es una amenaza muy tangible. Por otra, las comodidades y la seguridad incluso, se resienten.
Leyendo algunos de estos episodios recientes, descubro todo un manual de picaresca. Uno pensaba haberlo visto casi todo, pero no... por ejemplo, estos aviones no llenan los depósitos con el margen de seguridad para llegar a un aeropuerto alternativo, pasan menos revisiones y en la menor dificultad echan mano de una excusa de tipo técnico para dejar a 200 o más pasajeros en tierra. Tirados. No doy ni nombres. ¿Para qué?

A Mariano Digital



.